Capítulo 38

/Primera persona Valquiria/

Todo está muy oscuro no puedo ver nada de repente veo una luz en el fondo que ilumina el lugar.

Abro los ojos despacio contemplando el techo de una cueva. Mi cabeza me la vuelta.

Miro hacia otro lado, contemplando unas antorchas en las paredes iluminando el lugar con su resplandor. Me coloco de pie lentamente llevando mi mano derecha hacia la cabeza. Contemplo a mi alrededor observando una cueva algo vacía.

Espera ¿Dónde está Hades? Voy a encontrarte amor. Entramos juntos a este lugar se logra llevando...

Debo encontrarlo y salir de esta cueva. De repente encuentro una salida me voy corriendo hacia ella. Después de unos minutos, llego a otra mucho más grande.

De pronto escucho el tintineo de unas cadenas que resuena por la cueva. Se puede escuchar un gruñido de fondo de una bestia. Miro hacia donde proviene encontrando un gran agujero en la pared. De aquella entrada sale Cerbero un enorme perro de 3 cabezas muestra sus enormes colmillos tan filosos como espadas. Sus 3 cabezas muestran un semblante enojado.

Cerbero el que vigila la entrada al inframundo. Se acerca lentamente gruñendo un poco sin apartar la mirada de mí.

Abro los ojos como platos contemplando a Cerbero algo sorprendida al darme cuenta dónde me encuentro.

Estoy en el inframundo Al parecer aquel portal me mandó a este lugar.

Cerbero se acuesta en el suelo, mientras sus cabezas me miran fijamente. Le muestro un semblante tranquilo sin mostraba pizca de miedo. Es toda una belleza. Cerbero por su parte se mantiene quietos sus cabezas posan su mirada en mí.

—Cuánto tiempo sin verte—le digo mostrando una pequeña sonrisa. — Lo siento por no poder visitar te mucho tiempo—

Cerbero acerca su cabeza del medio hacia mí olfateando me un poco. Acaricio levemente su nariz mostrando una pequeña sonrisa. Sintiendo su suave pelaje tan negro como la noche. A pesar de su apariencia aterradora es muy adorable. Defiende las puertas del inframundo. Pero no parece que estemos la entrada estamos en otro lugar.

—Yo también me alegro de verte—le digo mostrando un gesto alegre. —¿Sabes dónde está Hades? —le pregunto con un tono curioso.

Cerbero se coloca de pie observando por donde vino soltando unos ladridos. Miro hacia el agujero algo sorprendida.

—Gracias—le digo mostrando una pequeña sonrisa mirándolo fijamente.

Cerbero mueve la cola y acerca su cabeza del medio hacia mí. Le doy un fuerte abrazo con mucho cariño.

Puede parecer muy peligroso, es muy adorable. Hades me lo presentó hace mucho tiempo. Cuando se los voy a mostrar la familia. De seguro ellas le gustasen muchísimo jugar con él. Me aparto de Cerbero dando un paso para atrás mirándolo fijamente. El hace una reverencia acostándose en el suelo.

Saco mi espada rompiendo sus cadenas dejándolo completamente libre. Cerbero se pone muy contento moviendo sus cabezas y su cola a diferentes direcciones.

—No sé quién te hizo esto, pero lo va a pagar muy caro—le digo seriamente mostrando un semblante serio. —Bueno cariño debo seguir adelante volveré por ti—comento mostrando una pequeña sonrisa.

Empiezo a caminar saliendo por aquel agujero, salgo de una cueva contemplando el inframundo. Es un lugar algo tenebroso y oscuro. Puedo ver algunas espadas clavadas en el suelo y espíritus que recorren la zona. Hace un poco de frío por aquí.

Al fondo puedo ver un enorme castillo rodeado de montañas rocosas de color negras.

Este lugar es increíble. También algo tenebroso con todos esos espíritus.

Bueno tengo que salvar a mi esposo y voy a hacerlo. Muestro una pequeña sonrisa empezando a caminar.

Me encuentro un pequeño camino que sigue derecho que contiene algunas lámparas que iluminan el lugar con su resplandor.

Empiezo a correr por aquel sendero, mientras de fondo puedo escuchar susurros de personas. Esto me da algo de miedo, pero debo seguir adelante.

Se puede sentir un ambiente de tristeza y soledad. Veo los espíritus caminando por el lugar con la mirada hacia delante.

¿Que tenían planeado con el inframundo? Esos tipos y ¿Cuál será la razón de enviarnos aquí?

Debo averiguarlo, además salvar a mi esposo, voy por ti.

