Satori Tendou
Advertencia: Leve smut algo explícito
Los jugadores de primer año de Shiratorizawa se encontraban limpiando y ordenando a último momento el gimnasio en la espera del equipo con el cual tendrían un juego de práctica amistoso. Los mayores se encontraban en dos filas pasando de uno a uno a rematar las colocaciones que Semi y Shirabu hacían junto a la malla.
Estos eran observados por los entrenadores desde el segundo piso, mientras su mánager terminaba de colocar los termos llenos de agua sobre una banca junto a varias toallas para que los chicos secaran su sudor.
—Hoshino-san, ve a buscar los chalecos de práctica. Los jugadores de Dateko llegarán en cualquier momento.
La chica asintió de inmediato y salió del lugar en dirección a la bodega donde se encontraban dichas prendas. No había tenido ni un minuto de descanso en todo el día desde que les anunciaron que tendrían un partido amistoso de manera repentina, aunque era considerada también con los chicos quienes debían entrenar de forma rápida ante la llegada de los rivales.
Cruzó por el portal hacia el pequeño cuarto donde había un par de lavadoras para los uniformes junto a las repisas donde estaban los chalecos y algunas chaquetas de los chicos, suspiró estirándose lo más posible para bajar las prendas de una repisa que estaba algo alto para su tamaño.
Pero el repentino click de la puerta siendo cerrada, sorprendiéndola mientras se giraba.
—Pensé que necesitabas algo de ayuda —aclara el pelirrojo apoyado contra la puerta con los brazos cruzados.
—No, tranquilo, ya iba de regreso —aseguró con una gran sonrisa, tratando de esconder los nervios que se multiplicaban a cada segundo luego de notar la puerta cerrada—. ¿Por qué dejaste la práctica?
—Nos dijeron que descansáramos mientras llegaban nuestros rivales —dijo con media sonrisa mientras se acercaba a donde ella estaba.
De repente el ambiente dentro de la bodega se volvió mucho más pesado, notó las claras intenciones de su novio una vez que se vio acorralada entre el chico y una pila de colchonetas.
Soltó un suspiro algo tembloroso al recibir un corto beso sobre la sensible piel de su cuello, aprovechando que su novia traía el cabello recogido en una coleta alta, sonriendo al sentir el agarre de la chica en sus antebrazos.
—Satori, los chicos están afuera —susurró una vez que el recorrido de besos empezó a subir hacia la línea de su mandíbula.
—La puerta está cerrada —eludió las excusas de la fémina, plantando un sonoro beso sobre su mejilla alejándose un poco para mirarla fijamente a los ojos—. ¿De verdad no quieres hacer nada?
No pudo evitar sonreír al notar sus mejillas sonrojándose intensamente. La entendía por completo, nunca habían pasado más allá del límite de los abrazos y besos fugaces dentro de la academia, aunque sí que habían ya empezado con su vida sexual como pareja en pocas ocasiones.
Claro que de igual forma no la obligaría a nada si es que ella no lo quería.
— ¿Dónde? —dice de forma baja dando a entender que no había prácticamente ningún lugar en aquel cuartito donde pudieran estar cómodos.
Tranquilizándola dejó un beso sobre su frente, para pasar a la punta de su nariz y por último posándolos sobre sus labios.
—Tú no te preocupes por nada, Izumi-chan —la calmó alejándose de ella poco menos de un metro.
Bajo su intensa mirada alzó una de sus manos, empezando a despojar varios de sus dedos de las vendas que siempre usaba para practicar y jugar. Escuchando un leve suspiro de la chica al entender de forma rápida lo que Tendou tenía en mente, respirando con rapidez al hallarse acorralada nuevamente.
El pelirrojo juntó una vez más sus labios con los suyos, sujetando su rostro con su mano aún vendada mientras acariciaba con su pulgar su mejilla casi pasando desapercibida su otra mano que estaba posada sobre su cadera, empezando a bajarla hacia su muslo brindando caricias en este subiendo cada vez más hasta llegar a recorrer su entrepierna de forma lenta sintiendo los gemidos ahogados de la chica aún contra sus labios en medio del beso.
