Dazai y Chuuya habian llegado al otro lado del lago, pero... el pequeño chico no estaba, no habían notado el momento en que desapareció y ahora, debían reunirse con Tanizaki y Tachihara.

Los antes mencionados se dedicaban aun a pelear, su pelea era grande, espada y katana chocaban una contra la otra con gran furia, ambos tenían la fuerza y agilidad para llevar el combate hasta el más allá, pero Tachihara tenía mayor maña que Tanizaki, e hizo que la katana del chico saliera por los cielos, apunto su fila hoja a su cuello, estaba atrapado ― retráctate – ordeno

― Eso jamás, los agentes nos enorgullecemos de ser lo que somos, de decir lo que decimos, pues Rampo-san dice "que lo que está bien para mi está bien"

― ¿Qué?

― Realmente no recuerdo cómo iba pero...

Tanizaki tenía eso, no tenía su habilidad pero era un experto escurridizo, casi como un rato, bajo su cuerpo y subió sus piernas en un rápido movimiento atrapo el torso de su enemigo con sus piernas y ambos cayeron al suelo, Tachihara había soltado su filosa espada mientras Tanizaki apretaba sus mejillas con sus rodillas. – y se defenderme por cualquier cosa – expreso el chico

― Malditos agentes... tú me enfermas

― ¿podemos terminar esto? Quiero encontrar a mis compañeros y volver a casa con Naomi

― ¿ja? ¿tú hermana?

― Sí, mi hermana.

― ¿aun crees en ella?

― ¿Perdón?

― Oh vamos, mi jefe también puede hacerlo

― ¿eh?

― Mi jefe, el gran jefe de la mafia, puede mantener su habilidad con él, todos debemos tratarla con respeto y consentirla – menciono y sonrió ― eso es tu hermana ¿no? Una ilusión de tu habilida

Tanizaki golpeo el suelo al lado de Tachihara, el hueco que había creado su puño era enorme, su ira incontrolable y su rostro macabro ― no... hables... de mi ¡NAOMI! –Tanizaki alzo el puño una vez más, Tachihara no iba a poder evitarlo, estaba atrapado por sus piernas, estaba seguro que de ser golpeado sería noqueado y su rostro manchado de su sangre. El puño iba a caer cuando ambos se quedaron quietos. Tanizaki y Tachihara se miraron, alrededor de ellos emanaba un dulce y cálido aroma

― ¿qu...e es? – pregunto Tachihara

― Se parece... a mi nieve – menciono confundido

Ambos se habían calmado, el aroma era relajante. Tanizaki no comprendo, ni siquiera se hizo a un lado, pero Tachihara había sentido como el agarre en sus mejillas se calmó, así que hizo el cuerpo de Tanizaki hacia atrás, no lo bajo, solamente se miraron a los ojos

De la nada, Tachihara tomo la nuca de Tanizaki y lo acerco a su rostro, ambos chicos se besaban, sus ojos se llenaban del color del otro, no paraban de mirarse y besarse, una lengua traviesa de Tanizaki avanzo y el beso se profundizo entre ambos.

La gran armadura molestaba a Tanizaki, comenzaba a quitarla sin que Tachihara le rechazará, era algo difícil por el peso pero ágilmente el chico se movió, el beso llego a otros parámetros donde Tachihara se cansó de aquellos besos y tiro al joven chico al suelo debajo de él ― ¿Qué está ocurriendo? – pregunto volviendo en sus cinco sentidos, el golpe había sido en su cabeza

― ¿de qué hablas? ¿no quieres esto? – cuestiono Tachihara

Tanizaki perdió de nuevo y sonrió – si, lo quiero todo.

Ambos chicos se volvieron a besar, sus manos pasaron por el cuerpo del otro sin ningún tipo de restricción, solo eran ellos, el color de sus ojos y ese dulce aroma. Las manos de Tachihara bajaron el traje de ninja de Tanizaki mientras Tanizaki se dedicó a sacar el miembro de Tachihara del traje de samurái, la verdad la armadura era molesta pero quitarla toda solo les llevaría más tiempo.

Tanizaki se incorporó abandonado el pecho del mafioso ahora samurái y se dedicó a masturbarle, más para el chico no era suficiente ― ¡esto es molesto! – se quejó tomando al chico. Tachihara dejo el cuerpo de Tanizaki encima suyo con gran habilidad, pues el chico ahora era liviano y flexible ― benditos ninjas – menciono ahora alegre.

― ¿Qué haces pervertido? – se quejó Tanizaki

― Algo que vengo deseando hace tiempo.

