Kozume Kenma
Pedido de: Shanoa_Nara
La chica entró con cuidado al gimnasio no queriendo llamar la atención de los chicos dentro, se disculpó en voz baja con el entrenador que se encontraba cerca de la puerta y se apresuró al otro lado de la cancha. Había sido detenida por una de sus compañeras pidiéndole ayuda para los exámenes por lo que se le había hecho tarde para la práctica.
— ¿Llegando tarde, Shanoa-chan? —La voz del capitán la hizo sobresaltarse, soltando una risita nerviosa mientras se disculpaba.
—Fui detenida por una compañera, lo lamento —habló en voz baja dejando su mochila sobre una de las bancas—. ¿Me perdí demasiado?
— ¡Nos preparamos para ir a trotar! —dijo con sumo entusiasmo Inuoka mientras se estiraba junto a sus compañeros.
Esta fue la señal para la mánager de prepararse para aquella práctica del equipo, apresurándose a buscar y rellenar las botellas de agua e ir en búsqueda de varias toallas. Corriendo fuera del lugar bajo la intensa mirada de cierto colocador quien tan solo dejó de verla cuando sintió una pesada mano cayendo sobre su hombro.
—Ni siquiera empieces —masculló alejándose del capitán quien se quedó riendo en su lugar.
Momento después el equipo salió del gimnasio en dirección al parque donde los chicos iba a trotar y correr como práctica, todos caminando con calma ya que no se cansarían antes de llegar al lugar. A excepción de Yamamoto.
— ¡Tora, no corras! —Shanoa gritó viendo al chico que pasó corriendo a su lado seguido de cerca de Inuoka y Lev— ¡Vengan aquí!
— ¡No se metan en problemas! —El capitán tan solo alzó la voz tratando, sin éxito, se detener a los más inquietos del equipo.
A su costado se encontraba Kenma quien apretaba cada vez más su mandíbula, mientras que seguía pensando que la molestia que lo afectaba era debido a que no le gustaba correr en lugar de pensar en lo que el pelinegro le decía.
Con este mismo rostro de fastidio llegó junto a los demás al parque empezando a dar vueltas luego del anuncio de Kuroo.
Shanoa pudo por fin sentarse en una de las bancas del parque descansando luego de correr detrás de los chicos, soltando el bolso donde cargaba las cosas del equipo. Por momento así le recordaba la razón por la que se había vuelto mánager en lugar de ser parte de un club deportivo.
Soltó un suspiro alzando la mirada, sin poder contener una pequeña risita cuando notó a Yamamoto literalmente corriendo en lugar de trotar, pasando junto a sus compañeros de segundo año quienes iban a menos de la mitad de su velocidad.
Ahí estaba Kenma, en su tercera vuelta y queriendo tirarse en el suelo para dejar de moverse, tan solo seguía porque Fukunaga continuaba hablándole y manteniéndolo en la carrera. En dicha vuelta casi se detuvo cuando pasó por el lugar donde la chica debía estar sentada viendo la banca completamente vacía.
—Cinco vueltas más y a trotar hacia el gimnasio —dice Kuroo buscando que todos lo escucharan, notando a Yamamoto aumentar la velocidad.
Fue entonces cuando el único que seguía dando la última vuelta era Kozume, hacía pocos minutos Inuoka había salido del parque en dirección a la preparatoria dejándolo aún en el parque. Soltó un quejido cerrando los ojos con fuerza tratando de sacar alguna reserva de energía extra para no tirarse al suelo.
Lo pensó en ese momento y se imaginó entonces que si Shanoa no estaba en el parque era porque debía estarlos esperando en la "línea de llegada", la visualizó esperando con una botella de agua para felicitarlos por haber llegado a la meta.
Con una última pizca de energía soltó un pequeño grito antes de ordenar a sus piernas seguir corriendo, acercándose más y más a su destino.
Aunque cuando llegó, su destino se encontraba palmeando la cabeza del alto medio rubio mientras este estaba sentado en el suelo junto a ella, ambos hablando con sonrisas en sus rostros.
— ¡Kenma, llegaste! —Exclama alejándose de Lev para acercarse a él extendiendo una botella de agua hacia él— ¿Estás bien?
Llevó la boquilla a sus labios mientras asentía con la cabeza a su pregunta.
[...]
Luego de un recordatorio de Kuroo a sus menores para que no se sobre exigieran, yendo más específicamente a uno de ellos, los de tercer año dejaron el gimnasio luego de su ronda de ejercicios. Justo al mismo tiempo que estos se iban, la mánager pasaba a su lado luego de saludarlos y recibir una caricia en su cabello de parte de Kai.
Con una sonrisa asomó su cabeza por la puerta del gimnasio, saludando con emoción a los chicos dentro.
