•56: Vórtices
Es irritante tener que estar metido entre la gente, compartiendo sitios públicos cuando su cabeza desea estar a solas con el tiempo pasar sobre la ciudad, sobre sus ocupaciones, sus pensamientos de mierda...
No había tomado el metro desde hace más de 2 meses, la última vez que lo hizo fue bajo cierta obligación, sucedió cuando tuvo que viajar a la capital a por material escolar de sus láminas.
Esa sensitiva y ágil visión carmín que posee le llevan a distintos sitios del vagón, puede tomarse el tiempo y la concentración de oír platicas, alguna más interesante que otra y por supuesto unas mas "utiles" que el resto...
—Estoy nervioso, no sé a donde tendré que ir, ¿qué tal si me pierdo? Espero poder hacer amigos pronto...
—Tranquilo hijo, eres muy agradable, seguro las chicas se fijaran en ti.
—¡Mamá, para! Eso no se dice... —Pudo deducir que se trata de su primer día escolar. Aunque era raro, para ser temporada vacacional...quizá aquel ave se dirige a un curso extracurricular o una especie de taller.
—Me siento súper impotente...¡Sé que podía haberlo hecho mejor! —Una joven a su izquierda se sienta, no notó cuando es que su anterior ocupante había abandonado el sitio—. Ahora mi padre dirá que lo hice a propósito...lo peor es que yo me sentiré peor...
—Vamos, Magui, todos vimos que tus trabajos fueron los mejores, no te vengas abajo, ese 8 no te va a bajar el promedio.
—Pero es una mancha en mi historial, era perfección, ¡ahora no lo es! Maldita sea...¿cómo lo justificaré?...
—Oye...no tienes que justificar nada, entiende, ese numero no dice absolutamente nada de lo que sabes y...
—¿¡Por qué pareciera que lo entiendes mejor que yo?! Siempre has sacado calificaciones bajas, ¡No entiendes lo que se siente fracasar siendo de calificaciones excelentes! —Shadow no pudo evitar girar su cabeza para mirarle con enfado, sacando toda la aberración por sus facciones. Notó enseguida que eran jóvenes de educación secundaria, el uniforme se lo dijo todo.
《Pero mas tarde que temprano entenderás a la mala que tu 'excelencia' disfrazada en cifras se volverá la cruz sobre tu espalda para olvidarte del significado de lo que has venido a hacer en tu vida.》Apretando sus manos, un hueco se le forma en el estómago y decide abandonar el espacio para ir a la puerta y bajar en la estación siguiente, la que le corresponde en realidad.
La ovípara que podría decirse "amiga" de la anterior joven, aprovecha para dejarse ir con brusquedad sobre el asiento de metal ya desocupado.
"Pobre estúpida...la juventud es tan estúpida" reprime un pensamiento enseguida luego de notarse cabreado por todo el ambiente, evitando seguir generando aquella bola de nieva mental...; no prestando atención más en los aledaños a él para poder seguir con su camino fuera del metro y tomar un poco de luz natural.
Las puertas se abren y él baja, con una agilidad característica se desplaza entre la multitud con rapidez. Llegada la hora de ascender, toma las escaleras eléctricas y nota con celeridad como es que su semejante está ya esperándolo: Se quedó de ver con Sonic en la terraza.
Esa, la terraza, un sitio agradable para comidas y charlas conocido así por permanecer en altitud y, que tiene una linda vista justo al frente, pues hay un parque con voluminosos árboles y una magna arquitectura Art Nouveau al costado.
—¡Hola Shadow! ¿Qué tal tu viaje? Nunca te pregunté si estabas acostumbrado al viaje en metro.
—Nada nuevo, tenía un tiempo que no lo utilizaba pero...en fin, si tengo la opción prefiero evitarlo. —Parece que sus caracteres rebotan dentro de sí, por verse el mejor y más agradable sujeto que, ahora, está por merendar con su amigo azulado.
Pero el peliazul no es tonto, nota aquel esfuerzo exagerado de su compañero por verse intransigente y cálido, cuando en toda su frente y cejas se percibe la tensión y extraño fastidio que, Sonic deduce, se debe al calor y la gente tan "inquieta" que puede haber en el transporte publico.
