Una Maid en Yokohama
ADVERTENCIA DE CONTENIDO SEXUAL TIPO S/M
Atsushi cerró sus ojos y estiro sus brazos y piernas en aquel escritorio que compartía con Dazai, rápidamente el mayor lo miro y sonrío
- ¿Ya terminaste el reporte Atsushi-kun? – pregunto
- Sí, todo listo ¿Por qué Dazai-san? – cuestiono el menor mientras apagaba el equipo
- Kunikida-kun dijo que teníamos una misión en la pastelería del parque, al parecer falta de personal nos pidieron ir
- No entiendo como esa pastelería vende tanto en Halloween – se cuestionaba así mismo el albino
- Eso es por que venden pasteles temáticos a la ocasión, vamos Atsushi-kun – el mayor ya estaba emocionado por aquella misión
Dazai y Atsushi caminaban a la pastelería sin antes no perderse de las decoraciones que llenaban la ciudad
- Dazai-san ¿cree que salgamos tarde de esta misión? – pregunto el albino, a lo que Dazai sonrió, Atsushi quería mantenerlo en secreto pero él lo sabía muy bien
- ¿Por qué? ¿Tienes una cita? – dijo socarrón el castaño
- N-No, que va Dazai-san ¿Cómo podría tener una cita? – contesto nervioso el albino pero Dazai solo sonrió divertido
- La vida tiene tantas sorpresas y más en un día como hoy Halloween Atsushi-kun – dijo sonriente Dazai dejando a un albino confundido
Al poco rato de aquella plática llegaron a la pastelería, solo para dejar a Atsushi sorprendido, no eran solo sus pasteles con temática terrorífica que también daban bastante miedo, si no que en ella se encontraban Chuuya y Akutagawa
- Dazai ¿Qué haces aquí? – cuestiono Chuuya
- Lo siento, las misiones no se pueden revelar – sonreía Dazai
- ¡Oh por fin llegaron! – grito una señorita de cabello negro que se acercaba – son los chicos de la agencia ¿verdad? Y justo traen a este pequeño albino, no sabes cuánto te deseaba para este trabajo – dijo la mujer haciendo que dos miembros de la mafia solo se preguntaran el porqué de sus palabras "deseaba para el trabajo"
- Nos vemos Chuuya, tenemos trabajo – dijo Dazai mientras seguía a la señorita que se había llevado ya a Atsushi
Akutagawa y Chuuya seguían en aquella cafetería tenían trabajo que cumplir en ella, pues un traficante estaba haciéndolos quedar mal y sabían que aquel día se haría un trato allí más no sabían la hora, llevaban toda la mañana esperando.
A poco tiempo apareció un Dazai, con sus mismas vendas de siempre, pero esta vez llevaba una ropa más elegante, capa y dientes de vampiro junto con un gafete de camarero, por detrás de él arrastraba a un albino que no quería salir.
Atsushi por su parte no le había ido tan bien, a pesar de poder sacar sus extremidades de tigre se le fueron puestas unas orejas de gato albinas en la cabeza, en su cuello una gargantilla con cascabel, su cuerpo, un traje de maid negro pero corto, apenas tapaba lo necesario y hasta arriba de sus muslos se veían unas largas medias, para sus pies zapatillas negras, por delante un delantal blanco y por detrás una cola de gato blanco, junto a un rostro completamente rojo lo que hizo a los dos mafiosos quedar boca abiertos.
