12-Muerte

No sabía muy bien como había ocurrido todo. Los sucesos ocurrieron rápido, sin que nadie pudiera hacer nada. Todos los miembros de Fairy Tail hacian un círculo y Natsu estaba situado justo en medio, con lágrimas en los ojos.

Entre sus brazos, el pequeño gato azul de nombre Happy, fiel compañero...se hallaba muerto. Natsu lloraba arropado ahora por Juvia, quien le abrazaba para tratar de transmitir su cariño y amor, tratando de consolarlo. Pero poco importaba pues uno de sus mejores amigos se encontraba sin vida, colgando una pequeña mochila la cual aún tenía un pez recién pescado.

—No puedo creer que ese idiota ya no esté—dijo Charles abrazando a Wendy.

A pesar de haber realizado su magia de curación, el golpe en la cabeza había sido tan fuerte y grave que en poco tiempo el pequeño gato perdió la vida.

Aquel día se produjo el entierro, ninguno hablaba bajo aquella lluvia. Los ojos sin vida de Natsu eran el centro de atención. Aunque todos eran cercanos y amigos con Happy, él era el que siempre permaneció a su lado, hasta su último día.

Makarov y Mirajane iban repartiendo las flores que arrojarían a la tumba. Casi todos usaban paraguas salvo el dragon slayer que desprendía un calor que evitaba que todo el agua que tocase su cuerpo le mojase.

—Es hora de despedirse amor—le susurró su pareja.

—Sí...—dijo sin fuerzas.

Cuando Mira le dio la flor, le apretó con fuerza la mano, como queriendo transmitir todo apoyo. Natsu agradeció el gesto y casi sin poder moverse, dio unos cuantos pasos a la tumba. El ataúd estaba allí, pequeño, como el cuerpo del gato. La imagen de este en la foto se le veía tan lleno de vida que le causo un profundo dolor en el pecho.

—Adiós...compañero—arrojó la flor y de no ser por la maga de agua, se habría desplomado en el suelo.

Y así le dieron el último adiós.

Fueron días difíciles, Natsu apenas comía, apenas dormía y parecía un muerto andante. Todos estaban preocupados por él, Juvia trataba de animar y darle cariño, pero este no respondía las caricias. Los ojos rojos de haber llorado a más no poder le hacian daño a Juvia.

—Natsu...Happy no habría querido verte así—le dijo temiendo su reacción.

—Happy...yo...yo...yo no pude salvarle—dijo lloroso.

—Happy fue feliz, estaba orgulloso de ti...debemos seguir avanzando.

Natsu soltó todo llorando en el pecho de Juvia quien le acariciaba el pelo, le daba besos y caricias mientras mantenía su abrazo.

Natsu fue poco a poco recuperando un poco el ánimo, pero estaba todavía bastante afectado, a pesar de que el festival estaba cerca, sentía que no merecía la pena ir. Pero se lo había prometido a su chica por lo que tenía que sacar fuerzas de donde fuese.

Juvia le preparó su comida favorita. Al probarla, fue como estar en la gloria, llevaba tanto tiempo comiendo poco que pudo saborear todo bien. Además, se notaba mucho el esfuerzo y cariño que le había puesto en cada plato la joven.

—Gracias Juvia—dijo algo emocionado.

—Estoy aquí para ayudarte, para quererte y apoyarnos, te quiero Natsu—le besó y este correspondió feliz.

Para compensar todo lo que había hecho por él, Natsu se vistió de manera formal y la invitó a salir a cenar en un sitio bastante elegante. Juvia iba preciosa con un vestido verde claro, captando la atención de todos los presentes cuando se sentaron.

También recibió una pulsera por parte del joven que llevaba la fecha de cuando empezaron a salir y las iniciales de sus nombres.

—Gracias—agradeció sonrojada viendo el regalo.

Después de cenar, tuvieron un encuentro amoroso ya que había pasado un tiempo desde la última vez. Fue maravilloso para los dos.

Pero todavía quedaba una cosa por hacer. Natsu fue hasta la tumba de Happy, a despedirse como tocaba y a agradecerle absolutamente todo lo que había hecho por él durante tantos años que permaneció a su lado. Depositó una flor, estuvo de rodillas y le dedicó una oración que había escuchado hace mucho tiempo.

—Gracias por todo, siempre vas a estar en mi corazón...compañero—dijo con una sonrisa como hace mucho que no hacia—siempre has sido, eres y serás miembro de Fairy Tail—alzó el dedo mientras se iba como Happy hizo aquel día en los Grandes Juegos Mágicos.

Esta etapa fue una de las más duras que tuvo que vivir Natsu, por suerte, el amor de Juvia evitó que fuera a peor. Ella le dio todo lo que se merecía. El resto de amigos se alegraron de ver que Natsu recuperó la sonrisa.

—Hola—dijo saludando a todos mientras entraba por la puerta del gremio.

Enseguida todos fueron a abrazarle. Mientras, un poco rezagada, Juvia lloraba de felicidad viendo como su amor volvía a sonreír, siendo tan querido por todos.

—Tengo ganas de hacer una misión—dijo este.

—Pronto es el festival así que no—Erza no quería salir a hacer misiones.

Sin duda, la alegría regresó al gremio de la mejor manera posible.

Ahora solo quedaba pensar en el festival.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top