1. Tu alma por Moby-dick
Capitulo 1. Lee el contrato
Dazai bebía solitario en el Lupin, frecuentaba aquel lugar cada que se sentía solo o abandonado, era el peor día de su vida... Aun cuando le dijo que confiará, que llegaría a tiempo, no pudo, su falla de cálculos le costó la vida de su amado aquel día, ahogarse en alcohol era lo que mejor hacía desde entonces, incluso el horrible Petrus, no dejo ninguna gota de aquel asqueroso vino.
- Te vez increíblemente mal – hablo el pelirrojo que como siempre le acompañaba aquella ilusión
- OdaSaku... - le llamo sollozando – lo perdí...
- Sabes que no es así
- La corrupción acabo con su cuerpo
- Hay alguien que puede ayudarte – dijo el pelirrojo y Dazai lo miro fijo
- ¿É-él?
- Lo intentaste una vez conmigo, pero tu amor por Nakahara Chuuya pudo más, ahora tienes una segunda oportunidad – dijo Oda bebiendo un vino intangible – ve por él
- Ir por él... si no pude ir a ese temeroso castillo, ni siquiera estuve cerca.... – dijo bebiendo más – ese maldito contrato de muerte... – dijo Dazai algo mal pasado de copas
La verdad no hizo nada, solo se quedó en el bar al que cada noche regresaba Oda para ayudar a su amigo aún vivo, el barman del bar una vez preocupado opto por llamar al contacto más pronto de su lista, pero cuando "Chibi gruñón" no contesto, llamo a "Loco idealista"
Unas horas después, el rubio había llegado – Dazai, larguémonos – hablo le rubio
Dazai quien apenas se sostenía del rubio le empujo y lo miro serio – no quiero volver – dijo el castaño – quiero esperar a Chuuya
- El mafioso no vendrá – dijo Kunikida molesto - supéralo
Dazai enloqueció por aquellas palabras, tiro al rubio al suelo mientras se ponía encima de él, sostuvo el cuello de su camisa y le reto – ¡Chuuya volverá! – grito mientras comenzaba a llorar – siempre vuelve...
Kunikida le observo bien, aquel rostro lleno de dolor lo conocía bien pero le frustraba ver al castaño con ese dolor – lo lamento – dijo Kunikida.
Dazai viajaba en un taxi con Kunikida de co-piloto, no quería ver o saber nada, iba recostado en la parte de atrás, callado, incluso Kunikida dudo de la cordura de su compañero – Dazai, pronto llegaremos a la agencia – dijo el rubio pero no tuvo respuesta – Atsushi ha estado preocupado – agrego y de nuevo sin respuesta. Opto por mejor guardar silencio y fue cuando Dazai tuvo una epifanía
Dazai logró ver a Chuuya llamarle, así que el castaño salto del taxi mientras Kunikida le gritaba más no escucho, solo le interesaba seguir a Chuuya ¿Cómo era que siempre terminaba viendo a los muertos? No le importo, solo se dedicó a perseguir a Chuuya, quien corría hacia una dirección desconocida, no fue hasta que llego a la Bahía, y aunque el pelinaranja no hablaba le señalo el mar, estaban a la altura del mar abierto, los barcos se podían ver claramente pero Chuuya seguía señalando aquel lugar –si salto moriré Chuuya – dijo el castaño pero Chuuya no dejaba de señalar – bien, no me importa morir si podré ir a tu lado – dijo y sin más, simplemente cerro los ojos y salto.
Dazai abrió los ojos lentos para darse cuenta que estaba sobre el agua y Chuuya sonreía, el pelinaranja había comenzado a andar por el agua y Dazai decidió seguirle, era su epifanía más extraña de todas, el agua cristalina comenzó a volverse roja y pronto llegaron a un castillo oscuro – Chuuya... ¿este lugar? – pregunto pero el pelinaranja continuo. Dazai no se rendiría, lo siguió. Y con ello entraron al castillo, enorme, negro, con peces dentro y fue cuando lo vio, en medio de la sala, grande, alto, joven pero más que él, sentado en aquel trono color dorado, su cabello era blanco, y sus ojos azules casi como un cristal, su vestimenta era un traje negro con una corbata blanca. Aquel hombre sonrió y al mirar al castaño – bienvenido Osamu Dazai, mi nombre es Moby-dick – hablo aquel alto hombre y el castaño trago saliva
- He oído de ti Moby-dick – dijo Dazai
- Espero que bien – sonrió aquel hombre – he oído de mi nuevo amigo quien ha estado muy preocupado por ti
- ¿Chuuya?