- Vamos Atsushi-kun, debes ir – decía Dazai jalando al menor
- NO, NO QUIERO SALIR ASÍ DAZAI-SAN! – gritaba Atsushi completamente rojo
- Vamos Atsushi-san, te vez adorable – decía la dueña de la pastelería
- Es un disfraz Atsushi-kun – decía el castaño mientras lo logro sacar
En la pastelería las miradas pasaban por aquella maid gato y aquel mesero vampiro, tanto chicas como chicos no les quitaban las miradas de encima, incluso dos mafiosos que seguían allí, Chuuya no pudo evitarlo y llamo a Dazai
- Oh Chuuya, lo siento pero esta mesa es de Atsushi – dijo sonriente – Atsushi-kun – le llamo a lo que el menor llego
- Dime Dazai-san – dijo el menor
- Quieren ordenar más – sonrió el ex mafioso a lo que el albino suspiro y luego les sonrió a los dos mafiosos
- Digame cordiales amos ¿en qué puedo servirles? – decía Atsushi
- Espera ¿Amos? – pregunto Chuuya
- Es parte del personaje de Atsushi, ¿verdad? – dijo Dazai mirando al albino
- Dazai-san ¿no tiene pedidos en la otra mesa? – dijo algo irritando
- Atsushi-kun no te enojes, no es mi culpa que la dueña de la tienda se haya enamorado de ti desde la última vez – decía Dazai
- Te de limón – dijo Akutagawa interrumpiendo aquella platica
- Yo una rebanada de pastel de zarzamora – dijo Chuuya siguiendo a Akutagawa a lo que Dazai decidió retirarse
- Un Te de limón y una rebana de pastel de zarzamora – repetía Atsushi mientras anotaba – hay promoción con el pastel un helado de sangre de vampiro – dijo sonriente Atsushi para Chuuya
- ¿Sangre de vampiro? ¿Cómo es? – cuestiono Chuuya
- Es un vino superficial, sin licor más bien, es servido especialmente por el sirviente vampiro – contesto Atsushi
- Entonces también quiero eso – dijo sonriente Chuuya
- Está bien, les traeré sus pedidos lo más pronto posible amos – dijo Atsushi sonriente y se retiró con una reverencia
- Oye lo de amo me sorprendió, se toman su trabajo muy a pecho – dijo Chuuya
- No es agradable – dijo Akutagawa
- ¿Por qué tendría que? Quiero ver a Dazai humillarse
- Chuuya sabes bien de mi relación con el tigre – dijo serio Akutagawa
- ¿Qué? ¿Te pones celoso? – sonrió Chuuya
- No entiendo por qué su falda es tan corta – decía el perro de la mafia
- Solo es trabajo, déjalo. No es como si él te diga algo por seguir matando – decía el más bajo mientras miraba por la ventana
Al poco rato Atsushi les entrego su te y pastel a aquellos mafiosos y Dazai le llevo a Chuuya su helado pero era más que obvio que Dazai estaba disfrutando el día de Halloween y sin separarse mucho de la mesa de los mafiosos hablo
- Atsushi-kun, la dueña te quiere enfrente de la puerta – a lo que Atsushi se sobresaltó evidentemente
- ¿Qué?, no quiero todos me verán así – dijo irritado el albino
- ¿Por qué crees que te quiere enfrente? Llamas la atención – el castaño miro de reojo a su ex subordinado que parecía iba a gritar – también abrirá un apartado para fotografías de recuerdo con nosotros – volvió a mirar de reojo, ahora eran dos mafiosos, aquel día era el mejor para Dazai
- Está bien, lo haré, pero Dazai-san después de esto no quiero otra misión así – se quejaba el albino mientras salía de la tienda con los volantes de la pastelería
Akutagawa miraba con furia por la ventana, su albino sonreía a todo mundo mientras daba volantes con los especiales pero más le enojaba ver las miradas lascivas de algunos transeúntes, aquellas miradas que ibas desde las piernas de Atsushi hasta su falda corta y esponjosa, eso lo tenía más que molesto. Dazai que aun atendía adentro no podía dejar de reír por sus adentros y se acercó a los mafiosos
- Queridos recipientes de sangre ¿Cuánto tiempo estarán aquí? La pastelería cerrara en dos horas – dijo Dazai sonriente
- Oye Dazai, pagamos, podemos estar aquí cuanto queramos
- ¡Lord Vampiro! – grito la dueña de la pastelería - ¡Quieren otra foto contigo!
- Si~ Ya voy – dijo el ex mafioso sonriente mientras se retiraba
- Ese Dazai, no se conforma con nada – dijo enojado Chuuya
Atsushi por fin pudo entrar con un gran suspiro, estaba cansado, llevaba todo el día parado con tacones pero para su mala suerte tenía una fila de clientes que esperaba por una foto con el felino maid, otro suspiro mucho más grande se hizo presente para después volver a sonreír y posar ante la cámara.