No cruzan alguna palabra mas, en su conciencia el erizo celeste no quiere tocar el tema de hace una noche, bastante fue su incomodidad por dejarle "descansar de él" un día para ahora abordar con tal plenitud el asunto...aunque siente que debe hablarlo, no obstante ha aprendido a "soltarlo" por recuerdos de como suele reaccionar el veteado, la experiencia algo perjudicial de anteriores ocasiones...
En fin...tampoco sabe como olvidar tales confesiones y desahogos de su platónico sin sentirse lastimero hacia su persona.
—¿Te agrada esta mesa? —Cuestiona el vetas rojas señalando la mas cercana al balcón, con justo dos asientos altos tipo banquillo.
—Sí, es perfecta para la vista, si, si ~ —No pierde tiempo en sentarse del extremo izquierdo, casi en una carrera por querer robarle el asiento a Shadow. El chico oscuro reacciona con una pequeña mueca de soslayo para irse al lado contrario—. ¿Qué piensas pedir? Siéntete libre, me toca pagar.
—¿Ah sí? Pues...en ese caso, creo que no pediré nada de azucar y me inclinaré por un alimento más salado.
—¿Por qué no? El azúcar levanta el ánimo...o algo así he oído.
—No necesito azúcar cuando estás tú aquí — Una pequeña risa de vergüenza se le escapa tras escucharle《¿Podría ser un cumplido? Quizás está diciendo que soy empalagoso...uy rayos》—. ¿Qué pedirás tú?
El ojo verde toma la carta, la analiza por delante y detrás; por un instante se arrepiente ligeramente de haber dicho que él paga 《Ya qué...》Asi que opta en un acto de ahorro escoger algo aparentemente económico pero llenador.
—Ehh~ pediré esto, parece raro pero rico por la foto —Lo señala con su dedo anular. Shadow baja la vista sin parecer convencido de su elección—. ¿O tú que crees?
—Sí te parece adecuado, adelante. Llamaré al mecero. —Estira sus manos sobre la tabla y luego se inclina con juego sobre el banco haciendo equilibrio, acabando con un bostezo, cediendo al compañero de pelaje negro toda la acción de pedir y dialogar.
El joven termina por anotar la orden y tras mirar con cierta curiosidad las acciones de Sonic delante suya, se da la vuelta para ir a la cocina y no incomodar o entrometerse con sus clientes mas de lo requerido. Igual el tema de estar solos sin encontrar algún tema a fin de ambos erizos es agobiante y cuanto menos desesperado.
Sin embargo, Shadow es el primero en sentir la obligación. Sabe que no han sido fáciles sus últimos días, y no hablemos tan pronto de las últimas horas. Siente la necesidad y nombrado peso de hablar de aquello, porqué...¿Por qué tendría que sentir la privación de hablar de ello?
¿Cómo se procesa un diálogo tan personal e incómodo que tuviste el valor de sacarlo hacia otra persona?
—¿Qué hiciste el día de ayer? —La interrogante es desperdigada en la mesa, tanto por su titubeo y malestar como por la posible respuesta de Sonic y clásica insistencia que, también, Shadow conoce a la hora de intentar dialogar de temas incómodos.
—Pues...me puse a ver series con mi hermano, teníamos planes de empacar pero dado que mis padres hablaron diciendo que teníamos una semana mas echamos la hueva, para que te engaño jajaja —Se pierde en el movimiento de sus labios y la ligereza de los pliegues en sus comisuras, aquellas expresiones en el ojiverde parecen tan realistas que no mide nada de lo que le expresa.
Era como si en verdad dejase ver lo cómodo que se sentía a su lado.
—¿Y tú, Shadow? ¿Has...escrito algo? O más bien, ¿Acaso los escritores de internet solo se ocupan de eso? —Golpea sus dedos sobre la mesilla, demostrando algo de impaciencia y jugueteo. No le quita la vista de encima—. ¡Ey, Alto! Ya sé cómo será tu respuesta, por supuesto que yo sé que todos tenemos una vida fuera de la pantallas pero...no sé, ¿Qué es de la tuya?
