Capítulo 5. Camino en el bosque

En la mansión, Miushi y Toru estaban colgados de un candelabro boca abajo cuando Dazai y Chuuya los encontraron. Dazai suspiró — Yo también — dijo el más bajo usando la gravedad en el.

— ¡WOOOOOW! — gritaron ambos menores

Mientras tanto, Mori despertó con dolor de cabeza, miró confundido el lugar, y fue cuando lo vio — ¿Q? — le llamo. El joven chico sonrió

— Esa es la voz de Mori-San, ¿como terminaste así?

— ¿así como?

El líder de la port mafia, ahora era un cuervo ayudante del terrible Malefic. El cuento debía continuar...

En el castillo, Atsushi llevaba un pantalón verde y botas, estaba bastante cómodo caminando al lado de Akutagawa, los sirvientes iban de un lado a otro preparando la cena, ambos chicos desconocían a las personas, pero continuaban el cuento — Akutagawa ¿Que haremos?

— No lo se Jinko, por lo menos ahora tienes piernas.

— supongo que

Atsushi se tropezó, ambos pudieron verlo, las escamas volvían a salir, Akutagawa ni siquiera lo pensó. Besó a Atsushi y las escamas desaparecieron. Se miraron avergonzados. — debe ser eso...

— be-besarnos a cada rato e-es tan...

Akutagawa volvió a besarlo. Sin pedir perdón o permiso, tapó la nariz de Atsushi haciendo al pobrecillo abrir su boca y con ello el mayor introdujo su lengua.

Los sirvientes a tal show prefirieron retirarse, Akutagawa estaba invadiendo a Atsushi por completo hasta que ambos se agotaron.

Atsushi estaba avergonzado, por completo. Mientras el mafioso estaba serio — veamos cuánto tiempo duras así — el menor sólo pudo asentir.

Kunikida y Elise habían logrado encontrar a Katai, mientras Ozaki y Kaiji se dirigían al castillo.

Por otro lado, Gin llegó a una sala donde vio a Ranpo — oh, la hermana del perro. Ven, siéntate aquí

Gin se sentó a su lado, pudo verlo frente a ella — Esto...

— Si, es el motivo por el cual estamos aquí

— ¿y todos?

— Está bien, todos los demás están muertos — vio los ojos de Ranpo. Entendió enseguida, debía seguirlo

Gin trago saliva, miró a sus espaldas y vio aquellas enormes sonrisas sonreír de forma desquiciada.

Una vez más, en el palacio de Maléfica, Q y Mori salieron de allí, buscarían a Fukuzawa.

Caminaban por el sendero cuando Q miró a Mori — Mori-San, Justo ahora soy más grande que usted

— Calma Niño, ¿debo recordarte que regresaremos?

— Solo... Quería aprovechar, ya que estamos lejos de Elise

— aaaaah mi querida Elise-chaaaaan

— Si, bueno... Mori-san... es quien me adoptó...

Mori lo miró — Si, así es

— Mori-san, dijo que Dazai sería mi hermano

— lo mencioné, si.

— Pero Dazai se fue

— lo hizo

— y luego pude ir a jugar con el

— Yumeno, dime ¿A qué quieres llegar?

— Quiero... una familia, Mori-san, y Dazai, los tres juntos...

Mori le sonrió al menor aunque no pudo notarlo por ser un cuervo. — Veremos que dice Dazai cuando regresemos

— ¡S-Si!

Para su buena suerte, Q y Mori no tuvieron que caminar mucho, Fukuzawa estaba perdido en el bosque buscando el castillo de maléfica, ahora juntos, continuarían por el bosque.

Mientras tanto en las profundidades del océano, Higuchi estaba de brazos cruzados — ¿porque no ha venido a que le ponga pies? — se quejó.

Ella con tentáculos de calamar, salió hasta la superficie, ella misma había tomado la pócima y ahora tenía pies, unos perfectos y sin dolor.

Fue hasta el palacio donde los vio. Sus ojos se extendieron al verlos en un apasionado beso. Salto por la ventana y los señaló — Te maldigo — ambos chicos se sorprendieron de verla — ¡TE MALDIGO ATSUSHI SIRENITA! — grito — en cuanto toques los labios del príncipe este morirá, tu mismo deberás decidir, mueres, o ¡muere!

— ¡¿Higuchi qué haces?! — grito Akutagawa

— tranquilo Akutagawa-senpai, ese chico jamás lo besara. Le importa más su credibilidad de agente que no mata y — Akutagawa tomó al albino y lo besó — Sen...pai...

Atsushi se sorprendió, se separaron mirando como el azabache se recargó en el — Akutagawa...

— Lo se, eres el único que puede cuidar de Dazai-San

— pero Akutagawa, no

— por favor, trae a Dazai-San con bien... esto... esto es únicamente por Dazai-san

Higuchi cayó de rodillas, Akutagawa cerró sus ojos, Atsushi trago saliva.

Tomó un momento, respiró profundo y abrazó aquel cuerpo. Le soltó suavemente y miró a la rubia — Higuchi-San

— Akutagawa... mate a Akutagawa-senpai... — miró al albino — mátame

— no, te necesito. Hay que llevarnos a Akutagawa y

Ambos pudieron ver como Akutagawa era absorbido por la madera, Higuchi y Atsushi se quedaron en shock. No sabían que más hacer.

El bosque por donde caminaban Fukuzawa, Q y Mori los llevó hasta una casa enorme de jengibre, se sorprendieron en grande, aún así entraron, y si, los encontraron — PRESIDENTE — gritó Tanizaki entusiasmado

— Esto significa que podemos ir de cuento a cuento — decía Mori mientras Tachihara también se le acercaba

— busquemos al resto

— pero aún no se donde está Naomi

— Tranquilo, la encontraremos — dijo Firme Fukuzawa

Mori suspiró solo de verlo — Mori-San

— ¿si?

— también lo quiero a él con nosotros

Mori se sonrojó, a veces Q era demasiado determinado con ciertas cosas

...

¿Que creían que iban a tener sexo?
Cositas...

Pues si pero más adelante
¡Gracias por leer!