Iwaizumi Hajime

Pedido de: Gian_2020

El silencio reinaba dentro del autobús que llevaba a los chicos del club de voleibol de Aoba Johsai, la mayoría de los jóvenes se encontraban dormidos durante el viaje cansino hacia Tokio.

Habían sido invitados por el entrenador Nekomata a tener un mini campamento de entrenamiento entre ambos equipos, tan solo estarían en Tokio durante un fin de semana, pero un viaje de poco más de 7 horas los estaba dejando agotados.

— ¡Ah! No puedo esperar a llegar y estirar las piernas —se quejó el capitán, estirando sus brazos y piernas con la única intención de molestar a su mejor amigo a su costado, riendo cuando este empezó a empujarlo hasta dejarlo pegado contra la ventana del bus.

— ¿Acaso no tienes un botón de apagado? ¿No duermes? —Empezó a protestar con sus pies en la espalda de Oikawa manteniéndolo contra el cristal.

Detrás de ellos, sus dos compañeros de tercer año no podían evitar reír por lo bajo escuchando la discusión del capitán y vice capitán, notando entonces por la ventana como el vehículo entraba al recinto de la Preparatoria Nekoma.

Con el anuncio del capitán, el resto del equipo empezó a despertar y prepararse para su llegada.

—Todos abajo —ordenó el hombre haciendo que cada uno de los chicos empezaran a bajar desde los primeros asientos y así sucesivamente.

Cada uno de estos una vez en el suelo aprovecharon para estirarse de forma rápida antes de seguir al entrenador en dirección a la entrada del lugar.

El horario de clases había terminado horas antes por lo que no había prácticamente nadie en las instalaciones, dejándolos recorrer los solitarios pasillos en dirección al gimnasio donde debían reunirse con el equipo de vóley.

—Ow, esperaba ver a las lindas chicas de Nekoma —gimió el castaño con sus manos en su nuca, quejándose de la ausencia de las estudiantes del lugar.

— ¿Viniste a practicar o a buscar chicas lindas? —Cuestiona Hanamaki con una sonrisa ladina caminando detrás del chico.

— ¿Hay algún problema con hacer ambos? —Dice de regreso girando en su dirección logrando que este tan solo negara con la cabeza.

Ignorando la conversación entre los jugadores de tercer año, al final se encontraba Iwaizumi detrás de todo el equipo para asegurarse que todos siguieran a los entrenadores luego de que Kindaichi casi se separara del grupo luego de que algo llamara su atención.

Todos escuchaban varias indicaciones del entrenador, mientras que el vice capitán se mantenía en sus pensamientos no queriendo hacer más nada que ir a la residencia donde se quedarían aquel fin de semana y dormir hasta que creyeran que estaba muerto.

Hasta que algo por fin llamó su atención, que mientras caminaba algo le hizo levantar la mirada para encontrarse con una fémina, en pocas palabras, bellísima. Casi tan alta como él, con una larga cabellera de color negro mientras vestía el uniforme de Nekoma solo que sin el blazer.

Lucía como si el tiempo pasara en cámara lenta al tiempo que ella caminaba junto al equipo, a la chica la rodeaba un aura de perfección haciendo que su corazón casi se detuviera cuando esta sonrió en su dirección, en forma de saludo.

Se le hizo imposible no girar su cabeza para verla una vez que los cruzó en el pasillo, sacudiendo su cabeza para sacarla de sus pensamientos, aunque al girar de nuevo pudo ver a la mayoría de sus compañeros viendo hacia atrás al igual que él.

— ¿Se les perdió algo? —Dijo logrando que los menores giraran de inmediato.

Luego de la risa de Matsukawa ante la ironía de su compañero, todos se concentraron en el cambio de ambiente en el momento en que el entrenador abrió la puerta del gimnasio.

En un segundo todos los gatos se detuvieron en el instante en que se dieron cuenta de la nueva presencia, dirigiendo sus afiladas miradas a los recién llegados casi ignorando la reunión de sus entrenadores a un costado.

