Capítulo 18
–¡Esa Evelyn! –gritó Jason al verme.
Vino a paso rápido a donde estábamos para darme un gran abrazo, dejándome casi sin aire. Brooke y Adara nos miraron con una sonrisa divertida mientras yo le pedía a mi amigo que me dejara vivir si es que me apreciaba.
–¿Qué tal vais? –preguntó Brooke intercalando miradas entra ambas.
–Mucho mejor. El corte parece curarse a buen ritmo. –le respondí mientras andábamos a una cafetería.
La zona era un distrito comercial lleno de tiendas de todo tipo, por lo que había una gran cantidad de personas comprando o tomando algo en las terrazas de las cafeterías. Buscamos la que estaba más vacía, cuando la encontramos Jason corrió para reservar una mesa en lo que nosotras llegábamos.
Cada uno tomó asiento quedando Jason y Brooke frente a nosotros, la camarera nos acomodó la sombrilla para taparnos un poco el sol, algo que le agradecí con una sonrisa amigable. Brooke a última hora decidió que quería algo para comer y entró siguiendo a la camarera, Jason también quiso algo para comer y siguió a Brooke, quedándonos Adara y yo a solas.
–Estos dos son tal para cuál. –opiné con una sonrisa viendo desde mi lugar como ambos parecían charlar animadamente mientras veían los dulces.
–La verdad es que sí. –Adara estuvo de acuerdo, y nos sonreímos. –¿Y cuál es tu tipo?
–¿El qué?
–Ya sabes, ¿Cuál es tu tipo de persona para que sea tu pareja? –me preguntó Adara muy interesada, sin dejar de mirarme.
–Pues no lo había pensado. –respondí algo nerviosa, espero que no se diera cuenta. –Siempre me he centrado en mi trabajo más que en buscar una relación.
–Entiendo. ¿Trabajas en algo?
Bien hecho, Evelyn. Gracias a mi gran boca por decir algo que no debería haber dicho.
Tenía que pensar en alguna excusa que decirle, sólo se me ocurrió decir la verdad a medias. Para mi mala suerte justo cuando reuní el valor de hablar, Brooke y Jason aparecieron con nuestros pedidos y los dejaron en la mesa, interrumpiéndonos.
Como los quiero.
–Hemos traído parte del pedido para que la chica no haga tanto viaje.
–¿Pero qué habéis pedido, media tienda o qué? –pregunté viendo como Brooke tenía cinco platos repletos de magdalenas, donuts y más cosas que no sabría decir qué son.
–¿Qué pasa? Tengo hambre.
–Tienes hambre tú, o el alíen que tienes en el estómago.
Brooke me miró de manera seria hasta que no se aguantó más y comenzó a reír, haciendo que nosotros también riéramos divertidos. Estos momentos eran los mejores y esperaba tener más de estos siempre.
Brooke junto con Jason regresaron para pedir más comida.
Brooke tenía un alíen, estoy segura.
Adara se disculpó un momento ya que tenía que hacer una llamada, simplemente le sonreí y asentí mientras veía como se alejaba unos pasos para devolver la llamada. Decidí ir al baño avisando a mis amigos al pasar junto a ellos, cuando terminé y salí de nuevo a la terraza me sorprendí al ver a Nathan echar el contenido de un sobre al café que Adara había pedido.
Sé que Fred y Luna me advirtieron de exponerle que sabía de su unión con Rois pero no podía permitir que envenenara a Adara o algo similar. Con pasos rápidos y firmes me acerqué a él, quién me miró sorprendido y asustado al verme.
–Espero que tengas una buena explicación, Nathan. –dije intentando calmar mi rabia, pero era imposible y se notaba en mi voz. –Sé que estás con Rois.
Fred va a matarme. Y Luna también.
Observé como el rostro sorprendido de mi amigo pasó a uno de puro terror al decir lo de Rois. Vi como Adara parecía estar terminando de hablar por teléfono, cogí su taza y la derramé en una maceta que había cerca de la mesa, la verdad es que no quería revelar todo en este momento por lo que cogí a Nathan de la mano y lo arrastré hasta llegar a un pequeño callejón que había cerca de la cafetería para evitar ser vistos y oídos.
–Ya puedes empezar a contar.
–¿Cómo sabes que estoy con Rois? –fue su primera pregunta.
–Tengo mis contactos, Nathan. Te recuerdo que trabajo en una agencia de guardaespaldas. –me crucé de brazos mientras le miraba fijamente.
–No puedo decírtelo, Eve.
–¿Pero sí puedes envenenar a Adara? –cuestioné de manera irónica a su respuesta.
Vi como Nathan se tensó y parecía a punto de echarse a llorar, me sorprendió que no lo hiciera. Esperé algunos minutos viendo como Nathan parecía debatirse si contarme o no, mientras lo hacía silencié el móvil ya que estaba recibiendo llamadas y mensajes de Adara, sobre todo preguntándome dónde estaba.
