•47: Preocupaciones sin importancia

—¿Cómo es que llegaste aquí?

—Fui a tu departamento, no saliste y solo decidí irme y... me informaron de una reunión por acá...

—Que asco me das —Haciendo énfasis en su frase, se desprende del camino para acercarse a él con la ira en los ojos—. Te advertí que no me volvieras a buscar...

—No esperaba encontrarte, estoy sorprendido de que estés aquí —Es su quinta vez que bebe frenéticamente lo que le queda de su vaso para terminar y estrangular el plástico, solo que ahora lo tira al suelo con rabia hacia los pies de Mephiles, dándose media vuelta para querer entrar a la casa—. ¡Espera! por favor relajate... —Extiende las manos hacia él poniéndose en su camino, deteniendolo y notando claramente que su enojo es tan real como sus carmesí fríos y viscerales—, no vine a molestarte, no es mi intención en lo más mínimo ¡Esa nunca ha sido mi intención!

—¿¡Entonces por qué te esmeras en seguir aquí!? Solo vete y vuelve por donde viniste. Le advertí a mi madre que...

—Que me partirías el hocico, ya lo sé y no es la primera vez que me amenazas de ese modo —Su sorpresa no es tan grande como su molestia de oírle interrumpirle. No esperaba que la información viajara tan rápido entre los dos—. También sé que rechazaste la oferta de irnos de vacaciones, ¿Ni si quiera puedes darle el gusto a tu madre de convivir? Ella está muy preocupada por ti.

—¿En serio? ¿MUY preocupada por mi? —Un monosílabos burlesco sale con total asco de su expresión, mirando hacia el suelo como si de verdad sintiera la sátira en aquella afirmación—. Ella al igual que yo está muy rota, y lejos de apoyarnos juntos solo nos perjudicamos. ¡No quiero estar con ella ni con su estupida pareja!

—Pero ella si quiere estar contigo, porque de verdad te extraña y le haces falta, así sea por temporadas vacacionales.

—Tengo una maldita idea brillante, ¿Por qué no te vuelves su hijo predilecto y que me deje de joder a mi? —Se señala ufano, con la voz severa y directa, mirándole cara a cara—. Después de todo siempre le agradaste tanto y siempre te comparó conmigo como si fueras el mejor ejemplo...

—Hueles a alcohol, tú no eres de este tipo de convivios, ¿Acaso has venido solo unicamente a beber? —Mirando alrededor de la calle, el vetas grisáceas busca con ingenuidad a alguien más.

Acercándose a su nariz, Shadow expresa con total disfrute de joderle con su estado:—. Te viene valiendo madres.

El cobalto se asoma por la puerta, los chicos le abren un poco el paso pues se mete entre algunos cuerpos ya mareados que obstruyen la vista hacia el jardín delantero. Detrás de la jardinera mas pegada a la acera, Sonic distingue la chaqueta y las vetas rojizas de su acompañante, por lo que no se lo piensa para ir con él caminando despacio por el sendero.

—¡Tú no eras así, Shadow! Has cambiado demasiado. Vamos, ¡vamos! ¿Por qué te has vuelto tan agresivo? Tienes la oportunidad de decírmelo, ¿Fue mi culpa? ¿Nuestra situación y el cómo terminamos?

—¡Ya basta! No quiero hablar contigo, me estás hartando, me estás cansando... —Atónito, nota la compañía tardía de Shadow, reconociendo claramente una vez más, aquella voz familiar; al distinguir correctamente su cuerpo, se paraliza.

Su compañero al culminar aquel reclamo, se barre sobre él para tomar a Mephiles por sus hombros con total agresividad. Aquel acto llama la atención de algunos jóvenes que se encuentran afuera, y Sonic no es la excepción, aunque...esta vez, el pelo oscuro se nota fastidiado y hasta triste. El desgarramiento de su garganta y el énfasis agudo que de pronto tiene en sus palabras solo hacen sentir a Sonic cabreado.

Cabreado de que tenga que estar lidiando con alguien que aparentemente le hizo mucho daño.

—Oye, ¡Oye! —Subiendo su tono, llega hasta la posición de los dos; no quiere detener al ojo rojo pero si alivinar su encuentro—. No sé quién eres ni lo que estés buscando con Shadow pero si te ha dicho que no quiere hablar contigo respeta su decisión.

—Sonic no pierdas el tiempo, no te involucres, por favor —Su petición directa hace que sus manos empujen lejos al vetas grisáceas, separandose bruscamente. Luego, su respuesta anda a la par de la acción con sus manos, deteniendo su andar por su pecho melón, tan rápido como él al intentar protestar con un balbuceo—. No lo vale, ya te lo dije.

