-¡Oh dios!- Gritó Jimin al sentir como su mejor amigo lo embestía demasiado rapido desde abajo.

Estaba sentado sobre él, dándole la espada y manteniendose quieto mientras los empujes del azabache lo hacían dar saltitos cortos pero rápidos.

-¿Estás bien, conejito?- Preguntó sintiendo las manos masajear su trasero con brusquedad.

-Si- Soltó en un gruñido viendo a su miembro perderse en el interior del más bajo. -Solo quiero vaciarme antes de verlo-

-¿Por qué?- Preguntó entre fuertes gemidos intentando sostenerse de las piernas ajenas.

-No quiero que se me pare la polla cuando no corresponde- Dijo cerrando los ojos para recordar la sonrisa de Yoongi, acelerando los movimientos y haciendo que las rodillas de Jimin pierdan contacto con la cama.

-¿Y si quiere que lo folles?- Preguntó casi gruñiendo. -¿Y tu estás seco?-

Jungkook paró de golpe, haciendo que Jimin caiga sobre su miembro y provocando una profunda embestida que lo hizo gemir y temblar.

-¿Que ocurre?- Preguntó con voz temblorosa.

-No quiero que piense que no lo me pone- Susurró con la mirada perdida. -¿Que hago?-

-Oh vamos- Dijo Park saliendo de él para voltearse y volver a penetrarse. -Puedes correrte más de una vez en el día-

-Pensaba follarte hasta que no pueda más- Susurró tomándolo de la cadera y viendo como este comenzaba a moverse de adelante hacia atrás lentamente.

-¿Que tal si te corres ahora, te das una buena ducha y estás listo para que no se te pare con un beso pero preparado por si te quiere besar otra cosa?- Preguntó sonriendo de lado.

-¿La chupa bien?- Preguntó en un gruñido cerrando los ojos.

-No lo sé- Respondió alzando los hombros. -Averigualo tu-

Jungkook soltó un gemido en forma de asentimiento y comenzó a mover su cadera nuevamente.