Capítulo 8
Doy un puñetazo hacia la pared, mi puño choca con ella haciendo un pequeño agujero con algunas grietas, algunas pequeñas rocas se desprenden cayendo al piso.
Veo mis nudillos con un poco de sangre, mientras respiro agitad amente sintiendo como el sudor recorre todo mi cuerpo, siento quiere caer, pero mi corazón no.
—Lo voy a intentar una vez más... — Me digo mí misma preparando mi puño.
Aquello es un enorme peñasco de color negro como la oscuridad. 4 veces más grande que yo.
Hades me dijo que concentre mi energía en mi puño. Concéntrate por favor deja que la energía fluya y terminen tu brazo izquierdo.
—Terminó el entrenamiento vámonos a casa—me comenta Hades que se encuentra parado detrás de mí.
—No todavía no, no hasta que derrumbe esta muralla—coloco mi mano en la pequeña grieta. Mi puño se convierte en una mano de bestia hecha de energía de color rojizo con garras hecho de energía.
La quito del agujero, y con la misma vuelvo a darle otro puño, rompiéndola en mil pedazos.
Caigo al suelo de rodillas, respirando muy agitad amenté. Por fin lo he conseguido después de mucho tiempo de estar haciéndolo una y otra vez.
Me echo para atrás cayendo de espaldas al suelo sonriendo muy alegremente, contemplando el cielo nublado con nubes grises.
Si, lo he conseguido me siento súper feliz.
Creo que he controlado la mano de la bestia. Hades me enseñó esta técnica con esto puedo canalizar mi poder en un solo lugar y golpear más fuerte.
— Te felicito bien hecho, lograste romper la roca de las sombras, que es mucho más dura que una roca normal, después de unos cuantos intentos hasta perdí la cuenta—Hades se acerca a mí, colocándose de rodillas, agarrándome entre sus brazos.
—Aún puedo seguir entrenando, sólo déjame aquí, y dime qué debo hacer ahora—le digo mostrándole una pequeña sonrisa.
—No, eres muy cabeza dura—dice Hades con un tono muy serio empieza caminar cargando la entre sus brazos.
—Tanto que debí utilizar ¿la cabeza para romper aquella roca? —Pregunto sarcásticamente, mostrando una pequeña sonrisa.
—Quién sabe de seguro lo hubieras hecho en el primer golpe—Hades me responde con el mismo tono de voz.
—Por fin lo aprendiste, te contagiado con mi sarcasmo—me echo a reír un poco.
—Lo has dicho tantas veces que ya lo aprendí, después de muchos intentos uno lo puede lograr, lo acecho bien, pero hay que descansar—Hades sonríe un poco retomando el camino de vuelta casa.
El tiempo pasa, han pasado algunos meses y no llevo bien la cuenta, no me gusta ver calendarios y ni relojes, pero bueno el entrenamiento con Hades empezó fuerte. Me desespera un poco.
Calentamientos, mucho ejercicio. Me está enseñando manipular mi poder, mejorar mis habilidades, enseñando me otras y también a manejar la espada.
Realmente me ha ayudado muchísimo despejar la mente. Me siento muy feliz cuando estoy entrenando con él.
La verdad, esto me hace recordar cuando hacía ejercicio con mi hermano y mi padre, los dos me enseñaron a pelear, en el internado solía leer libros de karate y continuar con mi entrenamiento cuando podía.
Aunque esto es nuevo para mí el tema de los poderes.
Recuerdo que me dijo que de nada sirve tener mucho poder si no sabes controlarlo, tienes que trabajar duro tienes que ser perseverante, si perdiste piensa porque lo hiciste y la manera de solucionar el problema.
Estoy haciendo lo mejor que puedo para seguir luchando por mi sueño, me estoy exigiendo más de lo que puedo. Tanto que Hades termina llevándome a mi cama cuando termina el entrenamiento.
Subí una montaña 25 veces y sólo llegué a la cima sólo una vez. Me rompí la mano varias veces e incluso los huesos, pero yo voy a seguir adelante...Debo conseguir poder y hacerme más fuerte.
Pero ha valido la pena, he logrado aprender algunas técnicas.
Por las mañanas tomo clases de cocina con María y por las tardes tengo entrenamiento con Hades he vuelto a la escuela... Como los viejos tiempos.
María me compro mucha ropa nueva, ella ha sido muy buena conmigo, ahora mismo llevo una camisa blanca con mangas largas y un pantalón corto negro.
Aún me queda mucho por aprender y entrenar, el mismo no está completo.
Empezado el otoño y con esto los árboles han pintado de un color naranja. Un y cada vez que el viento golpe al lugar una lluvia de hojas acompaña ese suave viendo.
Hoy no hubo entrenamiento ni tampoco cocina. Me pregunto qué están haciendo los demás... Estoy algo aburrida.
Una lástima que no puedo salir a ninguna parte, sin que por lo menos tenga una persona vigilándome.
Tengo prohibido estrictamente alejarme del castillo, Hades sama me dijo que era por mi protección.
