—¿Eso es un si?

—¡Shadow! ¿Qué haces aquí? Crei que todavía... —titubea contra sus ideas; el chico oscuro le ayuda a cargar al periquete, notando el cobalto de forma inmediata que efectivamente, Shadow no trae nada encima, bueno, una mochila escolar clásica en su espalda nada llena—. Y-yo iba a verte ahorita para darte lo de las láminas y decirte lo pendiente.

—Te agradezco, ya no será necesario que vayas a verme allá, podré venir a entregar lo último por mi propia cuenta.

—Listo Cielo ya podem- —Silver se queda a medias de su oración. Al salir y alzar la mirada viendo el par de erizos frente suyo, cambia su actitud volviéndose tenso—, eh...hola Shadow~ —canturreando, toma una postura incómoda pero agradable, fingida y forzada.

—¿Por qué has cambiado tan drásticamente tu actitud? —Es notorio para sus ojos tan analíticos. Esa pregunta que funge como saludo resulta tentativamente agresiva por el tono de voz en Shadow.

Él y Sonic dirigen sus miradas al chico peliblanco y tras sentirse con presión, aun titubeante, replica:

—E-es que, no esperaba verte por aquí tan pronto... —Su voz es tenue, es mediocre para el característico carisma exuberante de Silver. El vetas rojas continúa mirándole sospechoso de que se vea tan "raro"—, digo yo...¡Ah! —Parece que Silver no se puede contener más: observa a Sonic interrumpiendo sus movimientos y abalanzandose ligeramente sobre él, susurrando exasperado—. ¡Cielo, lo siento!, no puedo evitar sentirme emocionado por...eso~

—¿Eso? ¿Pero qué le has contado, Sonic? —Otro reclamo. El vetas rojas no se contiene en su tono para mirarlo de forma incriminatoria.

—Discúlpame Shadow, es mi mejor amigo, pero créeme que no dirá nada sobre tu identidad en el blog.

Con sus ojos carmín más abiertos, exclama—¡¿Identidad en el blog!?

—¡No, no, claro que no! Solo, por favor, aclarame algo: ¡¿Por qué terminó así 230 almas naufragias!? —Ahora el erizo blanquisco se abraza al azabache con una expresión sufrida. Shadow se tira hacia atrás sobre su camino, tomando al erizo de loco total y volviendo a reprochar con la boca endurecida:

—Sonic, no te voy a perdonar esto.

—Ey no, no Shadow, no te enojes conmigo —suplica con bastante facilidad, dejando de rogarle a él y dirigirse con molestia a Silver —Pinche Silver, ¡Quedamos que lo ibas a manejar discretamente!

—Aiñs~ Es que todavía no lo puedo creer~♡—Se derrite en su tono, cual crio aficionado, apricionando sus manos contra su pecho y soltando un grito agudo—. ¡No lo puedo pinches creer ahora que él y tú...!

Incómodo, Shadow termina por tomar esas láminas con más fuerza dándose la vuelta, adelantándose en su andar del pasillo hacia la salida. Sonic interrumpe el entusiasmo de Silver para protestar, pendejearlo, suelen decirle así ellos a la acción de decirle que la ha cagado; el crío blanco lo único que hace es agachar sus orejas y reprochar también ciertamente indignado como si no tuviese culpa de absolutamente nada.

Sonic da un trote para alcanzar a su compañero erizo, en el intento por querer acomodar la situación.

—Shadow...en verdad lo lamento, yo no...la situación se me salió un poco de control y terminé por contar la trama completa por desahogo propio.

—Si, con todo y spoilers...—refunfuñando, termina por exalar, refregando sus púas con una mano mientras con la otra no deja de asfixiar sus laminas, frustrado.

El silencio ahora se prolonga. Silver los alcanza, y continúan el camino con la misma falta de diálogo hasta que salen de la universidad, y con un despido incómodo, Sonic replica:

—Te hecho una llamada, Silv, creo que puedo mañana verlos para la última fiesta. —Entrega sus pertenencias, quedando más liberado para que ahora el mencionado se acomode y reclame:

—¿Fiesta? No me jodas, estoy todavía traumado con las fiestas...—Con su voz intensa, realiza un corte de manga al aire pero después entiende el gesto cómplice de Sonic—...pero si deseas que le vaya adelantando a Tails que se apunte lo hago.

—Si, alrato me dices en qué quedan. —Lo termina por despedir; forzado, el pelo blanco mueve su mano dándose la vuelta y caminando por la acera de la avenida ya bastante inconforme con lo que hizo. Igual para la tarde se le olvida.

Shadow inicia su caminata hacia el lado contrario, no preocupándose por su igual de pelaje azul que, intuye, le está siguiendo en silencio por la espalda.

