II
Viviendo, bajo la luz de un sueño, sigo en esta tierra yo existiendo, porque creo que al final del camino un beso tuyo me espera, que aquella imagen que he visto mientras dormía es verdadera.
Cada flecha que este mundo arroja a mi cuerpo y hace que en mi piel penetre es una herida más que me obliga a que con aquel deseo me envenene; que con tu voz mis oídos se alimente y que la imagen de tu amor hacia mi sea la que dicte mi muerte.
Aimakel_
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top