Iwaizumi & Oikawa - Especial Padres
Advertencia: Leve, sumamente leve, spoiler, aunque algunas cosas estarán cambiadas.
Sonrió enternecida cuando por el espejo retrovisor notó a su hijo mayor casi brincando de la emoción viendo cómo se acercaban cada vez más al estadio donde se llevaría a cabo el juego, soltando una risita al notar su camiseta con el número uno. Claro que este número no era el de su padre sino que el de su jugador favorito del equipo Nacional de Japón, Wakatoshi Ushijima.
A su costado se encontraba el del medio sin dejar de observar por la ventana con una expresión de temor notando a todas las personas que se encontraban afuera, en el momento en que entraron al estacionamiento.
— ¿Están listos? —Pregunta abriendo la puerta trasera, apartándose cuando el mayor saltó del asiento empezando a dar pequeños saltitos mientras jalaba de la falda de su madre pidiéndole apresurarse— Ven aquí, pequeño.
Con Haru en sus brazos, con su pequeño rostro escondido en su cuello, y sujetando la mano de Ichiro emprendió su camino hacia la entrada al estadio pasando de largo la gran fila para entrar, sintiendo el fuerte agarre del más pequeño cuando sintió tanto ruido a su alrededor.
Dio un pequeño asentimiento de cabeza agradeciendo al hombre de la entrada al dejarla entrar luego de notar su pase especial por ser su familia.
— ¡Ichiro! —Gritó cuando el niño se soltó de su agarre para echarse a correr hacia la cancha donde se encontraban los jugadores.
Pudo tranquilizarse un poco al notar como el castaño era cargado por el #1 del equipo, dejando al otro niño en el suelo viéndolo caminar apresurado hacia el escandaloso de su padre quien empezó a gritar en el momento en que los vio.
— ¡Ah, mi bebé! —Alzaba al castaño entre sus brazos, un poco dolido de que su hijo mayor hubiese corrido hacia su antiguo archienemigo que con él— ¡Te extrañé tanto!
Fue el chillido de un bebé lo que le hizo apartar la atención de la escena en la cancha para pasar su atención a su costado por donde apareció nada menos que el entrenador del Equipo Nacional de Japón, Iwaizumi Hajime. Uno de sus esposos.
—No pensé que llegarías antes del partido —confiesa recibiendo un casto beso sobre sus labios con cuidado ya que sobre su pecho mantenía a su bebé dentro del portabebés, la pequeña que extendía sus brazos mientras gorgojeaba exigiendo ser cargada por su madre—. Ella no ha parado de lloriquear por ti.
—Aww, que tierno que alguien me eche de menos —bromeó sacando a la nena de su encierro viendo la expresión gélida de Hajime.
—Incluso trató de succionar mi pecho pensando que iba a salir leche —llevó su mano hacia su pecho mientras hablaba, sacándole una carcajada a la mujer.
Ella estaba exhausta debido a que tuvo un día terrible en el trabajo, sin embargó de igual forma jugueteó con su pequeña sonriendo mientras pellizcaba con suavidad su mejilla haciéndola reír tiernamente.
No era la primera vez que alguno de sus esposos se encargaban de cuidar a la pequeña Akira debido a que ella tenía responsabilidades en el trabajo y la hermana mayor del jugador no estaba disponible para cuidar de la bebé, los hombres eran demasiado sobreprotectores como para dejar a su pequeña con alguien desconocido o incluso en una guardería.
Incluso les gusta cargar de arriba abajo con la criatura dentro del portabebés.
Parecía que todos los horarios se alinearon ya que justo cuando la fémina salió de su trabajo era la hora de recoger a sus niños en la escuela llegando justo a tiempo antes de que el partido de su esposo iniciara.
— ¡Chou-chan! —Gritó Oikawa corriendo hacia las bancas donde recién se había sentado Iwa y su esposa—. Hola~.