- Así es, el señor Nakahara quiso ir a verte, pero le propuse traerte – dijo el hombre sonriente – te propongo un trato
- Dicen que tus tratos son irreversibles
- Dicen muchas cosas de mis tratos – sonrió el hombre cual dientes blancos – si cumples el contrato, puedo liberar el tiempo del señor Nakahara, su cuerpo se restaurará y su alma volverá
- ¿Qué quieres a cambio?
- Quiero mi existencia
- ¿perdón?
- He oído maravillas de ti, Osamu Dazai, puedes resolver cualquier cosa y hacer estrategias completamente de locura
- Bueno, lo de resolver cosas es Rampo-san...
- Pero Edogawa Rampo no debe pagar nada, no podría hacer un contrato con una mente maestra como él – sonrió el hombre
- ¿Acaba de insultarme?
- Solo acabo de decir que Edogawa es mucho más brillante
- Ya, entiendo – suspiro el castaño – bien... ¿Chuuya volverá?
- Volveran al tiempo al cual no llegaste a tiempo en cuanto termines mi contrato
- ¿mientras?
- Volverás a tus días en el Lupin – sonrió
- ¿y si no logró cumplir el trato?
- Te quedarás en el Lupin, para siempre
- Bebería por siempre...
- No es en ese sentido señor Dazai
- Entiendo, entiendo – suspiro el castaño – acepto
- Bien, tienes una semana - sonrió el hombre – ahora puedes abrir los ojos
- ¿abrir... los ojos?
Dazai abria los ojos mientras Kunikida, intentaba traerlo de vuelta, - ¡creí que esta vez si morias! – grito el rubio al ver al castaño abrir los ojos
- ¿Ku-Kunikida-san? – pregunto el castaño confundido
- Te hundiste muy profundo, Dazai – hablo molesto
Dazai volteo a ver el mar y logró ver un sombrero – entiendo – dijo Dazai y se levantó alegre – hay que trabajar Kunikida-san
- De hecho, creo que estaría bien que te tomes unos días
- Para nada, quiero volver a trabajar – dijo estirándose - ¿Dónde está Atsushi-kun?
- Durmiendo obviamente, son las tres de la madrugada
- Oooooh – dijo caminando – iré por Atsushi-kun
...
- Atu.... – escucho el albino en susurro – shiiiii – seguía escuchando y el albino solo se había volteado – Atsushi~ - escuchaba el albino mientras se tapaba - ¡ATSUSHI-KUN!
- ¡AAAH! – grito el albino mientras se levantaba de golpe y golpeándose en la cara - ¡¿Da-Dazai-san?!
- ¿estabas dormido?
- Noooooooooo como cree
- Excelente, vamos
- ¿Qué? Espere, Dazai-san ¿Qué hace dentro de mi cuarto? – pregunto
- Vamos a buscar a Chuuya
- Da-Dazai-san ¿está borracho de nuevo?
- No, te explicaré en el camino, vamos
- Da-Dazai-san estoy en pijama – dijo el albino y el castaño le tiro encima una camisa
- Listo
- Tan gracioso... - suspiro el albino
Dazai caminaba por las calles de Yokohama, Atsushi sentía el frio pasar de la madrugada, al final había vestido con un pantalón negro, tenis y una camisa, aunque igual su chaqueta le vino bien, estaban en Otoño, la época donde comenzaba el frio y la lluvia
- Dazai-san ¿A dónde iremos?
- Primero a la biblioteca
- ¿para qué? – pregunto el albino fastidiado – entiendo que extraña a Chuuya pero el...
- Volverá – dijo Dazai y sonrió el albino – vamos a una tienda 24/7, te compraré un café y té contaré todo
- Bien y está vez no pagaré por lo que me invite
- Si, si, está bien
Una vez dentro de una tienda y con un café más o menos presentable, el castaño le conto al albino de lo que había pasado, no obstante, Atsushi decidió ayudar a encontrar la "existencia de Moby-dick"
Caminaban tranquilos por las oscuras calles con el café cada quien, querían llegar a la biblioteca que abría a todas horas, cuando Dazai se detuvo y miro hacia un callejón – encontré un gatito chismoso – dijo Dazai sonriente y el azabache no tardo en salir tosiendo por el callejón
- No me llame gato, Dazai-san – hablo el azabache
- Tienes un punto, eres un perro – corrigió Dazai
- ¿A-Akutagawa? – pregunto el albino con la guardia baja
- Llevas un buen rato siguiéndonos ¿no? – pregunto Dazai
- N-no – dijo mirando a otro lado
- Claro que sí, ¿desde la casa de Atsushi-kun?
