Capítulo 19

/Primera persona Artemisa/

Sigo corriendo por el bosque, cargando a caballito a mi hermano Apolo mirando al frente, semblante serio. Descansamos un poco, pero tenemos que seguir adelante y avanzar mucho más.

—¿Casi estamos llegando? —Pregunta Apolo con algo desesperación.

—Todavía no, pero me siento muy cansado y algo pérdida—le respondo con un tono serio.

Tenemos que salir de este bosque y volver con Hera para hablar con ella sobre el tema, pero ahora mismo siento cansada. Debemos encontrar un lugar para dormir un escondite para sentirnos seguros para descansar un poco. La noche está llegando y siento algo terrible.

—Siento un escalofrío—comenta Apolo con un tono tranquilo.

—Yo también—contenta seriamente mirando al frente-. pero tenemos que seguir adelante-

Los acostamos debajo de un árbol, mientras yo me siento a su lado empuñando mi arco con una flecha.

Habrá que dormir esta noche aquí en este lugar. Para mí no es ningún problema bosque de algo de comer y haremos una pequeña fogata. El sol se esconde lentamente en el horizonte soldados últimos rebeldes sol

—Muchas gracias, hermana—menciona Apolo con un tono tranquilo. —Ahora descansa un poco—

—No te preocupes estoy bien, puedo seguir adelante—digo muy decidida mostrando una pequeña sonrisa.

—Lo sé, pero por ahora descansa—me dice Apolo relajando se un poco.

—Saldremos de esta y vamos a derrotar ese tipo—le digo con un tono serio muy decidida.

—Por ahora hay que descansar un poco, por ahora estamos a salvo—comenta Apolo algo ha lidiado. —Ahora mismo sólo estamos tú y yo para luchar contra ellos si llega a la ocasión—

—¿Está buscando ese tipo estaba acompañando a Helios? —Me pregunto algo intrigada.

—No lo sé, pero cuando lo encuentren voy a enseñarle una lección—menciona Apolo con un tono molesta. —Además menciono unos amigos que lo ayudaron así que tenemos compañía en debemos tener cuidado si tenemos algún perseguidor—

—Debemos tener mucho cuidado tenemos una desventaja—digo con un tono muy serio.

—Está bien lo haremos bien—menciona Apolo muy orgulloso.

Miro hacia otro lado contemplando el atardecer mostrando una pequeña sonrisa. Vamos a luchar dando lo mejor de nosotros. Solo tenemos que descansar un poco...

/Primera persona Hades/

Nuestro viaje ha sido increíble los hemos detenido para acampar colocando una tienda de campaña una para cada pareja. Poseidón y Anfitrite y la otra para Valquiria y yo. Se nota que son cómodas y tienen un buen espacio para los dos. Esta noche será muy interesante.

El día ha estado muy bueno y tranquilo, pero este bosque puede ser algo peligroso así que tengo que estar muy atento.

La noche llega cubriendo el cielo con su manto de estrellas. Hay una gran tranquilidad en el lugar. Me siento muy feliz.

Me encuentro en la tienda de campaña ha costado al lado de mi esposa, observando hacia arriba. Tenemos una pequeña lámpara en una esquina que ilumina la tienda.

—¿Cómo te sientes amor? —Me pregunta Valquiria con un tono alegre.

—Me siento feliz contigo a mi lado dulce amor— le comento tranquilamente mostrando una sonrisa.

Coloco mi mano encima de la suya apretando la un poco. Los miramos fijamente a los ojos entrelazando nuestras miradas.

—Yo también, me alegro mucho de que estas bien yo también estoy igual—me dice ella con un tono dulce. —Te ves muy bonito con esa hermosa sonrisa— me dice ella alegremente.

—Gracias amor, aunque la tuya es bellísima—Le digo mostrando un gesto alegre.

Ella muestra una pequeña sonrisa tan hermosa como la naturaleza que me hace sentir una profunda tranquilidad y calma.

Nuestros labios se acercan lentamente uniéndose en un profundo beso lleno de amor. Mi corazón se llena de alegría ardiendo de amor y empieza a latir como un tambor deseando salir de mi pecho.

Nuestros labios se separan lentamente, mientras respiramos agitadamente observando nuestros alientos en el aire.

Valquiria se coloca encima de mí mostrando una alegre sonrisa lo fijamente. Valquiria se acuesta a mi lado y entrelazando nuestras manos.

La lámpara atrapada agotados la energía. Empezando hacer un nido de amor de besos y caricias.

