El gran día había llegado, todos en la mansión Solo estaban ocupados , moviéndose de un lado a otro, subiendo y bajando largas escaleras con manteles, platos, flores y otras cosas, todo para dejar el gran salón en las mejores condiciones posibles, incluso un pequeño grupo se encargaba de decorar aquel lugar donde Julián estaría con el heredero de la familia Kido.

Por su lado Shun se encontraba siendo apresurado por Tatsumi quien no paraba de gritarle que se les haría tarde, aun cuando faltaban dos horas para el evento, el traje que usaría fue conseguido en ultimo momento por el mayordomo, pues Shun únicamente contaba con su traje informal de siempre, el color fue una sorpresa pues era rojo oscuro, ya que era tarde y muchos lugares  estaban cerrando.

Disculpándose un poco por la demora Shun entro al auto, iban 30 minutos tarde, no era típico de el pero no pudo evitarlo, su grito alerto a Tatsumi, quien lo encontró arrodillado a lado del espejo del pasillo, le había sugerido no ir sin embargo el evento era una gran oportunidad de hacer crecer mas la empresa por lo que el joven Kido se negó a faltar.

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La mansión resplandecía, la iluminación y decoraciones realmente estaban muy bien cuidadas, pues una embellecían a las otras se mirase por donde se fuese, Julián ya se encontraba al centro del salón conversando con un par de viejos inversionistas, cada cierto tiempo miraba el reloj, ansioso por la llegada de Shun, cuando este llego, resaltando ciertamente por su traje, las miradas se posaron sobre el, ninguno de los ahí presentes excepto el anfitrión lo conocían, no sabían si se trataba de un socio comercial, un inversionista, una empresa emergente o un negocio extranjero.

Julian cesó su charla con aquellos hombres y fue directo a recibir a su tan esperado invitado, ahora su prioridad era Shun, primero le ofreció algo de beber como es cortesía, después lo presentó con el resto de invitados esperando que con eso estuviera más tranquilo en aquel ambiente.

Ambos salieron disimuladamente hasta el balcón y una vez ahí la cortina bajo cubriendo la entrada de las miradas curiosas que pudieran surgir.

La plática era amena, ahora mucho más llena de ánimo y confianza que la primera vez, tal vez la bebida les ayudo un poco a ambos.

~Je, je, je, no pensé que hablaras en serio cuando dijiste que seriamos los únicos jóvenes aquí.

♠Lo sé, las primeras veces me sentí terriblemente fuera de lugar, espero lograr que tu lo pases mejor - Su voz, su sonrisa y su mirada había cambiado totalmente a una más tranquila.

Shun no pudo evitar avergonzarse un poco, pues sabia que había mirado demasiado fijamente esos ojos azules, giro la mirada disimuladamente delatando su nerviosismo con el gran trago que dio a su copa, el líquido era dulce, por lo que no le importo continuar bebiendo más, sin embargo poco se había detenido a considerar el efecto de tanto alcohol en su sistema.

En un par de ocasiones Julian le sugirió cambiar la copa por un vaso de agua, sin embargo hasta ese momento no había experimentado ni un mareo por lo que rechazó la oferta amablemente, se mantuvo tranquilo, risueño como hasta el momento, pero su cara sonrosada era la prueba mas evidente  de que la champagne estaba ganando terreno sobre su cuerpo.

Continuaron conversando animadamente, sin embargo el de los cabellos celestes no había encontrado aún, forma de tocar el tema que tan ansioso lo tenía, no fue hasta que vio bostezar al joven Kido que se dio cuenta que tal vez sus planes debían postergarse un poco más, así que decidió llevarlo para que se le bajaran un poco las burbujas.

♠¿Te sientes cansado? - Preguntó con voz suave, Shun lo miró un poco apenado ~Lo siento, no quise ser grosero, es solo que... (Bostezo de gato) me sentí un poco cansado de repente

Para julian aquella escena era algo sumamente lindo, no quería alejarse tan pronto del joven, además de saber que su cansancio se debía únicamente al exceso de bebida.

♠Ven conmigo, te ayudare a sentirte mejor.

Tomo a Shun cuidadosamente de los hombros, pues quería pasar desapercibido entre el resto de la gente dentro del salón, salieron del balcón, cruzando rápidamente entre la gente y una vez fuera de las miradas de las personas continuaron escaleras arriba, Julián lo había llevado hasta una de las habitaciones de la mansión, ahí cerró la puerta para evitar que los sirvientes entraran, dejo a Shun sentado al borde de la cama, este continuaba con la cara rojiza y una mirada que demostraba cansancio, la cual enterneció al joven de ojos azules.