Algunos pedidos eran de Dazai y Atsushi juntos, otras solo de uno de ellos, aquella fila iba siendo más corta hasta que lograron finalizar, los mafiosos se habían retirado, por lo que Dazai y Atsushi comenzaron a limpiar
- Muchas gracias chicos, realmente les agradezco todo – decía la dueña
- Está bien, es nuestro trabajo – sonrió Atsushi
- Atsushi-kun, por favor quédate con el disfraz, te vez tan adorable, sería mi completa felicidad si vas con él por las calles de Yokohama, seguramente consigo más clientes mañana – dijo la dueña entusiasmada
- Pero yo – no pudo terminar pues Dazai interrumpió
- Claro, si es una petición de nuestro querida dueña lo hará, nuestra misión termina hasta que el día acaba ¿no Atsushi-kun? – Atsushi quería matar a Dazai ese día
- Sí, no se preocupe, no me lo quitaré hasta llegar a casa – dijo sonriente Atsushi
Por su parte, Atsushi comenzó a arreglar sus cosas mientras Dazai y la dueña chocaron puños, parecían cómplices. Dazai y Atsushi salieron de la pastelería llevando sus disfraces, caminaban por las frías calles de Yokohama, los niños corrían de casa en casa pidiendo caramelos
- Lo vez, te vez normal – dijo Dazai bromista
- Dazai-san, esto es tan vergonzoso – se quejaba el menor
- Oh, cierto, tengo algo que hacer, adelántate tú, nos vemos mañana Atsushi-kun – dijo el castaño mientras se perdía de la vista, Atsushi por su parte volvió a suspirar
Atsushi Nakajima, vestido de gato maid, con una falda corta y esponjosa, medias, zapatillas, cola y orejas de gato con un cascabel sonando en su cuello iba caminando desmotivado a su casa, había perdido su cita, aquello le iba a costar muchos gritos, más en un callejón cercano una tela que conocía bien lo arrastró a lo más oscuro
- ¿Qué haces caminando solo con eso puesto todavía? – le cuestiono el mafioso
- Ryu-Ryunosuke, lo siento... Mi misión... - el albino intento defenderse
- Vamos – dijo sin más
- ¿Eh? ¿A dónde? – cuestiono Atsushi
- Camina Jinko
Atsushi seguía a su pareja, llevaban juntos ya unos 4 meses, pero el mafioso seguía siendo serio y duro con él en muchas ocasiones así como la presenté, Atsushi ya conocía bien este lado de Akutagawa, el lado celoso de su ahora novio, Akutagawa le dejaba ver todo lo que la mafia le había enseñado cuando se ponía celoso, era posesivo, demandante, con falta de tacto y mal humor. Pronto se vio frente un gran condominio junto a muchos departamentos de segunda clase bastante amplios, miro como Akutagawa abrió la puerta y entro en uno más el dudo en entrar hasta que Rashoumon se hizo presente y lo hizo entrar
- Eso no era necesario – se quejó el albino
- Esto no es necesario – dijo Akutagawa molesto señalando aquel disfraz
- Ryunosuke esto es por trabajo – dijo irritado – no sabes lo que fue mi día
- ¿Y tú sabes lo que fue mi día viendo como otros te miraban con este disfraz puesto? – El mafioso estaba realmente enfadado
Akutagawa tomo a Atsushi de su cabello albino, Atsushi gimió de dolor por aquel acto, Akutagawa lo hizo entrar en una habitación y lo dejo frente a un espejo
- ¿Vez cómo te vez? – le cuestiono molesto Akutagawa
- ¿Ri-ridículo? – contesto temeroso Atsushi y entre sollozos, aquel acto le había dolido
- No estúpido Jinko – el mafioso uso una de sus manos para tomar el muslo del menor – es demasiado sexy
- ¿Sexy? – Respondió Atsushi completamente en duda
Akutagawa comenzó a besar el cuello del albino haciendo sonar aquel cascabel mientras con sus manos acariciaba los muslos y glúteos del menor
- Ryu-Ryunosuke espera – aquel acto le avergonzaba y más estando frente un espejo
- Nada de espera ¿Te divertiste sonriéndole a todos así? – aquel mafioso estaba deseoso y celoso, Atsushi sabía lo que significaba, aquella noche iba a ser terrible para él
- No es que lo usará por que quisiera Ryu, por lo menos no me hagas ver al espejo – se quejó el menor
Akutagawa estaba molesto, no le importo, con ayuda de Rashoumon hizo que el menor quedará más pegado al espejo dejando sus glúteos completamente libres para él. El mafioso no le importo preparar al albino, se deleitaba con el dolor de aquel chico tigre, Akutagawa se quitó la ropa a excepción de su amado abrigo, y como fue entro en el menor
- Ryu-Ryunosuke, duele, no lo hagas así – se quejaba el menor teniendo el miembro duro del mafioso dentro de él
- Te quejas de dolor conmigo pero no dudaste en sonreír todo el día a diferentes tipos – Akutagawa comenzó a moverse, aquello hacia a Atsushi gritar
- Ryu duele, duele – el menor no paraba de sollozar, podía ver la mirada de asesino de su amante desde el espejo y podía ver la suya de dolor, Akutagawa tomo el miembro de Atsushi, también recto
- No entiendo tu cara, si tu cuerpo lo disfruta – confirmo aquel mafioso, se movía y masturbaba al menor
Atsushi no podía dejar de gritar, estaba siendo torturado por Akutagawa, le dolía pero era cierto, no quería que terminara, quería más del mafioso, aquella relación siempre fue así, comenzó con dolor, palabras duras, una pierna perdida y seguía siendo igual, con la diferencia que ahora habían abrazos y una que otra linda palabra. Ryunosuke termino dentro de Atsushi y este en la mano de su mafioso.
