Capítulo 2. Desde el fondo hasta tu corazón

Atsushi decidió ir al norte, buscaba a los mafiosos como todos los demás. Saludo a algunos Atlantianos mientras continuaba su búsqueda, la ciudad era un lugar precioso debo decir, una enorme ciudad hecha de cristales, no era enorme en el sentido de amplia, al contrario, todo era poco, pocos edificios y un enorme castillo, sin embargo, la ciudad contaba con escaleras que subían y bajaban, donde había claridad y donde había oscuridad.

Atsushi paso dos días preguntándose si bajar o no, si alguien más lo haría o no. Sus ojos le ayudarían, aun así... bajar se sentía... tenebroso. Como dije, pasaron dos días hasta que el albino decidió bajar. Los escalones igualmente eran de cristal y en distintos colores reflejados y brillosos pero mientras más bajaba, más oscuros se volvían.

Allí abajo no había gran cosa, habían Atlantianos como el, de ojos amarillos que caminaban como si nada, Atsushi podía ver todo, eran casas tenebrosas por la oscuridad, y una en particular llamo su atención, la casa llevaba un enorme tritón como figura, si, la casa tenia forma de tritón. Atsushi entró en ella, sus puertas y ventanas estaban abiertas, y en cuanto entro solo pensó ¿Cómo es posible que haya telarañas bajo el agua?

La casa estaba abandonada, más continuo caminando, hasta que un golpe sordo lo tiro y todo se nublo. Atsushi despertó en algún momento, ¿hora? No sabían, pero sí puedo decir que solo fueron unos minutos. Tallo su cabeza y miro a su alrededor, estaba oscuro una vez más. Uso sus ojos de tigres y lo miro - ¿Akutagawa?

― Al fin despiertas, ¿Cómo llegaste aquí?

― Te vez... terrible

― ¿puedes verme?

Era cierto lo que decía, el azabache llevaba la ropa rota, rasguños y moretones por todas partes, - puedo verte. ¿Los demás? ¿Están aquí?

― Todos estamos aquí en esta ciudad de mierda. – expreso molesto – fuimos capturados, esas cosas no son fáciles de matar

― ¿Qué haces en esta casa?

― Me escondo, algunos logramos escapar. Odio admitirlo pero no se ve nada, no puedo hacer mucho y solo tengo una linterna fosforescente que use para saber a quién había capturado, resulto ser un estúpido gato

― Akutagawa, la agencia vino a rescatar a la mafia

― ¿Qué?

― Dazai-san, comenzó a ponerse mal, diciendo que Chuuya estaba en peligro.

― ¿Chuuya? No sabemos nada de él, fue el primero en ser capturado

― ¿en verdad?

― Esto es tan vergonzoso... Quiero ir a casa

― Te llevaré – menciono extendiendo su mano – vamos

― No pienso ni tocarte animal estúpido

― Bien – menciono molesto – de todos modos hacemos esto por Dazai-san

Atsushi se levantó y sintió un tirón, volteo a ver al azabache, su habilidad le tomaba del pantalón – llévame – El albino suspiro, tomo al mafioso y juntos buscaron un mejor lugar.

Al otro lado de la ciudad, Ranpo y Poe se habían infiltrado en el gobierno Atlantiano. Sabiendo sus planes sabrían que hacer y cómo hacer para arreglar todo, fue cuando lo había descubiertos. Los atlantianos planeaban usar la habilidad de Chuuya para conquistar el mundo, el pobre ejecutivo de la mafia estaba deplorable por los múltiples experimentos. En cuanto pudieran, Edgar y Ranpo buscarían ayuda.

Muchos agentes habían encontrado a algunos mafiosos, al parecer, días atrás Chuuya había creado una gran explosión que les dejo salir. Pero sus cuerpos no estaban nada bien, los experimentos continuaban en Chuuya, y eso era lo peor para todos.

― Quédate quieto, iré a buscarte más comida – menciono Tanizaki

― No es necesario – le menciono molesto

― Todo estará bien, los llevaremos a todos a salvo – acaricio su cabello – Michizou-san, relájate

― Estúpido... - menciono molesto.

Tanizaki alzo su mirada. Debía ser precavido.

Por su otro lado, Yosano y Naomi cuidaban de Gin y Higuchi. – han pasado días... Akutagawa-senpai debe estar preocupado por Gin-chan

― Mi hermano estará bien, sabe que estoy contigo Higuchi-san

Naomi limpiaba las heridas de Gin, - lo haces muy bien – mencionaba Higuchi, - gracias por cuidar de ella.

