Natsu se pudo levantar algo nervioso, ayudo a la maga a ponerse en pie y ninguno dijo nada durante unos instantes, no sabían tampoco que decir, la situación era muy incomoda para ambos.

   — Bueno...creo que sera mejor que me vaya, espero haberte ayudado — dijo el mago rascando su nuca y yendo a la puerta.

— Juvia...Juvia agradece a Natsu-san todo lo que ha hecho por Juvia en tan poco tiempo — comento ella cabizbaja.

— No es nada, somos una familia, nos vemos — antes de irse le pudo dar una pequeña palmada para animarla.

Transcurrieron los días, Juvia se dedico a hacer misiones con Gajeel, Levy y Lily, por su parte Gray hizo algunas con Ultear mientras que Natsu, Lucy, Happy, Wendy, Erza y Charles realizaron algunas bastante peligrosas. Todo parecía volver a ser como antes, la tranquilidad que se respiraba en el ambiente era buena ya que tras la noticia de Gray muchos estuvieron preocupados por lo que pudiera ocurrir con Juvia y su estado emocional.

   — Natsu voy a pescar un rato — dijo Happy con la caña, sombrero y cesta de cebos lista.

— Muy bien, yo me quedare haciendo el vago — contesto este tumbado en el sofá.

Happy salio y Natsu bostezaba, se estiraba o relajaba pensando en que hacer para quitarse el aburrimiento ya que las chicas habían ido a una obra en la que Erza era la protagonista. De pronto sonó la puerta.

— Ya voy — dijo mientras iba a la puerta y la abría.

— Hola Natsu-san — dijo la voz.

— Juvia, tu por aquí — este se mostró sorprendido.

El mago le invito a pasar, ella llevaba un sombrero, un vestido y una cesta.

— ¿A que debo la visita? — pregunto el joven.

— Juvia ha pensado que debía agradecer a Natsu-san por ayudarla, así que Juvia ha preparado unas galletas y una comida para picnic...si desea ir con Juvia claro — Natsu al escuchar que llevaba comida no pudo resistirse.

Se puso las botas y ambos salieron a una zona del bosque que el mago conocía muy bien, era una zona un poco apartada, con un riachuelo y los árboles tapaban parte del sol haciendo que la temperatura fuera perfecta.

— Juvia ha traído todo esto — dijo sacando una gran variedad y cantidad de comida.

Natsu alucinaba con todo lo que veía, no sabe como ha podido meter todo esa comida dentro de una cesta tan pequeña.

— Puede comer todo lo que quiera Natsu-san — dijo ella esbozando una sonrisa.

Y sin decir nada más se puso a comer, Juvia comía mas despacio, disfrutaba de la comida más bien. Entonces Natsu se fijo en algo que nunca antes se había fijado, el viento movía como a cámara lenta la melena de Juvia, ella se colocaba mejor el pelo para que no le molestara a la hora de comer. Todo aquello hizo que el corazón del joven empezara a latir con más ritmo haciendo que se llevara la mano al pecho.

— ¿Le gusta Natsu-san? — el chico parecía escuchar muy despacio aquellas palabras.

Sin poder resistirse, su cuerpo se movió solo y ante la incredulidad de la maga de agua este le planto un beso sorprendiendo tanto a ella como a sí mismo. Juvia que no sabía que hacer solo cerro los ojos recibiendo aquel beso y disfrutando del momento, el momento de su primer beso.

Continuara.