Un demonio en casa II
Jamás espero lo que venía, solo había defendido al albino, no espera reconocimiento, agradecimiento u otra cosa, la verdad para él era la primera vez que defendía a alguien, siempre fue el príncipe cruel quien mandaba a cualquiera a sufrir, más aquel chico lo hacía sentir una madre que debía proteger a su cría, ¿Cómo era eso posible?.
El albino sonreía cual alegre, después de las palabras que le dio, Chuuya seguía en shock ¿realmente había dicho que lo defendería de ellos?
- Chuuya-san ¿se quedará con nosotros? – aquella pregunta hizo toser a todos - ¿Qué pasa? ¿Ryu les contagio el resfriado? – pregunto inocente
- No, Atsushi-kun todo está bien – dijo sonriendo Dazai
- Jinko, si ya terminaste ayúdame a limpiar todo – solo dijo el pelinegro
- No, está bien Akutagawa, hoy Chuuya y yo limpiaremos, ustedes vayan a su habitación – menciono Dazai, Akutagawa entendía la indirecta más su pequeño felino no
- Eeeeeh Pero yo quiero pasar más tiempo con Chuuya-san – decía el albino a lo que el pelinaranja se sonrojo
- Jinko, podrás jugar con el después, ahora necesito hablar contigo – dijo sin más el pelinegro haciendo su habilidad presente
Aquella tela negra tomo al albino, el chico se removía intentando zafarse más el mayor solo se lo llevo dejando a los dos mayores solos como Dazai quería
- Esos niños son algo raros – menciono Chuuya
- Lo sé, pero Chuuya eres malo, has sido bueno con Atsushi-kun y conmigo no – dijo quejándose Dazai
- ¡¿Aaa?! – se quejó Chuuya, más sabía que tenía razón, no había actuado así nunca – Lo se... - suspiro – jamás había dicho algo así, ese niño, digamos me saco un instinto como maternal – dijo sin más el chico bajo
- ¿Maternal? Vaya... y si yo soy el padre de ellos, eso los convierte en nuestros hijos – dijo sonriente Dazai, haciendo a Chuuya sonrojar
- ¿Estás loco? – Chuuya sonrió cual maléfico era – Soy el príncipe demonio ¿tienes idea cuantas mujeres y hombres me he cogido? Todos lloran ante mí, si hubiera una madre aquí serías tu
- CHUUUUU~YAAA~ - canto el castaño - ¿Estas aceptando nuestra relación? – decía un Dazai emocionado
- Eres muy raro – dijo sin más Chuuya
Aquello le frustraba, el castaño siempre le ganaba ¿Cómo lograba eso? Un simple mortal que le hacía frente al príncipe de los demonios ¿Qué carajos estaba pasando?
- Te acompañe a tus lugares, cene con tu familia, ahora es hora de que te suicides y me dejes llevarte conmigo – dijo sin más Chuuya, ya estaba cansado de todo aquel alboroto
- Pero todavía no termino – dijo el castaño – debo contarle una historia a Atsushi-kun
- ¿Una historia? ¡Tiene 18 años! – grito molesto el príncipe
- Es solo que Atsushi-kun le gusta el romance, la historia que le cuento siempre lo relaja, Akutagawa la sabe bien pero siempre se rehúsa a contársela, si me voy debo hacer prometerlo que se la contara – sonrió melancólicamente
Aquella situación hizo que Chuuya tuviera una punzada en su pecho "Duele..." Aquel pensamiento paso por su mente, Dazai llamo al albino, el cual bajo corriendo, ya se había bañado y solo llevaba unos shorts cortos y un suéter enorme "Tierno" volvió a pensar Chuuya al verlo, Akutagawa bajo, solo llevaba unos pantalones deportivos y una playera "Cómodo" volvió a pensar Chuuya
Atsushi se había sentado en el mueble grande y Dazai a su lado, Akutagawa se había quedado en el sofá mediano medio acostado mientras Chuuya se sentó en el solitario
- Escucha bien Atsushi-kun, probablemente sea la última vez que pueda contarte la historia, así que por favor escúchala bien – sonreía Dazai, "¿probablemente?" pensaba Chuuya al escucharlo, más aquella historia quería conocer
- Está bien Dazai-san – contesto sin más el albino
POV Dazai
Había una vez... un joven niño muy apuesto, tan apuesto que todas las mujeres morían por él, tan apuesto que nadie podía contra tan hermosa vista... Todos lo envidiaban por su gran carisma y
- Entendemos Dazai-san – Dijo Akutagawa fastidiado de mis palabras
- Ryu, no interrumpas a Dazai-san - me defendió Atsushi, este niño no cambia
Como sea... Aquel chico vivía con un padre muy cruel, le hacía hacer muchos pero muchos trabajos malos, llegaba a herirse de gravedad pero eso al padre jamás le importó, quería un hijo duro como él...
