Vil asesino
"Haerent"
S. M Guzmán
Capitulo XIX
Existen momentos que únicamente le competen a los miembros de la familia, por eso los Weasley, se encontraban sentados en la pequeña sala. Mirándose entre ellos a ver quien era él primero que rompía el silencio.
Fred, se levanto de su asiento hincándose frente a su hermana reteniendo las ganas que tenia de llorar desde el primer instante que la vio cruzar el umbral de la puerta. Las gotas se escaparan de sus cuencas al mismo tiempo que Ginny, se abrazaba a él.
── Lo sé ── Pronuncio sin gota de resentimiento. ── No te culpo de nada ── Alzo su mentón nuevamente al tiempo que su hermano se levantaba sentándose a su lado. ── A nadie ── Hablo fuerte. ── No culpo a nadie por nada.
── Pero debimos apoyarte como era debido ── Charle vacilo en sus palabras. ── Aunque las circunstancias nos noquearan debimos apoyarte.
── No se preocupen, ninguno lo haga. Desde hace tiempo entendí que nada es fácil de afrontar, mucho menos lo que viene siendo inverosímil. Sin embargo gracias, por recibirme hoy aquí, por sus sonrisas y sus gestos. Por aceptar mi alegría en estos instantes. Era todo lo que necesitaba para que fuésemos de nuevo la familia que solíamos ser.
....
La tensión era palpable en la cocina a pesar de no haber silencio, se podían escuchar las risas desde la sala dando entender que la familia Weasley, se estaba recuperando poco a poco. Harry, atravesaba con su mirada a Nott, sin disimulo alguno hasta que boca no pudo soportar lo que su mente procesaba.
── ¿De verdad la quieres? ── La pregunta salió forzosa. Nott, sonrió como si hubiese esperado eso desde que entro a la casa.
── ¿Debería responder a tu pregunta? ── Enarco una ceja retándolo con la mirada.── ¿Por qué? ── Interrogo.
Sirius, entorno los ojos con molestia decidiendo salir de la cocina, levantando sus manos al cielo suplicando a una fuerza superior paz, mucha paz. Luna, rio por lo bajo e imito el acto del animago para conseguir de ese ser superior dicha paz. Otros se mantuvieron en lo suyo ignorando el enfrentamiento amoroso y hablando de lo que realmente era importante para ellos en ese momento.
── Por que me importa ── Respondió Harry, con fuerza en su voz.── Porque la quiero.
── No puedo poner en duda tus palabras, aunque tus actos las debilitaron mucho ── Sonrió de lado con petulancia. Harry, tenso su mandíbula al escucharlo hablar.── No voy a discutir contigo, no voy a caer en un juego de adolecentes hormonados, ni caballeros con armaduras.── Ladeo su rostro observando con precisión al niño que vivió.── Si tú la quieres es tu asunto Potter. Yo la amo ── Alzo sus hombros restándole importancia a sus propias palabras. ── Se lo he dicho tantas veces como ella me a mí, se lo he demostrado en tantas ocasiones como cuando sus ojos me regalan la mirada más pura e inocente.
Se alejo de Harry, encaminándose a la salida de la pequeña cocina, retrocedió en su paso y se volteo para hablar nuevamente.
<< Espero no interfieras Potter, tú tuviste un sinfín de oportunidades que no supiste aprovechar ── Sonrió de lado con arrogancia mostrando su dentadura.── Yo solo tuve una, y la estoy haciendo feliz.
Salió de la cocina con Harry, siguiéndole los pasos dispuesto a descarga la cólera que se instalo en su torrente. Pero su furia se apaciguo en cuanto la vio rodearlo en sus brazos susurrándole cosas entendibles para él. Era verdad no podía ser egoísta
..
Leer era lo único que hacia, se había sumergido en la biblioteca de la mansión Black, leyendo todo lo que encontraba a su paso desde fabulas, hasta libros medicinales. Se había comparado así mismo con Hermione, el sentimiento y la melancólica de abandono se posaron un pecho quemándole. Ahora leía con mucho más interés por saber si podía encontrar algún hechizo que le devolviera sensibilidad a sus manos pero hasta ahora había fallado en su búsqueda.
── Tic tac ── Susurro el instante preciso que el reloj de pared marco las dieciocho con cinco minutos, sin quitar su atención del libro que leía. ── Tic tac ── Repitió minutos después antes de que el mismo reloj decretara las dieciocho con diez minutos y así iba transcurriendo su tiempo.
En una estúpida lucha de conteo con un reloj de pared.
....
Empalmo por completo aquella muchacha de una sola embestida. Arremetiendo con fuerza en su interior llenándose los oídos de gemidos y suplicas que no lograban extasiarlo. Repitió el acto... Una embestida, luego otra y otra. Rápido, duro y precio pero él seguía sintiéndose vacío. No lo llenaba, se sentía tan diferente y es que en realidad no sentía nada ¡Nada!