Sonriendo ámpliamente se inclinó frente a las piernas de la mujer dejando que la pequeña Akira sujetara con sus manitos sus dedos índices. Chou aprovechó el pequeño momento para alzar su mirada haciendo un repaso para encontrar a Haru sentado a unos metros de ellos junto a Sakusa, ambos en completo silencio y calma.
Sin embargo tuvo que contener una carcajada, al contrario de Hajime, cuando notó al jugador detrás de Oikawa.
—¡Papá, Ushijima-sama me enseñará a jugar! —Exclama un entusiasmado Ichiro haciendo que la sangre del colocador se congelara antes de poder girar sobre sus pies.
—Tu hijo quiere aprender a jugar voleibol y necesita a alguien que lo entrene —la voz pacífica y neutral de Ushijima tan solo le ponía los nervios de punto a Oikawa, aún ahora que eran compañeros y no enemigos—. Me ofrezco con gusto para ser su mentor.
Ante la mención de la palabra "mentor", un golpe llegó al ego del castaño quien, con una gran sonrisa fingida, se puso de pie con las manos en su cintura.
—Ichiro, sabías que si quieres aprender a jugar voleibol tienes a tu increíble padre para enseñarte. No por nada estoy en el equipo nacional de Japón, ¿o no? —aseguró inflando su pecho con orgullo
—No~. Es que yo no quiero ser colocador, yo quiero ser como Ushijima-sama —se apresura a decir el niño mientras negaba con la cabeza rápidamente.
Ahora no solo tenía a uno de sus padres con el ego herido, sino que a los dos. ¿Qué su padre fuera la estrella de su anterior equipo no era suficiente para él?
Cruzando los brazos sobre su pecho, Iwaizumi se puso de pie junto al castaño para empezar con una guerra de miradas contra el #1 del equipo nacional, guerra unilateral ya que el pobre Ushijima no notaba nada extraño en sus ceños fruncidos.
Hajime, inclinándose mientras forzaba una sonrisa, le habló a su hijo—. No sé si lo recuerdas, pero tu padre era el Ace.
—Ushijima-sama también.
Casi se notó la espada invisible atravesando el corazón del hombre, obligando a su esposa a llevarse la mano hacia la boca evitando así que soltara una carcajada, optando por ponerse de pie entre sus esposos y tomar manos en el asunto.
—Yo creo que es una muy buena idea que Ushijima-san entrene a Ichiro, él lo admira un montón —aseguró logrando que los dos hombres voltearan a verla de inmediato con incredulidad.
Salvando la situación apareció el coach del equipo anunciando que iniciarían con el calentamiento antes de que el otro equipo llegara, esta fue la señal para que los jugadores fueran hacia la cancha. Aprovechando la oportunidad, Chou tomó la mano de su hijo mayor mientras esperaba al otro niño quien llegó corriendo luego de despedirse de su nuevo amigo, guiando a sus pequeños hacia la primera fila a sabiendas de que en cualquier momento empezaría a entrar al público.
Miraba con diversión el ceño fruncido de Hajime mientras sostenía a Haru sobre sus piernas, no era necesario seguir su mirada para saber a quién iba dirigida aquella fría mirada.
— ¿Qué opinas del nuevo mentor de Ichiro? —Susurra sentándose a su lado, soltando una risita cuando escuchó su gruñido.
—En su último año perdió contra Karasuno, no es tan bueno entonces —masculló algo irónico señalando antiguo par de Karasuno.
—Ustedes también —dijo de regreso mientras se mofaba—. Al menos ellos estuvieron más cerca de ir a las nacionales.
Soltó una risotada cuando sintió el dedo del hombre empujando su frente con la mandíbula apretada ante aquel ataque tan personal a su parecer, acercándose a él con la intención de besar su mejilla aunque vio con diversión como este movía su cabeza evitando sus labios.
[...]
El partido estaba a punto de terminar yendo a favor de la selección japonesa, aunque a pesar de ser un partido amistoso tanto ellos como el equipo de Rusia se estaban esforzando al máximo.