Con diversión vieron a los dos capitanes cortara la distancia entre ambos equipos para darse la mano en un saludo.

—Espero que hayan tenido un buen viaje, ¿fueron muchas horas? —dice el pelinegro una vez que tomó la mano de Oikawa.

—Vinimos en un autobús de lo más cómodo —asegura con su típica sonrisa orgullosa, aumentando aún más el ambiente de tensión dentro del lugar.

—Y si no están cansados me imagino que no se negarán a un partido, ¿o no tienen suficiente energía? —Se burló apretando aún más su mano.

Sin decir palabra alguna, el castaño se alejó de él para llevar su mano hacia su pecho y bajar sin más el cierre de su chaqueta, haciendo reír a su contrincante quien tan solo giró para anunciar que los recién llegados se animarían a una batalla.

[...]

La estrella de Seijoh se estiró a lo largo del colchón en la litera, frotando sus ojos para espabilarse, sentándose al borde de la cama para dejarse caer al suelo ignorando por completo los quejidos de Oikawa que seguía durmiendo en la litera de abajo.

—Levántate, trashykawa —llamó jalando la manta del capitán escuchándolo lloriquear —. Todos arriba.

Dejando la habitación donde se hospedaban los cuatro jugadores de tercer año, se dirigió al baño con todo lo necesario para aprovechar antes de que el resto se levantara.

De uno a uno entró en cada una de las habitaciones de sus compañeros para adentrarse en estas y abrir las cortinas dejando entrar la luz solar, ignorando los quejidos y maldiciones de los chicos. Debía despertarlos a todos para salir a trotar temprano.

Bostezando con pereza se adentró a la cocina de la residencia en busca de algo para comer, sin embargo al escuchar unos golpes en la puerta lo obligaron a cambiar su camino y llegando a esta aún medio dormido.

—Buenos días~ —La melodiosa voz hizo que toda su somnolencia desapareciera de su cuerpo haciéndolo espabilar por fin.

Justo frente a él se encontraba aquella chica que había visto el día anterior, en lugar del uniforme escolar ahora vestía el pantalón rojo idéntico al uniforme del club de voleibol junto a una simple camiseta blanca.

—Buenos días... —dijo sin siquiera pensarlo, aunque de inmediato un repentino frío lo hizo darse cuenta. ¡Él estaba sin camisa!

No obstante, la fémina con una risita no le permitió hablar—. ¿Tetsurou está despierto? ¿O Kai y Yaku?

No podía siquiera pensar claro con la chica frente a él, por esta razón tan solo optó por negar con la cabeza viéndola morder su labio haciendo una pequeña mueca. De repente sintió la necesidad de echarse a correr dentro de la residencia y despertar a los nombres aunque tuviera que recurrir a la fuerza.

En ese momento ambos jóvenes giraron a la vez ante una voz femenina llamando a su "capitana", fue entonces cuando notó a un grupo de chicas en el camino a la calle todas vistiendo igual que la pelinegra frente a él.

—Ya debo irme, ¿podrías decirle a Tetsurou que estuve aquí? Por favor —pidió juntando las manos frente a ella.

No se dio siquiera cuenta cuando su cabeza estaba asintiendo por cuenta propia, sintiendo una calidez en su interior al escucharla agradecer con una gran sonrisa mientras se despedía de él, corriendo hacia las chicas.

Soltando un suspiro se adentró de nuevo al edificio procesando por fin lo que acababa de suceder.

— ¿Cómo se supone que le diga al cabeza de gallo que ella vino si no sé su nombre? —Masculló negando con la cabeza viendo a varios de los jugadores salir por el pasillo.

[...]

Casi liderando al grupo, Iwaizumi se encontraba corriendo frente a los demás mientras tenía una especie de competencia contra Kyoutani para ver quién iba a la cabeza de todos.

