"Haerent"

S.M Guzmán

Capitulo X

Draco, se levanto en impulso de la cama sosteniendo el rostro de Hermione, entre sus manos miro sus ojos buscando alguna pizca de burla y al conseguir solamente la verdad anhelante de sus palabras observo sus labios, con deseo infinitivo trago espeso cuando ella humedeció sus labios, junto sus bocas lentamente degustando el sabor de los labios de la castaña, pidió permiso adentrándose en su boca recorriendo sus cavidades con suma lentitud, llenándose de paz.

Hermione, abrazo por la cintura al rubio uniendo sus cuerpos en un fricción majestuosa, lo necesitaba y sentía como él también lo hacia, la maravillosa sensación la embargaba por completo, el beso se rompió cuando necesitaron aire para poder respirar. Juntaron sus frentes , sus alientos se unían, los labios estaban hinchados y por fin su alma en un reposo tranquilo. Él quiso soltarla pero se aferro más a su cuerpo impidiéndoselo.

  ── ¿Eres real? ──  Le cuestiono de pronto. ──  No eres solo un espejismo, que siempre me perturba.

Ella negó con una sonrisa rota, y él cerro los ojos nuevamente agotando las distancia entre ambos, besándola con una ternura infinita, rozando sus labios de forma delicada regalándose así mismo el placer de disfrutar de la realidad que era tenerla entre sus brazos. La abrazo con una fuerza incalculable, ella enterró su rostro en el pecho del rubio.

  <<── No puedo creer que estés aquí, a pesar de lo que dije, de lo que hice.

── No puedo dejarte, me he atado también a ti. A tus besos y abrazos, a tu forma de amarme. Tú historia, ese hechizo, la vida me enseño que eres tan perfecto para mí que nuestras almas se ataron con ese pacto silencio que salio de ti.

Se separo de ella con recelo, le sostuvo una mano y camino hasta la cama donde se acostaron, ella con la cabeza sobre su pecho y él rodeandole la cintura.

  ── Granger ──  Le llamo.

── ¿Si?

── ¿De verdad esto esta pasando?

── Estoy aquí contigo Draco, para enfrentar todo, para ayudarte.

── ¿Porque? No lo merezco. He sido malo contigo, un canalla he hecho cosas de las cueles no estoy muy orgulloso. Soy un asesino, un maldito mortifago que tenía una obsesión por una sangre sucia ──  Calla de pronto al saber la magnitud de sus palabras.

Ella se inclino para atrapar sus labios, se  fundieron en un beso apasionado prometiéndose la vida entera juntos, sin más complicaciones en esos instantes que lo que sintieran sus almas. Hermione, entreabrió su boca permitiéndole la entrada a la lengua de Draco, quien se debatía con ella en esa lucha por tatuarse en el alma el sabor de sus bocas.

── ¿Por qué haces esto? ── Pregunto él, necesitaba conocer como ella era capaz de obviar las aberraciones que él había cometido en su contra.

── Descubrí que me importas más de lo que yo misma pude imaginar.

── Jamás lo hubieras hecho de otro modo sin ese hechizo.

── No Draco, ese hechizo nos ha unido porque tú al igual que yo teníamos sentimientos a flor de piel. Quizás los tuyos mayores a los míos pero al fin de cuenta eran sentimientos.

── ¿No te arrepientes? ── El rubio hundió su rostro en la nuca de la castaña aspirando ese aroma a vainilla que había descubierto era su favorito.

── Olvida por un momento quienes somos, Draco ── Se giro hacia él enfrentando sus ojos. ── Esta noche tú serás el hombre que me ama, y yo la mujer que te corresponde.

──Yo te he querido desde el día en que vi tu enmarañado caballo entrar por la puerta del comedor, te he amado desde el día que me rompiste la nariz ── Una tenue sonrisa surca en los rostro de ambos. ── Y te adore cuando te vi bajar las escaleras con ese vestido en el baile de navidad. Cada día que te miraba lograba amarte de forma diferentes.

Una lágrima escapo del ojo derecho de la castaña al sentir nuevamente la presión en su pecho y ese desespero que Draco tenía, guío una de sus manos hasta el rostro limpiando el rastro de la gota salada.

