Lev siempre está buscando alguna excusa para entablar una conversación con Kenma, y debido a que este último no coopera mucho con la causa, el albino debe arreglárselas por su cuenta e idear algo.

Esto usualmente resulta en un Haiba hablando (balbuceando, mejor dicho) sobre videojuegos de los cuales nunca ha superado un solo nivel, y un Kozume preguntándose si una persona de verdad puede llegar a ser tan inculta. Pero es Lev de quien estamos hablando, así que la respuesta es obvia.

Aún así, esta estrategia a veces le resulta al más alto, ya que cada vez que dice una estupidez (como cuando aseguró que Donkey Kong era su personaje favorito de Mortal Kombat), Kenma se siente obligado a corregirlo y «educarlo», lo que desencadena en una tarde de tiempo de caridad jugando videojuegos.