2
Las nubes grisáceas acompañaban al aura melancólico de Craven tras ser envuelto por una temerosa tragedia. Llantos ahogados y rostros desconcertados llenaban los asientos de la Iglesia frente al ataúd de quién formaba parte de nuestra comunidad, y de quién decidió abandonar tanto su lugar, cómo su cuerpo. Todos le regalaban su silencio a pesar de que el suicidio era la última acción de un gran pecador, una ofensa para los ciudadanos de Craven, pero mostraban su respeto ante la familia que con el corazón destrozado se preguntaba:
« ¿Qué hemos hecho mal, nuestro señor? »
El cuerpo de Maddison Young se halló sin vida formando su habitación en un escenario trágico y sangriento a la medianoche de su décimo octavo cumpleaños. La familia Young se mostraba ignorante ante la muerte de Maddison debido a su traición a nuestro señor. Su apellido sería añadido al listado de quiénes estropean el aura católica y admirable de Craven. Las lágrimas que invaden sus rostros reciben la atención de los miembros en vez de el propio ataúd dónde descansa el cuerpo sin vida de Maddison.
— Concede, señor, la felicidad de la gloria eterna a tu sierva, a quien has llamado de este mundo cuando el vigor de la juventud embellece su vida corporal; muestra para ella tu misericordia y recíbela entre tus santos en el canto eterno de tu alabanza...
— Por nuestro señor. Amén. — Decíamos los miembros al unísono.
Mi atención la recibió aquellos que nunca había visto en la Iglesia. Pues ahí estaba aquella familia peculiar y observadora guardando silencio.
Un golpe fuerte interrumpió el silencio en honor a Maddison. Alguien se colocó de pie en el centro de la Iglesia, ocupando el lugar del sacerdote quién lo miraba anonadado, pues quién realizaba esta ofensa en el velorio, era el mismísimo padre de Maddison: Maverick Young.
Llevé mi mirada a la de mis padres, quiénes mostraban desprecio ante la falta de respeto del Sr.Young.
— ¡¿Ahora me ven mejor, eh?! Estamos velando a nuestra hija, y sólo recibimos miradas de rencor. ¡Si vuestro acto de respeto era presentarse por la familia y no por quién descansa en el ataúd, será mejor que abandonen este velorio! — Sus puños golpearon el altar con cólera. — ¡Ahora!
El murmullo se hizo del silencio. La Sra. Young arrepentida ante la acción de su marido, cubrió su rostro entre lágrimas de dolor y bochorno, evitando encontrar las miradas de los miembros.
— Señor, será mejor qué vuelva a su asiento. Esto sobrepasa sus modales, es una falta de respeto. — Dijo el sacerdote posando la mano sobre el hombro de Maverick, quién lo apartó con furia sobre él.
— ¡¿Tú también eres uno de ellos?! — Maverick agarraba las prendas del sacerdote lejos del control. — Es nuestro apellido, somos una familia fiel seguidora de nuestro superior, ¡todos nos miran cómo insectos! ¿Y dicen qué es una falta de respeto? Lo que Maddison haya cometido no nos somete a nosotros a tanto pudor. ¡Ella no estaba bien! ¿Para qué han venido todos ustedes? ¿Para chismosear? Les repito, ¡qué abandonen este lugar ahora!
A pesar de las ciento de miradas qué recibía el escenario de pánico frente al ataúd de Maddison Young, nadie se atrevía a imponerse. Miraba de un lado a otro, ansiosa, mis uñas herían las palmas de mis manos. La mano de papá agarraba con fuerza mi brazo prohibiendo que pudiera levantarme en cualquier momento. Mamá contemplaba a los Miller, avergonzada ante lo que mostraba su poblado. Está vez volví a llevar mi mirada a la nueva familia compuesta por aquellos tres hombres misteriosos, pues, la voz grave de Darek hizo eco en la Iglesia. — ¿No le parece egoísta defender su imagen frente al ataúd dónde descansa el cuerpo sin vida de su propia hija?
— ¿Egoísta? — Maverick se dirigió a Darek. Ante su cercanía Darek se colocó en pie enfrentado a él, superando la altura del Sr. Young con creces. — Ni siquiera pertenece a este lugar, ni siquiera conoció a mi hija. ¿Por qué está aquí?
