Mi pie golpeaba rápidamente el piso del metro. Me encontraba un poco preocupado ya que llegaría tarde a la clase del profesor Lee, además por el cierre de semestre estábamos en parciales finales. Lo cual implicaba exámenes largos, y que valían más que cualquier otra nota.
Cuando la puerta abrió en la estación que debía bajarme empecé a correr hacia el campus.
«Recuérdate YoonGi, no decidir dormir "cinco minutos más"»
Maldición, por hacer aquello ahora me encontraba compitiendo con mis pulmones para retener aire y llegar un poco más temprano.

Si no llegaba a tiempo posiblemente aquel señor utilizaría el método de tortura que te clavaban a un gran palo mientras de exponían delante de todos. Aquel viejo me odiaba.

Paseaba entre facultades hasta que llegue a la mía. Subí rápidamente las escaleras y sujete la puerta antes de que el profesor Lee decidiera cerrarla. El me escaneo con la mirada por encima de sus lentes cuadrados.

— Tarde joven Min, un poco más y se hubiese quedado sin examen.

Yo solo lo reverencie y entre.

Subí las escaleras hasta llegar a mi puesto de siempre, a mi lado estaba mi fiel amigo, JungKook; se encontraba reclinado en la silla, tenía sus audífonos puestos en los cuales desde mi posición podía escuchar su música, solo oía gritos pesados y guitarras junto a una batería que hacían gran estruendo. Era la música que escuchaba siempre.

Estaba con los ojos cerrados mientras pegaba con sus dedos índices el escritorio, dando la alusión que estuviese tocando torpemente la batería. Jale estos de sus orejas y poco después me miro con esos profundos ojos negros que tenía, de una forma poco amigable si debo decir. Rechisto y apago su música poco después.

— ¿Se te pegaron las cobijas?—. inquirió burlonamente.

— Ya ves —.voltee mis ojos de una manera que simulaba ser molesta.

Al poco tiempo el profesor repartió los exámenes.

— Bueno, lo de siempre, veinticinco preguntas de selección múltiple, además en este examen he decidido agregar seis que son preguntas abiertas. Suerte.

Trataba de exprimir mis neuronas para dar con algunos resultados, cuando un pequeño papel llego a mi fruncí el ceño y decidí abrirlo disimuladamente, en el habían las preguntas de la dieciséis a la veinticuatro, le eche un rápido vistazo a JungKook que me sonreía cómplice, para poco después pararse de su lugar y entregar el examen, luego salió del aula.

JungKook era un chico prodigio. Solo que le gustaba camuflarse como un "chico normal" que le gustaba el metalcore, que vestía en todos los posibles tonos de negro y fingía ser de la clase "torpe" lo cierto era que si JungKook estuviese explotando sus habilidades para aprender cosas a un nivel alarmante y averiguar todo lo que su instinto curioso le hacía hacer, probablemente estaría unos dos o tres semestres delante de mí.

Pero lo cierto era que la sociedad en ocasiones era una jodida basura, todo lo que consideran malo o que atenta sobre sus vidas, lo destruyen, lo menosprecian e incluso ignoran; como sucedió hace algunos años por el cambio genético en humanos para convertirlos en híbridos. JungKook no era un híbrido ni nada parecido, bueno yo lo molestaba con que era un híbrido rata, pero es que ¡miren esos dientes! Vale me estoy yendo por las ramas. Para evitar amistades a costa de todos sus saberes se hacía pasar por alguien que no era.

Y yo sabía que eso lo jodia mucho, ya que vamos. Esconder tu propio ser para que no traten de hacer contigo armas nucleares o armas de gran calibre debía joder mucho, porque en mi sincera opinión a las personas como él probablemente no los tengan en un pedestal, buscarían exprimir sus conocimientos en pro de alargar la vida o exterminarla.

Después de unos extenuantes minutos salí de la sala, al entregar el examen el profesor me miraba inquisitivamente, yo le regale una sonrisa de medio lado. Al fin ya no tendría que ver más a ese viejo horrible que me tenía entre ceja y ceja, me despediría de sus malditos trabajos más largos que mis ganas de despertar en las mañanas, casi salte de alegría al dejar el salón.

Un golpe en la parte posterior de mi nuca me hizo volver a la realidad.