— ¡Shanoa-san! —Gritó el peligris sacudiendo su mano mientras corría en la caminadora.
—Veo que empezaron sin mí —habla entrando por fin acercándose a la máquina para levantar pesas.
— ¿Piensa entrenar con nosotros? —Preguntó sumamente sorprendido Yuuki desde el suelo.
—Por supuesto que no, vengo a ayudarlos —dice con rapidez llegando junto a Yamamoto quien seguía con sus pesas sin mirarla—. Endereza un poco más la espalda.
El chico tan solo asintió sintiendo el delicado toque de su compañera en su espalda para arreglar su postura, analizándolo por completo para asegurarse que lo estuviera haciéndolo bien y que no resultaría lastimado.
Sin embargo el fuerte sonido metálico los sobresaltó a todos, incluso el pobre Lev se tropezó casi cayendo de la máquina. Girando vieron que el origen del sonido había sido el tubo metálico de las pesas que alzaba Kenma, el cual al parecer había dejado caer y de ahí el estruendo.
— ¿Estás bien? ¿Te lastimaste? —Shanoa se apresuró a inclinarse junto al chico quien seguía recostado sobre el banquillo mientras apretaba su brazo a su cuerpo— Kenma, háblame.
—Estoy bien —lloriqueó tan solo alarmándola más.
—Vamos, sal de ahí y nos aseguraremos que no te hayas roto un brazo —hablaba Taketora tratando de mantener la calma, jalándolo con facilidad para dejarlo en el suelo junto a Inuoka.
—Déjame ver, por favor —la chica hablaba con suavidad notando como este seguía apretando su brazo.
El colocador solo empezó a quejarse cuando Shanoa envió a Inuoka a buscar a Kuroo, asegurando una y otra vez que se encontraba bien y no había de qué preocuparse.
Dejó de removerse cuando sintió el toque frió de la chica en su brazo, alzando la mirada para encontrarse con su rostro demasiado cerca tan de repente. No pudo siquiera reaccionar ya que para cuando se dio cuenta ella ya se encontraba examinando su brazo, el cual ya ni sentía.
— ¿Por qué no le pediste a alguien que sostuviera tus pesas por si no podías? —Dijo tratando de sonar lo menos molesta posible, aunque seguía escuchándose como un regaño.
"No te pedí ayuda porque estabas demasiado ocupada y entretenida con Yamamoto"
Optó por girar su cabeza a otro lado ignorando su pregunta escuchando la escandalosa voz del capitán llegando al lugar, no queriendo verlo mientras revisaban su brazo.
—Ya dije que estoy bien —murmuró mordiendo su labio moviendo su brazo aguantando el dolor para demostrar que "estaba bien".
—Shanoa, acompáñalo a la enfermería.
— ¡Que estoy bien! —Se quejó de nuevo aunque antes de notarlo ya se encontraba de pie siendo jalado por la mánager.
No podía quitar su mirada de la unión de sus manos, ignoraba dónde estaba y lo que sucedía a su alrededor. Shanoa estaba sujetando su mano.
Se sentía de lo más tonto por la rapidez con la que empezó a latir su corazón por aquel acto tan minúsculo, ni siquiera era la primera vez que aquello sucedía por lo que no entendía la razón de sus veloces latidos.
Tan solo reaccionó cuando se vio empujado hacia la camilla en la enfermería. No había notado el momento en que habían llegado.
—Sigo sin entender cómo te lastimaste —dijo la chica mientras se giraba para buscar en el cajón de las medicinas algo de hielo.
—Me distraje por un momento y se dobló mi brazo —susurró con vergüenza debido a su torpeza.
—Tienes que ser más cuidadoso, Ken. —De nuevo, un simple apodo había logrado llenar sus mejillas de un fastidioso sonrojo— No tienes porque sentirte cohibido de pedirle ayuda cuando lo necesites.
Dejó caer su mirada al piso escondiendo su nerviosismo al tenerla tan cerca de nuevo cuando esta puso el hielo en su brazo.
"¡Deja de actuar como un tonto!"
—Tú estabas muy ocupada con Yamamoto, siempre lo estás —"¡Idiota!".
Quedó completamente en shock con sus propias palabras, no podía creer que de verdad había dicho eso. Claro que lo pensaba ¡pero no podía decirlo así como así!
Para colmo explotó en vergüenza cuando la escuchó soltar una risa frente a él haciendo que por reflejo la empujara con su brazo sano. ¿Ella en serio se estaba burlando de él?
—Ayudaba a Tora porque lo estaba haciendo mal, es mi deber como mánager ayudarlos a todos —asegura para acto seguido sujetar su rostro con ambas manos obligándolo a mirarla a los ojos—. ¿El gran Kozume Kenma está celoso?
