Ambos se encontraban encerrados en su habitación, recargados en la puerta, respirando agitados, es sus caras se notaba la fatiga por la aparente falta de sueño por ambos, el cobalto tenía trozos de pure en cara y puas, sin contar que estas se allaban despeinadas, mientras que el moreno tenía dos coletas sostenidas por dos moños rosados y un vestido de el mismo color. El oji esmeralda calló al suelo de lado en posición fetal, temblando por un aparente miedo.

-¿Te encuentras bien?- preguntó viendo a su esposo murmurar muchas cosas sin sentido, mientras abrazaba sus piernas.

-¡encerio crees que me encuentro bien, llevo horas haciendo que Shadic intenté comer algo pero no lo logro, sin que me lo lanze en la cara y cuando tengo que hacer mas pure para seguir intentando, se escapa o intenta introducirse algo a la boca cuando no lo estoy mirando!- grito molesto- ¡y si no fuera por qué lo vi se hubiera comido una pila!- cubrió su ojos y comenzó a llorar-¡Ni siquiera puedo lograr que duerma en la noche!, ¡¡Soy una madre horrible!!.

-abrazo a su esposo y retiro las manos de su rostro- claro que no lo heres- limpio sus lágrimas- no hay nada que no hayas podido hacer, que yo haya podido hacer cómo padre, se que es difícil y que cruzaremos por cosas peor que estas y si logramos criar a Sasha de la mejor manera que no acegura que lo  mismo pasara con Shadic. Aparte que el sonic que yo conozco no sé rinde y encuentra como resolver las cosas con una enorme sonrisa.

-creo que tienes razón- recargó su cabeza en su pecho, pensando- espera....¡Creo saber cómo lograrlo!- sonrió.

-lo vez- se levantó junto a su esposo- ahora ve y aslo- beso sus labios.

-gracias- respondió después de el beso y salió fuera de la habitación hacia la cosina.

Ese erizo le sorprendía cada vez más, ese erizo de el cual se enamoró.