TERCERA HISTORIA
CAPÍTULO UNICO.
Asusta al tigre.
Todo comenzó una mañana cuando las chicas de la agencia armada de detectives decidía que decoraciones poner para Halloween ― es hora de poner a prueba a los nuevos – decía Naomi
― Este año será genial, ¿Cómo gritará Atsushi-san?
― ¿Kyouka-san se asustará?
― Vamos a averiguarlo
Los ojos de Naomi, Haruno y Rampo brillaron, era su época favorita, sobre todo al gran detective. Tenían muchos trucos bajo la manga, Naomi se acercó a Kyouka con unos papeles ― Kyouka-san
― ¿si Naomi-san?
― ¿puedes revisar estos papeles? Por favor
― Si en un...
Kyouka tomo los papeles al momento que hablaba, y de entro ellos un sapo de juguete salto haciendo a Kyouka gritar ― ¡Kyouka-chan! – Grito Atsushi ― ¿Qué ocurre? ¿Estás bien?
Los chicos reían ― está bien Atsushi-kun, en estas fechas la agencia se tiñe de rojo y naranja, oscuro y morado y todos se vuelven maléficos
― ¿eh?
― Aman hacer bromas y asustarse entre ellos
― ¿asustarse? – miro a Kyouka ― ¿estás bien? – pregunto y la chica agito su cabeza en respuesta positiva ― que alivio...
― Usualmente los nuevos son los que más tendrán bromas, prepárate – advirtió a la chica
― Puedes estar tranquila Kyouka-chan, yo te protegeré
Rampo miro fijamente a Atsushi, tallo su barbilla y puso una paleta en su boca ― me gustan los retos – menciono Rampo.
Toda la tarde la agencia armada de detectives asusto a Kyouka, intentaron con mucho ánimo asustar a Atsushi pero ni Dazai saliendo de un cubículo manchado en sangre lo asusto. Debían planear algo para asustar a Atsushi, un punto débil, algo... ― ¡tengo una idea! – dijo Dazai en el cubículo del baño donde todos se habían escabullido para planear como asustar a Atsushi
― ¿Qué se te ocurrió Dazai? – pregunto Fukuzawa serio
― Se de alguien que podrá asustarlo... - sonrió y miro a Fukuzawa – presidente, pido permiso para contactar a viejos conocidos
― ¿Quiénes?
― Un par de perros, no más – dijo sonriente.
Por la noche, un par de mafiosos llegaban a la dirección destinada, era una casa abandonada, cerca del bosque de Yokohama, se sorprendieron de ver a Atsushi en una silla con brazos y una manta enorme. Atsushi se sorprendió de mirarles
― Bueno, bueno... me alegra que todos estén aquí reunidos hoy – decía Dazai con la manta encima
― ¿¡QUE QUIERES MALDITO BASTARDO?!
― ¿Cómo hiciste para traerlos? – pregunto Atsushi
― Pues solo necesite pedírselo a Akutagawa-kun, y Chuuya solo lo tome por el cuello como el perro que es.
― NO SOY NINGUN MALDITO PERRO
― Entonces, Atsushi-kun, comencemos con la noche de miedo
― ¿eh? ¿noche de miedo? – pregunto Chuuya
― Atsushi-kun no le teme a fantasmas ni historias de terror – menciono Dazai ― creí que expertos mafiosos podrían asustarlo
― Dazai-san... - se quejó el albino
― Para aclarar esto, hemos pasado todo el día intentando asustar a Atsushi-kun, toda la agencia ha fallado
― ¡Yo se me una buena! – exclamo Chuuya
― Si es aterrar a Jinko, lo haré
― ¿Quién empieza?
― YO – grito Chuuya alzando su mano
― No quiero estar aquí... - Dazai tomo los hombros del albino
― Pues te aguantas – expreso sentándolo en medio del lugar.
― ¿Qué lleva puesto? – pregunto Chuuya
― Tuve que ponerle un collar y correa a Atsushi-kun, solo estaba pensando en ir a cuidar a la pequeña conejita
― La han asustado todo el día
― ¡ES POR QUE TU NO TE ASUSTAS ATSUSHI-KUN! ¡TU CULPA!
Atsushi suspiro profundo, los mafiosos estaban sorprendidos, era la primera vez que veían a Dazai sin saber qué hacer. - Bien, comenzaré – dicto Chuuya
― Adelante
Chuuya se sentó en la sala y se quitó su sombrero – esto se pondrá bueno – decía Dazai – Chuuya no se quita su sombrero – exclamo y el albino trago saliva.