Llevaban varias cuadras, intercalando a cada cuadra una corriendo y la otra trotando, dejando sobre todo a los menores exhaustos y jadeantes trotando al final del equipo. Por un lado se encontraba Yahaba tirándose de nuevo el cabello hacia atrás bufando por el sudor de su frente que pegaba algunos mechones a esta, definitivamente debía conseguirle una cinta para el cabello.

— ¿Quién tocaba la puerta más temprano? —Pregunta Matsukawa sin llamarlo específicamente, pero Hajime sabía que le hablaba a él.

—Una chica que buscaba al capitán de los gatos, pero estaba dormido —dice sin más mientras jadeaba, tratando de evitar sus miradas—. Es la misma chica de ayer.

— ¿La linda pelinegra de Nekoma? —Fue ahora el capitán del equipo quien preguntó con suma emoción, logrando tan solo que su compañero girara para mirarlo fijamente.

Al cruzar la esquina volvieron a bajar la velocidad para trotar nuevamente, al final del equipo se encontraba Kunimi se paró por un momento posando las manos en sus rodillas mientras respiraba con dificultad, seguía pensando que hubiese sido mejor fingir estar enfermo para poder descansar todo el fin de semana.

—Kunimi, te estoy viendo —le llamó la atención Hanamaki con un poco de burla escuchando al menor gruñir antes de seguir trotando.

—Es una de las jugadoras de Nekoma, recuerdo haberla visto en un torneo contra nuestro equipo femenino —explica el bloqueador central ganándose la atención de varios de los compañeros—. Me arriesgaría a decir que es la capitana, pero no lo sé, creo haber visto un 1 en su camiseta.

Recordó entonces la escena horas antes y la forma en la que una de aquellas chicas la había llamado como su "capitana". Ahora tenía mucho más sentido, ver que todas vestían el mismo pantalón de deporte con el nombre de la preparatoria y el hecho de que estuvieran todas juntas tan temprano, seguramente también iban a ejercitarse en grupo.

Ahora tan solo debía saber su nombre y...

— ¿Acaso ella te gusta, Iwa-chan? —Cuestiona Oikawa llega de repente a su lado, con una gran sonrisa en su rostro pinchando su mejilla.

— ¿De qué demonios hablas ahora? —Lo regañó apartando su mano de un manotón.

—Eres demasiado obvio, se te nota en el rostro cuando hablamos de ella, te gusta mucho.

El capitán siguió sonriendo mientras su mejor amigo tan solo lo miraba fijamente con ganas de asesinarlo al escuchar las risitas de sus compañeros, esta sonrisa duró hasta que pasaron la última esquina antes de la residencia lo que solo significaba algo: volverían a correr.

Soltando un grito de sorpresa, Oikawa se echó a correr pero no por el ejercicio, sino para escapar de Iwaizumi.

Sin embargo antes de pasar frente a las instalaciones de la preparatoria de Nekoma, el vice capitán visualizó al mismo grupo de chicas que había visto más temprano, ellas se encontraban frente a la entrada imitando a la pelinegra mientras se estiraban.

Sin darse siquiera cuenta, la estrella del equipo se había detenido de repente dejando que sus compañeros lo pasaran, hasta que el castaño lo notó y de inmediato una sonrisa se instaló en sus labios.

— ¡Yahoo~! —Exclamó el capitán, alzando su mano para llamar la atención de las féminas.

—Voy a matarlo —gruñe Iwaizumi, haciendo reír a Hanamaki mientras Matsukawa pasaba a su lado, poniendo un brazo sobre su hombro para echarse a caminar hacia ellas.

Todos los chicos siguieron a su capitán sin la necesidad de que este les indicara nada, acercándose a las chicas, algunos aún jadeantes de su reciente carrera. No podían esperar llegar a su destino y beber agua hasta saciarse.

El vice capitán apretó sus dientes viendo a Oikawa riendo junto a la capitana de Nekoma, acercándose por obligación cuando este lo llamó con una mano.

—Él es Iwaizumi Hajime, el vice capitán y estrella de Aoba Johsai —dice el castaño abrazando por los hombros a su buen amigo mientras sonreía ampliamente.