— Estamos aquí para despedir a una chica de dieciocho años que acabó con su vida la noche de ayer, Sr. Young, no para contemplar cómo arruina su reputación. — La voz grave de Blake a las espaldas de su padre demandó nuestra atención, sus ojos heterocromáticos envolvían a Maverick en el poder que desprendía, sintiéndose inferior, alejándose de Darek.
Maverick parecía entrar en razón mientras la mirada penetrante de Darek le inquietaba. — Ustedes no lo entienden, no deberían ni estar aquí.
— Lo único que entiendo es que está herido, y por su fragancia, ebrio. Revelar su dolor de está forma es faltarle el respeto a su hija fallecida y a usted mismo. ¿Cree que reaccionar de está forma mejorará su situación? ¿O no será éste el motivo por el que su apellido sea ensuciado? — Esta vez intervino Darek, igual de impotente qué Blake.
En mi interior ocultaba una sonrisa acompañada de un « Bien dicho ».
Darek parecía convencer a Maverick de salir fuera de la Iglesia para tomar el aire, y el hombre, arrepentido, asintió con la cabeza. Pero antes de salir del velorio, llevó su mirada a cada uno de los miembros.
— ¿Creen que fue un suicidio? ¿Eso creen? — Su sonrisa era rodeada por las lágrimas que derramaban sus ojos inyectados en sangre, inquietando mi cuerpo. — Eso quieren hacer creer todos ellos, ¡todos los que ofrecen la seguridad! ¡Estáis equivocados todos! Maddison no se suicidó, ella fue víctima del homicidio ¡Quieren cubrir sus pecados manchando nuestro apellido!
Y tras contagiar su pánico a cada uno de los presentes, cerró las grandes puertas de la catedral a sus espaldas.
El sacerdote anunció cómo finalizadas las oraciones para Maddison Young, algunos continuando en su asiento, otros abandonando la Iglesia.
Ante la tragedia, mis padres rechazaron la comida con los Miller. Era parte de nuestras normas, cuándo la tragedia envuelve el poblado sus habitantes deben mantener el luto las veinticuatro consiguientes. La conversación de mis padres junto a los padres de Ashton nos envolvía a él y a mi en un incómodo silencio, pues, no podíamos entablar una conversación entre nosotros en dichas condiciones, y menos en una propuesta de matrimonio sin respuesta. Sus ojos celestes me miraban con una dulce sonrisa invitándome a admirarlo en silencio, pensando al mismo tiempo la ventaja que suponía tener un día más para la respuesta ante el matrimonio.
Tras la retirada de los Miller, el Sr. Young volvió hacia el ataúd de su hija, entre lágrimas de arrepentimiento. Mamá estaba hablando con una mujer del vecindario y papá con su marido, por lo que aproveché su falta de atención para dirigirme junto a Maverick. Observando el rostro sin vida de Maddison.
— "Yo seré la primera en morir, mi muerte empezará este juego macabro que terminará en una colección de tumbas, cómo trofeos, cómo victorias, para él."
« Así que, ¿este es el comienzo del juego macabro del que me avisabas? »
Pensaba observando su rostro pálido y sus labios morados.
— Heriré en tú flébil nombre, arderá mi sendero, liberaré al misántropo, escampará en su último aliento...
La oración de Maverick me desconcertó, nunca antes la había escuchado, pues la repetía una vez tras de otra agarrando sus manos temblorosas. Cada vez la repetía con más velocidad y con un tono amenazador, así que le di la espalda tratando de volver con mis padres, pero su mano agarró mi muñeca con fuerza. Encontré en sus ojos la misma mirada perdida de Maddison, y en su tacto, las marcas que su hija dejó en mi piel tras sus amenazas.
— Heather Clark Maddison me hablaba mucho de ti antes de fallecer, pero no comprendía qué trataba de decirme.
— ¡Heather, ven con nosotros!
— Creo... Que ahora lo entiendo. — Susurró antes de soltarme. — Heriré en tú flébil nombre, arderá mi sendero, liberaré al misántropo, escampará en su último aliento...
Aturdida, me alejé de él sintiendo cómo un estremecimiento recorría mi espina dorsal. Una vez al costado de mis padres liberé una gran bocanada de aire tratando de liberar la inquietud que me invadía.
