Hacerle Llegar७ (1/2)
Debido a algunos problemas con la aplicación, este Oneshot será partido en dos (como el trasero de Naegi). No puedo escribir más de 3 mil palabras porque literalmente lo borra todo.
En fin ¡Espero que les guste!
~७~
Makoto Naegi quiere enterrar la cabeza en la tierra cual avestruz. Por favor, diganle a nuestro pelopincho que no es el único idiota que se declaró por medio de una carta anónima.
Naegi mira de reojo a Togami, aquel compañero cuyo corazón se enloquece cada vez que habla con él. Lo ve leyendo su carta, ese trozo de papel cuyas palabras no alcanzan a expresar el sentimiento que Makoto guarda en su interior.
Naegi intenta no gritar ¡Naegi es una colegiala gente!
–«Fue una mala idea...¿en qué mierda estabas pensando?»–Naegi siente como alguien le toca el hombro–¡Ah!
–Sólo soy yo–Kirigiri se acerca un poco–Naegi, no pude evitar notar que estas distraído.
–¿Qué? N-No, no es nada...
–Tienes los labios entumecidos, sudas frío y tus manos están rígidas–Casi parece que la detective le esté acusando de algo–¿Pasa algo?
–Te digo que no es nada...–Makoto se toca su propia frente–Creo que estoy caliente.
–Más bien, me quieres tomar por tonta–Kirigiri lo señala con su dedo–¿Qué te pasa? Lo descubriré tarde o temprano Makoto Naegi, así que mejor dímelo aquí o sufre las consecuencias.
Naegi, ya deberías saber que es inútil intentar ocultarle cosas a Kyoko. Se gira para verla; él con algo de nerviosismo y ella decidida. Makoto intenta elegir las palabras correctas, también estaría bien conservar algo de dignidad pero quizás este esperando demasiado.
–Verás... hoy durante la primera clase tuve una idea, en mi cabeza sonaba bien pero no lo pensé del todo, en otras palabras...la cagué.
–¿Cuál fue tu idea?
Makoto miró en todas las direcciones, asegurándose que nadie los esté oyendo. Kirigiri se inclina un poco más, entonces Naegi se acerca a su oído, desde ahí se escucha su corazón latir con fuerza; se ve que de alguna forma está asustado.
–Dejé una carta anónima a la persona que me gusta.
Kirigiri lo mira fijamente, incluso levanta una pequeña sonrisa.
–Togami ¿verdad?
–¿C-Cómo lo sabes?–El castaño se pone rojo de inmediato.
–Llevas más de quince minutos mirándolo, además noté que te pones muy nervioso cuando hablas con él–Kirigiri conserva su sonrisa, está feliz de que su teoría sea cierta–¿Porqué decidiste declararte?
–No lo sé–Makoto se lleva ambas manos a la cara–No soy muy listo pero hoy me pasé de pendejo.
Es la verdad. Sólo fue una idea tonta que le dió risa. ¿Qué esperaba? ¿Qué Togami se pusiese contento? ¿Qué sería casi lo mismo que decírselo en su cara? No Naegi. Naegi malo, eso no se hace.
–¿Y no te sientes mejor?–Pregunta Kirigiri–Te has declarado.
–Si pero...me gustaría decírselo personalmente, quizás...
–¿A lo mejor te corresponde? Naegi, a veces eres demasiado optimista.
–Es mi única cualidad, además ¿tú no harías lo mismo? Pararse frente a esa persona y decir lo mucho que lo quieres.
–No me gusta nadie Naegi, pero entiendo tu punto ¿qué planeas hacer?–A la detective no le llama la atención nadie, al menos de su salón.
–Quiero hacerlo, quizás...¿mañana?
–Vale, si eso quieres yo te ayudaré.
–¿En serio? Eres la mejor Kyoko–Si no fuera porque están sentados, Makoto la abrazaría y le besaría la mejilla.
Mientras ese par cuentan sus chismes, Togami termina de leer la carta. Cada palabra, cada expresión, cada punto de vista...todos ellos siendo una reverenda estupidez.
Byakuya no podría importarle menos, es una idiotez. Él mismo sabe que es atractivo en cierta manera, y que mantiene un encanto aparentemente único. No es la primera vez que alguien se le declara, pero esta vez fue una carta anónima. Eso es imperdonable.
¿En serio hay alguien que cree que puede verle la cara de idiota a Togami?
–«Averiguar de quién se trata...»–Es lo único que a Togami podría interesarle, la declaración en si vale menos que un billete cortado a la mitad.
–Mi querido vecino ¿a qué viene esa sonrisa maquiavélica?–Pregunta Celes, sentada en el pupitre de a lado.
–Nada de tu incumbencia–Togami guarda la carta debajo del resto de cuadernos.
–Oye, estoy preocupada por ti ¿esa carta te emocionó tanto?
El rubio la ve, tiene esa sonrisa que a Togami tanto le irrita.
–¿Cómo sabes de eso?
–Fuí la primera en llegar, esa carta ya estaba en tu pupitre, la habrán dejado durante el almuerzo, y a juzgar por tu actitud diría que te fue inesperado ¿de amor, chantaje u odio?
–Ninguna de las tres, fue un torpe "me gustas".
–Eso es amor–Celes entrelaza sus dedos–Awww que lindo, tienes una admiradora secreta.
–¿No serás tú?
–Claro que no, no somos compatibles, además no soportaría mi corazón roto cuando inevitablemente me dejes.
Togami saca la carta. Es una letra torpe, en un encuadernado de raya, quizás haya sido algo precipitado, significa que la persona es algo precipitada y puede que impulsiva.