Tomo la cadera de Tanizaki, la levanto hasta su rostro y se dejó ir con lengua en su trasero. Tanizaki sintió la mayor vergüenza de su vida, pero ¿Qué podría hacer en ese instante? Se sentía increíble, su cuerpo continuaba contoneándose solo, e incluso exigía más al samurái ¿Qué tanto más se necesitaba para ambos chicos juntos estar? Ya nada.

Tanizaki se quedó sobre el suelo y miro al su enemigo, estaba consiguiente, estaba molesto pero su cuerpo, sus palabras no salían, solo pedía más aun cuando su mente le repetía "mátalo", se repitió en su mente un sinfín de veces "mátalo, mátalo, mátalo, mátalo" quería decirlo y por fin pudo abrir la boca – mételo – era lo que había dicho, el joven se avergonzó y se sorprendió de su mismo, todo era un error, no sabía que estaba haciendo su cuerpo y estaba odiando aquella situación, ¿Por qué? ¿Por qué habían quedado atrapados? ¿Por qué todo estaba pasando? Y... ¿Por qué ese chico se lo estaba metiendo?

Su agujero había sido llenado con saliva, estaba suficientemente preparado para recibirlo, y lo había hecho, había recibido el miembro de un mafioso, de Tachihara en su interior, con enjundia y desenfreno, pedía por más - ¡aaah! – eran los gritos que soltaba, y no, no podía ayuda, solo pedía más

― Estás... estrecho

― Profundo, llega lo profundo

― ¡Aah! ¡cálmate agente! No me dejas avanzar – se quejó el mafioso ― rayos, no aprietes más

― No te hagas más grande, se siente genial

― Se siente increíble

Ambos chicos fueron monopolizados por el calor y el momento, Tanizaki se permitía gritar mientras Tachihara se permitía embestirlo con rudeza. No habían las típicas palabras encantadoras, no había un "estará bien" y los besos se habían terminado, sus mentes estaban más consientes pero sus cuerpos continuaban sin detenerse. Ambos chicos terminaron, uno encima del otro, se miraron; basto la mirada para saberlo, ninguno había hecho aquello apropósito, y con sus ojos hicieron un pacto de no hablar de ello.

Se apartaron, colocando sus cuerpos a distancia cada quien se limpió, Tanizaki se sacudió y Tachihara coloco la armadura de nuevo. Tachihara le miro, el solo estaba un poco sucio pero Tanizaki parecía adolorido, sus ojos se habían achicado, recordó que lo había hecho llorar antes de aquel acto, más la furia le cegó, el mafioso que portaba un honorable traje de samurái ahora se sentía culpable y nervioso, ¿Qué le había hecho a su enemigo? Y ¿Por qué?

...

No muy lejos del bosque donde se encontraban Tanizaki y Tachihara había una cuerva, una oscura y profunda cueva, una sombra se adentraba en ella, mirando aquel cuerpo en el suelo ― ¿Qué es este aroma que desprendes? – preguntó. El chico sonrió, y se dejó ver, era Atsushi con ojos amarillos, brillantes y lujuriosos, paso su lengua por sus labios mientras estiraba su cuerpo en poca ropa

― Ryu... te he estado esperando

― Estas siendo impaciente

― Ryuuu – se quejó caprichoso – te necesito, lo quiero

El azabache se acercó, vestía un traje blanco con dorado, era algo divino, de los cielos, más que un ángel quizá un demonio aun peor. ― Oh mi lindo demonio lujurioso, lamento no poder darte en este momento – sonrió – pero quizá si dejas salir más tu aroma me puedas encantar

― Ryu... - Atsushi estaba más que excitado, bastaba decir que líquido corría por sus piernas, y no, no era agua.

― Te lo dije cuando te traje aquí, ¿Cómo debes llamarme?

― ¡Ryu-sama! – grito exaltado, la saliva salía por sus comisuras

― Bien mi pequeño, continua así... - sonrió orgulloso ― Que yo te purificaré 

...

¡Hola a todos! 
Hice un enorme esfuerzo por subir este capítulo hoy, mañana subiré más, ¿ya saben de que va esta trama? Bueno, no es solo sexo... (Aunque quisiera que fuese solo eso, estos días no quiero saber mucho de romance, solo sexo.) Pero los capitulos seguiran avanzando y la historia cobrará vida, aunque... quiza otras partes del cuerpo de los chicos también... 

Ok, bueno ya

pd1. Solo para aclarar... No les diré que es Akutagawa, (aun)

¡Gracias por leer!