Capítulo 23
/Primera persona Hades/
Poseidón me observa de arriba abajo, bastante sorprendido, mostrando una gran sonrisa. Yo no puedo ni creerlo que por fin lo encontrado, nunca perdí la esperanza de que el siguiera vivo. Me quedó sorprendido abriendo un poco la boca.
—¡Estás vivo hermano! —Dice acercándose a mí dándome un fuerte abrazo con mucha alegría, elevándome para arriba.
—Ahh, si yo me alegro de verte—le digo gruñendo un poco de dolor—. Ahora suéltame-le pido muy seriamente.
—Siempre tan rudo Hades —Poseidón me suelta echándose a reír un poco y retrocede unos pasos hacia atrás.
—Y tú siempre tan alegre—muestro una pequeña sonrisa algo contento sintiéndome un poco mojado.
—¿Hades estás bien? —Me pregunta Valquiria acercándose a mí riéndose un poco.
—¿Quién es esta chica? —Pregunta Poseidón dedicándole una mirada contenta a Valquiria.
—Es mi guerrera—respondo muy seriamente. Ella muestra una pequeña sonrisa moviendo la cabeza en señal que sí.
—Hades no pierde el tiempo—menciona Poseidón entre risas—. Pelirrojas imposible no amarlas.
—Mi nombre es Valquiria mucho gusto—le saluda Valquiria gentilmente.
—Es un gran placer conocerte, mi hermano tiene un buen gusto por las mujeres, eres muy especial—Poseidón sonríe estrechando la mano de Valquiria—. Y además se nota que eres muy fuerte.
—Gracias—responde Valquiria mostrando una pequeña sonrisa apretando su mano un poco.
—¿Qué haces aquí Poseidón? —Le pregunto muy seriamente algo curioso mirándolo seriamente.
—Lo mismo te iba a preguntar, pirata—Poseidón menciona retirándose se camisa, revelando su pecho al desnudo, tiene mucho músculo y algunos tatuajes en su cuerpo, como barcos, caballos, olas del mar y en el hombro derecho una Gorgona, unas runas antiguas en la muñeca y tiene algunas cicatrices muy pequeñas.
—Es una larga historia, los dirigimos a Venecia—le respondo contemplando sus tatuajes.
—Justo voy para ya tengo un restaurante, puedo llevarlos si quieren, vamos quiero pasar tiempo contigo, pero antes iremos a mi casa deseo hablar contigo, Se nota que estás cansado— dice Poseidón mostrando una gran sonrisa con muchísimo orgullo.
—Está bien iremos contigo—Le digo dándome de brazos
—Los vamos a divertir muchísimo, vamos he dejado la camioneta por aquí—menciona Poseidón mientras se aleja de nosotros.
—Vamos Valquiria—le digo siguiendo a Poseidón con la vista al frente.
—Está bien—de repente ella agarra mi mano caminando justo a mi lado agarrando mi mano con mucho cariño y continuamos siguiendo a Poseidón.
Llegamos a su vehículo una gran camioneta de color azul oscura, entramos tomando asiento, Valquiria en la parte de atrás mientras yo en la parte de adelante junto a Poseidón.
Después de un rato llegamos a la casa de Poseidón. Una mansión encima de una montaña con una hermosa vista al mar, cubierta de muchos árboles, que se nota que de lejos no se puede ver muy bien. Entramos llegando una sala bastante grande de color blanco, decorada con muchos cuadros de piratas y con algunos mini barcos en miniatura atrapados en botellas, también hay algunos cofres repartidos por todo el lugar.
—Y bien, ¿Qué te parece? –me pregunta Poseidón lanzándose de espaldas hacia el sofá.
—Está muy lindo—le digo muy seriamente observando el lugar muy impresionada.
—Aquí me siento como un espíritu libre, sin responsabilidades de ser un rey sólo libre como un pájaro, tengo un negocio pequeño, pero bueno, en la gran guerra fui congelado. Perdí a toda mi flota, esos hombres habían dado su vida por Atlantis y yo les fallé—Poseidón con un tono triste y un poco enojado bajando la cabeza un poco.