— Rata asquerosa—. Dije entre dientes.

— Wow, te doy las respuestas del examen ¿y así me pagas? Deberé escoger mejores compañeros a la próxima.

— Como si tuvieses más amigos que yo—. Bufe

— Touché.

Salimos del campus directo a una cafetería, el azabache pidió unas magdalenas y unos cafés americanos y devoramos los bocadillos como dignos estudiantes de universidad que no han comido algo que no sea más que bebidas energizantes.

— Oye—. Me apunto JungKook con su torta, y la boca llena— hoy en la noche harán la fiesta de despedida de semestre, vayamos.

Yo casi me atraganto con mi pedazo de pie de moras. Luego solté una estruendosa carcajada, haciendo que todos los que estaban en la cafetería me voltearan a mirar.

— Ay, rata. Estuvo bueno, cuéntate otro—. Decía mientras secaba las lágrimas que salieron por aquel súbito comentario.

— Enserio blanquito, vayamos. Dicen que estará —. Junto sus dedos índice y pulgar.

— Primero, no conocemos a nadie. Segundo, no nos han invitado. Tercero, somos un poco marginados. Cuarto, me apetece dormir—. Cada que decía un punto levantaba un dedo de mi mano.

— Primero, aunque no lo creas si conozco más gente a parte de tu blanco trasero. Segundo, si me invitaron. Tercero, es cierto, pero para todo hay un cambio. Cuarto, deja la cama por una vez en tu mugrosa vida—. Repitió lo que yo hice con mis dedos.

— Error 404, Not found. Lo que estas tratando de decirme es imposible compañero.

Después de muchos bocadillos y que aquel ratón me rogara, acepte ir con él.

Pagó todo lo que comimos para luego dirigirnos a mi apartamento para verme un poco más presentable. Ya que como ya lo había dicho, JungKook no conocía otro color que no fuese el negro, así que se fue vestido tal y como había ido a la universidad.

Llegamos un poco tarde a la fiesta, lo definiré en dos palabras: Un asco. JungKook se quejaba cada vez que ponían una canción pop, y casi se suicida cuando empezó el karaoke, eso sí bebimos hasta que creí que caería intoxicado y me tendrían que dar un lavado en algún hospital.

Con ayuda del chofer de mi amigo llegue a mi hogar, el fatal estado en el que me encontraba hizo que no pudiese encajar las llaves en la cerradura. Me deslice sobre la blanca puerta y me permití descansar mis ojos y mis pies, fue toda una odisea incluso subir las escaleras.

Unos ruidos en el departamento de al lado captaron mi atención, con mi- ahora descubierta- vena de ser solidario por culpa del alcohol pensé que estaban robando y quise ayudar. Sé que en mi estado poco y nada podría hacer, pero mi celular ya no tenía carga y solo estaba yo a esas horas de la madrugada.

Con torpeza me levante del suelo y dando traspiés me dirigí a aquel lugar. Gire la perilla y esta cedió mientras dentro se escuchaban más y más ruidos a medida que avanzaba.

La situación me dejo en mi lugar, las cortinas tenían grandes marcas de zarpazos, las almohadas estaban tiradas y rasgadas haciendo ver su relleno afuera, había paquetes de papas y refrescos botados en todo el lugar incluso el sofá también corrió la desgracia de estar rasgado en algunas partes. El cuarto estaba sucumbido a una densa oscuridad a excepción de los leves rayos de luz que atravesaban la cortina destruida. Con cautela pase por en medio de todo el desastre.
El alcohol pareciese que se hubiese esfumado por los poros de mi piel, me encontraba asustado, si.

Oí unos pasos a mis espaldas lo cual me hizo girar tan rápido que hizo que cayera de culo al suelo, detrás de mí, cerca de la puerta de entrada había algo, o alguien que se acercaba sigiloso y mientras caminaba hacia un horrible sonido con sus uñas al estarlas pasando por las paredes. En esos momentos rece por mi vida, por mi alma, y por todo lo que poseía en esos momentos. Cuando estaba a unos cuantos pasos de mi caí en la presión y mi cerebro desconecto todo lo que pudo, me desmaye en aquel lugar.

                                 🐾

Metalcore: fusión musical que incorpora elementos del Hardcore Punk con otros del Heavy Metal.

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