Un día el pequeño niño decidió huir una noche de Halloween... Aquella noche el niño corría y corría, jamás paro, hasta que llego a un callejón oscuro, y allí por primera vez, el chico que era amado e envidado por todos, cayó en el amor, una bella silueta se presentaba, aquel ser de cabello como el atardecer y ojos como el océano, era la perfecta vista de cómo el sol en el atardecer y el océano se unían, si ellos se hubieran casados aquel ser era su hijo sin dudar alguna...
Aquel chico fue alimentado por dulces, la noche más perfecta de todas, recorrieron el campo y la había, donde la noche se hacía presente, las estrellas y la luna se reflejaban en el mar y hacían de la vista un hermoso espectáculo.
Esa misma noche, ambos chicos miraron a las estrellas... tomaron sus manos y mirándose a los ojos... dijeron una promesa que jamás olvidarían
"El próximo año volveré... Si me esperas...
POV Autora
Dazai no pudo terminar la frase pues Chuuya se levantó de golpe y miro a aquel castaño que miraba melancólico a Atsushi, Atsushi por su parte se sorprendió, más Akutagawa solo suspiro
- Si me esperas... Haré un contrato y jamás me iré..." – termino aquella frase Chuuya
- Si, exacto – sonrió Dazai
- Tu... Bastardo... Me llevaste a cada uno de los lugares de esa noche... Tú... - Chuuya comenzaba a llorar
Atsushi comenzó a preocuparse, iba a acercarse más Chuuya enfureció, el negro comenzó a correr de sus dedos a sus brazos, un aro de fuego bajo sus pies apareció, Akutagawa actuó rápido y tomo al menor llevándolo consigo, sabía que Dazai sabría que hacer
- ¡TU NO VOLVISTE! – grito Chuuya haciendo presente su enojo
- No, aquel Halloween... estuve internado en coma – dijo Dazai, haciendo que Chuuya lo mirara preocupado – pero en cuanto desperté, año con año he asistido a ese lugar sin falta, tú debes saberlo con solo ver en mi mente ¿no? Incluso hoy
- ¿Cómo? ¿De dónde? ¿Desde cuándo? – decía Chuuya
- Chuuya... No eres fácil de olvidar – sonrió Dazai – Además, no has cambiado nada, hasta la estatura es la misma – bromeo
- ¡BASTARDO! – Chuuya corrió a golpear a Dazai con el puño
Dazai sonreía, se hizo a un lado, tomo el cuerpo de Chuuya que caía y lo jalo hacia él, Dazai abrazo lo más fuerte que pudo a aquel demonio, Chuuya por su parte jamás había recibido un abrazo, quedo inmóvil, más su cuerpo comenzó a temblar, no conocía esas sensaciones, lagrimas comenzaron a caer por sus ojos y de la nada, correspondió
- Chuuya... llevo 10 años esperándote... Creí que vendrías a mi si nadie lograba matarme... mi razón para vivir siempre has sido tu... - dijo Dazai
- ¿Eres un idiota acaso? – pregunto Chuuya - no puedo quedarme después de Halloween – Chuuya lo miro
- Lo se... Por eso, esta noche de Halloween haremos un contrato – soltó Dazai – uno donde debas quedarte conmigo este Halloween, y cada Halloween hasta el día de mi muerte para después llegar al mismo lugar en donde estés tú, Chuuya – sonrió Dazai
- ¿Qué me quede? Pero... ¿Qué hay de Atsushi y Akutagawa?
- ¿Por qué crees que te traje? Además Atsushi-kun te adora y... ¿Acaso no dijiste que serías su madre? – sonrió picaron Dazai a lo que Chuuya sonrió sonrojado
- ¡Haremos un contrato! ¡pero solo es porque ustedes son muy malos con Atsushi, no te hagas ilusiones! – Grito aquel príncipe demonio
Vamos a la mitad de esta historia, no le queda mucho, la siguiente me da algo de risa debo admitir, espero les guste el capitulo
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