—No lo entiendo, no entiendo por qué sigue buscándote y-y hay cosas tuyas que no comprendo...

—Este erizo... ¿Vienes con él? —Insistiendo, Mephiles le señala con una tranquilidad inesperada comparada a la mirada de aquel día —. Es el mismo chico que estaba en las escaleras del edificio, ¿Qué es de ti?

—¡No te voy a dar explicaciones que no te incumben! —Tras su reclamo y replica del tema, Shadow vislumbra un auto blanco descapotable detenerse de forma rápida e irregular cerca de ellos, tiene la impresión de quien es pero pensarlo muchos segundos le hacen tener jaqueca.

Una eriza de pelaje grana sale apresurada con las llaves y un bolso cruzado sobre su cadera, sus piernas son largas y el pantalón olivo es de corte ancho pero corto; analiza el panorama y su apuro termina cuando hay jóvenes por todos lados pero a los que busca concretamente están situados a unos pasos de ella.

—¡Uff! Pude dar con tu ubicación, Mephiles, gracias por brindarmela —Tomando una exhalación profunda, deja de mirar al vetas índigo que comienza a apartarse un poco de todo con pasos cortos, reacomodando su sudadera. Ella se concentra en el vetas rojizas y prosigue—. Shad, ¿Qué andas haciendo aquí? Yo no recuerdo que te gustaran las fiestas y...—Pegando olisqueos rápidos, intenta tomar a su hijo con preocupación— ¿Estás bebiendo...?

—Eres inoportuna, típicamente insolente y molesta... —Una vez más, le desprecia echándose hacia tras con Sonic a su costado.

El erizo azul mira a la mayor con curiosidad y cierta amabilidad, pero puede percibir el aura huraña de Shadow, y de distinguir sus facciones molestas, no sabe como actuar o tan siquiera si debería de continuar acompañandole en todo ese encuentro.

—¿Quién es él? ¿Es tú novio?

—¡No es mi novio y no te importa si lo fuera! —Estaba a nada de replicar, pero no era su turno. Sonic guarda la compostura todavía inocente de no entender nada.

Pero está a nada de subir su nivel de ansiedad, evolucionado a uno de escape.

—Shadow vamos, no puedes decir que no me importas si he venido a buscarte, y vine sola, para no incomodarte con Roberto...—Señalando el auto, la madre se siente incomprendida en su actuar—. No quiero dejarte solo, no quiero que me odies por lo que he hecho y lo que ha pasado. Yo no quiero ser impertinente e inoportuna he intentado hablar contigo pero...si tan solo no...

—Veniste con Mephiles, ¡es más! mandaste primero a este erizo para luego tu venir a empeorarlo todo —Interrumpe con aquel reclamo sin poder bajar la voz. El tono sarnoso y la postura totalmente retadora en el vetas rojas no ayudan en una circunstancia tan incómoda como esta—. Estoy en una fiesta y vine con amigos, porque para tú información si los tengo y llevo una vida tranquila por acá, ¡No quiero ir contigo a ningún lado!

—Si estuvieras tranquilo no hubiera pasado lo de hace una semanas —Estruja sus puas y aprieta sus orejas intentando controlarse sin estallar todavía, porque continua oyendo tonterías de su boca, según él—. Shadow vámonos, no deberías estar aquí, no hagamos una escena con tu...amigo aquí...—Baja la voz totalmente tranquila, la señora Hedgehog no se ha descarriado con su descendiente. Intenta tomarle pero él no lo permite—. Todos te vamos ha ayudar, pero tienes que poner de tu parte. Traje tu medicación de las consultas y...

—¡No me van a ayudar! Tu maldita construcción de familia disfuncional no me va a ayudar, ¡Estás equivocada si tu crees que...!

—¡Ya para! Date cuenta de cómo te pones con este tema, dime, ¿qué te puede preocupar? ¡¿Que te tiene tan mal como para que te pongas asi?!


¿Qué te puede preocupar a ti?


¿Qué le preocupa a un joven como tú?

Shadow extiende su mano haciendo énfasis a su rostro, con la voz menguada otra vez, pero llena de navajas, espeta:

—Yo...yo en verdad deseo y espero que nunca, nunca e-en tu existencia te importe y atormente lo qu-que me atormenta a mí...porque suficiente tienes con la vida de mierda que llevas como para tan siquiera soportar todo lo que tengo, ¡Todos esos malditos demonios que nunca vas a pinches entender! —Arrebatado, aparta a su madre y pega una carrera lejos del sitio.

Sonic no lo piensa dos veces, ignora cualquier llamado o expresión de los presentes para salir igualmente disparado detrás de su amigo, no, amigo no, su platónico.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top