Capítulo 1: Nuevo comienzo

Tras ayudar a Juvia a levantarse, la joven maga y el dragon slayer fueron a tomar algo para que ella se animase, por suerte cerca de ellos había un sitio donde solía pasar mucho tiempo.

  — Natsu-san, le presento a Joana, ella es la encargada de este negocio— dijo con una sonrisa y presentando a una mujer mayor.

— Es un placer, Juvia me ha dicho que hace unas meriendas muy buenas— se notaba la emoción del chico mirando cada alimento tras el cristal.

— Cuanta energía tienen los jóvenes de hoy en día, ahora os pongo algo— comento ella yendo a la cocina mientras otra empleada se hacia cargo.

Ambos se sentaron en una de las mesas, Natsu miraba de reojo para ver si salía o no la comida, Juvia que tomaba un batido miraba al joven mientras se reía por la actitud tan infantil de este. 

— Juvia esta agradecida con Natsu-san por todo lo que hace por Juvia— dijo ella mirando ahora con tristeza el contenido de su batido.

— No tienes que agradecerme nada, somos amigos, ¿no?— esbozo su sonrisa haciendo sonreír también a la joven.

— Aquí tenéis— interrumpió la mujer colocando los platos en la mesa.

El olor, el aspecto y la cantidad asombraron al chico que no sabía por donde empezar a comer.

— Creo que primero comeré esto— pincho un trozo de la tarta y se la comió, se sentía en la gloria, la mezcla de sabores hizo que siguiera comiendo más deprisa. 

— Natsu-san, coma despacio o...— pero fue en vano ya que el chico hizo gestos de dolor.

— Cerebro frío— tras unos segundos paro de doler.

Juvia también comió un poco dado que no tenía tanta hambre, ademas le alegraba ver al joven tan feliz comiendo, era un momento agradable y quería disfrutarlo. Esto fue hasta que se hizo tarde, pagaron y salieron rumbo a Fairy Hills donde se alojaba Juvia.

— Juvia realmente lo ha pasado muy bien con Natsu-san, ha sido divertido— ella esbozo una gran sonrisa mientras el chico miraba el cielo mientras caminaba.

— Yo también me lo he pasado muy bien— le dio un pequeño golpe en la espalda, era su forma de animar a la gente.

— Juvia tiene que pedir un favor a Natsu-san, sino es molestia— el dragon slayer la miro de manera extraña, era raro que le pidiera un favor pero lo haría por ella.

Entraron a la habitación de Juvia y entonces el mago entendió lo que pasaba, tenía muchas cosas con la forma d Gray, un cuadro, una almohada, fotos, dibujos, muñecos...toda clase.

— ¿Podría deshacerse de ello?— pregunto ella cabizbaja.

No falto decir nada más para que este lo destruyera usando su fuego, al ser Gray no le costo demasiado, Juvia al verlo golpear las cosas con tanta emoción y risas diciendo: toma cubo de hielo o pervertido no pudo evitar reír.

— Ya esta, no hay nada más de Gray— dijo comiendo unas llamas de un muñeco.

— Juvia piensa que no hubiera podido hacerlo ella— suspiro aliviada.

— Tienes que superarlo, se que puedes...Juvia— cuando la maga de agua vio a Natsu le pareció verlo de otra manera.

—Si, Juvia sera fuerte— dijo convencida.

— Bueno me voy o Happy se preocupara— al hacerlo se resbalo con un muñeco que no estaba deshecho del todo cayendo los dos, uno encima del otro.

Juvia se quedo mirando al joven que estaba sobre ella.

— ¿Esta bien Natsu-san?— pregunto ella algo adolorida.

— Si, eso creo— pero tenía sus manos en los pechos de Juvia.

En ese instante la puerta de su habitación se abrió dejando paso a una maga con el pelo color rojizo que se mostraba algo molesta.

— Oye Juvia, ¿quieres dejar tus fantasías y parar de hacer ruido?— pero entonces vio la escena.

El silencio duro unos instantes, Erza cerro la puerta lentamente hasta que termino de cerrarla, luego se escucho como unos pasos echaban a correr a toda velocidad y después un portazo.

Natsu no se movía y Juvia tampoco, no sabían que hacer exactamente y un rubor se hizo en sus rostros.

Continuara. 

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