Capítulo 26
/Primera persona Apolo/
Lo miró fijamente quedándome tranquilo sin decir ni una sola palabra. Me siento nervioso por dentro. La miro fijamente los ojos observando cómo está llena de miedo con un semblante algo aterrado. El sujeto la mantiene agarrada.
—¡Dejarla en paz! —Exclamo muy molesto, mientras unas flamas de fuego empiezan envolver mi cuerpo.
Apolo ya te gané—menciona el tipo misterioso con un tono serio. —Así que ya mejor ríndete— comenta muy orgulloso.
No tengo de otra más que rendirme... Lo siento mucho, pero yo amo mucho esa mujer. Así que no puedo arriesgarme.
Apagó el fuego tranquilizándome, echándome un poco para atrás con un semblante algo triste sin apartar mi mirada de mi pareja. El sujeto muestra una pequeña sonrisa riéndose, sintiéndose muy confiado y bastante alegre.
De repente Amanda le da un pisotón en su pie derecho y acto seguido Artemisa apareció por detrás del sujeto, lanzándole una flecha justo en su espalda. El tipo suelta un grito desgarrador echándose un poco para atrás soltando Amanda. Ella rápidamente me da una patada en el estómago haciendo que retroceda un poco más y se va corriendo y se aparta de él colocándose detrás de mí.
Bien hecho Amanda esa es mi chica. Gracias Artemisa.
Aprovecho el momento y me disparo hacia él, le doy un puñetazo muy fuerte en el rostro después le doy otro justo en el pecho haciendo que salga disparado chocando con un árbol.
Rápidamente Amanda se acerca a mí, la miro fijamente mostrando una pequeña sonrisa. Ella se muestra muy contenta y me da un fuerte abrazo. Corresponde con mucho cariño sintiéndome muy contentos.
—Enamorados la pelea aún continúa—dice Artemisa algo apresurada colocándose a nuestro lado apuntándole con su flecha al sujeto.
Al escuchar tales palabras rápidamente Amanda y yo los colocamos a cada lado de Artemisa observando al oponente.
Miro fijamente al tipo y veo que se le quita la capucha revelando su rostro, sus ojos son de color rojo y su cabello es de color castaño. Se coloca de pie mostrando un semblante algo amargado. Por fin muestra su rostro es hora de darle una lección.
Rápidamente se dispara hacia Artemisa muy enojado. Me coloco al frente de mi hermana reteniendo su puño con mi palma. Lo miró fijamente dedicándole una mirada molesta. El tipo se muestra algo sorprendido con un semblante lleno de miedo.
—Yo seré tu oponente—le digo bastante enojado. Apretó con fuerza su puño y acto seguido le doy un puñetazo justo en el pecho. El chico suelta un grito desgarrador que resuena por todo el lugar, de pronto le doy un puñetazo justo en el rostro haciendo que salga disparado rodando un poco en el suelo.
—Hermana, yo me encargo de esta—digo algo enojado sin quitarle la vista del frente al sujeto. Empieza caminar hacia el mostrando un semblante serio.
El vuelve a levantarse y se dispara hacia mí en un arrebato de ira. Detengo su puño con mi palma sintiendo un dolor punzante en mi mano. Acto seguido me da un puñetazo en el rostro.
Su mirada está llena de enojo y orgullo. Le muestro una pequeña sonrisa sin ninguna pista de miedo. Éste al verme mi expresión se muestra algo asombrado.
Rápidamente le doy una patada haciendo que se eche para atrás, pero se queda como si nada. El sujeto continúa enojado y se abalanza hacia mí dándome varios puñetazos en el estómago haciéndome sentir un fuerte dolor.
Le doy una patada haciendo que retroceda un poco mostrando semblante serio.
Me disparo hacia el dándole un puñetazo en la cabeza. Apretó mi puño con mucha fuerza dándole un puñetazo de fuego justo en el pecho, suelta un grito. Lo miró fijamente dedicándole una mirada sería.
—Eso es por mi pareja y mi hermana—le digo muy molesto.
choca en contra de un árbol. Empieza a respirar algo agitado quedándose ahí a recostado, llevando su mano su pecho, mientras suelta un quejido algo molesto.