—Lo lamento hermano, eso suele pasar perdimos a muchos soldados tanto en la gran guerra, como la guerra de los titanes—
—Sí, aunque no lo creas, Atlantis se hundió en el fondo del mar, matando a muchos se dice que Zeus fue el responsable del ocurrido, ocurrió en la guerra de los dioses—comenta Poseidón con un tono molesto.
—Quien iba a decir, que derrotamos a un tirano para colocar a otro—comento dándome la vuelta contemplando hacia la ventana soltando un suspiro de molestia—. Igual ahora mismo tenemos un problema más grande.
—¿Cómo qué? —Pregunta Poseidón algo confundido.
—Unos seres malignos que provienen del inframundo, hace muchísimo tiempo, yo fui su líder, ahora son libres no sé qué están planeando, pero requiero tu ayuda eres uno de los únicos dioses que yo confío—
—Cuentas conmigo, aunque disfruto la tranquilidad vendría bien un poco de acción—
—Perfecto hermano, gracias así por cierto ¿Dónde está el tridente de los mares? —Me doy la vuelta mirándolo fijamente a los ojos.
—Ah... Lo perdí—menciona Poseidón algo nervioso mirando hacia otro lado algo nervioso.
—¡¿Cómo que lo perdiste?! —Exclamo bastante molesto dedicándole una fría mirada.
—No sé dónde está... La última vez que lo vi lo tenía en mis manos, y a todo esto ¿dónde está tu yermo de invisibilidad? —Poseidón se puso de pie colocándose al frente de mí mostrando una pequeña sonrisa.
—También lo perdí—respondo mirando hacia otro lado algo molesto conmigo mismo.
—Hefesto cuando se dé cuenta de lo que hicimos los va a patear el trasero—Poseidón se echa a reír un cayendo encima el sofá.
Me río un poco al ver cómo Poseidón se está muriendo de la risa golpeando varias veces el asiento.
—No lo encuentro por ninguna parte a Hefesto —le informo algo pensativo.
—Lo vamos a encontrar, no puede ser tan complicado, será cómo encontrar un tablón de oro en muchos de plata—comenta Poseidón riéndose un poco—. Bueno te llevaré a tu habitación.
—Espera, voy a buscar a Valquiria—le menciono dándome la vuelta caminando hacia el vehículo llego contemplando que aún sigue dormida, abro la puerta tomando la entre mis brazos. Poseidón me hace una señal para que lo siga, me lleva a la habitación y coloco a Valquiria en la cama arropando la con las sábanas. Salimos de la habitación volviendo a la sala.
—Esa chica, ha despertado algo en ti, se nota que son más que alumno y maestro—menciona Poseidón con un tono picarón mirándome.
—La verdad es que si—digo seriamente tomando asiento en una silla. Sin querer hablar mucho del tema.
—Aunque he encontrado una mujer que me encanta, recuerdo el día que la conocí fue increíble, nunca pensé que volviese a enamorarte—menciona Poseidón con un tono melancólico.
—Me alegro mucho por ti, de que hay que has logrado el amor sólo espero que cuides esta mujer más que a las otras y no seas mujeriego—le menciono muy seriamente.
—Ya he cambiado hermano y ya no soy el mismo de antes, el hombre infiel con muchas sirenas, cambiemos de tema ¿Qué sabe sobre esas cosas? Esos seres de la oscuridad—pregunta Poseidón muy curiosamente.
—Fui su jefe una vez, así que tengo conocimiento sobre ellos, lo único que no sé dónde están escondidos sé que intentaron matar Atenea y están deseosos de acabar con nosotros—Le digo cruzando me de brazos algo pensativo.
—Interesante, así que fuiste a Grecia y ¿Que estás buscando aquí y dime? —Pregunta Poseidón con algo de curiosidad.
—Te explico, estoy buscando un templo donde se encuentra un libro, yo y mis guerreros, estamos buscando algo y resolviendo un manuscrito que dejó uno de mis guerreros, eso tiene conocimiento del tema de los dioses y sobre algo importante que no lo sé bien que sea—
—Eso es genial, al igual que tu he estado viajando, buscando mi tridente, investigando el mundo rebuscando respuestas— Poseidón algo nostálgico soltando un suspiro, acariciando sus manos—¿Crees que puedas encontrar mi tridente? —Pregunta Poseidón esperando una buena respuesta.