- Yo no hago esas cosas Dazai-san
- ¿eh? – pregunto Atsushi - ¿nos vigilabas?
- Más bien... - sonrió Dazai para mirar al albino – te vigilaba
- ¿Por qué me vigilabas? ¿Qué no dijimos que nada de asesinatos? – dijo el albino
- No entenderá – dijo Dazai susurrante mientras suspiraba y miro al azabache – ya que estas aquí, también ayudarás
- ¿a qué? – pregunto el azabache
- Recuperaremos a Chuuya-san – sonrió el albino
- Bien, pero no te acerques – dijo el azabache al albino
- ¿eh? – expreso sorpresa – ¡tú nos seguías!
- Ay Atsushi-kun – suspiro Dazai sin darle importancia a los menores mientras seguía caminando
Los tres chicos miraban libros en la biblioteca, no era como que fuese algo extraño pero para Dazai si llegaba a ser extraño ver a Atsushi y a Akutagawa completamente tranquilos, por lo que su mente comenzó a jugar - ¿Por qué están tan tranquilos? – pregunto Dazai a ambos chicos
- ¿de qué habla Dazai-san? – pregunto Atsushi
- Solo quiero llevar esto en paz y recuperar a Chuuya – menciono Akutagawa
- Si, se nota – dijo Dazai mirándolos y cerró sus ojos suspirando – Moby-dick ¿Por qué no me has regresado? – pregunto el castaño y al abrir sus ojos pudo verlo
Moby-dick había vuelto enfrente de él muy sonriente por cierto, quien limaba sus uñas delicadamente – la verdad solo era una prueba, lo hiciste más rápido de lo que pensé
- Todo fue bien preparado pero Akutagawa y Atsushi-kun no podrían estar callados tanto tiempo
- Gracias, tomaré nota de ello ¿sabes por qué existo?
- No precisamente pero estoy teniendo una idea – menciono Dazai - ¿Dónde estoy?
- No estás en ninguna parte y estas en todas partes
- ¿el limbo?
- Algo parecido, ustedes los humanos lo llaman el triángulo de las bermudas
- Entiendo – suspiro Dazai – así que puedo hacer lo que quiera aquí
- Más o menos, si
- ¿puedo traer a Chuuya?
- Si eso te hace concentrarte mejor
- Si, si lo hará – menciono Dazai
- Pero no puedes traerlo
- ¿Por qué no?
- Todo su ser está encerrado por mí, si lo libero no podre llevarlo a tu mundo de vuelta
- Entiendo – suspiro Dazai – seguiré trabajando entonces
- Por favor – sonrió Moby-dick
Dazai caminaba solitario por la ciudad, la lluvia había llegado aunque eso hizo a Dazai mirar al cielo - ¡YO NO PEDI LLUVIA! – Grito pero la lluvia no se fue – carajo – se quejó mientras caminaba, todo solitario y abandonado, eso era lo que le costaba entender ¿Por qué si Moby-dick quería una respuesta lo tenía en el limbo?
Camino sin un camino en decisión hasta llegar auna vieja oficina, la cual, no me pregunten apareció de la nada, pero era unfiel recuerdo de la oficina que compartía con Chuuya en sus años en la mafia,acaricio el mueble y se acostó encima de ella, probablemente la idea llegaríapronto o quizás nunca, si no cumplía el trato Chuuya avanzaría pero él nosaldría del limbo, sin ser parte de Moby-dick ¿significaba que podía tener lailusión de Chuuya por siempre?... La idea no le desagradaba del todo...
¡Hola a todos! he traído de vuelta el apartado de Halloween, espero lo disfruten mucho, y tengo que decir que será parecido al año pasado pero... hay que actualizar algunas cosas, espero lo disfruten, si no han leído el del año pasado, les invito a leerlo, espero lo encuentren entretenido
Más tarde subiré el siguiente capitulo.
¡Feliz Octubre!
¡Gracias por leer!
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