♠Será mejor si te recuestas, asi evitaras los mareos- Soltó una risita al ver como su compañero había hecho todo al momento con movimientos visiblemente pesados.

Dejo al chico sobre la cama y caminó hasta el lavamanos del baño, mojo un poco las palmas de sus manos y las llevó hasta su rostro, aquello le ayudó a poner en orden sus ideas, pues el champagne tentaba causarle estragos a él también, arregló su cabello y salió aflojando un poco su corbata.

♠Iré a traerte un poco de agua, eso ayudara con tu rostro...

~¿¡Que tiene mi rostro!?- Preguntó Shun con preocupación mezclado un poco con los ligeros desvaríos que comenzaban a hacerse presentes, aquello causó una risita en Julián quien hablo sin pensar.

♠No, no tiene nada, es perfecto...- Se llevó la mano  a la boca como si eso fuera a regresar las palabras que salieron de ella, el rostro de Shun enrojeció mas pero antes de que siquiera mencionara algo, Julián ya había salido de la habitación, se detuvo unos segundos tras la puerta intentando tranquilizarse y recobrando un poco su compostura bajo hasta la cocina por una jarra con agua y un par de vasos de cristal, regresó después de un rato pues algunos socios querían conversar con él, por fortuna Sorrento le ayudó encargándose de esos asuntos y de Tatsumi, al regresar Shun se encontraba viendo a través del gran ventanal de la habitación, la luz lejana del faro iluminaba levemente la habitación haciendo lucir a Shun encantador y aún más atractivo si pudiese serlo.

Entró con sigilo esperando no perturbar aquella paz que el joven peliverde emanaba, sirvió ambos vasos de cristal con agua clara y se acercó a un costado del chico intentando ver lo mismo que el, ofreciéndole el líquido como para hacerle saber que ya había regresado.

~Es hermoso

♠¿La vista?

~Todo, el paisaje nocturno, el faro iluminando todo a su paso, la luna ahí en lo alto, en conjunto todo es hermoso ¿No lo crees?- Preguntó mirándole de reojo por un instante, para después acercar el vaso hasta sus labios apenas humedeciéndose tomando un trago.

♠Yo tengo esta misma vista cada noche y aunque siempre me ha parecido bella, solo hoy me ha dejado embelesado.

Shun no entendía a qué se refería, lo medito por unos instantes a la vez que daba pequeños tragos, volvió a mirar de frente a Julián, quien perdió el aliento casi al instante, no era para menos, la luz de afuera había jugado con su vista, por un momento le pareció que aquel frente a el no era Shun, cuando la luz del faro volvió a iluminarlos todo regreso a la normalidad, de nuevo el joven frente mostraba esa calidez y amabilidad en cada uno de sus rasgos y gestos, Julian sacudió un poco su cabeza intentando apartar todo rastro de aquella visión pasajera al mismo tiempo Shun volvió a dirigir su atención al paisaje detrás del ventanal, sin dejar de ver por el reflejo a su anfitrión.

Tomó un trago mirando atentamente a Shun, se imaginó a sí mismo sujetando delicadamente el rostro del chico con ambas manos, mirándole a los ojos diciéndole todo aquello que su corazón sentía decirle que ♠Lo único que puede hacer que ése paisaje sea perfecto eres tu...

El joven Kido giró de nuevo hacia su anfitrión ~¿De verdad lo crees?- Julian no pensó que realmente aquello había escapado de sus pensamientos a sus labios, no sabia si debía negar sus palabras o continuar y revelarlo todo, el champagne y los nervios lo hicieron quedarse estático.

Shun termino con el liquido en su vaso de un solo trago, camino despacio hacia el joven de cabellos celestes mirándole a los ojos con una sonrisa encantadora e inusual, cuando estuvieron frente a frente y sus respiraciones casi podían confundirse, el joven kido rodeo con un brazo la cintura del otro, acercándolo, pasando el otro brazo detrás del cuello del muchacho,  ambos se miraban sin emitir ni una palabra, la luz del faro abandono nuevamente la habitación.

Julian comenzó a temblar bajo el suelto abrazo de Shun, no podía dejar de verlo, como su sonrisa se mantenía suave mientras se acercaba a su oído, sintió como la fuerza sobre su cintura aumentaba sin lastimarlo, podía sentir los suaves y carnosos labios posarse junto a su oído, causándole un estremecimiento mayor al sentir su aliento cálido sobre la piel.

Las palabras que murmuro bastaron para que el corazón de julian se acelerara y sus ojos le mirasen abiertos de par en par, pues no podía creer lo que había escuchado, por su lado, Shun sonreía con picardía, algo que sin duda estremeció al joven.