Veamos qué está haciendo Hades sama... Son las 3 de la tarde.
Salgo de mi habitación dirigiéndome a la de Hades.
Abro la puerta despacio, encontrándolo a él dormido en un profundo sueño. Sin su camisa durmiendo boca arriba.
En estos últimos días ha hecho mucho calor.
Me acerco sentando me a su lado, contemplando su hermoso pecho bien musculoso.
La verdad, es muy bonito, duerme como un príncipe esperando el beso que lo despierte.
Extiendo mi mano hacia su rostro quitando algunos mechones de su cara, acomodando un poco su cabello.
No lo sé, directamente a los ojos siento una tranquilidad y una felicidad impresionantes, mi alma se llena de gozo.
Le debo la vida, por todo lo que ha hecho por mí me dio un hogar cuando el mío se hizo pedazos.
No es nada malo sólo he venido hablar con él, pero no sé si debería despertarlo.
Mi mirada se pasea por el hermoso cuerpo de aquel Dios, contemplando su hermoso torso con mucho músculo y bien torneado. Extiendo mi dedo hacia su pecho tocando lo un poco.
Escucho como Hades empieza gruñir con algo de molestia. Sorprendiéndome me caigo hacia atrás cayendo al piso.
—¿Qué pasó aquí? —Pregunta Hades algo molesto. Soltando un gran suspiro despertando.
—Nada no pasa nada—digo levantándome, rascando me un poco la cabeza.
—¿Tú qué haces aquí? — Me interroga Hades mirándome seriamente
—Nada, sólo quería hablar contigo—comento algo torpe.
—Mejor deberías estar durmiendo, en nuestra última práctica caíste inconsciente—dice Hades algo aburrido acercándose al Espejo.
—No, estoy algo aburrida recién desperté y me dispuse escribir mi diario, Hades sama ¿porque no hay entrenamiento hoy? –
—Debo reflexionar una cosa y decidida darte un día de descanso, ¿sama? —Hades algo confundido por aquellas palabras que dije.
—No te veo haciendo nada... Sólo dormir como un oso en invierno, sama bueno es algo que se usa en Japón para los maestros digo tu nombre y sama en señal de respeto, o quieres que sea senpai?—le muestro una sonrisa picarona.
—Prefiero el primero nunca había oído hablar sobre eso, creo que una vez escuché hablar de ese país de manos de un guerrero muy poderoso, era un samurái, una larga historia la verdad, era común dios de esa cultura, tuve una batalla contra él—cuenta Hades algo pensativo.
—En serio, eso debió ser muy genial—digo muy asombrada, se me ponen los pelos de punta al escuchar eso.
—Así es fue un guerrero muy fuerte, y una batalla muy interesante—Hades muestro una pequeña sonrisa, cruzándose de brazos y cerrando los ojos por un instante.
—¿Cuándo vamos a seguir entrenando? ¿Cuándo vamos a salir de aquí? No quiero vacaciones—
—Paciencia, que es algo que te falta... Todo su debido tiempo—me contesta Hades sentándose en su cama.
—¿Paciencia?, tenemos que ir a derrotarlos no sabemos qué están haciendo, esa bestia sigue por ahí, y nosotros, así como tontos—le comento algo molesta, frunciendo el ceño.
—Deja de decir tonterías, hay que esperar que llegue el momento justo, no sabemos dónde están, paciencia—
—Mmmmmm, no soy mucho de ser paciente, pensaba que todo este tiempo habías descubierto algo—
—Pues tienes que hacerlo ¡Así que tranquila! Relajarte un poco, seguiremos entrenando en otro momento ahora déjame dormir, vete a descansar debo meditar—Hades frunciendo el ceño de enojo.
—Si claro, oso perezoso, los veremos en un rato Hades sama, buenas tardes—salgo de la habitación cerrando la puerta un poco enojada llenando mis mejillas de aire frunciendo el ceño.
Yo quiero ir a pelear y acabar con esos sujetos de una buena vez y a una personita ser los pedazos por mi padre y por mi hermano.
Me siento confiada en mí misma para luchar contra esos sujetos. Pero no puedo hacer nada hasta que Hades sama diga algo una orden. soy la guerrera de un dios caído. la guerrera de la oscuridad.
Me gusta cómo suena. No he tenido ninguna pelea me falta la experiencia de una de verdad.
Me encuentro en la Biblioteca del castillo.
Llevo entre mis manos una pila de libros, que llegan hasta mi frente, además no me dejan ver.
Son de cocina, pintura, artes marciales y cómo manejar una espada.
Por lo que me dijo María Hades le gusta leer por eso tiene su propia librería. Compartimos el gusto de leer, en lo personal me agrada leer mitología.
—¿Voy bien? —Pregunto mientras veo que la pila de libros está tambaleando.
Tropiezo con algo haciéndome caer al piso, desplomando me junto con ellos.
—Te más cuidado—dice María que se encuentra muy ocupada sentada en una mesa trabajando en unos apuntes.