― Cuando vivía en China, una vez me enoje muchísimo con mi ahora ex. – menciono mirando a Dazai ― Me salí de los departamentos donde viva y me fui a caminar a una montaña cercana que tenía una especie de templo en la parte más alta. Siempre iba a ese lugar a olvidarme de todo, porque nunca había gente y la vista era hermosa. Ese día ya era de noche y no se veía nada, pero no sabía a dónde más ir a llorar, así que con la luz de mi celular recorrí toda la montaña hasta que llegue al templo. Me acurruqué en una banca de madera muy vieja y llore hasta quedarme dormida. Entre sueños escuché los pasos de alguien entrando al templo, y sentí como se sentó a mis pies en la misma banca y puso su mano en mis pies. Apenada me paré de golpe para disculparme por haberme dormido allí, pero al incorporarme no había nadie. Nunca he sentido tanto miedo y tanta paz al mismo tiempo. Después de contarle la historia a mis amigos chinos me dijeron que nadie subía allí por esa misma razón...
― Oh vamos Chuuya seguirás quejándote de eso
― Cállate estúpido
― ¡Atsushi-kun ni siquiera parpadeo!
― Si estas cabron chico tigre
― Akutagawa-kun, ladra algo para asustar a Atsushi-kun
― ¿Qué? – pregunto pero suspiro y miro al albino ― Un día oí a mi hermana que estaba sola en nuestro refugio, y le decía a alguien: "está bien, te dibujaré. Pero tengo que encontrar el rojo. Tienes mucha sangre en el cabello"
― Oh vamos – se quejó Chuuya ― eso ni a mí me asusto
― Q siempre lo decía – se quejó Dazai
Atsushi suspiro y Chuuya le siguió, no tenía otra. Dazai buscaba en su celular
― Bien, bien... - dijo mirando su celular ― tengo algo pero no es de terror
― Te escuchamos – dijo Chuuya
~ Emma quería ocultarse allí y llorar bajo la manta pero solo podía hacerlo tras asegurarse de que el fantasma no seguía acuclillado en su escondite, que no volvería a abalanzarse sobre ella mientras dormía, si no que había desaparecido; igual que cada vez que su madre la acompañaba para que ella lo comprobará. El viejo armario rustico era un monstro de puertas abiertas de roble que estaban cubiertas de toscas tallas, al abrirlo, imitaba la risa áspera de una vieja bruja como en ese instante.
"por favor, que haya desaparecido..." - Hola - dijo Emma al agujero negro ante sus ojos.
El armario era tan grande que sus pertenencias únicamente ocupaban el lado izquierdo, al otro lado había lugar para toallas y los manteles de su madre... Y para Arthur
― Hola - contesto el fantasma de voz profunda, como siempre sonaba como si se cubriera la boca con una mano o un paño.
Emma soltó un gritito pero curiosamente no sintió aquel temor intenso, como la primera vez que escucho ruido en el interior del armario y fue a ver quién era.
"Quizá el miedo es como un paquete de gominolas... Y ya me las comí todas en la habitación de mis padres" Pensó Emma. - ¿todavía estás allí? - pregunto.
― Por supuesto, ¿creíste que te dejaría sola? - Respondió el fantasma.
― me hubiera gustado, ¿y si mi papá venía a ver qué pasaba? - cuestiono Emma.
― Sabía que él no vendría - Respondió Arthur en voz baja.
― ¿Por qué? - volvió a preguntar Emma.
― ¿Es que alguna vez se ha preocupado por ti? - Emma vacilo
― si, bueno no sé... pero mamá.
― tu mamá es débil - le interrumpió - por eso yo estoy aquí - añadió Arthur.
― ¿tu? – dijo la niña alzando la nariz
― Dime – Arthur hizo una pequeña pausa y su voz se volvió más profunda - ¿has llorado?
Ella asintió con la cabeza, no sabía si el fantasma podía verla pero quizá no necesitaba luz para ver, tal vez ni siquiera tenía ojos, no estaba segura puesto que nunca lo había visto - ¿Qué paso? – quiso saber Arthur
― Papa se enfado
― ¿Qué dijo?
― Dijo – Emma trago saliva. Una cosa es repetir las palabras en su cabeza y otra muy distinta pronunciarlas en voz alta, era doloroso. Pero Arthur insistió y ella le inquietaba que se pusiera tan furioso como papá, así que lo repitió – Lárgate ahora mismo o te haré daño
― ¿eso dijo?
