El azabache endureció su ceño con los ojos aún cerrados, podía sentir un peso extra en su cuerpo, comenzó a abrir sus onix con sueño levemente, no era incómodo, pero le causaba intriga, cuando abrió ligeramente sus ojos se dio cuenta que el rubio lo había abrazado como un koala a un árbol, sonrió un poco, nuevamente volvió a dormir sin darle importancia a nada, el lugar le daba bastante paz, saber que podía despertar sin el acoso de su padre lo relajaba, así que nuevamente durmió haciéndose bolita con el pequeño, era agradable convivir con él, era bastante divertido.

Horas después, por la mañana el Uzumaki abrió sus gemas adormilado, se levantó levemente, sonrió -¿qué te hace tan feliz? -el pequeño giró su rostro con esa misma sonrisa -no te burles, es la primera vez que duermo en un futón, en un lugar cálido y cómodo -el azabache giró su rostro un poco, sonrió al verlo feliz, comprendía el porqué, ambos se levantaron, acomodaron sus mantas y el futón que compartieron, entraron al baño a lavar sus rostros y asearse, estaban por salir cuando la habitación se abrió -buenos días pequeños, despertaron bastante temprano -Naruto sonrió -estoy emocionado, ¿en verdad me encontrará un lugar para mí? -el anciano asintió -vayamos, ve a casa Itachi, descansa un poco más, te espero a medio día en mi oficina -el azabache realizó una reverencia -le agradezco escucharme, su confianza y amabilidad Hokage-sama -Hiruzen negó -él que debe agradecer soy yo, anda ve y descansa -Naruto lo vio con cuidado, ¿podía considerarlo su primer amigo? -Itachi lo vio, le sonrió, levantó su mano, se despidió con velocidad.

-Vamos Naruto, te enseñaré mi oficina, ahí podremos escoger un lugar para ti -el pequeño asintió, su pancita rugió, se avergonzó bastante -bueno, primero deberíamos almorzar supongo -el rubio lo siguió algo avergonzado, la nuera del Hokage le sirvió algo de tamagoyaki, el pequeño lo comió fascinado. Al final siguió al kage, se aferró a su bata, las miradas de la gente lo aterrorizaban, su vista no se despegaba del suelo -no les demuestres que te afecta o más lo harán, tu cabeza siempre debe ir en alto, si muestras debilidad comenzarán a rebajarte -el pequeño lo vio con sorpresa, asintió e hizo lo que le dijo, ese día eligieron un pequeño departamento en el área de departamentos de shinobis, el área roja ya no era una opción después de enterarse del propósito de Danzo.

….

Naruto observaba su departamento con cuidado, acababa de terminar de limpiarlo, tenía días de haberlo adquirido, su cama era suave y cómodo,el lugar era cálido, hace algunos días creía que todo podía ser una estupidez, que él no tenía derecho a nada de eso, su vida se limitaría a vivir oculto en el bosque alejado del mundo, solo, ahora sabía que era hijo del cuarto Hokage y de su esposa kushina, debía comportarse como tal, no debía bajar la cabeza y debía hacerlos orgullosos, habían dado su vida por mantener la suya, ahora también tenía quien lo protegiera, aunque debía ser cuidadoso, no siempre habría quien lo vigilara, también tenía ese hermoso departamento, abrió los ojos al recordar algo, observó sus manos con cuidado, tenía un poco de miedo desde que se enteró, asintió decidido -no sé cómo, pero te demostraré que este yo, también es digno de ser tu jinchuriki, sé que estás como yo, dudas de toda esa historia, pero bueno, ahora que sé que estás conmigo, no me siento tan solo, aunque no me hables -el zorro en su interior levantó una ceja con cuidado, había escuchado todo, al parecer toda esa historia era real, pero este Naruto aún no demostraba ser digno, simplemente observaría y después decidiría.

Cuando el pequeño salió de la ducha, ya era tarde, secaba su cabello con cuidado, nunca había tenido una ducha para él, siempre lo aventaban y dejaban al último en el orfanato, el agua era helada para ese entonces, pero este lugar tenía una ducha cálida -si duras tanto tiempo en la ducha podrías coserte -el pequeño levantó el rostro, sonrió divertido -sólo serán unos días, son las primeras veces que tengo una ducha para mí, además el agua es calientita y no fría -Itachi sonrió ligero sentado en la cama del pequeño -¿qué hiciste toda la mañana? -Naruto rascó su mejilla haciéndose el desentendido -no tendrías algo que ver con el ataque de insectos en los locales del centro ¿verdad? -el pequeño levantó un puchero -yo sólo quería que me vendieran algo de fruta, la señora me lanzó a la calle, los aldeanos comenzaron a molestarme -

Itachi lo vio con entendimiento, sacó una bolsa, el rubio sonrió feliz -gracias, ttebayo -el pequeño no se negó a las compras que le había traído el azabache, sacó dinero de su bolsa del short y se lo dio, Itachi lo veía con diversión, era muy fácil hacerlo feliz -¿de dónde sacaste tantos insectos? -el pequeño sonrió como un zorrito -en el bosque bajo las rocas abundan los insectos por montones, simplemente conseguí una caja y los transporté -el Uchiha lo veía con diversión -una señora tuvo una crisis, fue divertido, fui con madre por las compras, estuve en primera fila, creí ver tu cabello tras de unas cajas, por eso vine -Naruto sonrió enorme -si era ttebayo-

-¿Quieres que pique un poco de fruta y cenamos? -Itachi asintió, ambos comenzaron a comer unas manzanas mientras platicaban de su travesura y de sus días en el departamento -¿ya hablaste con tu primo Shisui? -el azabache negó -Hokage-sama quiere hablar con él, pero ocupamos algo de pruebas, ya sabes, el poder que usará es demasiado y mi primo se negará si no hay un buen motivo, es demasiado cuidadoso, al parecer por lo que recuerdo sólo se puede usar una vez cada diez años -el pequeño asintió entendiendo -es increíble, no son grandes y son poderosos -Itachi se sonrojó -no tanto, mi primo es el que es poderoso, yo apenas estoy aprendiendo -el pequeño sonrió -debe ser increíble -el azabache sonrió -cuando llegue tu padrino estoy seguro que comenzará a ayudarte -el pequeño asintió emocionado, entre platicas se había hecho tarde -ya es tarde, puedes quedarte si gustas -el pequeño se veía un poco avergonzado, sabía que el zorro estaba con él, pero no tenía convivencia con nadie.

Itachi asintió, sabía de la soledad del pequeño, no le hacía daño pasar un tiempo con él, si decía que estaba en misión, no debía tener problemas. Naruto sonrió enorme, corrió a acomodar la cama y ponerse el pijama que el Hokage le había regalado -tu pijama es divertido -Naruto asintió -me lo dio jiji -el Uchiha levantó una ceja con sorpresa, sonrió, era normal que adoptara al anciano cuando le había tendido su mano ayudándole, ambos entraron en la cama -gracias -el azabache negó -no te preocupes, eres divertido y me agrada pasar tiempo contigo -

Naruto sonrió emocionado -¿eres mi amigo? -Itachi lo observó con una ligera sonrisa, asintió. El rubio sonrió enorme -gracias ttebayo -a partir de esa noche, se hizo una linda costumbre que cada semana si no había misión para él, una noche a la semana Itachi se quedaba a su lado.