capítulo 12
/Primera persona Hades/
Hemos terminado de entrenar por el día de hoy, me ha parecido muy entretenido hacerlo en aquellos bosques y seguir leyendo los pergaminos, para enseñarle a Valquiria algunas técnicas. Ya aprendió a mejorar algunas de ellas, veamos como lo hace en el torneo estoy algo preocupado por ella esta es su primera vez luchando contra los soldados de un dios.
Confío en que ella lo hará de maravilla, sólo requiere entrenamientos y prácticas para mejorar.
Siento las pequeñas olas del mar que golpea mis pies descalzos y la arena se escabulle entre mis dedos.
Una brisa suave golpea aquel lugar haciendo agitar mi cabello. Se siente como una suave caricia que recorre mi cuerpo.
Estamos en una playa desierta, debajo de una pequeña sombrilla, para que el sol no estorbe.
Miro hacia el mar, el mismo me trae algunos recuerdos, hace años que no visitaba una playa la última, vez que lo hice fue hace mucho tiempo...
Recuerdo la primera vez que llegue un lugar así, estaba en un barco con Poseidón y Zeus, fueron los momentos de la guerra de los titanes. Cuando nosotros los unían deseo de libertad.
Quisiera explorar más, conocer más explorar este bello mundo.
—Hades, ¿ocurre algo? —Escucho una voz qué me hace una pregunta sacándome de mis pensamientos.
—¿Qué ocurre? —Pregunto mirando a Valquiria rascándome un poco la cabeza, mostrando un semblante muy serio dejando de mirar el mar para mirar la ella.
—Te notó algo perdido—Valquiria repite algo curiosa arqueando una ceja.
—Nada, sólo es que me perdí mirando el hermoso mar—
—Te entiendo, te dije que sería una buena idea hacer una caminata en la playa, me encanta y disfrutar el hermoso mar—Responde Valquiria con un tono de nostalgia.
—¿Solía es venir mucho a la playa? —
—Sólo vine una vez, con mi padre y mis hermanos no llegue a terminar mi castillo de arena, cuando me dijeron que ya teníamos que irnos, siempre quise volver a un lugar así, disfrutar todo el día del mar y la playa—Me cuenta Valquiria con un tono triste.
Una vez vine con Zeus y Poseidón, a una de las playas de Grecia la primera vez que vi una playa y el mar fueron tan geniales. Esta es la belleza de este bello mundo que tanto amo mi madre, ahora le entendí perfectamente.
Coloco mi mano al frente de Valquiria, ella se detiene mirándome un poco extrañada arqueando una ceja, muy confundida por mi acción.
—Los quedaremos aquí, quiero ver las estrellas y el hermoso atardecer—Le digo mostrándole un semblante serio.
—¿En serio?, está bien los vamos a divertir muchísimo entre los dos—Valquiria con un tono alegre sonriendo levemente se quita la mochila—Tengo un poco de comida aquí.
—Entonces solamente busquemos ramas para encender una fogata—le digo empezando a caminar dirigiéndome al bosque.
El tiempo pasa y juntamos un montón de ramas en una pequeña pila. También colocamos una toalla sobre la arena de la playa y los acostamos encima de ella, para poder contemplar mucho mejor las maravillas del cielo.
Vimos el hermoso atardecer, el mismo sol desapareciendo entre el horizonte. Diciendo adiós a un día y así empieza la noche con el sonido de los animales del bosque.
Encendemos la fogata mientras los dos nos acostamos juntos contemplando las estrellas de la noche.
Como lámparas en el cielo brillando con su resplandor blanco, se pueden ver algunas de ellas surcando los cielos.
Jugando a buscar las constelaciones. Consigo encontrar 5 en cambio Valquiria logra encontrar 7 de ellas.
—Son muy hermosas—Le digo con asombro.
—Las estrellas brillan más en la oscuridad, conforme se ha más fuerte, ellas serán más brillantes—
—Recuerdo que en el lugar donde estaba, era un lugar oscuro y lúgubre, lleno de criaturas de oscuridad, el inframundo no es un lugar fácil, muchas almas en pena —Le cuento con un tono algo melancólico.
—De seguro fue muy triste estar ahí, eres la estrella que brillaba más en ese lugar—Se expresa Valquiria sonriendo levemente mientras siento sus dedos acariciar un poco mi mano.
—Tú lo crees, gracias, pero tú eres una estrella fugaz—Le digo sonriendo un poco.
—De verdad muchísimas gracias, Hades, bueno porque no comemos un poco, tengo mucha hambre—Valquiria se coloca de rodillas agarrando su mochila rebuscando alguna cosa.
Tomo asiento mirándola fijamente, Valquiria es una chica muy hermosa... Recuerdo la primera vez que la vi... Tuve una sensación muy extraña, mejor no pienso en eso es algo que me tiene confundido.
—¡Mira! —Exclama Valquiria mostrando entre sus manos una caja con dibujos de flores. De pronto la abre revelando un pastel de chocolate algo pequeño.
—Es algo muy bonito—digo sin mostrarme nada sorprendido.
—Además tiene jarabe de chocolate. —Valquiria con un cuchillo corta en dos el pastel—una parte para mí y una parte para ti.
Valquiria rápidamente tomo su porción dándole una gran mordida, mostrando una cara de mucha alegría como si estuviera comiendo lo más rico que ha probado en su vida.