—Eso lo veremos. Tenemos que utilizar ese poder para derrotarlos a ellos—
—¡Eso es estupendo hermano! ¡Iremos de aventuras hermano!, como en los viejos tiempos —Poseidón bastante alegre dando pequeños aplausos.
—Sólo tengamos cuidado, estos tipos no son nada fácil—Le digo cerrando los ojos de manera muy fría.
—Perfecto, mejor vamos a celebrar quiero pasar una buena noche contigo, con mucha comida y refrescos, ¡sí!—Poseidón se pone de pie muy emocionado.
—Lo siento, pero quiero dormir un poco, mañana haremos algo de fiesta, de seguro cuando encontremos el libro, también tengo algo de prisa—le digo seriamente
—Perfecto, mi sirenita los puede ayudar con el tema ella conoce Venecia como la Palma de su mano, mejor vea descansar con tu pareja yo debo tomar un baño—Poseidón se pone de pie y se larga del lugar.
Llego a mi habitación, acercándome a la cama costándome junto a Valquiria, mirando hacia la pared. Tuvimos un día muy agotador sólo queremos dormir un poco.
Sabía que Poseidón estaba vivo nunca pensé que estaría muerto, por esa razón nunca perdí la esperanza devolverlo a ver, se perdieron muchos dioses en aquella guerra.
Me doy la vuelta mirando a Valquiria, que está dormida en un profundo sueño. Cierro los ojos despacio contemplando su hermoso rostro.
Al día siguiente una pequeña mañana, los encontramos en Venecia. El lugar está medio inundado con muchísimos barcos alrededor y bellísimas casas que decoran esta bella ciudad. Después de un rato llegamos al restaurante bandera negra. Suena un nombre que pondría Poseidón debido a que él es medio pirata.
Llevo puesto una camisa larga con un pantalón largo de color gris y unos zapatos blancos. Mientras Poseidón lleva puesto una camisa hawaiana decorada con muchas sirenitas y un pantalón corto. En cambio, Valquiria lleva una blusa con unos pantalones cortos y sus medias largas.
Entramos encontrando un hermoso restaurante, se puede ver a las personas disfrutando su comida mientras las trabajadoras reciben las órdenes. Poseidón se acerca a una chica.
—Muy buenos días, Señor—le dice una trabajadora acercándose a Poseidón dedicándole una pequeña sonrisa.
—Muy buenos días, Sara, estoy buscando mi sirenita ¿Está aquí? Me gustaría hablar con ella—Pregunta Poseidón.
—Por supuesto que sí mi jefe, la voy a llamar—Menciona Sara tomando el teléfono—tu pirata desembarcado.
Valquiria se ríe entendiendo el chiste, mientras muestro una pequeña sonrisa riendo me un poco.
—La capitana bien enseguida— informé Sara soltando el teléfono.
—Entonces por fin aparece—escucho una voz dulce y amable, miro hacia delante contemplando a una chica que se está acercando hacia nosotros mostrando una pequeña sonrisa, su cabello es de color azul que le llega hasta la cintura, me mira fijamente con sus ojos de color miel.
—¡Mi sirenita! —Menciona Poseidón muy contento acercándose a ella muy rápido, los dos chocan sus labios uniéndose en un profundo beso con mucho amor y cariño, se separan dedicándose unas miradas dulces y cariñosas.
—¿Me echas te mucho de menos? Mi querido León de mar—pregunta la chica con un tono dulce acariciando los cabellos de Poseidón.
—Por supuesto que sí mi tesoro, en mis viajes suelo pensar en ti—menciona Poseidón con un tono romántico.
—Son muy bonitos juntos—comenta Valquiria agarrando mi mano sin dejar de ver los a ellos.
Mi hermano es muy pirata, pero al parecer aprendió a ser más romántico, ha cambiado algo en él. Me siento feliz de que tenga por lo menos a una persona y que deje de estar buscando chicas por ahí.
—Sirenita, quiero que me hagas un favor que me digas dónde está ese templo—Poseidón le muestra un pedazo de papel a la chica. Lo recibe revisándolo minuciosamente.
—Ese lugar es un templo, se encuentra a unos cuantos kilómetros de aquí, es un templo dedicado antiguamente a los dioses romanos, ahora es un lugar vacío, ¿Pero te vas a volver a ir? —pregunta algo molesta frunciendo el ceño con un tono triste.