—¿Qué es lo que hago...en mi vida? —Observa con divagaciones los movimientos del cobalto. Se pierde en sus manos claras y sube hasta ver sus hombros, perdido—. Eh...pues, yo suelo...suelo leer cuando no estoy haciendo trabajos universitarios o salgo a ejercitarme por las mañanas...—En realidad no sabe que decir. Hace meses que no se planteaba las actividades o hobbies que ejecuta; no tenia tampoco el interés de alguien por saberlo, no existía alguien con tan siquiera podía dialogar de aquel modo porque había abandonado amistades o contactos cercanos hacia su persona.
Pero es que, ¿qué podía contar o platicar él? ¿Qué tipo de concepto puede tener el joven azabache hacia si mismo como para dialogarlo con un tercero?
《¿Qué hay más de mi vida que no sean pensamientos suicidas, alteraciones de la realidad, desprecios mutuos, apuñaladas mentales, y malestares físicos que carcomen mi Alma?》
—...Perdoname Sonic —Baja su mirada cerrando su garganta en un intento por no tener un vómito verbal desagradable que le lleven a entrar en desesperación—...estoy cayendo en cuenta que soy un sujeto sin nada interesante que ofrecerte...
—No me digas eso, ¡eres espectacular! Eres un escritor medianamente conocido en internet, me gustaría decirte que eres ultra famoso pero bueno...quizá sientas que me estoy burlando de ti.
—¿Pero que más? ¿Solo eso? —Traga grueso, Se menea en su asiento con ligeras ganas de causar un alboroto, es de esas sensaciones físicas por hacer algo con tu cuerpo sin siquiera entender el por qué debería de hacerlo—. Me...tenía tanto tiempo que no hacia esto que es como si hubiese olvidado cómo se hace...como expresarse de la cotidianidad, de lo personal sin entrar en el ego de búsqueda central de atención, en la convivencia más interpersonal, como se...
—Como se vive, Shadow —El erizo se estira para pasar sobre la pequeña mesa y tomar las manos del vetas rojas. Él se siente ahora sosegado, como si el tacto de su acompañante le hubiera devuelto a su presente y al momento en el que están. Shadow le mira con una expresión suspensiva—. La...la depresión nos hace olvidarnos de como se vive día con día, y si estas aquí es porque decidiste dar el paso de intentarlo. Tú me lo dijiste alguna vez: yo lo sigo intentando y nadie lo nota pero lo estoy intentando...yo sé que lo estás intentando, lo estoy viendo ahora. Así que, sí, quizás ahora no tengas mucho qué ofrecerme en tus palabras, pero ello no significa que no lo harás en un momento. Aquí y ahora estamos creando un momento el cual podrás platicarlo o recordarlo y quiero creer que te será grato...—Su sonrisa se despliega con una pizca de nerviosismo sobre su rostro. Sonic ha aprendido a no balbucear tanto cuando deja que su corazón tome la rienda de su lengua al hablar—, eso espero, ¿no? Si no la cago antes jajaja
Por supuesto que no contesta. El ojicarmin no tiene nada que replicar ante tal discurso emotivo y singular que, recientemente, Sonic a aprendido a soltarle por la cara.
Pese al ambiente atareado del sitio, en cuanto sus planteos llegan a la mesa la charla se retoma con mayor confianza, una que Shadow ahora más que nunca tiene la desesperación de soltar de forma inmediata:
—¿Cómo te sentiste la noche que te llamé, Sonic? —Con la voz baja, su ojos se pierden en el plato pero queda con el oído atento a la contestación.
—¿Cómo me sentí...? ¿Te...te refieres a como es que reaccioné o a como me quedé luego de nuestra charla? —Husmea el platillo con sus dedos, intentando ver por donde es que comenzará a comer.
—Ambas, me refiero a ambas.
—Pues...me sentí contento de saber que logré hacerte entrar en confianza conmigo. De hecho recuerdo habértelo expresado incluso durante la llamada; y también me sentí muy triste y melancólico por lo que me dijiste...—Alarga su palabra y baja el tono conforme culmina su oración. Toma un cubierto y paladea con total satisfacción su plato. En seguida prosigue—. Yo creo que a nadie le gustaría saber que una persona importante para uno mismo intentó pues...eso o que...ha pasado por todo ello de esa forma...al menos a mi me hizo sentir mal.
—Siento mucho habértelo dicho...
