5. Una maid, no, una enfermera en Yokohama

Atsushi una vez más había sido arrastrado a la pastelería de Halloween había abierto sus puertas y... no, no era broma lo que el pequeño albino podía ver, la dueña animada (como siempre) por tener a tantos camareros el día de hoy, así es Dazai siempre hacia de las suyas, Chuuya y Akutagawa les acompañaban – me parece excelente, todos estarán disfrazados, hoy mi clientela estará por los cielos – decía la dueña

- Dazai-san... pensé que no tendríamos más trabajos así

- Oh tranquilo Atsushi-kun, este año no serás tú la maid

- ¡¿Por qué sería la maid de nuevo?!

- Será Chuuya

- ¡¿Qué?! pequeño bastardo, dijiste que necesitabas ayuda

- Así es, y lo de pequeño omítelo. Sasaki-san me dijo que tuvimos tanta popularidad el año pasado que le hizo falta personal ¿no?

- Si, si – sonrió la dueña

- Por eso ahora los llame a ustedes

- Odio esté día oficialmente...

- Vamos Atsushi-kun, ¿adivina que serás?

- No sé

- Serás una sexy enfermera

- ¡DAZAI-SAN!

- Akutagawa será un sexy doctor

- No me molesta

- Y yo seré un dulce mayordomo

- El tema de este año serán las parejas, así que espero lo disfruten – sonrió Sasaki – sé que son parejas así que sus actuaciones serán mejores

Así fue como los chicos terminaron en aquella pastelería...

Dazai portaba un traje elegante de mayordomo, un pañuelo decorándole y el cabello peinado hacia atrás, sus pantalones así como su chaleco y saco perfectamente negros y una camisa blanca adornando el traje tan típicamente llamado de "pingüino"

Chuuya portaba un vestido negro sin mangas, pantimedias negras y un delantal blanco, su cabello había sido acomodado a ambos lados de sus hombros, llevaba zapatos lisos de piso. Estaba furioso.

Akutagawa portaba un traje de doctor muy peculiar pues además de sus pantalones negros y camisa blanca con sangre no era el típico traje suelto, esté era muy ajustado al igual que sus guantes blancos de hule, y solamente su bata larga y blanca volaba con el aire... Estaba molesto

Atsushi portaba un vestido ajustado blanco que apenas y daba un vuelo de su falda, su coronilla de enfermera en su cabeza, medias a la rodilla blancas y zapatos con tacón. Estaba avergonzado una vez más

- Se ven tan preciosos los cuatro – sonreía Sasaki

- Odio esto... - dijo Atsushi cansado

- Creo que te queda – menciono Akutagawa – siendo pareja no me molesta que lo uses frente a otros

- Eso es muy maduro Akutagawa

- Es porque si alguien se le acerca puedo llegar hasta ellos como el doctor que busca a su enfermera

- Eso es enfermo Akutagawa. Atsushi-kun, mucha suerte

- Ya me quiero ir...

El día continuo, efectivamente, tanto Akutagawa como Dazai aprovechaban sus disfraces para evitar que Atsushi o Chuuya fuesen tocados, Chuuya no se quedaba atrás con Dazai y sus constantes coqueteos a chicas. Atsushi, bueno...

- Entonces... ¿Cuándo puedo pasar a consulta doctor? – preguntaba una chica de cabello largo

Akutagawa ignoraba a la chica mientras intentaba tomar su pedido pero ella insistía – vamos, Doctor, no quiero irme sin un buen pedazo de postre de chocolate – decía mientras acerco la mano al cabello de Akutagawa. Atsushi apareció con una sonrisa tan maléfica que incluso el mafioso dudo de su ocupación de agente, tomando la muñeca de la chica y devolviéndola a la mesa

- Señorita, si necesita a un doctor con gusto la enfermera le dará una buena cita – sonreía Atsushi. Akutagawa obviamente sonrió de ello

- So-solo quiero un pastel de chocolate – menciono la chica

- Perfecto, lo serviré enseguida – dijo mirando al doctor – doctor, tiene más pacientes que atender