Emma volvió a asentir y en efecto, Arthur parecía poder verla en la oscuridad pues reacciono a su gesto, soltó un gruñido de desaprobación y entonces sucedió algo asombroso. Arthur abandono su escondite por primera vez.
El fantasma que era mucho más fuerte de lo que ella pensaba, aparto varias perchas mientras salía del armario, se pasó los dedos por su desaliñado pelo.
― Ahora puedes acostarte en la cama Emma
Ella alzo la vista, lo miro y se quedó de piedra. En su rostro vio una imagen deformada de si misma, como si se contemplará en el espejo de una cámara de los horrores; tardo un momento en darse cuenta que Arthur llevaba un caso de un turista, en cuyo visor veía su viva imagen deformada y convertida en una mueca
― Vuelvo enseguida – dijo el
Y se dirigió a la puerta, algo en sus andares le pareció conocido pero el objeto puntiagudo que el sostenía en su mano le distrajo, pasarían años antes de que Emma comprendiera que se trataba de una jeringuilla de larga aguja que a la luz de la luna destalla un brillo plateado. ~
― No entendí – menciono Chuuya ― Tipo me pareció súper cute pero no entendí el final
― Honestamente, no sé qué parte de un tipo escondido en el armario de una niña, acosándola y violencia familiar te parece cute
― Porque él quería cuidarla. ¿Eh? ¿Acaso no lo hace eso un fantasma lindo?
― No – grito - La viola cuando es mayor y mata a cada persona que esté cerca de ella
― ¡Eso no lo dijiste!
― ¡No! – volvió a gritar – pero no jodas, no es nada lindo un hombre acosando a una niña.
― Oh... - sonrió Chuuya - ¿Qué no la defiende?
― NO, ¡NI SIQUIERA ES TERROR!
― ¡El caso es asustar a Atsushi-kun! – grito Chuuya ― ¡¿por que cuentas algo que no será de terror?
― Me gusto el fragmento de ese libro y quería leertelo
― pedazo de bastardo
― enano de mierda
― Creo saber cómo asustar a Jinko – expreso Akutagawa serio
― Bien, inténtalo
Dazai y Chuuya se sentaron juntos viendo a los menores, Akutagawa y Atsushi se sentaron frente a frente ― No tiene rostro, es delgado, muy alto y viste de negro
― ¿eres tú? – preguntó Dazai sarcástico. Chuuya le dio un zape
― Continua – pidió Chuuya
― Puede aumentar su tamaño, alargar sus brazos y piernas o sacar tentáculos de la espalda. Acecha a sus víctimas por largos períodos, visibilizándose a voluntad para pasar inadvertido. Suele inducir trastornos mentales y no se sabe cómo mueren sus víctimas: simplemente desaparecen...
― Diablos si habla de él mismo – susurro Chuuya
― Todo comenzó con una fotografía de la década de los ochenta, rescatada entre los escombros de un incendio ocurrido en una biblioteca de la ciudad de Stirling, en California, Estados Unidos. En dicha fotografía se podía ver a un grupo de catorce niños jugando en un parque de la localidad; pero, al fondo y en actitud de silencioso observador desapercibido, yacía una inquietante y negra figura masculina: alta de más de dos metros, sin rostro, con terno negro, con tentáculos, borrosa a causa de la sombra de un árbol. Lo realmente perturbador de la fotografía era la presencia de niños que jugaban alrededor del extraño, como si no pudiesen verlo pues... ¿a qué niño no le llamaría la atención de un tipo alto, sin cara y con tentáculos? Mas lo peor vino después, ya que los niños desaparecieron sin dejar rastro y también Mary Thomas, la supuesta autora de la fotografía. Jamás se hallaron sus cadáveres... Después de lo sucedido con aquella fotografía, muchas otras personas comenzaron a enviar sus propios testimonios acerca del extraño y alto humanoide. Surgieron así fotos en que se lo veía en medio de siniestros bosques, de solitarios y nocturnos paisajes urbanos en que la niebla se fundía con la luz de los postes, en medio de otros incendios, o incluso adentro de casas o de construcciones abandonadas. Junto a eso, posteriormente aparecieron teorías que mostraban como el extraño y tentaculoso humanoide nos había acompañado desde siglos atrás, como supuestamente mostraba el mito alemán de The Grossman o el alû, un ser sin rostro, mitad-humano, mitad-demonio, propio de las antiquísimas creencias acadias, sumerias y babilonias. Al parecer, Slenderman estaba presente en el mundo desde los inicios de la historia, variando ligeramente sus manifestaciones pero conservando sus características principales