—Ah, el chico seminudista, un placer por fin saber tu nombre —habló la chica soltando media risita, confundiendo un poco a Oikawa al ver un leve sonrojo de vergüenza aparecer en el rostro del chico—. Soy Kuroo Tatsurou, capitana del equipo femenino de Nekoma.

—Hermana melliza de Kuroo-san —murmuró acercándose a su oído notándolo tensarse.

—Un gusto —dijo en voz baja inclinando un poco su cabeza—. No sabía que Kuroo tenía una hermana.

—Dos en realidad, tenemos una hermana mayor también —certifica alzando dos de sus dedos al explicarlo.

En ese momento, de forma sigilosa, el castaño se alejó de ellos con la vaga excusa de ir a asegurarse de que los menores se encontraran bien, sonriendo mientras se alejaba de ambos no sin antes brindarle una palmada a su amigo tratando de darle un poco de valor.

La pelinegra no pudo evitar soltar una pequeña risa al notar la terrible actuación de su compañero capitán, era muy poco disimulado.

—Oikawa-san acaba de retarnos a un partido —soltó la fémina logrando atraer la mirada del chico—, aunque "retar" no sería la palabra correcta, más bien aseguró que si no le teníamos miedo estaría dispuesto a enfrentarnos.

—Tan solo discúlpalo, a veces actúa desde la idiotez —expresa frotando su rostro mientras la capitana tan solo reía.

— ¿Disculparlo por retarnos o por subestimarnos? —Pregunta de regreso con la ceja alzada.

Sus miradas chocaron y una chispa de competitividad se hizo presente, una batalla entre capitana y estrella de su equipo. Una pequeña sonrisa brotó en los labios de Iwaizumi a la vez que se cruzaba de sus brazos.

—Dudo que realmente las haya subestimado, lo conozco y sé que lo hizo para incitarte —confesó cerrando los ojos de forma plácida segundos antes de mirarla de forma filosa—. ¿Lo logró?

Tatsurou, con las manos en la cadera, se quedó por varios segundos sosteniendo la intensa mirada de su ahora rival, sabiendo que en el instante en que mirara a otro sitio sería cuando diera una respuesta clara.

—Chicas, prepárense, jugaremos contra los recién llegados antes que los muchachos —anuncia alzando la voz ganándose la atención de sus compañeras y una diminuta sonrisa por parte del chico frente a ella.

Luego de un último vistazo al pelinegro, la chica se giró en dirección a las demás de su equipo logrado que estas la siguieran una ordenada columna detrás de ella. Dejando a Iwaizumi aún en la misma posición mientras soltaba una pequeña risa competitiva con el corazón latiendo rápidamente ante la emoción de notar aquel carácter tan fuerte de la fémina.

[...]

Los chicos se daban una última vez la mano al despedirse uno de los otros ante el atardecer del domingo, se les había hecho un poco más tarde de lo que se tenía planeado para el equipo de uniforme blanco y turquesa partir a su hogar.

Poco a poco fueron girando para subir al autobús, dejando a pocos aún despidiéndose como ambos capitanes quienes agradecían los partidos de una forma pasivo-agresiva. Sorpresivamente se habían hecho bastante cercanos en aquel fin de semana, y la competitividad entre ellos ayudó para aquello.

— ¿Pensabas irte sin despedirte siquiera? ¿Aún estás resentido por esa derrota aplastante?

El pelinegro se volteó aún riendo ante la voz de cierta capitana, encontrándose con la chica que vestía un conjunto deportivo unicolor, no esperaba verla ahí cuando no tenía ninguna razón estricta para estar ahí, a no ser que...

—Al parecer es tú quien deseaba una despedida, ¿o me equivoco? —Dijo de regreso tratando de verla nerviosa.

—Tonto —masculló haciéndolo reír un poco más mientras acortaba un poco la distancia entre ambos—. Espero que puedan tener pronto un nuevo partido.