Ahora era Chou quien tenía puesto el portabebés cargando a su nena sobre su pecho descansando tranquilamente a pesar del ruido, lo opuesto al pobre Haru quien yacía sentado junto a ella encogido en su asiento ya que le disgustaban un montón las multitudes.
Y por otro lado estaba Ichiro quien gritaba y vitoreaba junto a la fanaticada del equipo de sus padres, su madre sabía a la perfección que al siguiente día el pequeño estaría afónico aunque al menos por ese día lo dejaría disfrutar su partido en paz.
Al menos por unas horas sería capaz de olvidar todo el cansancio que la atormentaba, estando junto a sus bebés, dirigiendo su mirada hacia la cancha encontrando a los dos amores de su vida en su trabajo, notando la pasión con la que hacían su labor.
Cuando era joven siempre consideraba una total estupidez la frase de "tu familia te hará sentir mejor en todo momento". ¿Cómo ver a unas personas serviría de revitalizante luego de un duro día en el trabajo?
Pero ahí en medio del estadio se sentía en completa paz y hasta olvidaba todo lo que había hecho en el día.
De la forma en la que inició, el partido llegó a su fin dándole la victoria al equipo de uniforme rojo. La celebración inició en la cancha y terminó en los vestidores a donde todo el equipo había ido a cambiarse.
Ichiro no había dudado en irse con su padre dejando a su madre con su hermano menor y la bebé dormitando sobre ella, sentada en la banca junto a Iwaizumi recargando su cabeza sobre su hombro con los ojos cerrados descansando un poco.
—Todos necesitamos un día libre luego de esto —susurró el hombre acariciándole el cabello de su esposa recibiendo un pequeño asentimiento por su parte—. Quedarnos todo el día recostados suena como una idea muy tentadora.
Abriendo un tanto sus ojos alzó la cabeza mirando casi de reojo el rostro de Hajime, estirando sus labios pidiendo un beso logrando recibir sus labios sobre los suyos soltando una pequeña risita en medio del beso.
— ¡Iugh, asco! —El grito de Ichiro los hizo separarse levemente con una sonrisa burlona en sus labios.
—Cierto, asco —secundó Oikawa dejando al niño en el suelo, haciendo que Iwaizumi rodara los ojos por su expresión tan infantil.
Se puso de pie frente a la mujer, inclinando su torso hacia ella dejando que unas gotitas cayeran desde su cabello hacia su frente siéndole imposible secarse debido a que sus manos estaban ocupadas cargando a su bebé. Aprovechó esto para acercar por completo su rostro hacia el suyo para unir sus labios mientras sujetaba su barbilla con su mano, ignorando las quejas de su hijo mayor.
—Acabo de reclamar mi premio por ganar el partido —asegura aun con su rostro a centímetros del de su mujer—, ahora si podemos irnos.
—Vámonos, yo conduzco —dice el otro cargando a Haru entre sus brazos una vez que todos estuvieron de pie, dejando un casto beso sobre la mejilla de Chou y una sonora nalgada hacia el castaño quien soltó una risita viéndolo alejarse—. Jugaste bien.
— ¡Iwa-chan! —exclamó haciendo que el aludido girara casi echando humo por las orejas, amenazándolo con patearlo si lo tocaba.
Chou soltó un suspiro mientras negaba con la cabeza y empezaba a caminar detrás de ambos.
Por un instante los pudo ver a unos metros de ella vistiendo sus uniformes blancos y turquesa, siendo unos adolescentes que discutían entre ellos por alguna tontería.
Ichiro 郎: Hace referencia al primer hijo
Haru 春: Nacido durante la primavera
Akira 明: Luz que proviene del sol
Chou 蝶 : Mariposa
Segunda parte del especial, mis amores, espero que les esté gustando tanto como a mí.
Sí, como se los dije en un principio tendría un leve spoiler y puede que haya cambiado unas pocas cosillas, nada del otro mundo, pero aún así espero que lo hayan disfrutado.
¡Seguimos con el resto del especial!
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