—Yo no estoy celoso —dijo de inmediato, frunciendo el entrecejo ya que esta seguía sonriendo con broma.
—Parece que si —se burló apretando sus mejillas poniendo sus labios en pico.
El chico forcejeaba con ella con una sola mano siéndole imposible hacer que esta lo suelte a lo que empezó a mover su cabeza para tratar de morder su mano. Hasta que sintió sus suaves labios posarse sobre su frente.
Shanoa de nuevo soltó una risita cuando lo vio por completo paralizado, incluso la bolsa de hielo había caído al suelo.
—Claro que me preocupo por todos ustedes, sobre todo por ti —afirma brindándole una sonrisa antes de pasar ahora a besar su mejilla—. Así que no tienes por qué estar celoso, Kyanma.
—No quiero que te preocupes por mí como mi mánager —murmuró Kenma bajando la mirada con vergüenza.
—Pues nosotros somos amigos, ¿o no?
—Más que eso —dice de nuevo de la misma forma, aún sin ver el rostro de la chica.
Haciéndolo entrar en pánico ella se subió a la camilla sentándose frente a él, quedando justo frente a su rostro lo que lo hizo evadir su mirada por un segundo antes de que Shanoa sujetara de nuevo su rostro.
—Vamos, dilo —incita con una sonrisa ladina divertida por el sonrojo del colocador—. Quiero oírte.
—No me hagas esto —suplicó con sus labios temblando aunque esta no cambió ni un poco su expresión.
—Quiero que lo digas, "Shanoa, me gustas". Dilo.
—No —se niega de inmediato haciendo fuerza para soltarse, empuñando su mano sujetando la falda de la chica—. Ya lo sabes, deja de actuar así.
—"Shanoa-chan, me gustas tanto que no puedo decirlo" —La chica habló imitando la voz del masculino riéndose cuando este soltó un bufido.
Ella tan solo movió sus manos desde sus mejillas hasta su nuca, ahora atrayéndolo hacia ella para dejar un pico sobre sus labios dejándolo sorprendido por la rapidez con la que actuó.
—Hazlo bien —se quejó con los ojos cerrados, apoyando su cabeza contra su brazo ya que aún mantenía su agarre.
—Si lo dices, lo haré —habla con diversión y algo asombrada por ver a Kenma suplicando.
Sintió una pequeña chispa cuando sus miradas se conectaron, apreciando el lindo sonrojo en las mejillas del chico también notando cómo aceleraba su pulso mientras mantenía su mano contra su cuello.
No pudo evitar medio sonreír cuando lo vio apretando los labios al soltar un suspiro bajo su intensa mirada.
—Ya no quiero nada —dice haciendo una mueca mientras movía su rostro para evitar mirarla.
Ella tan solo soltó una risita ante su actitud, sorprendiéndolo de nuevo cuando se acercó para dejar su rostro a escasos centímetros del suyo escuchando un pequeño jadeo escapando de sus labios.
—Yo empecé, tú acábalo —susurró contra sus labios un segundo antes de que estos fueran chocados por los de Kenma.
Ambos se unieron en un simple y casto beso con sus corazones latiendo al mismo tiempo durante los segundos que duró este. Las manos de la chica aún en su cuello y las manos de Kenma aún apretando en puño la tela de la falda de Shanoa, soltando un suspiro cuando ambos se separaron mientras dejaba caer su cabeza sobre el hombro de la chica.
Por un instante el chico se fue a su propio mundo, ignoraba todo lo que lo rodeaba mientras sentía los dedos de Shanoa entrometiéndose entre su cabello rozando sus uñas contra su cuero cabelludo enviando descargas eléctricas por su columna vertebral.
Su brazo no dolía, su cuerpo ya no se sentía cansado por el ejercicio, se sentía flotando sobre las nubes entre el agarre de la chica.
—Me gustas un poco —musitó con su voz amortiguada contra su cuello, sintiendo su pecho temblar con su risa logrando tan solo que apretaba más su abrazo.
—A mí también me gustas un poco —dijo de regreso dejando un pequeño beso sobre su cabeza sintiendo su respiración contra la piel sensible de su cuello.
Otro pedido listo, mis preciosuras. Espero que le guste tanto a la personita que lo pidió y a todos quienes lo leyeron, estaré muy al pendiente de sus comentarios y mensajes.
Antes de despedirme tengo un tema el cual les quería comentar y casi olvido. ¿Saben ustedes que Kenma es su nombre y Kozume es su apellido? Juro que toda mi vida pensé que era al contrario y recién ahora me puse a investigarlo descubriendo esto, sorprendiéndome bastante. Solo para que lo sepan
Cuídense mucho, manténganse sanos, descansen y no se salten sus comidas. Mucho apoyo y fuerza en sus estudios, trabajos y vidas.
¡Hasta la próxima, mis bellezas!
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