— ¿Para vernos de nuevo? —Preguntó con un claro tono de insinuación bromista.

—Para ver a mi hermano ganarte nuevamente, eso sí que es entretenido —asegura soltando una carcajada ante el cambio repentino en su expresión.

Fue en ese momento cuando el llamado del entrenador hizo que los chicos restantes supieran que debían por fin subir al vehículo.

Ante la pronta despedida, Iwaizumi mordió su labio debatiéndose si llevar a cabo su tonta idea.

"Si vas a golpearlo, golpéalo hasta que se rompa"

Suspiró al escuchar la voz de su amigo en su voz, llenándose de valentía para acercarse un poco más a la chica atreviéndose a meter la mano en el bolsillo de la chaqueta que esta vestía luego de notar el relieve de su celular.

La chica entonces agradeció que este al menos no estuviese viéndola ya que su repentina cercanía había repercutido en su corazón haciéndolo latir como un caballo de carreras.

Esta no tuvo siquiera tiempo de espiar lo que el chico hacía en su celular, ya que segundos después el aparato le fue entregado dejándola confundida y ahora enternecida cuando la gran mano del ace de Seijoh se posó sobre su cabeza para brindar una caricia a su cabello.

—Siete horas en un autobús son algo tediosas, solo digo —soltó el comentario a la vez que alejaba su mano de ella y daba media vuelta para irse en dirección al vehículo.

Manteniendo la mirada en la espalda de Iwaizumi, la pelinegra sostenía con fuerza el celular imaginando que la mano del chico aún sostenía este, hasta el momento en que el autobús se perdió por la esquina de la calle.

De inmediato encendió el aparato para encontrarse con la aplicación de contactos aún abierta de forma más específica en un contacto determinado.

"Hajime-sama"

Una sonrisa de diversión apareció en sus labios al comprender su último comentario, dispuesta entonces a cumplir con su pedido.

—Noto que se volvieron bastante cercanos en tan solo dos días —dice su hermano causando que de inmediato apagara y escondiera su celular de forma instintiva tratando de ocultar lo que hacía.

—Casi me matas de un infarto —reclama haciéndolo reír a la vez que ponía su brazo sobre su hombro. Notó entonces a algunos de los compañeros de Kuroo seguirlos en dirección a sus hogares.

Sin embargo, el pelinegro aprovechó que aún se encontraban lo suficientemente lejos como para que no lo escucharan—. No me opondría a que salieran, es un buen chico.

De inmediato Tatsurou empujó con fuerza a su hermano lejos de ella escuchándolo reír a carcajadas mientras ella le reclamaba. No obstante lo que más le rabiaba era sentir el característico calor en sus mejillas, tan solo notando un sonrojo que le daba toda la razón.

Por mientras, poco más de media horas después, varios tantos kilómetros lejos de ahí, una pequeña notificación en su celular hizo que la estrella de Aoba Johsai abriera los ojos con media sonrisa en sus labios, sintiendo por alguna razón su corazón latir con fuerza al ver un mensaje recibido de un contacto desconocido.

"Lamento que tengas que soportar a Oikawa mientras yo descanso tranquilamente en mi hogar"

—Awwww, Iwa-chan, estás enamorado —canturreó el castaño a su lado pinchando una de las sonrojadas mejillas de su mejor amigo.

—En serio necesito que tengas un botón de apagado —habla entre dientes luego de apartar su mano tratando de ocultar su gran sonrisa mientras redactaba un nuevo mensaje.

Bebés, les traigo un nuevo one shots de la lista de pedidos. Espero que les haya gustado un montón.

De verdad batallé un poco para escribir este debido a que he estado un poco estresada con la universidad, aunque espero falta un poco para terminar este semestre y tener mucho mas tiempo. Les pido que me tengan un poquito de paciencia.

Agradezco de nuevo a la persona que hizo este pedido, no se imaginan lo que me gusta recibir sus lindas ideas y pedidos.

Ahora sí, ¡hasta la próxima, mis bellezas!

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