- Lo vez, se bien lo que te gusta Jinko - dijo sonriendo - ojala tú lo supieras y dejaras de coquetear con otros - menciono Akutagawa esta vez teniendo a Atsushi en el piso – hagámoslo hasta que entiendas eso
- Espera, Ryu, me duele – seguía quejándose el albino
- La segunda ronda no debería dolerte tanto, ya tienes mi semen dentro – dijo seco el mafioso mientras volvía a entrar
Las estocadas del mafioso eran duras y rápidas, hacía que el chico tigre se estremeciera, Akutagawa esta vez comenzó a abrir aquel traje de maid, para dejarlo solamente con aquellas medias, orejas y cascabel... Aquel accesorio el su cuello hacia al mafioso excitarse más ya que a cada movimiento que el hacia aquel cascabel sonaba haciendo ritmo con los gemidos de su felino. Ryunosuke lamia, jalaba, mordía los pezones del albino. Atsushi seguía con el dolor pero no podía negarle al mafioso que amaba que lo tratará así. Continuaron las estocadas, continuaron las rondas, Ryunosuke necesitaba deshacerse de su mal humor y Atsushi fue su plato principal, más el felino no detestaba aquello.
Atsushi despertó a la mañana siguiente en la cama de Ryunosuke, logro ver al mafioso a su lado y sonrió
- Ryu... ¿Estas despierto? – dijo temeroso, pero no tuvo respuesta – Lo siento Ryu... No quería ponerte celoso... Te amo Ryu – dijo cerrando de nuevo sus ojos
- También te amo Atsushi – dijo el mayor tomando la mejilla del menor a lo que Atsushi volvió a abrir los ojos y sonrió
- Ryu... Siento hacerte molestar
- Jinko, no se puede evitar, realmente llamas la atención
- Ryu – le llamo
- Dime
- No puedo moverme – se quejó el albino
- ¿Qué pasa con la habilidad del tigre? – cuestión el pelinegro
- No es como si ayudará mucho en estos casos – dijo avergonzado Atsushi – Anoche fue la más dura que hemos tenido
- Ya – miro al menor – te traeré de comer, dile a Dazai-san que no iras a trabajar
- ¿Y tú? – cuestiono el menor
- Pues, debo aprovechar mi día de suerte, tengo un felino en mi cama sin poder moverse – dijo sonriente Akutagawa
Atsushi lo sabía, aquel día iba a ser peor que la noche, pero aun así sonrío, quería a aquel mafioso así como era con su naturaleza asesina, aquellos tratos lo volvían loco, estaba locamente enamorado del mafioso
- Ryu – volvió a llamarle
- ¿Si Atsushi? – lo miro mientras se levantaba de la cama
- Te amo Ryu – dijo con una gran sonrisa, el mafioso quedo shock pero rápidamente llego a su albino y lo beso
- También te amo Jinko – mordió el labio del menor y se retiró de la habitación haciendo suspirar al menor
- Realmente tengo hambre y mucho dolor – se quejó el chico tigre en aquella habitación pero sonrió al ver la pared – Que gran Halloween
Terminamos aquí, me da tanta tristeza pero quería terminar con mi favorito, un Atsushi maid, a decir verdad ver a Atsushi de Maid o de caperucita roja son mis favoritos es así de que en serio deseo verlo así, bueno algunas me entenderán.
Gracias por seguir aquí y gracias por sus comentarios. Nos vemos el próximo año con historias como estas, por que el siguiente grupo que haré sera para navidad y año nuevo
GRACIAS
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