Lo miró fijamente introduciendo mis manos en mis bolsillos respirando un poco agitado.
—Ya no puedes más—le digo seriamente mostrando una sonrisa.
—Increíble dios del sol—menciona con alabanzas mostrando una sonrisa.
—¿Ahora dime qué quiere Helios? —Le interrogo algo enojado.
—Por qué no mejor se lo preguntas a él, el sólo soy un simple siguiente—me responde mostrando una pequeña sonrisa.
Al escuchar sus palabras me muestra algo confundido arqueando una ceja.
—Él no está aquí, así que tú vas a hablar—le digo algo molesto haciendo una bola de fuego en mi mano derecha.
De repente una mujer sale del bosque y lo agarro llevándose la entre sus brazos desapareciendo entre los árboles. Muestro un semblante algo sorprendido Amanda y artemisa se colocan a cada lado mío.
—Aquí estoy Apolo—escucho una voz que proviene detrás de mí.
Me doy la vuelta contemplando a Helios mirándome fijamente con un semblante serio. Me mira mostrándome una pequeña sonrisa.
—Así que tú eres Helios—mención Amanda algo impresionada.
—Acabaste con uno de mis sirvientes estoy impresionado Apolo—menciona Helios con un tono burlón.
—Tú eres el siguiente—le digo algo molesto dando un paso al frente. Helios se mantiene tranquilo sin ninguna pista de miedo.
Me disparo hacia Helios dándole un puñetazo en el rostro. Acto seguido rápidamente me da un puñetazo en el estómago haciendo que salga disparado cayendo al frente de las chicas.
—¿Amor está bien? —Me pregunta Amanda muy preocupada.
—Si—digo gruñendo un poco sentando me en el suelo observando a Helios con un semblante serio con algo de molestia.
—No tienes la fuerza para poder pelear comido, así que mejor ríndete—menciona Helios muy orgulloso. —Te ofrezco una oportunidad para salir de esta—me dice encendiendo mi mano hacia mí.
—Yo me encargo de esta—dice Artemisa muy decidida preparando su arco y su flecha.
De repente varias figuras misteriosas aparecen escondidas en el bosque.
Rápidamente agarro el hombro de Artemisa movido la cabeza en señal de no. Ella se encuentra algo molesta, pero bajo su arma con mucho cuidado.
Amanda y Artemisa no tengo de otra debo hacerlo por ustedes. Así que no tengo de otra más que rendirme.
—Me rindo—le digo seriamente.
—Bien hecho—Comenta Helios seriamente.
Le muestro una mirada sería observándolo fijamente dando un paso al frente.
Helios muestra una pequeña sonrisa llena de orgullo. Acto seguido me da un puñetazo en el rostro haciéndome caer al suelo, suelto un gruñido algo molesto, mientras puedo escuchar de fondo las chicas algo molestas.
Después de un rato, los encontramos encerrados en una habitación. Amanda, Artemisa y yo. Siendo iluminados por una antorcha que se encuentra en la pared. Todo está muy tranquilo y pacífico. La puerta de acero se encuentra cerrada.
Mis manos y mis pies están encadenados y estoy a recostado de la pared con un semblante algo amargado.
Amanda se encuentra mi lado atendido mis heridas, mientras Artemisa está buscando alguna solución para salir de aquí revisando la pared directamente. Hay una puerta de hierro del estado cerrada. Ahora mismo me siento algo débil...
—Lo siento muchas chicas—le digo con un tono triste.
—No te preocupes no tenía de otra—me dice Artemisa tranquilamente.
—Lo entiendo amor, sólo quería protegernos— comenta Amanda con un tono alegre.
—Chicas saldremos de esta muy pronto—digo muy entusiasmado.
—¡Si! — dicen las dos al unísono muy decidida. Al escuchar la muestro una pequeña sonrisa sintiéndome muy contentos y una pequeña chispa de esperanza en mi pecho.
Al parecer estamos en su base era complicado, pero podemos hacerlo...
Continuará...
Gracias por leer.
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