── Estoy contigo, por hoy no más pasado Draco, solo tú y yo esta noche.

── Dime que esto no es un sueño, de donde siempre despertaba y no te encontraba ni en mis brazos, ni en mi cama. Que no eres el espejismo que me atormentaba para hacerme caer en la realidad de que no te tenía.

Hermione, se alzo encima de él sentándose en su regazo y bajo su rostro para encontrarse con la cara de Draco, su ceño levemente fruncido y sus ojos cerrados.

── Mírame ── Le pidió ella y él la obedeció. ── Tócame ── Mando de nuevo poniendo las manos de él en su cintura. ── Siénteme ── Le reto rozando sus labios.── Estoy aquí.

Draco, la abrazo a su cuerpo con desesperación adueñándose de su boca sin contemplación, restregándola a su cuerpo sujetando firme su cadera y cintura, le levanto la camisa porque ansiaba tocar esa tersa piel, separo sus labios para terminar de quitarle la camisa ha la castaña.

En un ágil movimiento la coloco debajo de él, para dejar a lo largo de su cuello y clavícula pequeños besos hasta llegar al principio de sus senos, ella gimió rogando por más. Draco, nuevamente subió a su boca, para besarla con ternura infinita, con anhelo y deseo.

Ella se permitió acariciarle la espalda generándose a ella misma una sensación abrumadora en su vientre ante el tacto, la piel tersa debajo de sus manos era una caricia para ella misma.

── Draco ── Gimió suavemente cuando sus bocas se distanciaron.

Ella se inclino un poco en la cama para ayudarle a quitarse la túnica junto con la camisa, llevo sus manos al botón del pantalón alzo su vista cuando abrió el pantalón, encontrándose con esas esferas grises que la consumían sin piedad.

Él se levanto de la cama para terminar de quitarse la prenda, se inclino hacia ella terminando de desvestirla déjalo completamente desnuda ante su visión.

── Eres perfecta ── Susurro tomando asiento en la cama para acariciar las piernas desnudas de la castaña, la hizo ponerse de espalda para besar cada centímetro de piel expuesta que no había podido disfrutar.

Hermione, ahogo un gemido cuando sintió su erección dura y caliente, chocar contra su trasero, aferro su agarre a las sabanas disfrutando de los pinchazos que se acentuaban en su zona íntima.

Era tanto el deseo que las pulsaciones en la zona íntima dolían de forma deliciosa. Levanto su cuerpo juntando su cuerpo con el de Draco, el le recorrió la nuca con la boca abierta soplando un aire caliente en la base de su cuello, arqueo un poco más su trasero presionando el miembro que ardía del deseo al igual que ella.

Se dejo caer nuevamente el colchón girándose, se abalanzo en los labios de Draco, y esté se acomodo entre sus piernas. Era tan exquisito sentirlo tan suyo.

El rubio acomodo su erección en la entrada del sexo de Hermione, se hundió en ella con sumo cuidado prolongándose así mismo un placer indescriptible. En movimientos lentos consiguió arrancarles suspiros a la castaña quien levanto su cadera, necesitaba sentirlo más adentro, necesitaba de él como el aire que respiraba.

Sus labios se unieron nuevamente, en besos gastos silenciando las palabras incoherentes que escapaban de sus cuerdas vocales, el apresuro su vaivén, ella tenso su cuerpo para explotar ambos en un solo jadeo esporádico de satisfacción.

Draco, cerro los ojos saliendo de ella con sumo cuidado para recostarse a su lado y abrazarla, Hermione acomodo su cabeza en el pecho blanquecino del muchacho enredando sus piernas con las de él, para poder descansar de su acto.

── Yo también te quiero, Draco.  

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Lamento no haber podido subir nada ayer como lo había dicho, murió alguien muy especial para mí. Y aunque sea algo cruel decirlo de esta forma, el dolor ha aumentado mi imaginación ¿Pueden creerlo? Pues yo no.

Gracias por tus consejos tía, siempre estarás en mí.  

Como forma de despedida para ella, he creado una historia he pasado todo el día en la computadora. La historia lleva por nombre "Contrato Prenupcial" al leer los capítulos, sabrán el porque he escrito la historia nueva. 

Siento mucho incomodarlos con esto, gracias por el apoyo que han mostrado con la historia.