Rayos, Akutagawa estaba en un sueño del que no quería despertar, por su parte, Dazai y Chuuya atendía a todos los demás como normalmente un empleado lo haría, Chuuya sabia defenderse perfectamente, incluso Dazai disfrutaba de ver sus actos de "Maid Tsundere"

La jornada del 31 había terminado, y con ellos los chicos descansaban en la oficina de Sasaki – sin duda alguna, amo tenerlos en estas fechas, muchas gracias por su cooperación chicos

- Gracias a usted Sasaki-san – sonrió Dazai

- Si, los postres que nos llevó el otro día a la agencia eran delicioso – sonrió Atsushi

- ¿eh? Yo también quiero postre de Sasaki-san – dijo Chuuya

- Ya los probaste Chuuya, te lleve el otro día

- ¿ah? ¿Eran esos? Son deliciosos...

- Espero que conserven los disfraces para promocionarme mientras regresan a casa

- Es parte del trato Sasaki-san – dijo Dazai y Atsushi suspiro

- Esta vez hice uno especial para ustedes cuatro – dijo extendiendo un par de bolsas a los chicos – disfrútenlos en casa

- ¡Gracias Sasaki-san! – dijeron los cuatro

Dazai y Chuuya se separaron a medio camino, Akutagawa y Atsushi continuaron, el albino no aguanto el olor de la bolsa de postres por lo que comenzó a comer desde la calle, Akutagawa tomaba una que otra galleta, para cuando llegaron a casa, Akutagawa dio paso normal a profundizar la morada cuando notó que el albino se había quedado parado en la puerta - ¿Jinko? – pregunto volteando a verlo. Atsushi descansaba en la puerta siendo tapado su rostro por su fleco

- Ryu... - miro a Akutagawa con unos ojos tan deseos que incluso el azabache dio paso atrás – te quiero dentro – menciono entre gemidos

- ¿Qué?

Para el segundo pestañeo del mafioso tenia al albino corriendo hacia él, para el tercer pestañeo había caído al suelo y para el cuarto pestañeo tenia encima suyo al albino – Jinko... ¿Qué te ocurre hoy?

- N-no se – dijo con lágrimas en los ojos – pero quiero hacerlo Ryu. Rapidooo

- Bien – sonrió Akutagawa tomando los hombros del albino y así tirándolo a él y así posicionándose encima – amo estos días, mi querida enfermera

- Ca-cállate idiota

Akutagawa sonreía como un demente, no dudo ni un segundo en bajar a las piernas del albino, comenzó mordiendo sus muslos aprovechando la falda de enfermera, ligeramente pegada y con aquel holán que le dejaba entrar más allá sin dificultad – mmgh Ryu – pronuncio Atsushi al sentir como el mafioso mordía sus muslos, aprovecho el momento para subir ligeramente la falda del albino

- ¿no llevas ropa interior? – pregunto al mirar al albino sin ella

- O-obvio... n-no podía usarla con la falda co-corta

- Pase todo esté día ¿sin saber tan valiosa información?

- Al-algo así... - dijo el albino sin mirarlo

- ¿Sabías que Halloween es mi fecha favorita?

- Lo deduzco – dijo el agente molesto mientras el azabache continuo mordiendo sus muslos y pasándose por su vientre – Ry-Ryu deja de provocarme

- ¿Por qué? ¿la enfermera necesita una revisión completa

- N-no empieces

- Ya empece Jinko

Akutagawa había tomado el miembro del albino, comenzó a masturbarlo provocando en el albino sus singulares gemidos, uno tras otro mientras el azabache masturbaba sin piedad al albino. Aprovecho para alzar las caderas de Atsushi – es-espera ¡¿qu-que-que-que haces?! – grito Atsushi al ver sus caderas completamente alzadas con algo de ayuda de Rashoumon, Akutagawa quien estaba de rodillas tenia perfecta vista directa del interior de Atsushi

- Jinko, haz sido tan bueno últimamente... incluso me has defendido de chicas coqueteándome

- ¡Su-suéltame Ryu!

- Debo recompensarte por ello

- ¡Es-espera! ¡ni-ni siquiera lo pienses!