—Hay te pregunte qué si voy bien—comento un poco molesta limpiando me un poco el polvo.
—Perdón Valquiria, pero estoy algo ocupada descifrando este libro—me responde María algo apresurada.
Veo que está rodeada de muchos libros, de algún que otro manuscrito con muchos apuntes. Revisando minuciosamente con una lupa aquel diario viejo se ve bastante frágil.
—Sí que estás muy ocupada, no como el maestro Hades—
—No me digas volviste otra vez a su habitación, sin permiso hacer tus cositas —María deja de hacer lo que está haciendo para mirarme con una cara de pervertida.
—No, no para nada para nada nunca he hecho eso—muevo las manos muy rápido moviendo la cabeza diciendo que no, y un leve sonrojo se dibuja en mis mejillas.
—La cara tuya me lo dice todo— Me comenta María muy burlona mente.
—Te pasas María, aunque cuando entré a su habitación y hablé con él estaba algo enojado—menciono recogiendo los libros.
—Dale tiempo, de seguro está molesto con algo tiene mucho que pensar, no ha tenido una vida muy buena que digamos de seguro hay algo que le molesta, no te diré más de veras conocerlo por ti misma, pero ¿Qué fue lo que le dijiste? —Pregunta María algo curiosa.
—Sólo le dije que deberíamos hacer algo y no quedarnos aquí de brazos cruzados esas cosas andan por ahí, voy a intentar hablar con el— coloco los libros encima de la mesa.
— No debiste decirle eso sólo intenta protegernos, él tiene sus razones—recrimina María mostrando un semblante algo serio.
—Lo sé, la verdad pensándolo bien me dejé llevar un poco, deseo probar mis nuevos poderes, y estoy muy ansiosa—
—Te entiendo, pero para poder actuar tenemos que hacer algunas cositas, estoy descifrando el manuscrito de tu padre, el averiguo algo sobre ellos y algo de los demás dioses, sólo tienes que tranquilizar te respira profundo en cualquier minuto puede venir una misión, sí salimos sin un rumbo los vamos a perder, tenemos que esperar, y esperar el momento más indicado—
—Tienes razón la verdad, me estoy dejando llevar por mis deseos—apretó mi puño.
—No te dejes llevar por eso, el único deseo que debes dejarte llevar es comer a besos a Hades —María se echa a reír, golpeando la mesa varias veces.
—¡María! hay Dios mío—me río un poco con un leve sonrojo en mis mejillas.
—Sólo fue un chiste que me llegó de repente ¡se tenía que decir y se dijo! —María da un golpe en la mesa, al pronunciar las últimas palabras.
—Tú y tus chistes, mejor sigue trabajando soldado—le digo con un tono de burla señalándola.
—Lo que usted diga ama—me hizo un saludo militar riéndose un poco.
—Veo que estás muy ocupada revisando los manuscritos de ese libro—
—Este es el diario de tu padre, Hades me comentó que lo revisara, tradujera lo que él descubrió era un buen historiador y arqueólogo, su padre descubrió algo sobre los oscuros y dónde están los demás dioses, por lo que puedo ver en el manuscrito estuvo en Egipto, Grecia, Italia, los países nórdicos, algún que otro país más esto en un lenguaje muy extraño que su padre se lo puso para que si lo atrapan no pudieran descifrar lo que es encuentra ahí su padre es muy inteligente—María me cuenta muy alegremente.
—Entonces mi padre descubrió algo muy grande—
—Trabajo con nosotros para poder ayudarnos con el tema de los dioses, esas criaturas misteriosas, trabajamos con él por un tiempo hasta que un día decidió trabajar sólo, mientras nosotros estamos aquí esperando una respuesta, y también investigando nuestra manera, sólo supimos sobre él, cuando llego una carta diciéndonos que murió, pero llegó un poco tarde, tenía algunas indicaciones contando donde está los manuscritos, creo que el responsable fue tu hermano Alexander de enviar la carta, tardamos mucho la mansión de tu padre está en España y nosotros estamos en Alemania, además que el mensaje llegó un poco más tarde—explica María muy seriamente.
—Creo que ya entiendo todo, entonces fue así—
—Mejor vea dormir mañana por la mañana te voy a informar si he descubierto algo a ti y Señor Hades posiblemente tengamos que salir algún lugar del mundo para encontrar lo que descubrió a tu padre—
—María tengo una pregunta ¿Porque no vuelven al inframundo? —Pregunto recogiendo algunos libros.
—Las puertas se encuentran selladas, algunas destruidas y no hay manera de volver—
—Está bien los vemos, gracias por responder—me retiro de la habitación respirando un poco.
Mañana me disculpo con Hades sama, no debí decirle eso.
Veamos qué pasa mañana, estoy muy ansiosa de probar mis poderes de acabar con cierta persona vengar a mi padre y mi hermano.
Continuará...!!!
Muchísimas gracias por leer recuerda votar y comentar un fuerte abrazo y un beso.
¿Tienes una pregunta para Hades?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top