Atsushi miraba al azabache a los ojos, Akutagawa le miraba fijamente, sus ojos fríos se posaban en él, Atsushi a eso si le temía, la mirada fría del azabache aunque había superado sus diferencias, eso no quitaba aquella mirada y sus fríos recuerdos corriendo su cuerpo por la desaprobación del azabache ― Slenderman podría venir por ti
― ¿por que por mi? No soy un niño
― Pero lo fuiste, uno muy desgraciado. ¿no te gustaría desaparecer eternamente? Ni tu cuerpo será hallado... o podrías agonizar el resto de tu vida, ya de por si tienes problemas mentales
― Eso fue grosero - advirtio el albino al azabache
Todos estaban callados, no podían escuchar nada más. Rashomon apareció tomando los brazos de Atsushi, Dazai y Chuuya sonrieron pero ambos chicos seguían viéndose fijamente, ni siquiera Rashomon imitando a Slenderman y mencionando el pasado del albino le habian hecho reaccionar. ― Oi, Dazai
― ¿si?
― La forma que se miran
― Aja...
― Eso si da miedo
― Lo sé. ¿vamos por sake?
― Págame una copa de vino y beberé todo el sake que quieras
― Bien
Ambos mayores salieron, los menores se quedaron. El menor seguía colgado por Rashomon y el mayor suspiro ― Jinko
― ¿si?
― ¿Por qué no te asustas de nada?
― Cuando era pequeño me encerraban mucho y debía ocultarme en espacios pequeños para que no me encontrarán
― Aja
― Entonces veía ojos por otros lados, y siempre pensé que eran niños molestándome, un día... me di cuenta que ningún niño cabía por allí
― ¿no te dio miedo?
― Estaba acostumbrado a verlos, pensé que eran gatitos
― Así que lo de miedo lo vez normal
― No lo sé
― Yo sé que te asustará – menciono levantándose y bajando al albino, recordo el collar y correa que Dazai le habia puesto, y lo tomo como un perro ― acompáñame
― ¿que? - pregunto confundido el albino al mirar al azabache tomarlo de la correa ― ¿Qué haremos?
― Veras a Dazai-san y Nakahara-san beber hasta toparse de borrachos
― ¿porque eso?
― Es lo más aterrador que veras
Atsushi trago saliva, siguió al mafioso. Una vez que los alcanzaron, Atsushi pudo entender el por qué. Dazai y Chuuya amenazaban a medio bar con poca ropa o haciendo desfiguros. En efecto, había sido lo más aterrador que vio. Pero la noche había terminado y nadie lo habia asustado. Probablemente Slenderman lo había visitado pero el niño jamás se habia imutado.
El misterio que jamás logro resolver la Agencia de Detectives, era como asustar a Atsushi en los días de Octubre.
Fin.
...
¡Hola a todos!
Para comenzar... Quiero agradecer a mi gran amiga - Arizu.
Es una excelente escritora, espero pasen por su perfil, tiene unas historias maravillosas.
Por que ella siempre suele contarme cosas de terror solo para fastidiarme, pero por lo menos no es tan mala, me las cuenta de día y no de noche. (Ella es él Dazai que me atormenta como un Chuuya)
Conocí a Arizu por mi primer especial de Halloween, ya era hora de que ella se volviera parte de él.
Ahora, el libro que se menciona.. No sé cual es, pero esto sucedio cuando hablaba con Arizu, ella me contaba historias de terror para hacer este especial y de la nada me dijo que quería leerme un fragmento del libro, lo de ser cute fue mi reacción
Hasta el día de hoy sigue diciendome que como me parecio cute, pero bueno esas ya son cosas de nosotros.
Los datos de Slenderman los conseguí en internet, y las menciones sobre el miedo de Atsushi lo pueden encontrar en el manga Bungou Stray dogs Wan! donde Atsushi afirma no temerle a las cosas paranormales.
Akutagawa piensa en Slenderman por que Atsushi al ser tan pequeño y siempre pensando en su director, pensó en el como algo desquiciado. El caso es que quizo usarlo.
Es una historia corta pero quise hacerla divertida también.
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top