Final. Una maid en Yokohama

Final del especial de Halloween: Una maid en Yokohama 5




Atsushi, se había rendido, ahora esperaba feliz su disfraz del año presente. Retomemos los años pasados...

2017 Atsushi fue una maid con orejas y cola de tigre

2018 Atsushi fue una enfermera sexy

2019 Atsushi fue una seductora succubo

2020 Atsushi fue una sexy vampiresa

— Ya me da igual, pónganme lo que quieran — decía Atsushi

— Atsushi-kun si te pones así de serio y sin quejarte Sasaki-san y yo no querremos ponerte nada

— ¿en serio? — preguntó emocionado el albino

— No. Vamos a vestirte

— ¡Waaaaah!

Era el año 2021 cuando Atsushi lucia un precioso disfraz de bruja. Llevaba un vestido bicolor, la parte de arriba era de color blanco, con mangas amplias y hombros descubiertos. Sasaki le había puesto unos calcetines para darle pechos y es que abajo de aquello, el color blanco se iba y le sostenía un corset negro, abriendo paso a la falda larga y de tela transparente. Sus pues iban descalzos pues la tela del vestido se los tapaban

En su rostro llevaba un maquillaje de delineado largo y lunas que bajaban en fila por sus ojos; su cabello iba peinado hacia atrás. — Woooow Sasaki-san este año fue más de lucir el maquillaje

— Atsushi luce todo, este año le tocaba algo más sencillo

— me gusta, estoy cómodo. Aunque siento raro los cancetines

— déjatelos

— si señora


Más tarde, Dazai y el salieron a atender como cada año. Y como cada año, Akutagawa y Chuuya llegaron a comer y dispuestos a quedarse allí toda la tarde.

En cuanto lo vio, el azabache supo que no se iría. Atsushi lo miró y sonrió. Fue hasta su mesa y sin deberla o temerla se sentó con ellos — Hola chicos

— Jinko... hoy

— Si, vi tu rostro, por eso no pude evitar venir aquí a limpiar tu babita cariño

Chuuya se soltó a las risas, claro, hasta que vio a Dazai. Llevaba un traje de faraón con todo y sus vendas casi como una momia. Trago saliva y sonrió — hoy como muerto envuelto

Atsushi y Akutagawa rieron de ello. El azabache no pudo evitar tocar las mejillas del albino — te vez hermoso

Se sonrojó ante tal cumplido — gra- Gracias Ryu

— Quiero llevarte a casa de una vez y

— ¡Atsushi! — gritó Sasaki — tienes una fila esperándote

en la fila todos gritaron "si, solo venimos a ver a Atsushi". El menor suspiró — perdón, tendrás que esperar a la noche

— podría matarlos

— no Ryu, no, quieto

Atsushi se levantó y fue a servirles a los demás, Chuuya lo miró — Perro

Akutagawa sonrió — creo que se que hacer.

— Eso no me agrada.

Akutagawa y Chuuya salieron, el más bajo odiaba perderse del entretenimiento pero odiaba ver a Dazai rodeado de chicas y chicos.

Un par de horas después, Atsushi estaba en la puerta dando volantes cuando lo vio y se sonrojó — Ryu

— toda bruja necesita a su gato negro — mencionó con un kigurumi de gato negro.

Atsushi salto en el mayor abrazándolo. No quería pensar en nada más.

Por su lado, Chuuya lucia un traje de faraona con orejas de gato azul. Era algo popular, lo cual hizo a Dazai ponerse completamente rojo y más viendo el abdomen de Chuuya. — Ahora si perras — dijo Chuuya orgulloso

Sasaki solo estaba feliz pensando en todo el dinero que ganaría.

Los chicos ayudaban en la pastelería dejando a Sasaki grandes sumas de dinero que le ayudarían a sustentar sus vacaciones.

Como cada año no faltaba el viejo cochino que acercaba su mano de más a Atsushi, esta ves fue Akutagawa quien sonriente le dobló la mano mientras el hombre gritaba — Disculpe señor, está prohibido tocar a las meseras

— discúlpame — respondió en sollozos.

El hombre se fue y Atsushi suspiró intranquilo, aunque amaba ser protegido.

Por su lado Sasaki decidió hacer pasteles especiales para los chicos. Además que como cada año, se llevarían los trajes.

Al terminar, limpiaron, acomodaron y cerraron — gracias por un año más Sasaki-san

— Gracias a ustedes, la agencia jamás me falla

Los mayores se sonrieron — nosotros veremos una película de terror y pediremos comida ¿vienen?

Akutagawa cargo a Atsushi en su hombro — lo lamento, me lo llevó

Atsushi les sonrió — perdón, me atrapo

— Feliz Halloween

— Feliz Halloween



Akutagawa llevaba a Atsushi y este el pastel — Ryu, puedo caminar

— Sigues descalzo, yo te cuido.

— ¿puedo decir que eres de lo más dulce?

— si, si me dejas hacerte un truco al rato

Atsushi comenzó a reír.

Una vez en casa del mafioso, Atsushi fue llevado al baño donde el mafioso lo sentó, alzó el vestido hasta sus rodillas y comenzó a lavar los pies del menor. Atsushi no podía evitar sonrojarse solo de verlo allí arrodillado y tallando sus pies.

