•42: Intriga

-Flashback-

—¡Te dije el día de ayer que me dejes en paz!

—Solo quiero que me digas que ya estás mejor, ¡Entiende que lo que me dijeron me preocupó!

—¿¡Te preocupó!? Cierra la puta boca, me caga que mi madre tenga la misma maldita lástima que tú al querer "arreglar" este asunto, ¡Ni tu ni ella pueden arreglar nada a estas alturas!

—¡No es que querramos arreglar nada! Solo queremos estar al pendiente de ti, pero no la tomes contra ella, siempre nos llevamos bien y si ella me lo contó es porque sabe que puedo apoyarte y...

—¡Cierra ya tu maldita boca!, eres un hipócrita y un lame huevos, tú no eres alguien que pueda ayudarme, ¡¿Que acaso no tienes cerebro o por qué no lo entiendes?!

-Fin del Flashback-

—Y-yo no sabía que tenías una ex pareja...

—No tendrías por qué saberlo —Encoge sus hombros con una naturalidad de miedo—. Si lo supieses me aterrorizaria la idea del dónde lo has averiguado; igual ese no es el punto aquí— Hace una pausa tirando la basura de su bebida con ira hacia el cesto, casi próximo a hacerle un hoyo al articulo por la fuerza con la que le azota—. No le tomes relevancia así como yo no se la tomaré en los próximos días.

—Shadow...claro que le tengo que tomar relevancia —Su mandato ha sonado autoritario, al vetas rojas le consterna, y le mira casi con esa misma mirada envenenada clásica—, y no por otra cuestión más que la de...el echo de que te esté buscando, quiero deducir que se enteró de la situación por la que has pasado y por ello quiere saber qué estás bien y pues... —Con otra pausa temerosa, Sonic continua mirándole como puede al rostro—, eso puede significar solo la importancia que siente así ti y-y es válida.

—¿En serio lo piensas justificar? —Su ira vuelve a ser extraña, no ha cesado desde que tuvo ese momento de cólera con el mencionado Mephiles, y oír que el Mobian que dice ser alguien que le gusta esté hablando con cierta "invalidez" para sus oídos le cabrea más—. ¿Por qué no puedes pensar y confiar más en lo que te digo con respecto a mi sentir sobre él y dejar de lado esa compasión y entendimiento que sueles mostrar hacia otros? Porque él no se merece nada de eso, ni de ti ni de nadie.

—Shadow cr-creo que estás muy furioso aún...¿por qué no dejas de pensar en él y dejas que yo...? —Intenta sujetarlo por su mano, pero el vetas rojas en seguida se retira con unos pasos hacia atrás, protestando:

—...Sonic, no te adjudiques mis problemas, te lo voy a pedir de una vez.

—¿Qué? Pero yo no he dicho o hecho nada para que ahora me adviertas eso. —Sus labios tiemblan penoso, reprimiendo hasta donde puede la sensación picosa de que la está cagando con él.

—Puedo ver tus últimas intenciones conmigo. Cada vez que me molesto tú también lo pareces. Y cada vez que te dejo ver mis emociones desagradables pareces apagarte —El cobalto empieza a sentirse un rompecabezas, uno que el erizo a aprendido a descifrar y armar tan bien que hasta el mismo Sonic duda de lo que siente en si—. No tienes por qué estar así conmigo, no es...

—Desvivirme por las personas...quiza yo no he pecado lo suficiente de existir, y de perder la cabeza por las personas... —Comienza a orar para si mismo en voz alta, recordando con dolor las palabras que Shadow le ha brindado en días anteriores cuando todavía existía una sensación frágil entre ellos. Olisquea un poco para proseguir, sabiendo ahora el significado de aquellas palabras, de esa confesión—. No quiero molestarte más, Shadow. No quiero ser alguien que esté interviniendo en tu vida sino alguien más que esté formando parte de ella. No quiero ser un extra quiero ser un antagonista de tu trama, ¿S-si? Si tienes ese picor y molestia de que estoy haciendo algo mal a mi me...me...

—Discúlpame, Sonic —Interrumpe su gran explicación poética ahora siendo él quien intenta calmarlo, sujetándolo de los brazos, menos huraño que antes y alzando más la voz sobre la suya—. No soy...no soy bueno para esto, y lo sabes. No quiero ser alguien frío contigo y tampoco desagradable, pero no puedo evitarlo.

Su voz se apacigua en el instante que ve a su semejante azul derramar lágrimas. Gotas silenciosas que caen con la poca intención de ser intermediarias en una situación compleja que tampoco puede discernir. Sus miedos se compactan en pensamientos negativos en los que se incluye, la posible falta de interés de Shadow a Sonic con el regreso de Mephiles.

Pero Shadow no está pensando en nada de eso. Él solo piensa en que no puede hacer feliz a alguien, que sigue siendo tan patético e infeliz consigo mismo como para, ahora, intentar jugar a la pareja con un chico que no se merece a alguien tan deleznable como lo es el ojo carmín...