― Está bien, lo aprendía de la mejor – menciono para voltear a ver a Yosano, esta vigilaba el lugar.

Fue cuando miro a Tanizaki pasar – pss, pss – le llamo y el pelirrojo volteo

― Yosano-san – declaro sonriente.

Si, ahora los seis estarían juntos. Gin, Higuchi y Tachihara se miraron, los agentes estaban, Tanizaki y Yosano se ponían de acuerdo, Naomi se había acercado a los mafiosos para revisarlos, aún faltaba Tachihara – no es necesario

― Todos deben estar bien, llevamos aquí dos días y aún no sabemos quiénes se han reunido y quiénes no.

― Todos debemos ser fuertes y escapar.

― ¿Cómo sabremos cuando escapar? – pregunto Tachihara

― Tranquilo – sonrió Tanizaki calmando a Tachihara – nuestro presidente nos lo harán saber.

Así es, el presidente de la agencia armada de detectives, estaba conectado con Ranpo y Dazai, Kunikida tenía la misión de encontrar a todos los chicos dispersados mientras que Dazai y Ranpo el hecho de escapar justo a tiempo, cuando Dazai consiguiera a Chuuya y todo estuvieran a salvo.

― Fukuzawa-dono, quiero salir de aquí – se quejaba el azabache

― Solo pude hacer un torniquete, si estuviera Yosano-san cerca podría curarte

― Dudo que esa chica quiera curarme – susurro el mafioso – Yukichi

El platinado le miro y suspiro. - ¿quieres algo en especial?

― No he podido ver a Elise-chan

― Eso es porque tus heridas son muy grabes, deja de moverte.

― No quiero pensar ni siquiera un momento como debe estar Chuuya-kun...

― ¿sigue atrapado?

― Lo estará, hasta que Dazai-kun logré capturarlo

― Si no fuera por él, ustedes abrían muerto

― Chuuya-kun hizo todo explotar para ayudarnos a escapar pero... no sabía dónde estábamos, sin ustedes hubiéramos muerto por nuestras heridas...

― Tengo conexión con mis agentes. Han averiguado que quieren usarlo para conquistar el mundo

― Nos destruirán a todos antes de lograrlo... - suspiro Mori.

― Vamos

― ¿A dónde?

― Reunámonos con mis subordinados

El platinado tomo al azabache, cargando a esté en sus brazos, aunque el azabache aparto su mirada no podía evitar sentirse avergonzado, al igual que su subordinado más peligroso.

Akutagawa era cargado por Atsushi, el mafioso seguía siendo grosero con el albino aun así el chico continuaba llevando al mafioso. La noche se acercaba así que, el albino uso de escondite una zanca. - ¿saldremos por la mañana?

― Da igual, ellos pueden vernos siendo mañana o noche.

― Odio llevar esta pintura

― Bueno, si no te ven del mismo color te atacaran.

― Esto es un asco.

― Me pregunto... Si Dazai-san encontró a Chuuya, se veía... demasiado preocupado por su amigo

― No son amigos

― ¿eh?

― Fueron compañeros y más que eso.

― ¿más que eso?

― Amantes.

― Oh... - el albino bajo la mirada y volteo a ver hacia la gente – parece que todo saldrá bien para ellos ¿no?

El mafioso lo miro, los cristales no podían dejar de reflejar así que aunque el albino estaba de espaldas a él, pudo ver las lágrimas acumularse – Jinko

― ¿si?

― Ayúdame

― Pero no se curar heridas profundas

― Solo ven y ayúdame

― S-si...

El mafioso le indicaba al albino que hacer, Atsushi estaba envuelto en la enseñanza del mayor, quizá eso lo distraía lo suficiente, sea a lo que sea, estaba mejor.

En cuanto Atsushi termino de curarle el mafioso lo miraba fijamente, el albino estaba sonrojado por aquella mirada. Se miraban fijamente hasta que una enorme explosión en el castillo hizo a la ciudad temblar. Atsushi tomo rápidamente al mafioso y lo llevo en su espalda.

Los atlantianos corrían por todo el lugar, la presencia frente a ellos era única, era pequeño, brilloso y poderoso. Era Chuuya en los aires destruyendo el lugar. - ¡ATSUSHI! – escucho el grito. Era Kunikida

― ¡Kunikida-san!