— Hacía mucho que no teníamos vecinos nuevos, es un placer ver cómo nuevos rostros se suman a nuestra comunidad. Cualquier hombre seguidor de nuestro señor es y siempre será bienvenido. — Explicaba estrechándole la mano a Darek, sus ojos esmeraldas se enfocaron en los míos mostrándome una pequeña sonrisa que indicaba « Oh, la intrusa de nuevo » . — Ella es mi hija Heather Clark.
Forcé una sonrisa hasta que desapareció de inmediato al ser consciente de que sus palabras podrían provocar un gran castigo que me atemorizaba. Él no podía nombrar lo ocurrido la noche de ayer.
El pánico se hizo de mí.
Pero se desvaneció cuándo Darek hizo una pequeña reverencia. — Soy el Sr. Werner, es un placer conocerle. Mis hijos estarían alegres de conocerle, somos nuevos en el vecindario y su amistad les sería un empujón para incorporarse.
La mirada de mis padres se dirigieron a mí, aprovechando que Darek no recibía la atención de ellos por instantes me guiñó un ojo, y no pude evitar soltar un suspiro.
— ¿Ellos no estaban con usted hace unos momentos? — Intervino papá, curioso.
— Lo estaban. Pero mi hijo menor es quién más lejano de socializar está entre la comunidad, es muy tímido, quizá hayan puesto rumbo a casa dejándome atrás mientras trataba de calmar al Sr. Young. Digamos que son muy independientes. — Explicaba Darek escondiendo el enojo ante la huida de sus hijos.
— Fue muy caballeroso por su parte. — La voz de mamá me sorprendió. — El Sr. Young necesitaba una conversación serena Eso estuvo fuera de lugar, ¿cómo lograste calmarlo? Es un hombre de carácter complicado.
Darek, halagado, arremangó las mangas de su elegante traje. — Le recalqué la religión a la que pertenece.
Parecía que ninguno notó la curva sonrisa perversa que trataba de formarse en su rostro, cosa que me desconcertó. No había que olvidar lo curiosos que eran sus hijos, y a pesar de su admirable actitud y apariencia, no abolía que él era el padre.
Mamá quedó mirando a Darek con una sonrisa coqueta, así que le di un leve codazo despertándola de sus pensamientos. Enojada consigo misma desvío su mirada al suelo, susurrando una oración exigiendo perdón a nuestro señor.
— Tengo que marcharme, familia Clark. Si desean podemos seguir conversando, y conocernos, en la noche de hoy. Les invito a cenar, ¿qué les parece?
Mis padres entrelazaron miradas desconcertados, Darek buscó en mí mirada un destripe de lo que ellos estaban a punto de explicar.
— Cuándo la tragedia envuelve a la ciudad, debemos mantener el luto veinticuatro horas tras la velada. No salir de casa, compartir silencio Es una tradición en Craven. — Explicó papá con amabilidad.
— Oh. Lamento mi falta de información, otro día será. — Dijo antes de ofrecerle la mano a mi padre y dejarnos un cálido beso en los nudillos a mamá y a mí.
En casa, respetamos el silencio ante la despedida. Comíamos en silencio, mientras podía concluir en cada uno de los que estábamos sentados frente a la mesa una oleada de repeticiones de los acontecimientos que habían ocurrido. Traté de mantenerme despierta para evitar sufrir pesadillas, pero mi horario de sueño supera al de un oso hibernando, es así cómo desperté con el rostro babeado y con Miku durmiendo sobre mi cuello. Digamos que dormimos en posturas no tan cómodas que acompañan a nuestro sueño profundo.
Tras liberar un gran bostezo, quedé mirando la sombría habitación. Pues, en Craven la noche aparece tempranamente. Cómo rutina, volví a la ventana admirando la luz de la luna. Apoyé mis codos sobre su mármol y sostení mi barbilla con las palmas de mis manos, volviendo conmigo la incertidumbre.
— "Cuándo ellos aparezcan... Craven será el poblado más conocido en las noticias por todas las muertes que traerán a sus sucias espaldas. Todos los creyentes sólo le pedirán a su Dios poder sobrevivir."
— "Eso quieren hacer creer todos ellos, ¡todos los que ofrecen la seguridad! ¡Estáis equivocados todos! Maddison no se suicidó, ella fue víctima del homicidio ¡Quieren cubrir sus pecados manchando nuestra apellido!"
Ellos, ellos ¿Quiénes son ellos?
Y...