—¡No, no! Por favor, discúlpame —Vuelve a exculpar el erizo negro, viéndose tonto al querer remendar su comportamiento secando sus lágrimas—. Olvidemos esto, a Mephiles, el que soy un completo imbecil y desconsiderado contigo. No quiero pasar la tarde aquí en mi departamento contigo manteniendo el mismo tema de conversación agobiante, no es el punto...no quiero hablar de esto —Dando otro respiro, vuelve a apretar con sutileza sus brazos, llevándolo hasta la silla cercana de su escritorio y dejándolo ahí con sutileza —. ¿Necesitas algo? ¿Te traigo agua o...algo?

—N-no, no, estoy bien a-así...—Cierra sus ojos, dando respiros lentos, realizando sus ejercicios que parece, ya tiene bien dominados.

A Shadow le baja el apuro tras verle empezar a sentirse tranquilo, regulando sus pulmones—; te traeré un vaso de agua, ahora vengo. —Inesperadamente, el erizo oscuro le brinda un beso sobre su cabeza y sale con rapidez a su cocina. Cámbia ligeramente de aire.

Era la primera ocasión en la que ambos se brindaban afecto; tras el beso del hospital, ninguno ha tenido muestras de cariño físico, siempre hubo limitaciones. Y hace minutos, el vetas Rojas logró dar con claridad caricias y acciones mimosas.

Eso ni él se imaginó que podría sacarlo bajo tanta presión.

El erizo azul se recupera. Se pone de pie despabilando y desentumiendo las piernas. Meneando también su cuello, va a dar al escritorio de su anfitrión, mirando con curiosidad lo que hay por encima. Sobre la libreta y entre un libro hay media hoja salida que, pareciese hacer la función de separador.

Abre con sus dos manos y la hoja no tiene nada interesante, lo interesante es el contenido del libro que es, más bien, una especie de agenda con una encuadernación sofisticada:

•••••••••••••••

...Y odio que te haya hecho el enemigo, y odio que tu corazón fuera la víctima, ahora odio que te necesite, pero espero narrar a través de tu recuerdo, mientras hacemos eco entre los interlineados de los párrafos, dejándome de victimario al decir que escribo esto destrozado...y que me sorprende súbitamente notar que, no puedo dejar de balancear la muñeca, con los dedos aferrados al bolígrafo, tal cual mis ojos a la visión que corre de los días pasados sobre tu compañía, cual cinta cinematográfica....es algo nitofilico creer en el inicio de una historia más grande.

¿Es esto una carta? Pero, ¿Qué es una carta? Un puñado de letras típicas que giran entorno a agradecimientos y palabras melosas en las que no erradica un sentimiento tan puro como lo puedo interpretar ahora que tengo casi 22 años...Me encantaría tener esa misma inocencia y seguridad que tenia a mis 15, para expresar los tintes rojizos sin sentirme un soñador estúpido por confundir las expresiones y mi sentir en una deriva turbia...

Porque ahora escucho cuando dijiste que te dolió ¿Es demaciado tarde para suplicar demencia? En nombre de mi afección..."

••••••••••••••••••••

—Ay~....no...—Deja escapar en siseo con una mano sobre su boca, queriendo no exclamar algún otro sonido de emoción muy incontrolado.

Siente el texto con dolor, con sentimiento de pérdida y de arrepentimiento. Shadow regresa con el líquido de cortesía y al ver que Sonic está muy entretenido en sus escritorio, llama:

—¿Así que tú también te has puesto a husmear mi sitio de concentración?

—¡Lo siento mucho! —responde con un canturreo alegre—. ¿Este texto...es de, ya sabes, esos días en los qué...? —Su cuestión titubeante le llevan a encogerse en hombros, alzando un poco el texto.

—Sí, podría decirse que es el desahogo de esos días...—Deja el vaso frente a él, en el escritorio, y tomando la agenda, se la quita con tacto—. No quiero que veas nada más de aqui.

—¿Por qué no? —Pareciese que su pregunta le causa celo. Shadow le mira indignado, y al ver Sonic que no le llegará respuesta, continúa—. Bien, es privado, supongo. Ok, no lo leeré.

—No quiero que te encuentres con textos que no son para ti.

—¿Que? ¿Cómo que no son para mí?

—Agh, olvídalo. —Refregando sus púas, el vetas rojas menea sus manos restándole importancia—. ¿Vamos a comer? Esta vez yo invito.

El erizo de ojos musgo no quiere entrar en más preguntas o posibles discusiones. Aunque hay ahora intriga dentro de si por ese actuar del erizo negro con precaución y hasta cuidado, sospecha...lo dejará pasar.

Más porque la nueva información de su,  presente nuevamente, ex pareja, es el tema que no le va a dejar tranquilo en ningún momento...

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