Por un momento rompió el beso, ubicando sus dedos medio y anular justo frente a su rostro y, sin necesidad de decir ni una sola palabra, la chica tomó sus dedos dentro de su boca por unos segundos hasta que este los sacó suspirando al sentirlos remojados de su saliva.
Nuevamente volvió a unir sus labios mientras colocaba su rodilla entre las piernas de Izumi separando un poco estas para colar su mano dentro del pantalón violeta de su uniforme.
—T-Tendou —dejó salir un jadeo al sentir uno de sus dedos escurrirse dentro de su ropa interior rozando desde su pubis hasta encontrarse con aquel punto tan sensible.
La veía morder con fuerza su labio acallando sus gemidos y jadeos al sentir las yemas de sus dedos haciendo pequeños círculos sobre su clítoris acompañando esto con cortos besos sobre su cuello, empezando a entrometer su dedo medio entre los labios menores deleitándose con la respiración acelerada de la chica contra su oído.
Izumi optó por morder ahora el hombro del pelirrojo al momento en que su dedo se coló dentro de ella mientras que ahora su pulgar acariciaba su sensible clítoris.
—Izumi-chan, ¿está todo bien? —se sobresaltó al escuchar la voz de Semi luego de tocar la puerta.
Con rapidez se separó de Tendou, tratando de mantener la calma ante la situación mientras su mente seguía dando vueltas—. Mojé sin querer mi uniforme y me estoy cambiando, en seguida salgo.
—Oh, tranquila, tómate tu tiempo.
Dejó salir el aire que tenía retenido agradeciendo que el chico le hubiese creído a la primera, girando para encontrarse con su novio recargado contra la repisa mientras terminaba de lamer sus dedos volviendo a traer todos los colores a su rostro.
—Creo que ya nos esperan afuera —dice con obviedad, tomando la pila de los chalecos y entregándoselos a la chica—. Sal tú primero, luego iré yo.
Sin ánimos o intenciones de contradecirlo dio la vuelta dispuesta a salir de la bodega de la forma más casual que fuera posible hasta que volvió a escucharlo—. Prometo que luego recompensaré que nos hayan interrumpido.
Escapando del lugar, salió del cuartito casi corriendo en dirección al gimnasio agradeciendo a un ser divino al notar cómo todos los jugadores estaban en la cancha, acercándose a ellos para empezar a entregarles a cada uno un chaleco.
Unos momentos después apareció en la cancha el pelirrojo excusándose de haber recibido una llamada importante de su madre mientras tomaba un chaleco, pasándolo sobre su cabeza.
—Tendou-senpai, ¿qué pasó con sus vendas? —pregunta de repente Goshiki al notar como una de sus manos sin ningún vendaje.
—Oh, mojé sin querer mis dedos y tuve que quitármelas. Me las pondré enseguida —respondió con su tono tan burbujeante, un tanto más entusiasmado que de costumbre.
El pelinegro entrecerró los ojos confundido ante las risitas de algunos de tercer año sin entender para nada la situación, no comprendía tampoco el repentino sonrojo de su mánager y su apresurada huida de la cancha.
—Eres un depravado, Satori —gruñe Semi negando con la cabeza recordando el "accidente" de Izumi.
Izumi (泉): Primavera
Hoshino (星野): Campo de estrellas
Lo prometido es deuda, espero que les haya gustado.
Quedó algo más corto de lo que me esperaba pero espero que les haya gustado. Juro que es quizás la tercera vez que escribo smut en Wattpad y sobretodo algo más explícito. ¿Qué opinan, debería hacerlo más? Ustedes deciden si se hace, si así está bien o si quieren contenido más jugoso.
Les recuerdo nuevamente que pueden dejar sus pedidos en los comentarios del contenido que deseen o también en los mensajes privados. No sientan miedo alguno, leo todos los comentarios y respondo todos sus bellos mensajes.
¡Hasta la próxima, mis bellezas!
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