A la mañana siguiente. Abro los ojos despacio contemplando el techo de la tienda de acampar. Valquiria se encuentra durmiendo plácidamente, enrollando en las sábanas.

Muestro una pequeña sonrisa dándole un tierno beso en la mejilla el por su parte se pone muy alegre y continúa dormida.

Salgo de la tienda de campaña llevando un pantalón corto con el pecho al descubierto. Veo como el sol sale detrás de las montañas iluminando el lugar con su hermoso resplandor. Me siento muy tranquilo al contemplar el hermoso amanecer de un nuevo día. Me gustaría que mi esposa estuviera despierta para que viera esto, pero mejor la dejó dormir.

Miro la tienda de campaña de Poseidón observando que está abierta. Me acerco un poco más contemplando que está vacía y no hay ninguna persona.

¿Dónde se fue? Espero que se encuentre bien y no se encuentre con ningún problema. Es mi hermano Poseidón con eso lo digo todo. Debo quedarme aquí y cuidar a mi pareja. Después cuando ella vamos a ir a buscarlos tenemos que seguir con el viaje.

De pronto escucho un ruido. Miro a mi alrededor con un semblante serio vaciando la mirada por el lugar. Contemplando un bosque tranquilo. De pronto veo qué mi esposa sale de la tienda estirando los brazos para arriba, llevando puesto un piyama con un cepillo de dientes en la boca mirándome con un semblante confundido.

—¿Oye estas bien? —Escucho la voz de Valquiria con un tono preocupado.

—Estoy bien amor—le respondo con un tono serio. —Poseidón y Anfitrite no se encuentran—le informo tranquilamente.

—De seguro deben estar dando una vuelta—menciona Valquiria con un tono alegre sentándose el cepillo de dientes de la boca.

Bueno espero que te encuentre bien y no buscar problemas por ahí.

Valquiria se acerca mí dándome un tierno beso en los labios con mucha dulzura. Rápidamente se separó de mi mostrándome una sonrisa coqueta.

—Muy buenos días, amor—me dice ella con un tono alegre colocando sus brazos encima de mis hombros, mirándome fijamente sus bellos ojos verdes a tan hermoso como la naturaleza, mostrándome una pequeña sonrisa. Coloco mis manos en su cintura mostrando un semblante alegre

—Buenos días mi reina—le digo con un tono alegre. -Hoy es un bonito día la noche estuvo muy hermosa-

—Lo mismo pienso yo, espero que haya dormido muy bien—me dice ella muy contenta mostrando una alegre sonrisa.

—Por supuesto que sí mi reina contigo todas las noches son muy buenas—le digo cariñosamente.

—Muchas gracias, cariño también pienso lo mismo—le digo mostrándole una pequeña sonrisa muy contenta. —Vamos a buscar algo de comer—

—Tengo tanta hambre que te comería besos—le digo gruñendo un poco mostrando una sonrisa.

—aún tenemos que desayunar dejar postre para otro momento, voy a buscarte algo de comer—me dice ella muy contenta.

—Está bien cariño—le comento con un tono tranquilo alejando me dé ella un poco.

Valquiria se da la vuelta dándome la espalda y vuelve a la tienda. Me acerco a la tienda tomando mi camisa negra y me la pongo.

Ella es toda una belleza...

Me doy la vuelta continuando mi camino observando el lugar, apreciando la tranquilidad del bosque. La zona es muy hermosa.

Valquiria se acerca a mí y se obtuvieron vestido de color verde con unas hermosas botas negras.

—¿Por qué nos damos una vuelta? —Me pregunta ella con un tono cariñoso.

—Está bien cariño—le respondo gentilmente, mientras a mi mano hacia ella.

Mi esposa la agarra apretando la con fuerza mostrando una sonrisa alegre. Ambos empezamos a caminar juntos atravesando el bosque.

Después de un rato. Los encontramos caminando por un pequeño camino de semana tranquila de la mañana. Valquiria sobre arriba de un árbol.

—Ten cuidado—le sugiero con un tono tranquilo alzándome de brazos.

—No te preocupes cariño—me responde ella muy contenta mirando el panorama.

—¿Pueden ver a Poseidón? —Le pregunto con un tono tranquilo.

De repente Valquiria da un saldo de nuevo el suelo y empieza a correr hacia otro lado. Muestro un semblante algo sorprendido empezando a correr detrás de ella.

De pronto encontramos a una chica tendida en el suelo. No puede es Artemisa...

—No...—dice Valquiria algo triste mientras se acerca a ella.

Muestro un semblante sorprendido sin poder creerlo que está pasando. Paseo la mirada por el lugar sin encontrar nada.

Continuará...

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