–Quiero hacer sufrir a tu hermana como ella lo hizo con la mía. –le miré sin entender. Ahora la mirada de Nathan había cambiado de asustado a una llena de odio. –Mi hermana fue Alessandra, fue la mejor amiga de tu hermana Lizbeth.
Me sorprendí cuando lo confesó, la verdad es que sólo había coincidido un par de veces con ella en casa pero nunca mencionó que tuviera un hermano de mi edad. Nathan pareció ver mi confusión y continuó hablando.
–Cuando mis padres nos abandonaron, Alessa encontró trabajo en una organización que nos prometió grandes riquezas en nuestro tiempo actual. Tan sólo teníamos que cambiar el pasado para que esas riquezas pasaran a ser nuestras, mi hermana se ofreció voluntaria para hacerlo ya que era la mayor, mientras tanto yo me conformé con estudiar Informática y robótica. –explicó Nathan de forma seria, y sin dejar de mirarme, algo que me incomodó. Parecía que estuviera hablando otra persona. –Pero luego todo cambió a peor cuando tu hermana metió presa a la mía. Es por eso que quiero vengarme, y la mejor forma de hacer sufrir a Lizbeth es a través de tí y de todo lo que tú amas.
–Lo que hiciera mi hermana con tu hermana no quiere decir que yo sea la culpable también. No somos responsables de los actos de nuestros hermanos mayores, Nath. –le respondí de manera calmada sin sonar desafiante. –Tienes que ayudarme a detener a Rois.
–No puedo. Haré lo que sea por mi hermana, al igual que tú harías lo mismo por la tuya.
Nathan se giró sin decir nada más y se marchó, dejándome sola en aquel callejón. Estuve unos minutos meditando lo que me había contado hasta que decidí volver a la mesa de la cafetería, donde Jason, Brooke y Adara me esperaban preocupados.
–¿Dónde estabas? –me preguntó Adara mientras me sentaba a su lado.
–Tenía que hacer una llamada a mi madre. –le respondí con una tímida sonrisa.
–Tuve que pedir otro café, se ve que me lo trajeron vacío.
Jason me miró intrigado mientras le deletreé el nombre de "Nathan" en un código que sólo nosotros conocíamos, vi como su rostro pasó a uno más serio pero le indiqué que luego hablaríamos.
Estuvimos alrededor de media hora en aquella cafetería hablando de cualquier tema que se nos ocurría, Jason miró boquiabierto como Brooke se había comido todos los platos que se había pedido mientras que por mi parte pensé a dónde se le iba toda la comida, y Adara reía por nuestras expresiones.
–Ella siempre ha sido así. Es un pozo sin fondo. –nos comentó.
–Pobre del que sea tu pareja, lo vas a tener que dejar en bancarrota de tanto tragar. –bromeó Jason pero Brooke reaccionó dándole una colleja por la nuca.
–Se llama disfrutar de la comida, querido.
Adara y yo no pudimos evitar soltar una carcajada antes de reírnos por la situación, al cabo de unos minutos también se unieron Brooke y Jason. Cada uno pagó su parte, y Brooke con Adara se adelantaron para mirar unas tiendas de ropa, en lo que Jason y yo íbamos con calma.
–¿Ha estado aquí Nathan?
–Sí. Trabaja para Rois. –vi su rostro de sorpresa. –Pero hay más. Al parecer se quiere vengar de mi hermana, la mejor amiga de mi hermana era su hermana. Muy lioso la verdad. Y para hacerle daño a Lizbeth, quiere hacerme daño a mí.
–Tenemos que detenerlo. No quiero pensar qué puede llegar a hacer Rois con tal de salirse con la suya.
–Yo tampoco. Y tampoco sé hasta qué punto puede llegar Nathan.
Tenía algo de miedo por lo que Nathan podría llegar a hacer con tal de vengarse, pero una parte de mí pensó que tal vez podríamos llegar a un acuerdo, después de todo éramos amigos. No creo que hubiera fingido nuestra amistad.
Jason y yo estuvimos pendientes en todo momento durante el tiempo que estuvimos en el distrito con Brooke y Adara. Ambas chicas hablaban felices de la ropa que se habían comprado, y de vez en cuando nos echaban miradas a nosotros dos, algo que nos confundió.
–Me siento observado, como si me comieran con la mirada. –me dijo Jason de broma haciéndome sonreír.
–Tiene pinta. Creo que a Brooke le llamas la atención. –opiné divertida, viendo como Brooke veía detenidamente a Jason, y cuando se percató de mi mirada miró a Adara.
–Empecé bromeando con ella porque me pareció atractiva y quería ver a dónde llegaba. Pero ahora...
–Sientes algo, ¿no?
–Puede ser. Pero la misión es más importante que nuestros sentimientos, si sentimos sólo seremos más débiles ante Rois y podría usar eso a su favor. Así que es mejor no sentir.
Pude notar como lo que había dicho Jason le había dolido, seguimos caminando detrás de las chicas mientras pensaba que tendría que tener una reunión con Luna y Fred sobre lo que había descubierto de Nathan.
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