― Apresurate

Atsushi corrió hacia ellos, Kunikida estaba con el equipo de Yosano, Kenji traía a Ranpo y Poe. Los mafiosos se abrazaban, más bien, Gin a su hermano. – experimentaron con él hasta el desfallecer. Dazai no podrá alcanzarlo

― ¿Da-Dazai-san está allí? – pregunto el albino, Atsushi correría pero Rashomon lo detuvo

― ¿quieres morir?

― Pero Dazai-san...

― Estará bien, de morir... morirá feliz – exclamo Ranpo. – no han como morir con la persona que amas.

Atsushi trago saliva, la agencia llevaba a salvo a la mafia, conocían el modo de escape, las burbujas. Más Atsushi no paraba de voltear la mirada. Chuuya seguía destruyendo todo, no podía ver a Dazai, así que... de entro todos el albino se había escapado. Y aun con todo en contra, el mafioso, Akutagawa le había seguido. –Jinko – le llamo a medio camino

― ¿Akutagawa?

― ¿Qué planeas hacer? Es una misión suicida

― Dazai-san es...

― Dazai-san no es nada – exclamo – tú mismo lo sabes, volverá

― Pero...

Ambos chicos miraron a Chuuya caer. Akutagawa trago saliva, eso solo significaba una cosa... Atsushi lo supo al mirar la mirada mortificada del azabache – El...

― Si, ha muerto...

Atsushi apretó sus puños y el mafioso tomo sus manos - ¿Akut...

― Vamos. – exclamo el mafioso – salgamos de aquí – exclamo con brusquedad.

El mafioso llevaba al albino, Atsushi estaba confundido pero lo miro. Trago saliva y volvió a tomar al mafioso, debía llevarlo a las burbujas lo más rápido que podía.

Al llegar, la agencia los esperaba, Kunikida miro serio al chico - ¿los encontraste? – pregunto y el albino negó con la cabeza

Yosano tomo a Akutagawa para acomodarlo en la burbuja, Kunikida la había encendido y el albino volteo a ver todo. Era el final de Soukoku.

Lograron llegar a la superficie, allí todos se encontraron con partes de ambos barcos. Mafiosos y agentes trabajaron duro durante todo un día para armar un barco lo suficientemente grande para poder llevarles.

Atsushi miraba el barco alejarse del lugar donde estaban, el mafioso se recargo mirándole. – hiciste lo correcto... correr por ellos.

― ¿estuvo realmente bien?

― Sí, yo... no hubiera podido hacer gran cosa

― ¿tus heridas?

― Estoy bien, estaremos mejor pronto en cuanto lleguemos a Yokohama

― Si... - tallo sus ojos.

Atsushi no podía negarlo, extrañaría a Dazai. El mafioso miro al albino a punto de las lágrimas, no era bueno con cosas como esas. Abrazo cálidamente al albino. Atsushi se sorprendió, ¿Qué era aquella sensación? El mafioso lo sostuvo y el albino trago saliva, lo abrazo de vuelta.

― ¡Oe! – escucharon un grito. Y ambos chicos voltearon a verles

Allí estaban sobre una burbuja, Dazai sonreía coqueteo y Chuuya burlón - ¿Qué? ¿Se van a dar un besito? – pregunto burlón el pelirrojo

― ¡DAZAI-SAN! ¡CHUUYA! – gritaron ambos chicos

La historia que Chuuya conto fue simple. Había destruido el lugar, y cayo cansado, más Dazai le había tocado antes de morir, aunque tardo en recuperarse todo un día, la ciudad quemándose no era la gran idea. Se habían quedado en una burbuja bajo el mar para recuperarse y ahora, solo deseaban ir a casa.

En Yokohama, algunos chicos necesitaban más ayuda de lo normal, Tanizaki visitaba a Tachihara, llevaba un vendaje en el brazo.

Gin y Higuchi visitaban a Naomi y Yosano, solo para pasar el rato.

Fukuzawa y Mori no podían frecuentase más unos cuantos mensajes al día los tenían al pendiente de sus situaciones.

Chuuya era cuidado por Akutagawa, quien era reemplazado por Dazai en las noches, noches donde el mafioso llevaba al albino a casa, pues el chico era quien llevaba a Dazai con Chuuya.

Sus noches eran eso, más noches que vivir y algo que siempre recordar. El estar juntos añorar. 




...

Este pedido de mi seguidor 666 iba a salir el 31 de Octubre pero me atrase con la otra historia, no sé si la terminaré... 

¡pero espero que estén disfrutando! 

Y no sé preocupen aun queda un extra de uno de los capitulos de las historias de aquí.

¡Gracias por leer! 

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