⚜ 017


-¡Hey, bonito!- Llamó Jimin acercandose rápidamente al rubio sentado en el comedor.

-¡Hyung!- Respondió tragando su comida para poder sonreír ampliamente hasta mostrar sus encías. 

-¿Puedo sentarme?- Preguntó y Min le hizo un gesto permitiéndoselo con gusto. -¿Que tal has estado?-

-Bien- Asintió varias veces viendo como el de pelo azulado comenzaba a comer su desayuno. -¿Usted?-

-Bien- Soltó antes de verlo con una mirada pícara. -Un pajarito me contó que tuviste una cita el fin de semana-

Yoongi abrió los ojos de par en par sonrojandose apenado y tragó duro.

-¿Le molesta?- Preguntó sin saber exactamente que decir ante ese comentario.

-No ¿Qué va?- Dijo restandole importancia. -No somo pareja, aunque me encantas- Agregó rápidamente. -Haz de tu vida lo que gustes-

-Me alegra oirlo-Sonrió bajando la mirada a su plato.-Porque si no,no podrías volver a follarme-

-Auch- Jadeó fingiendo dolor. -¿Te gusta más él que yo?-

-Yo no dije eso- Respondió sonriendo.-Pero no perdería mi tiempo con alguien posesivo y controlador-

-Pues menos mal que no lo soy- Rió entre dientes. -De hecho, estaría feliz de que follen-

-¿Por qué?- Preguntó ladeando la cabeza.

-Amaría verte explorar más tu vida sexual- Explicó intentando no hablar de más. -Has dicho  que solo has estado con tu ex y, bueno, conmigo- Continuó con voz tranquila. -Me encantaría verte experimentar y divertirte-

Yoongi sonrió de lado y mordió el interior de su labio inferior pensativo sobre aquella declaración.










Sus piernas rodeaban la cintura de Jimin. Su espalda golpeaba contra la pared del cubículo del baño. Sus gemidos resonaban en el lugar y los labios ajenos besaban su cuello con hambre.

-Jodidamente caliente- Susurró Park contra su piel sensible. -Tan rico-

-¡Hyung!- Gimió sin vergüenza sintiendo las duras y profundas embestidas. -Más, más-

Jimin sonrió de lado y apretó su trasero con fuerza, aumentando la velocidad y empujandose cada vez más duro en él.

-Dime, muñeco- Dijo sobre sus labios. -¿Te gusta tenerme dentro tuyo?-

Yoongi sonrió sin dejar de gemir, clavando sus uñas en sus hombros y lamiendo su labio inferior con deseo.

-Me encanta- Susurró antes de que los labios ajenos se peguen a los suyos.

Los rechinidos se volvieron más rápidos, los toques más calientes y los roces más rudos hasta que el orgasmo los golpeó a ambos como una ola de electricidad y placer.

-Me lo follaré- Susurró sobre los labios de Park. -Lo montaré y luego te lo contaré-

Jimin sonrió cansado y volvió a besarlo suavemente mientras salía de él con cuidado.

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