–¿Puedo verla?–Pregunta Celes, el heredero se la entrega–Mmmm, esta persona parece ser algo distraida.
–¿Notaste algo?
–Si, no tiene bonita letra, además escribió "yo y los demás" ¿acaso no sabe que el "y yo" va hasta el final?
–Pfff por lo visto es una persona idiota.
La idea de una persona tonta, inepta e ingenua ande detrás de Togami es algo que le gustó. En todo caso sería valiente también.
–Togami, alguien a puesto sus sentimientos en esto, no seas tan malo con esa persona.
–No tengo ningún interés, es su problema no mío.
–En fin...–Celes mira la carta–Con esto ya puedes descartar a Fukawa, ella no cometería un horror ortográfico.
–Ella no dejaría una carta en primer lugar, mucho menos en anónimo.
–Vale ¿y quién crees que pueda ser?–Celes aún no se cree que haya alguien quien pueda gustar de Togami de una manera más sentimental.
–No lo sé, pero voy a averiguarlo.
~७~
Las clases habían terminado. Kirigiri y Naegi dan un paseo por los enormes patios de la academia. Están en silencio, muto acuerdo, no se escucha más que el canto de las aves.
–Naegi ¿porqué me trajiste aquí?–Pregunta la detective de forma tranquila.
–Quería hablar contigo...decirte algo importante.
El chico se detiene, Kirigiri también. Ambos se miran sin mucho que decir. Naegi comienza a ponerse nervioso.
–Kirigiri, desde hace tiempo he querido decirte que...
–Adelante Naegi, no te cortes ¿qué sucede?
Makoto levanta la mirada, aprieta los puños y su voz se llena de seguridad.
–¡Kirigiri, me gustas mucho!
La detective desvía la mirada. Suelta un suspiro, y entonces vuelve a mirar al afortunado.
–No Naegi, buen intento pero te sigues oyendo un tanto triste.
–¿Eh? ¿No se escuchó creíble?
–No es eso, pero si tartamudeas aunque ses un poco, Togami no te va a tomar en serio–Se cruza de brazos–Venga repasemos de nuevo.
Ambos jóvenes vuelven a ensayar. Naegi se encuentra decidido, es obvio que no va a recibir la respuesta que quiere oír «Naegi, tú también me gustas» pero por lo menos no vivirá con ese horrible sentimiento de no haberlo dicho.
–Hay algo que quiero decirte, es muy importante para mí–Habla Naegi.
–Adelante, te escucho.
–Me gustas mucho, desde hace tiempo.
Esta vez Kirigiri sonríe ante el comentario.
–Vaya, tu seguridad y confianza le da un toque dramático al asunto, yo creo que eso sirve.
–¿En serio? ¡Gracias Kirigiri! Yo creó que mañana lo haré.
–¿El qué vas a hacer mañana?–Era una tercera voz que se oía detrás de ellos. Era Togami.
Las mejillas de Naegi se sonrojan. No habrá escuchado su "declaración" hacia Kirigiri ¿verdad? Sería incómodo explicar porque estaban actuando algo como eso.
–¿Quieres algo Togami?–Pregunta Kirigiri quien nunca había mostrado afleción hacia él.
–Si, una coartada ¿dónde estuvieron hoy durante el almuerzo?
–¿P-Porqué preguntas...?–Comenzó a hablar Makoto, pero antes de que pudiera levantar sospechas, Kirigiri da un pasa al frente.
–En el comedor ¿dónde más?–Su actitud es segura, confiada, como si fuese invencible. Makoto se pregunta si algún día pudiera lucir tan grandiosa como ella.
–¿Así? ¿Estuvieron juntos todo el almuerzo?
Makoto se queda callado y deja que la detective se haga cargo de todo. Ya lo entiende, busca al remitente de esa carta cursi. Al parecer Kirigiri también ya lo sabe.
–Si, estuvimos con Maizono, Junko e Ikusaba, cualquiera de ellas te lo puede confirmar.
–Ya veo ¿tienes algo que añadir Naegi?
–Yo...–Vamos Makoto, ahora no puedes hechar a perder lo de mañana–Estuve con ellas todo el almuerzo, eso es todo.
El contacto visual entre ambos es tensa. Parece que fue una eternidad aunque sólo fue menos de un minuto. Togami es el primero en romper la conexión.
–Bien, supongo que no pasa nada.
–¿Ocurre algo Togami?–Pregunta Naegi.
–Nada de tu incumbencia–Lo mira de reojo–¿Siempre te has juntado con sólo chicas Naegi?
–¿Eh? C-Creo...¿algo malo con eso?
Por lo visto, el interrogatorio no ha terminado.
–Siempre estas pegado a Kirigiri ¿no? Igual que un perro faldero.
–Bueno, somos amigos–Naegi mira a Kirigiri, quien sólo guarda silencio–Yo y Kyoko hemos hablado desde el primer día.
Togami muestra una sonrisa superficial. Por fin.
–Su amistad no me importa, no se ni porque pregunté, eso era todo.
Togami se da la vuelta y comienza a andar. Naegi le diría un "nos vemos mañana" pero sabe que no tienen ese tipo de confianza.
–¿Crees estar listo para mañana?–Pregunta Kyoko.
–No lo sé, pero...quiero hacerlo, aunque me deje de hablar... cualquier cosa esta bien para mí..
Naegi aun intenta permanecer optimista. Mañana será o el mejor o el peor día de su vida.
Continuará...
Trataré de publicar la segunda parte lo más pronto que pueda (^^)
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