•8: Próximos sucesos

Era la clausura del taller del peliazul y para bien o para mal, sus amigos lo dejaron solo, todos preferían volver a sus casas temprano para prepararse mentalmente por la fiesta de finales que siempre se montaba en el clásico bar de mala muerte.

Extrañamente, querían asistir ese año, nunca es tarde para probar las mieles juveniles. 

Pero mientras el erizo filosofa esa mañana y tarde y sospecha que tendrá que regresarse solo, espera fuera del salón a que el profesor y los chicos lleguen. Empieza a leer el primer capítulo de su tan querido y admirado escritor virtual; la nueva historia promete tintes más románticos que fantásticos y aventureros a los que está acostumbrado Sonic.

Aún así no le desagrada para nada, es perfecto lo que viene de él.


"Era la primera vez que ponía perspicacia en las acciones que él ejercía a su alrededor. Recién nota que hay una insistencia en su personalidad que jamás creyó con simpleza, ¿qué clase de interés tiene él?

Sufre cual cojo al tener que subir escaleras. La timidez que se marca en sus músculos hace verse frío y cruel con sus respuestas cuando tienen que mantener contacto, aunque tengan que usar el recurso absurdo de saludo y pedir un favor..."



—Oye... —Alza la vista al oir su voz tan cerca y tan ligera, no tosca ni agresiva como suele serlo.

—¡Oh, Shadow! ¿Qué pasa? —contesta bajando el teléfono, alejandolo de sus ojos y sosteniendo su mirada en los carmín del erizo.

—¿Sabes si el profesor pidió algo para este cierre?

—Mmm, no, no que recuerde. Sé que es la despedida y clausura nada más. —Entrecerrando los ojos, bosteza contagiando al azabache quien se lleva la palma a su boca.

—Bien, entonces no me quedaré más.

—¿Cómo? ¿No quieres estar en la última clase? —Se nota hasta extrañado, como si le molestara que no fuera a estar ahí.

—Si no hay nada más que hacer, ¿Para qué? —escupe rodando los ojos, expresando aires hasta egocéntricos—. Ya no aprenderé nada más, por ahora.

Como la respuesta del cobalto no hace arribo, el azabache da media vuelta y Sonic lo deteniene con un monosílabo a medias, Shadow gira levemente con un suspiro agotador.

—Ey, quería....¿Cómo está tu quijada? —Logra liberar con aprietos, pudo sacar un tema de conversación así sea incómodo.

—Oh, bien, había olvidado ese golpe. —Finaliza sujetando su barbilla como si rememora ese día.

—jajaja vaya, es bueno dejar ir los malos ratos, ¡ups! —Torpe, cambia la mochila de brazo y en el acto se resbala su teléfono. Los reflejos de Shadow dan miedo por alcanzar a sujetarlo a centímetros del suelo—. ¡ufff! Gracias, Shadow, salvaste la vida a mi teléfono.

No responde enseguida el oscuro, sus iris están penetrando la pantalla que tiene la pagina del Bloc de Zhack abierta en la nueva historia—. Estás... ¿Estás leyendo a Zhack otra vez?

—Sí, ¿Te enteraste de su nueva historia? —Quiere seguir aún más en la platica, las intensiones de Sonic son más amistosas que de otra índole—. Háblame de nosotros se llama, si no mal recuerdo.

—Esta mañana revisé y lo vi, pero no he tenido tiempo de empezar a leer.

—¡Léela, Shadow! Vale la pena. Bueno, es un capítulo apenas pero...tiene pinta romántica y muy intensa. —Sugiere clasicamente enérgico, a Shadow no le parece conturbar la fachada lo que su compañero le dice.

—¿Intensa? ¿Quieres decir erótica? —Sus términos van más arraigados a lo que son y no ha suposiciones por lo que, el cobalto nota ello y de pronto se siente estúpido por no hablar su idioma y sintonía.

—Más bien...parece que tendrá suspenso y drama...sí, eso. —Sonrie exageradamente, mostrandose amable con el azabache que, le mira inclusive molesto.

Parece que esa mirada de odio que, considera el de piel melocotón, es personal, nunca se le quitará a su ver.

—Bien, tomaré en cuenta tu referencia. —No tan ameno cierra la charla, entregando el aparato respectivo a Sonic y volteando hacia la dirección por la que ya se iba.

Incomodo, suspira agitando su cabeza creyendo que dijo algo que hizo apartar a Shadow de esa manera, ¿Por qué se recrimina y esmera tanto en esto? La idea de que siempre ha sido simpático y ha caído bien a la mayoría le juegan sucio, siente que con Shadow debe ser igual.

¿Cómo por qué?

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Un par de sirenas y lo que parece ser sonido frio de madrugada le arrullaban cuando, con mucho estrépito, los golpes llenos de frenesí sobre la puerta le hacen ponerse erguido sobre su cama, con el trasero todavía sobre las sabanas.

Recuerda que se fue a dormir ese día sin saber de Scourge; todas las suposiciones llegan de golpe al igual que la preocupación invadiendo su pecho. Los golpes vuelven a sonar y con ligera agresividad, grita:

—¡¿Quién es!?

Abreme idiota, soy tu hermano favorito. —En efecto, Scourge se escucha agitado y mandón del otro lado, pero hay unas risas y murmullos que lo acompañan.

Al abrir, dos erizos entran campantes junto a su hermano y, se sorprende al ubicarlos: Manic y Amy están allí ahora, invadiendo su pequeño departamento y jodiendo sus horas de sueño.

—¿Pero qué está pasando, Scourge? Exijo que me cuentes. —manda tallando sus ojos y cerrando la puerta con el gancho.

—Solo vete a dormir, no haremos ruido. Al amanecer nos marchamos. —Claramente desinteresado, el mayor pelo verde busca en el refrigerador unas bebidas que, reparte con naturalidad a sus amigos como si fueran las dos de la tarde.

—¿Qué? Scourge, ¿Qué mierda me estás diciendo ahora?

—Me escaparé con estos cabrones mañana, no tienes de qué preocuparte, bobo.

—¡¿Escaparte!? ¿Qué has hecho, cabeza hueca? —palidece con un sinfín de suposiciones que hasta Silver llegó a decirle en tono de broma. La rosada está muy risueña pero Manic también con ganas de reír le pide que se calle y no haga ruido. Los dos se van al sofá como si esa fuera su casa.

—Ya, ya, hermanito, solo ve a dormir y...

—Escuchame, hace unos días me enteré que Amy salía con Silver, ahora ella está aquí y parecen estar ocultando muchas cosas, quiero explicaciones o te juro que llamaré a la policía sin importar qué.  —Amenaza fríamente Sonic, decidido a terminar con engaños y parches que pone tras esconder a su hermano.

Su vida tiene adrenalina gracias a su hermano.

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