— "Heather Clark Maddison me hablaba mucho de ti antes de fallecer, pero no comprendía qué trataba de decirme."
— "¡Heather, ven con nosotros!"
— "Creo... Que ahora lo entiendo. — Susurró antes de soltarme. — Heriré en tú flébil nombre, arderá mi sendero, liberaré al misántropo, escampará en su último aliento"
¿A qué te refieres, Maverick? ¿Por qué mi nombre está involucrado en lo que cubren cómo suicidio? Porque ¿No fue un suicidio? ¿O sí?
A unos cuántos metros una silueta salía del interior del bosque. Avanzó unos cuantos pasos hasta que el poste de luz iluminó él junto a su mascota, Dark, que caminaba a su lado en el centro de la calle en dirección a su casa.
Antes de adentrarse en ella se detuvo un momento. Arqueé mis cejas delatando mi rostro de confusión que se volvió en cuestión de segundos en un rostro empavorecido por el sobresalto cuándo giró su cuerpo hacia mí, volviendo a ver sus ojos heterocromáticos que bajo la luz se veían mucho más claros, siendo lo que resaltaba de él, pues, vestía de prendas negras que no dejaban ver ni siquiera sus manos, ya que eran ocultadas por unos guantes de cuero. Su rostro pálido contrastaba con su cabello oscuro desordenado, y mientras trataba de esconder el análisis que le estaba realizando, me di cuenta de la sonrisa torcida que me dedicaba antes de adentrarse en la gran mansión de Craven.
¿Es normal que sienta tanta curiosidad hacia ti, chico raro?
Una vez la calle volvía a ser solitaria, decidí ir al salón a por algo de beber, pero para mí sorpresa mis padres vestían con prendas elegantes adaptadas a nuestro reglamento. Mamá recogía su cabello pelirrojo en un moño redondo destacando las facciones de su rostro mientras que papá se colocaba su lujoso reloj contemplándose frente al espejo. Mientras tanto, me observé en el reflejo de la puerta de cristal de la cocina: mi cabello trenzado parecía haber estado expuesto a fuertes rachas de viento, mis mejillas tenían marcas enrojecidas de la almohada, y mi vestido blanco de pijama repleto de pelos naranjas de Miku, acompañado de mi mala apariencia en estos momentos, me hacía ver cómo un completo fantasma.
— ¿Se puede saber por qué tanta elegancia? — Dije, sirviendo un vaso de batido de cacao y frutos rojos.
— Jordan, ¿no habíamos acordado en que avisarías a Heather?
— Se me olvidó. — Dijo papá alejándose de mamá atemorizado.
— Heather, será mejor que dejes tú bebida para otro momento y arregles tú apariencia.
— Se supone que estamos de luto.
— Luto ante una pecadora se me hace opcional. Además, algo extraño está ocurriendo en Craven y quiero informarme de...
La voz grave de papá interrumpió las palabras de mamá. — Mariel quiere chismosear con el Sr. Werner por haber conversado con Maverick y bueno, chismosear de su familia: de sus hijos, su mujer...
— Oh, por nuestro señor... Están rodeados de billetes, no todos son capaces de permitirse la mansión de Craven. Si podemos entablar una relación amistosa con ellos quizá podemos disfrutar de lujos y combatir con nuestra clase social.
— ¿Rechazan la comida de los Miller para asistir a la cena de los Werner?
— Esto queda entre nosotros, Heather. Ni una palabra a los Miller.
Les regalé una sonrisa antes de llegar a las puertas de mi armario. Siguiendo las pautas de vestimenta, me coloqué un vestido de color negro que sobrepasaba mis rodillas y recogí mi cabello pelirrojo en una larga coleta que llegaba por mi cintura. Acaricié la cabecita de Miku antes de salir de casa y encontrarme en espera a la recibida de los Werner frente a la puerta de la mansión de Craven.
No imaginé que una cena con « Don perfectos » podría ser un motivo más por el que mi incertidumbre aumentaría. Por el que aquellos ojos heterocromáticos se convirtiesen en mi principal misterio dispuesta a resolver.
Nota de la autora
¿Qué os está pareciendo la historia? 👀
> Flébil: Digno de ser llorado.
> Misántropo: Algo o alguien que mantiene una actitud agresiva contra los otros, manifestado como una forma de odio contra la humanidad.
> Escampará: Cesar de llover.
Jolie
❤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top