—Shadow, estoy muy preocupado —Su interrupción es decidida, tanto como para dejar el cubierto con ímpetu sobre el costado y llamar la atención del erizo para que haga lo mismo—. Sé que me lo has repetido muchas veces pero debes entender que me es inevitable no prestarte atención cuando...cuando lo que siento por ti es tan grande que de verdad quiero poder hacer algo. Por la madrugada lo que me contaste me...me heló muchísimo la sangre.
—Por favor olvidalo, te lo suplico. Olvida lo que te conté, fue horrible, inenarrable...¡No debí hablarte a esas horas diciéndote eso!
—¡No! No te alteres, no es el sitio ni el momento...—Se controla así mismo, intentando no exasperar o hacer la charla más incómoda. Alza sus manos hacia Shadow sin quitarle la vista de encima—, por favor escúchame...Lo que me dijiste es importante, y lejos de juzgarte o sentirme con temor por tu confesión en ámbito personal...me siento satisfecho de pensar que he logrado, al menos por unos minutos, transmitirte la confianza para que lograras soltarte, te lo repito porque lo digo totalmente en serio, esto creo que te puede ayudar.
—¿Bajo qué costo, Sonic? ¿El de fijarte una expectativa lastimera hacia mí? ¿El de dejarte ver mis debilidades e intimidades como si fuesen un juego? ¿Bajo la consecuencia de...? ¿De haberte perdido, por lograr darte cuenta del despojo que soy...? —No puede, no quiere soltarlo completamente. Shadow se lleva la mano a la boca como si supiera que no puede controlarse o que pueda provocar algo desagradable.
—No eres desagradable, te volveré a decir esto: lo estás intentando y lo estás logrando. No hablemos más de este tema ya...ya no te mencionaré nada sobre eso, pero si quería que supieras que me siento muy atento por ti —Shadow se lleva las manos a la cara, empieza a realizar ejercicios de respiración mientras Sonic lo observa con frenesí en necesidad de auxiliar—. ¿Qu-quieres o necesitas una pastilla? ¿O quieres que pida un vaso de agua al...?
—¿Las traes? —Levanta la mirada descubriéndose. Sonic asiente y en consecuencia, shadow aparta con su palma el plato de su frente con un movimiento algo brusco—. Si me puedes dar una cápsula de la caja esa que tiene letras rojas y color amarillo...
—Eh...espera —Alza su mochila del suelo, se oye el revoltijo de cartón y vidrio dentro para alzar la vista con una caja entre sus dedos—. ¿Deprex? —Tras asentir el joven de pelaje negro, Sonic se encarga de sacar solo una cápsula para dejársela con delicadeza en la superficie de la mesa.
Sonic fija la vista en como se pasa esa cápsula sin miramientos. Es la segunda ocasión que lo presencia, pero lo deja ver como si sintiese ya contidianidad; en un movimiento tan rápido y con la inclinación típica de su cabeza hacia el cielo. Prefiere sentirse menos incómodo volviendo a degustar su plato, pero el echo de ver a su compañero algo transido sobre el asiento, le exigen a preguntar:
—¿Por qué parecía todo este tiempo que no sentías, Shadow? —aquella cuestión con aire de filosofía le inclinan a que el azabache se deje ir de bruces sobre la mesilla, mirando hacia arriba al joven ojiverde, no entendiendo del todo su pregunta—. Me refiero a que...en la universidad te veía tan...frío, como si nada ni nadie te importaran y...no sé solo me resulta increíble en estas últimas semanas darme cuenta de qué...
—¿De que todos llevamos los heridas en las entrañas, los fantasmas en nuestra sombra? —El erizo azul asiente, con una mirada dulce y complaciente al ver a su compañero relajado por el efecto de la pastilla 《espero que no se quede dormido aquí en el restaurante...》—Jajaja ¿Sabes? No es que yo no sienta, yo también me he roto, solo que aprendí a que mis pedazos no hicieran tanto ruido ni rasgaran tan profundo como para sangrar frente a otros...pero si que mis trozos han herido a otros.
Sonic asiente, familiarizado de esa respuesta, para proseguir con su almuerzo mientras su acompañante decide quedarse un rato con el rostro pegado a la mesa, sin probar bocado.
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