—...No te enojes conmigo, ¿Si? ~ —canturrea, le da toquesitos al chico oscuro con su dedo índice, reducido en pena y encanto característico de él—. Dejame invitarte a comer a mi departamento esta vez, y así sirve que... eh, bueno, me dices que tal tu salida —Parando su andar estrepitosamente, los ojos colorados de Shadow intimidan al ojiverde, queriendo que lo trague la tierra por esas facciones molestas que aún conserva su igual—¡Solo si quieres, claro! Igual y no quieres hablar de ese tema...

—Ay Matti, eres todo un crío —Libera una carraspera, tragando una especie de malestar con fuerza, como si se esforzara demasiado en todo lo que dice—.... Está bien, acepto tú invitación. Tenemos de muchas cosas que hablar, pero muchas.

Con una sonrisa mucho más suave y expresiva, destella una alegría por sus ojos de Sonic que hace resentir en el orgullo de Shadow, pero al menos, solo por hoy, puede dejar pasar esos errores de fan.

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—Mi departamento no es tan grande como el tuyo y no si es compartido.

—Oye, ¿Acaso crees que lo voy a juzgar o a qué viene esa excusa?

—¿Qué? ¡Oh no! N-no es eso, claro que no, ¿por qué parece que siempre recrimina mis palabras? —Parandose en su puerta, se cruza de brazos con un juicio negativo expresado en su mirada—. ¿Y me decías que yo era el sabelotodo?

—Respondiendo a la defensiva con preguntas con tal de evadir las mías certeras...—Refunfuña el pelo oscuro como si ello le molestase bastante, aunque sus palabras parezcan duras su semblanza expresa tranquilidad. Pega un resoplido para decirle quieto, justo a su costado de la puerta—. Por favor, soy el menos indicado para dar juicios hacia ti después del apoyo que me has dado. El sitio donde te alojas es algo banal que no te pienso criticar.

Era lindo, porque a pesar de no tener la algarabía en su voz, esa expresión, altamente positiva que posee Sonic, era indicada para poder retener todo como si fuese un juego. Para el chico azul, ya no eran palabras serias provenientes de un desconocido con carácter introvertido y misterioso, eran sinceridades y sentimientos expresados de un alma que no es igual al resto, como todos los auténticos seres que habitan.

Y que cada uno tiene sus propias historias qué narrar.

Dejan la platica fuera, terminada sin mayor importancia fuera del portal. Cuando entran y suben hasta su cuarto, apenas y las llaves abren y el perno hace ruido, el hermano mayor, entendido en saber de quien se trata el que ha llegado, exclama:

—Mira la sorpresa qué tengo aquí, hermanito~ —La voz tenue pero juguetona del chico verde se oye del otro lado del departamento, pero se va acercando poco a poco conforme las suelas se marcan en la loseta.

—¿Qué es...? ¡Kyaaa~! —Su expresión resulta muy coqueta, exclama de forma fanática, poniendo sus manos en su boca, olvidando por un momento a su invitado—. ¡Es el gato!

—Convencí a mamá de que lo dejara, porque lo vamos a cuidar bien, pero ni creas que lo voy a cuidar yo —Protesta con movimientos bruscos al tener el gato encima, cargado a la altura de su pecho. Este felino empieza a ponerse agresivo y entre maullidos molestos se sale de sus brazos verdes—. Pinche gato, nunca te voy a volver a cargar.

—Ven aquí, bonito ~ —Poniendose de cuclillas, mueve sus dedos invitándolo a que se acerque, el gatito lo hace para concluir por restregarse en sus manos y piernas—. No te acerques a ese ogro verde y feo, yo sí te quiero.

Transcurre esa escena, Los hermanos vuelven de sí y prestan atención al invitado que tienen. Dirigiéndose firmemente las miradas, Shadow expulsa:

—Hola Scourge, creo que no te avisaron de mi visita.

—No, si era tarde de novios hubiera invitado a Amy para comer —Sisea, su burla sigue siendo típica y hasta molesta—. Pero bueno, si vienen a picar díganme que me voy.

—¡Scourge, ya cállate! —Colorado, el cobalto manotea con vergüenza y empuja a su hermano mayor hacia su cuarto—. Solo lo invité a charlar, ¡deja tus tonterías para otro momento, carajo!

—Vale, vale ~ Tranquilo no te me vayas a desmayar de la pena —Su risa es tremenda, en realidad el erizo verde siempre ha gozado de todas esas bromas y tonterías que salen espontáneas de sí—. No hay mucho en la alacena, a ver qué le invitas.

—Yo me haré cargo, ahora enciérrate. —Terminada su oración, Scourge se despide en su puerta con el símbolo de "Amor y paz" en su mano izquierda y Sonic azota la puerta desde el otro lado.

Suponen ambos erizos que tendrán algo de tranquilidad y privacidad para charlar de todo lo que fuese necesario por aclarar.