De pronto escucho algo detrás de mí. Me doy la vuelta rápidamente sacando mi espada mi mirada recorre el lugar algo asustada, pero no encuentro nada.

De repente unos espíritus empiezan a rodearme mirándome fijamente, mientras suelta unos ronquidos escalofriantes.

Mi espada empieza a brillar con un brillo intenso haciendo que se vayan despavoridos desapareciendo entre la oscuridad.

Debo seguir caminando sí me quedó mucho tiempo por aquí quién sabe qué otras cosas pueden andar por ahí

Miro al horizonte contemplando el castillo a lo lejos de rodeado de montañas. Puede ser que esté por ahí. Hades voy por ti amor.

Después de un rato. Me encuentro caminando por un pequeño camino. Hay algunos espíritus caminando por el lugar.

— ¡Alto! —Exclama una voz con un tono molesto.

Al escuchar aquella voz me detengo de golpe observando los alrededores. De repente veo a un ser misterioso al frente de mí. Tiene una capucha con una túnica negra su rostro está cubierto y apenas sólo se puede ver su boca.

—Ahora que— digo con un tono molesto contemplando aquella figura.

—El inframundo es un lugar peligroso, ¿Que hace una diosa como tú por aquí? —me pregunta el ser misterioso con un tono molesto.

—Sólo vengo a salvar a mi esposo—respondo seriamente muy decidida a seguir avanzando.

—Vaya eres valiente, pero el inframundo es un lugar lleno de peligros, no podrás con eso—comenta el ser misterioso mostrando una sonrisa.

—Por supuesto que sí, voy a seguir luchando por la persona que amo—respondo muy decidida apretando los puños. —Mi esposo es Hades y lo estoy buscando—

El ser misterioso se muestra algo sorprendido al escuchar las últimas palabras quedándose con la boca abierta.

—Así que eres tú...—susurra el ser misterioso sorprendido. —La esposa de Hades, la nueva reina del inframundo, si crees que puedes seguir avanzando adelante, el inframundo requiere tu ayuda—dice el ser misterioso con un tono alegre.

Acto seguido sale corriendo, alejándose del camino rápidamente. Sin decir ni una sola palabra Empiezo a correr atravesando la entrada llegando a un camino. Sigo corriendo, recorriendo aquel sendero.

Allá voy y estoy preparada para todo.

/Primera persona Apolo/

Un grupo de cíclopes apareció de repente empuñando martillos y hachas.

El fuego empieza a recorrer mis manos y muestro un semblante muy serio dándole el frente a los cíclopes. Amanda se coloca al lado mío colocándose en pose de batalla.

Esto es increíble son demasiados para nosotros, pero lucharemos con todo lo que tenemos. Voy a protegerte amor.

Doy un paso al frente dispuesto a luchar.

De pronto Afrodita cae al frente de nosotros, dándole el frente a las bestias. Muestro semblante algo sorprendido contemplando su espalda.

Un cíclope se lanza hacia ella lanzándole un puñetazo. Ella esquiva el ataque moviéndose hacia otro lado, acto seguido se lanza hacia cíclope propinándole un puñetazo del estómago haciendo que retroceda.

El cíclope se muestra algo sorprendido abriendo su único ojo como un plato quedándose con la boca abierta. Lo demás cíclopes también se mostraron sorprendidos al contemplar a la diosa del amor.

—Mi nombre es Afrodita la diosa del amor—menciona ella con un tono muy serio. — yo me encargo de estos— comenta con un tono alegre.

Los cíclopes retroceden un poco gruñendo un poco.

Muestro una pequeña sonrisa algo sorprendido observando al frente.

—Tropas retirada—ordena una voz que resuena por todo el bosque.

Los cíclopes se retiran rápidamente alejándose un poco.

Suelto un suspiro de alivio contemplando el panorama.

— ¿Ustedes se encuentran bien? —Pregunta Afrodita tranquilamente sin dejar de mirar al frente.

—Por supuesto que sí—respondemos al unísono Amanda y yo alegremente mostrando unas sonrisas

—Me alegro escuchar eso—menciona Afrodita alegremente.

De pronto una mujer sale del bosque mostrando una pequeña sonrisa, mientras está aplaudiendo, dando pasos lentos se detiene de golpe observando a nosotros.

—Debo decir que estoy impresionada—comenta ella algo sorprendida.—Tus amigos fueron muy valientes, pero no pudieron contra nosotros ahora están en un mejor lugar —

—¿Dónde están ellos? —Pregunto alzando la voz con un tono algo molesto.

De pronto los cíclopes se colocan a cada lado de ella listos para pelear.

Muestro un semblante algo sorprendido apretando las manos un poco.

Continuará...

Gracias por leer

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