Akutagawa tomo el miembro del albino con una de sus manos mientras acerco sus labios al agujero del albino comenzando por repartir besos alrededor, Atsushi había apretado su cara contra el suelo, sus gemidos habían crecido, aquello que sentía no era algo humano, unos segundos bastaron para que el albino se corriera haciendo feliz al azabache – sabía que te gustaría – menciono el azabache mientras el albino se centraba prácticamente hipnotizado – vamos por más – menciono y dejo su lengua entrar, con ello, el albino volvió a ponerse duro

- ¡ah! Esp-espera e-eso – pronuncio mientras rasgaba el suelo – es-esta su-sucio de-de-detente – pidió mientras apretaba el suelo con sus garras. Akutagawa sonrió amplio al ver tan increíble reacción

Atsushi gimió y gimió, hasta que por segunda vez termino, su respiración agitada y apenas dejándole vivir, Atsushi sentía que moriría en algún momento, estaba avergonzado, excitado y complacido ¿Cómo su pareja lograba ser tan desvergonzado? – Eres increíble Jinko – pronuncio el azabache alegre

Dejo las caderas de Atsushi una vez más en el suelo, aunque esta vez lo dejo descansar unos segundos, sabía bien que estaba listo, entró de una estocada haciendo al albino gritar desde lo más profundo de su ser y con ello, una vez más ponerlo duro – Jinko, hoy no estás perdiendo tiempo

- Es-esta... es-está caliente – pronuncio con un hilo de voz

- Demonios, te amo – pronuncio el azabache mientras besaba al albino con el mismo tiempo entraba lo más profundo que podía.

Atsushi abrazo la cadera del azabache con sus piernas y así el azabache entró más, posiciono su mano derecha en el muslo del albino para ir más profundo y con ello Atsushi gimió una vez más. El albino tomaba la espalda del azabache habiendo ya roto la bata de doctor y comenzando a rasguñar su espalda – Ry-Ryu má-más – pidió el albino y el azabache como buen chico obedeció

Llego tan profundo que el albino gritaba cada vez más hasta que esté término, suspiro mirando al albino quien con ojos cerrados seguía gimiendo e intentaba recuperar su respiración. No podía negarlo, todo el su pareja le encantaba – vamos por más – sonrió el azabache y el albino lo miro mortificado. Alzo a Atsushi mientras esté se sentaba dejando a Atsushi sentado encima de sus piernas - ¿listo?

- No

Akutagawa solo habia preguntado de cortesía pues igual lo había metido una vez más llegando profundo de una sola vez con la posición. Llamo a su habilidad quien tomo las piernas del albino y agradeciendo su elasticidad las separo aun estando encima del azabache, Atsushi recargo su rostro en el pecho del azabache quien continuaba embistiendo – Ry-Ryu pa-para du-duele – expreso gimiendo – e-es muy pro-profundo

- Intentemos llegar a más – sonrió abrazando al albino, Atsushi acepto el abrazo y por ende abrazo fuerte la azabache mientras esté continuaba su acción, el agente no dudo en rasguñarlo una vez más y para expresar lo enojado que estaba (supuestamente) comenzó a morder al mafioso adolorido, aunque Akutagawa sonrió por ello, sus mordidas eran débiles – Jinko... te adoro – menciono abrazándolo fuerte y con ello volviendo a terminar

Descansaban un momento, Akutagawa estaba recargado en el mueble aun dentro del albino, Atsushi tenía ligeros espasmos en su cuerpo mientras estaba acurrucado en el pecho del mafioso, Akutagawa aprovecho para limpiar las lágrimas de los ojos del albino y besar su frente – Ryu...

- ¿si?

- También te adoro

- Si, tu eres mi eterna adoración – respondió besando al albino

- ¿quieres otra?

- Me ofende tu pregunta

Así, la noche continuo para ambos chicos 



¡Hola!

Con está quinta historia termino esté año el especial de Halloween, espero lo hayan disfrutado, me quedaron muchas ideas para el próximo año y quien sabe quizá para un fanfic con temática

Todo puede pasar

¡Gracias por un año más!

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top