Poco después de llegar a casa Seven recibió una llamada de MC diciéndole que Saeran quería verlo, acordaron fecha y lugar para poder hablar.
Al llegar el día Saeyoung estaba hecho un manojo de nervios.
— ¿Qué se supone que diga, Jumin? No sé cómo pedirle disculpas... No sé cómo justificar que lo dejé abandonado... No debí de haberme ido sin él... Si tan solo hubiera hecho las cosas diferente... Él estaría bien – dijo Seven pero Jumin lo detuvo poniendo un dedo índice en sus labios en señal de silencio.
— Saeyoung, no puedes saber si eso es verdad. Aparte, los dos tenían un problema más complicado. Tenían que huir. – trató de calmarlo Jumin
— Aún así.. – comenzó a decir pero al ver la cara que hizo Jumin dejó de hablar.
No dijeron nada más en todo el camino.
Jumin fue el que tocó la puerta al llegar a la casa donde MC y Saeran se estaban hospedando.
— ¡Jumin! Me alegra mucho verte tan bien, pasa por favor –dijo MC abrazándolo y haciéndolo entrar, después abrazó a Seven diciéndole
— Él te está esperando en el cuarto. Sube las escaleras y a la derecha –
Saeyoung entró, volteó a ver a Jumin, quien solo asintió con la cabeza, y fue al cuarto que le había indicado MC.
Entró muy nervioso, pero al ver a su hermano ahí sentado logró calmarse.
— Saeran... –fue lo único que pudo decir.
Estaba diferente a como lo había visto la última vez. Su cabello ya comenzaba a crecer dejando ver sus raíces pelirojas, solo sus ojos seguían del extraño color verde.
— Luciel ... – contestó
— Ya no uso ese nombre, por favor dime por mi nombre de pila –
— Bien, Saeyoung. Te pedí que vinieras por una razón. – comenzó a decir mientras miraba para otro lado y tenía los brazos cruzados como abrazándose a sí mismo — Necesito a mí hermano de vuelta y por más que lo intento... No sé cómo perdonarte –
— No te juzgo, ni yo mismo me perdonaría. Pensé que te dejaba en un lugar seguro y con gente de confianza... Fui un ingenuo al pensar eso. –
— Tampoco pedí que vinieras para que te echaras la culpa. Sólo... Necesito saber que sigues aquí, que eres mi hermano aún. Hazme ver que realmente me mintieron cuando me dijeron que me abandonaste y nunca quisiste volver a saber de mí. –
Saeran comenzó a llorar después de decir aquello, Saeyoung se acercó. Sintió como si hubiera visto de nuevo a ese pequeño niño asustado y en un acto casi inconciente lo abrazó.
Estuvieron abrazados hasta que Saeran se calmó.
— Por cierto... –dijo Saeran después de estar más tranquilo mientras enjugaba sus lágrimas — La otra razón por la que te necesito es porque le he pedido matrimonio a MC. Quiero que vayas. –
Saeyoung se quedó un poco impactado ante la noticia, pero después se compuso y brincó de felicidad.
— ¡Cuenta conmigo para lo que sea! – dijo muy emocionado.
Saeran solo río
— Creo que estás más emocionado que yo –dijo en tono burlón
— Lo siento, es que mi hermano está creciendo muy rápido –
— Claro, lo dice quién también va para el mismo camino con un CEO –
Saeyoung se sonrojó un poco pero tuvo que darle un poco de razón a su hermano.
La verdad era que su situación era muy complicada.
Tal vez nunca podría casarse de verdad con Jumin debido a que no era legal.