—Sólo por un ratito más, quiero acompañar a mi hermano para buscar algo—responde Poseidón con algo de pesadez mirándola fijamente a los ojos algo triste.
—Bueno está bien—mueve la cabeza en señal que sí un poco triste.
—No te preocupes este pirata volverá por ti—Poseidón le dedica una pequeña sonrisa.
—Oye, hermano de Poseidón, cuida por favor a este tigre de mar travieso—me pide la chica
mirándome fijamente riéndose un poco.
—Por supuesto que sí—le digo moviendo la cabeza un poco. Mientras Valquiria se ríe un poco mostrando el puño.
Después de un rato llegamos al templo caminamos por los pasillos, sosteniendo una lámpara que ilumina nuestro camino. El lugar se encuentra muy oscuro, algo olvidado lleno de polvo con algunas grietas en el suelo.
—No tienes que hacer esto, mejor vuelve con ella nosotros los encargamos de esto—le comento a Poseidón con un tono calmado.
—No por supuesto que no, quiero ayudarte además estoy un poco pensante no sé si seré un buen hombre para ella, mi sirenita se merece lo mejor de los 7 mares, fui un pésimo rey de Atlantis y por mi culpa murieron muchos—me responde Poseidón con un tono algo molesto.
—Lo harás ella confía en ti, que es lo más importante yo también he perdido muchas cosas, y simplemente me he dado cuenta de que no me sirve llorar, tengo que seguir protegiéndolas—le digo fríamente.
—Tienes muchísima razón hermano, deseo vivir una vida tranquila junto a ella, pero la aventura me llama rolando que vaya, ella es una Sirena son criaturas muy hermosas más —Poseidón me dedica una gran sonrisa.
—Me alegro por ti, sólo has la feliz, cuidarla y protegerla—Muestro una pequeña sonrisa.
—Ella me hace sentir muy bien, sus ojos de miel son tan dulces y tan brillante como el oro mismo, a veces me pierdo en su mirada—Poseidón se rasca la barba un poco con un leve sonrojo en su rostro.
—Poseidón sólo confía en ti lo harás bien, creen la palabra de Hades—dice Valquiria mostrando una gran sonrisa.
—Muchísimas gracias Valquiria—Poseidón sonríe muy alegremente levantando el pulgar hacia Valquiria.
Me alegro por él, los ojos de Valquiria me hacen sentir vivo son tan bellos como la naturaleza.
De repente llegamos a una puerta grande abrimos a la misma, y entramos encontrando una sala hundida en la oscuridad. Doy algunos pasos hacia delante encontrando en el suelo algunos libros.
—Tendremos mucho que leer—dice Valquiria con un tono de burla mirando al suelo. De repente su voz suena como un eco que retumbó por toda la habitación
—Al parecer sí— le digo recogiendo uno de los libros.
—Uno de estos libros tiene que ser el que andamos buscando—Comenta Poseidón acercándose a mí.
De pronto escucho como las puertas se cierran de golpe. Me volteo rápidamente contemplando a unas criaturas de oscuridad protegía la puerta y veo que Valquiria no está solo Poseidón con un semblante sorprendido. Mi corazón se acelera un poco y siento una enorme rabia que recorre todo mi cuerpo. ¡¿A dónde se fue Valquiria? ¡
Invocando unas espadas de energía, lanzo mi ataque acabando con ellos al instante. Mientras un aura de color negra en vuelve mi cuerpo y mis ojos brillan con intensidad.
Más criaturas de oscuridad aparecen rodeándonos, cubriendo las puertas con sus cuerpos, soltando unos chillidos aterradores mirándonos fijamente con sus ojos rojizos, deseosos de sangre mostrando sus colmillos.
Hemos caído en una trampa de estos seres infernales, lo que me faltaba debo mantener la calma, voy a acabar con ellos y después voy a salvarte mi amor. Poseidón choca su espalda contra la mía colocándose en posesión de pelea.
—Por fin Hades te estaba esperando—resuena una voz misteriosa por toda la habitación. Que me resulta muy conocida. Por fin uno de ustedes da la cara.
Continuará...!!!
Muchísimas gracias por leer recuerda votar y comentar :3 muchos besos y abrazos.💕💕💕💖
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top