Le doy una pequeña mordida. Sintiendo unos leves cosquilleos en mi estómago, lo devoro por completo poco a poco.
—Es muy rico la verdad...—Le comento sabor y ando mis dedos.
Valquiria me mira mostrándome una pequeña sonrisa terminando de comer su parte.
—Ha sido una noche muy bonita junto a ti—Me dice Valquiria limpiándose las manos con una servilleta.
Veo su boca que tiene un poco de jarabe de chocolate y pedacitos de pastel.
Agarro un pañuelo acercándome a Valquiria limpiando sus labios poco a poco, mientras veo un leve sonrojo en ella, mientras muestra una cara de confundida.
—¿Qué pasa? —Le pregunto mirándola fijamente a los ojos confundido por su mirada.
—Hades, eres todo un caballero—Valquiria se ríe burlona mente—yo puedo hacerlo yo solita, pero gracias de verdad.
—Igual debo hacerlo, cuidar a mi guerrera—
Valquiria muestra una pequeña sonrisa acercándose rápidamente a mí, dándome un beso en la mejilla.
Me sonrojo un poco al sentir sus labios calientes chocar con mi piel fría de una manera suave y dulce.
—Para ser muy rudo tu sonrojo es muy bonito muchas gracias por todo—me dice Valquiria, me mira fijamente a los ojos, mostrándome una pequeña sonrisa y nuestras miradas entrelazan.
Nos quedamos como estatuas contemplando nuestras miradas, ignorando todo alrededor.
Aquellos ojos verdes son hermosos y deslumbrantes llenos de vida y de emoción.
Mi corazón late un poco más fuerte, es como una flama en mi pecho que no sentía hace mucho tiempo. Cada vez que veo a ella a los ojos ocurre eso.
La vida es más hermosa a través del reflejo de sus ojos, su mirada tierna, cálida y dulce llena de amor me hace sonreír, siento una tranquilidad impresionante al contemplarla.
Cuando se pone seria es fría cómo el hielo y fuerte como el acero con una gran valentía de una loba feroz.
Valquiria es bellísima con una figura voluptuosa, aunque es más bella es por dentro...
Puedo ver su alma a través de sus ojos, y es una de las almas más bellas que he visto en mi vida.
De pronto se escuchan unos relámpagos, que interrumpen el momento.
—Bueno vámonos tenemos que despertar muy temprano—Le digo poniéndome de pie. Miro al cielo observando una nube que cubren el cielo.
—Está bien cuando termine el torneo haremos una pequeña fiesta con los chicos, con María y con los gemelos, tú y yo podemos ir a ver una peli—Me comenta Valquiria colocándose de pie limpiando mi rostro poco a poco de los restos de chocolate.
—Suena interesante, me ha gustado la noche lo pensaré—Coloco mi mano en su cabeza acariciándola un poco.
Al siguiente día los encontramos en el puerto esperando el barco ateniense. No hay ninguna persona alrededor es muy temprano apenas el sol está saliendo y sólo se escucha el sonido de las gaviotas y las olas.
Valquiria y yo estamos parados contemplando el hermoso mar, sintiendo una suave que acarician nuestros rostros.
—¿Estás lista? —Le pregunto cruzando me de brazos sin quitar mi vista del mar.
—Sabes que siempre lo estaré ¿y tú? —Me devuelve la pregunta con un tono muy serio.
—Estoy listo, es hora de acabar con esto—
—Cuentas con mi apoyo—
—Lo sé, igual cuentas con mi apoyo, pero por ahora sólo ten cuidado es tu primera batalla en contra de los guerreros de un dios—le recomiendo con un tono algo preocupado.
—No te preocupes por mí, he venido a luchar—me responde Valquiria.
No tengo miedo, he luchado contra peores cosas que una niña diosa.
Ella de repente agarra mi mano, trasmitiendo me fuerza y mucha confianza.
—Hades, muy buenos días, mi Señor—escucho la voz de Hypnos.
—Bienvenidos a Grecia—Me doy la vuelta mirando a los dos gemelos fijamente dando un paso al frente.
—¿Han venido para ayudarnos? —Pregunta Valquiria con un tono confundida.
—No, hemos venido a ver cómo te rompe los huesos— responde Thanatos algo molesto mirando fijamente a Valquiria.
—Sí claro—menciona Valquiria con un tono sarcástico mirando hacia otro lado. —Entonces ¿que han venido? —
—Yo los he convocado, por si ocurre algo—comento cerrando los ojos.
—¿Pero sólo van a observar? Hades requiere su ayuda si el pierde será su esclavo, no podemos permitir algo así—Valquiria protesta algo molesta pisando fuerte el suelo mirándolos.
—No podemos entrar dicho torneo, esto es entre los guerreros y el dios, si entramos quién sabe si ella puede buscar más dioses—menciona Hypnos con la cabeza agachada.
—Lo que menos quiero es que se alargue esto, Valquiria con menos fechas en el tablero, más rápido se va a acabar la partida—digo mirando fijamente a los gemelos bastante serio.
Mientras tanto María que se quede protegiendo los pergaminos en el hotel ella sabe cuidarse sola.
De pronto veo un barco el mismo que apareció en la isla.
Ha llegado la hora de la batalla.
Continuará...!!!
Muchas gracias por leer recuerda votar y comentar :3 Un gran beso y un gran abrazo
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