Descargo su cólera bombardeando con más rapidez en el interior de esa mujer con características similares a una muñeca de porcelana. Abandono el cuerpo de la joven cuando la fricción lo llevo al glorioso final que fue el único verdadero momento donde disfruto, por sentir su cuerpo en completa relajación.
La dejo reposada sobre el pequeño escritorio de madera mientras él se adentraba al baño, podía escuchar los jadeos cansado de la joven pero con ella no tenia por que preguntar si esta bien, si no había sido brusco de ella no le importaba ni conocer su nombre. Era una joven alta de cabello negro azabache y piel blanquecina. La conoció en un bar muggle y ella sin medir las consecuencias de donde se metía se vio presa del deseo que afloro en el joven de cabellos rubios y aire misterioso.
No se paro a pensar si se trataba de un maniático, ella quería verse presionada entre ese hombre y un colchón, y no se equivoco. Había alcanzado el cielo y la había arrastrado al infierno en el mismo momento. Se incorporo acomodando su ropa desajustada y con las piernas temblorosas, se dejo caer en la cama con sumo cuidado sintiendo la palpitación en sus paredes vaginales.
Lo vio salir del baño sin ocultar su desnudez y con algunas gotas de agua bajando por su cuerpo, sintió la resequedad en su garganta que le negó la posibilidad de hablar ante él.
── Yo... Este... Debería ── Balbuceo logrando sacarle una sonrisa ladina a Draco, una carente de humor que hizo temblar a la joven pero esta vez no del deseo reprimido.
── ¿Ahora me temes? ── Interrogo con sorna ── Luego de que me rogaras que te follara en cualquier callejón ── Acuso con aversión. ── Deberías tomar un baño, te quiero fresca para mi ── Demando.
La muchacha se inclino con la intensión de levantarse obedeciendo a la petición del rubio pero el dolor pulsante en su entrepierna la hizo caer en el colchón. Lo hizo nuevamente y el dolor reapareció ¡Dios si su madre la viera en esas! Negó ante la posibilidad. Su madre le rogaba por horas para que ella cumpliera alguna demanda suya y este hombre con solo abrir la boca ella quería correr por su petición.
Logro ponerse en pie y caminar al interior del baño donde se adentro en la ducha, se quito la ropa lanzándola fuera y abrió la regadera mojando su cuerpo con el agua fría. Lavo la parte interna de sus muslos regalando así misma la satisfacción de relajación al sentir el líquido gélido calmar su palpitante vagina.
Lo siento adentrase en la ducha, la inclino sobre sus rodillas haciéndola sostener contra la cerámica y arremeter contra ella de una sola embestida logrando arrancarle un sonoro gemido de dolor, que se fue apaciguando ente la fricción dolorosa que le hizo endurecer los pezones y erguirse contra él.
── Más ── Gimió como perra en celo y él lo hizo. Obedeciéndole a su cuerpo, regalándose así mismo el desahogo. Quitándose la frustración tal y como Hermione, le había arrancado el alma con sus palabras.
Dentro, fuera. Rápido. Duro. Preciso. La respiración se corto para ella, cuando las manos del rubio rodearon su cuello, presionando con fuerza cerrado el paso de aire a sus pulmones. Intento desesperadamente quitarle las manos, aferro sus uñas a los antebrazos de Draco, para que aflojara su agarre, mientras respiraba con mucha dificulta y él seguía con un vaivén mucho más intenso que comenzaba a quemarle las entrañas.
── ¡Para! ── Grito cuando el aflojo sus manos para que respirara con normalidad. Pero no lo hizo se aferro nuevamente a su cuello con mucha más fuerza. Demostrándole el poder que tenia en esos instantes sobre su vida.
A él no le importaba si la mataba, ella era una simple mujerzuela que no midió las consecuencia de con quien se metía, era una simple muggle a quien él iba a asesinar. Porque eso era él y siempre seria... Un vil asesino.
.....
Las manos le sudaron mientras su pecho subía y baja con fuerza, el miedo se apodero de su cuerpo y entonces temió. Pero no por ella, temió por lo que Draco, pudo hacer.
Temió por la presión angustiosa en su pecho que no era de ella, maldijo con debilidad por el bendito hechizo que mantenía sus emociones conectadas. Maldijo por sus propias palabras por el dolor que Draco, soportaba en su pecho consumiéndole a ella las energías por no recapacitar y entender que él solo cumplía con el deber de ser solo un doble espía.
Se acurruco más contra a la almohada que un impregnaba los olores del rubio, y se abrazo a ella más con benevolencia por que fuera él y ella pudiera pedirle perdón por su arranque, por su momento de rabia y es que ella también era humana. Por fin sus ojos se cerraron rogándole a Merlín, que no fuera demasiado tarde para un mañana con Draco.
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¡Holaa! No los olvide he falto por fallas en la conexión. Llevo dos días pegada a la pc esperando un ratito de Internet para poder actualizar. Y este pasa más rápido que una estrella fugaz.
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