— Jinko

— ¿um?

— Hemos pasado por muchas cosas locas ¿no?

Atsushi sonrió — En el mundo todo es posible, me alegro de vivirlas a tu lado

Akutagawa sonrió sin ser viste por el albino, tomó una toalla y secó sus pies. Le esperaban unas pantuflas suaves de tigre.

Atsushi andaba por la sala haciendo sonar sus pantuflas solo para reír mientras Akutagawa secaba el baño. En cuanto salió le miró y sonrió — Jinko, ¿debería quitarte el maquillaje?

— ¿sabes hacerlo?

— Si, ven; vamos a mi habitación, tomaré las cosas de mi hermana

— Claro

Atsushi fue a la habitación y el mafioso solo le miró — Siempre cae en esa.



Atsushi estaba sentado en la cama cuando Akutagawa apareció — Ryu, Justo a tiempo

— ¿en serio?

Atsushi sonrió y abrió sus piernas aunque todo era oculto por el vestido excepto el rostro sonrojado del azabache — Te lance un hechizo

— Amo el Halloween

Salto sobre el menor posicionándose entre sus piernas y besándolo con pasión. No perdieron su tiempo y comenzaron a jugar con sus lenguas, dejando saliva en el rostro del otro. — Me pregunto si el maquillaje te hará daño

— me da igual — pronuncio molesto por ser interrumpido y volvió a dar ejecución a su pasional beso.

Aprovechando aquello, metió su mano debajo del vestido comenzando a acariciar sus piernas  — aaah Ryu...

— Jamás quiero olvidar esto — pronunció

Tomó sus mejillas — no tienes que

Llevó su mano más dentro y pudo sentir su desnudes — oye no traías — Atsushi miró hacia el otro lado de la cama, allí estaba su ropa interior — ¿te lo quitaste?

— te dije que te lance un hechizo, y ahora soy dueño de tu chorizó

Akutagawa lo miraba fijo y Atsushi sonrió — bien, hagámoslo

Rashomon hizo acto de presencia solo para poner a Atsushi sobre el y simular que volaba en una escoba. Akutagawa tomó un par de fotos — ¿te diviertes?

— también lo harás

— ¿eh?

Pudo sentir como donde se había sentado algo de movía — aaah espera

— es de magos saber usar magia oscura y perturbadora ¿no?

El menor pudo sentir a la tela acariciarlo, jalarlo y empujarlo — aaah Ryu, Ryu bájame

— solo un poquito más, debes estar listo para recibir la maldición del gato negro

—¡aaah! Ryu

Podía sentir la tela tocarlo, acariciarlo, pero mirar aquellos ojos grises mirarlo fijo le hacía perder el control — Bájame, bájame ya por favor

— ¿porque lo haría? Te vez lindo

— por que... por qué te quiero dentro

Akutagawa le bajo y lo abrazó, se quedó sentado en la cama mientras el menor encima de él. — ¿puedes hacerlo?

— No hay nada que una bruja no pueda hacer

El menor había logrado introducirlo dentro. Tomó los hombros del mayor — aaay si pareces bruja — mencionó mirándolo con sus ojos casi blancos

— ca-cállate, se siente tan bien

— ¿te llena todo?

— ajá

— ¿lo quieres más?

— ajá ajaaaaa

Akutagawa sonrió y lo besó, mientras tomó su cadera y lo hizo moverse en círculos, los gemidos del menor eran demasiado. El mayor simplemente dejó de besarlo para poder escucharlo y comenzó a morder sus hombros — aaah Ryu, no tanto por favor. Trabajo mañana

— ha, no iras en una semana

Comenzó a bajarlo con más fuerza, los glúteos del menor rebotaban en sus piernas mientras que su miembro se sostenía por el vestido — aaah ha, no, quítame, quítame el corset

— un poco más

— no, no

El azabache miró como el albino se contrajo y mojó todo, ambos estaban sorprendidos. El azabache le sonrió — eso fue lindo

— quizá el corset — pidió afligido.

Después de tener ayuda de Rashomon al limpiar, ambos estaban en la bañera ya sin ropa. Atsushi seguía haciendo pucheros por lo sucedido — Jinko

— ¿mmm?

El azabache le acercó un caramelo — feliz Halloween

Atsushi lo tomó y lo abrió, se sorprendió y miró al azabache sonriente — feliz Halloween Ryu.

Se besaron alegres, no importaba que hicieran, disfraz o realidad. Ahora tenían un anillo que les unían.










...

Un año más que finalizó con ustedes, este es mi quinto especial de Halloween. Espero tener muchos más.

Gracias por su apoyo año con año. Su compañía me hace feliz.
Esta es una linda fecha, recordando a los que no están, en mi país que es Mexico. Decóranos todo de colores, y en mi bello Veracruz, pueden sentir en olor a "aire de muerto" por las calles. Disfrutó mucho de eso, las mandarinas, el chocolate caliente y los colores.
Quizá para muchos estas fechas son difíciles, espero un día logren verlo con alegría.

Muchas gracias por leer.
Feliz Halloween y feliz Día de muertos

Con amor, Miushi.

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