—¿Acaso tú noviesito no sabe hablar bien? —Andando con gracia, el erizo mira con cierta molestia desgraciada al erizo azul que camina a su lado con más lentitud y serenidad—, digo, siempre me sales con que habla y le respondes como si fuera un guión de telenovela, discúlpame pero se ne hace mucha mamada, la verdad.

—¡Tú qué vas a saber de hablar si solo dices peladeses! —Su enojo es gracioso, al verduzco le produce risa ver a su hermano menor indignado, y no le da tanto peso como Sonic ahora molesto, recriminadole por la espalda—, es un escritor, es lo que más me gusta de él, como me explica, como me dice...

—...Insisto, es mucha mamada. Si a ti te gusta que te hable así está bien pero dime, si va al centro comercial ¿cómo pide su mandado? "Respetable dama, brindeme la maravillosa oportunidad de tomar ese artículo del estante que tanto deseo llevarme a mi humilde morada"—Su carcajada se desborda al final de la oración, Sonic lo termina por empujar sin causarle tanta gracia como a Scourge— ¡Ja ja ja, Vamos! ¿No vas a decirme que suena ridículo? Por eso todos ustedes son unos freak.

—¿Quieres dejar de molestar a tu hermano? No puedo creer que después de todo esto no cambies ni un poquito.

—¡Amy, tranqui! ~ No te enojes conmigo. Él sabe que estoy bromeando...¿Verdad? —El abrazo rudo del hermano mayor zangolotea al chico azul, solo asintiendo con los ojos torcidos, qué más le da—. Mira, allí están tus amiguitos. —Scourge señala la esquina de la avenida, efectivamente: Silver y Tails están mirándole de lejos.

—¡Cielo! No te quise dejar, solo que salí por Tails y como me llamaste que ya venías...—alarga su última palabra, recargando sus brazos en la nuca como si se sintiese incómodo de todo lo último que aconteció.

—Sí, no hay problema, gracias a los dos por estar aquí ahora. —Otra sonrisa no superficial. Las facciones de Sonic ya no son tensas ni tampoco fingidas.

—Hermanito, ¿Te quedas con tus amiguitos? Yo volveré a...alguna parte —La risita de la pelirosa parece evidenciar toda intención que tenían ahora—. ¿O quieres que te acompañe al departamento?

—No, gracias Scourge —Se acerca a él y le da un penoso y rápido abrazo. Su respuesta no es la esperada por el hermano mayor, pero es evidente que todavía no se acostumbra a que ambos sean así, expresivos—, puedes irte con Amy, yo me iré a comer con ellos y nos vemos en el departamento en la noche o mañana, no sé.

—Eh si...si ¡Oye! —Su espalda se respinga, una vez más la fémina le hace y mira indignada, y él se ve obligado a decir algo mas—, de nada, cualquier cosa llámame.

—Gracias Amy, ¡Te lo encargo! —Dando zancadas grandes, Sonic pasa al lado de sus amistades y la chica rosada sonríe, dejando ver un "por supuesto" con malicia.

Cada grupo termina volviendo a sus actividades diarias, a su rutina característica que se ha visto quebrada por variados sucesos...bueno, de vez en cuando viene bien, ¿no?

—Sonic, Silver el chismoso me puso al corriente de esto, y es bastante triste, la verdad —sus orejas están inclinadas, sus colas se mueven por debajo de sus rodillas porque está más que nervioso por la información—. ¿Cómo está? ¿Si pudiste hablar un poco con él?

—Sí, hablé bastante con él y, sin entrar en detalles que tampoco sé, él estaba bien.—Empieza a caminar y los chicos le siguen el paso.

—Cielo, creo que a estas alturas no necesito pedirte el chisme completo, aunque tengo que confesarte que si me interesa saberlo tampoco te pediré que me lo cuentes... ¡Oye! —Recibe un zape de parte del zorro. El amarillento se siente avergonzado por oír a su amigo pero luego de darse una ronda de protestas en plena acera, Sonic interrumpe:

—¿Vamos a un restaurante de comida rápida? Esta vez sí que les voy a contar muchas, pero muchas cosas con detalle, ya es necesario y me siento listo. —El aire que exala ha purificado sus pulmones y toda su mente en relación a las emosiones saturadas que ha tenido.

El reacomodo de su vida comienza por la recuperación de la confianza hacia sus amigos.

◈ ━━━━━━━ ◆ ━━━━━━ ◈

—Gracias por brindarle la mano a tu compañero, desde la última vez tendrían que haber venido sus padres pero no he recibido nada de parte de ellos —El profesor explica tranquilo al erizo, luego de haberle llevado un par de trabajos de Shadow—. Aún así, mientras sean peras o manzanas Shadow tiene el resto de la semana que todavía estamos en recuperación.

—Se lo diré, creo que con respecto a su materia solo le falta el final —inquiere tomando algunos papeles ya calificados y, con bastante esfuerzo haciendo memoria, expulsa—. Solo le faltan dos materias por cubrir, en las otras a logrado pasar si es que no estoy equivocado, para que le avise a la coordinadora de carrera.

—De acuerdo, le avisaré, es una pena que mi compañero de materia artística no haya querido hablar sobre esto, pero al menos cuenta con el apoyo de la profesora —Sonic vuelve a asentir, colgando su mochila y acomodando el resto de artículos que llevará en su mano—, en fin, un gusto, Sonic, te veo más tardar el viernes en el edificio principal.

—Sí, profesor, ¡Muchas gracias y hasta luego! —Su despedida termina por ser entusiasta, alegrandose por una parte, de haber culminado su semestre bien y no estar allí por él, sino por su semejante.

Baja las escaleras del edificio, es uno de los más apartados del campus, pero ni eso le permitía verse vacío. Quién se imaginaría que ya ha termina otro semestre...se ha completado un año desde tan cortos y queridos sucesos, acontecimientos espontáneos pero con tremenda lírica de trama.

En cuanto llega al corredor central, a paso lento con una despreocupación ve a Silver llegarle de frente corriendo; está tan desconcentrado de su entorno que verle de pronto tan cerca y eufórico le preocupa con singularidad.

—¡¿No me digas que ya se fue el profesor!?

—Eh, sí, sí te refieres al de técnicas acabo de despedirlo en el S y dijo que...

—¡No mames, no! No me digas eso...le debo solo dos láminas, ¡no quiero verlo en el extra! —Con un gesto auténticamente delirante, tal cual un cuadro de sufrimiento, el chico albino se pone a girar de un lado a otro como si buscara con la mirada al profesor—. ¡Ayudame a buscarlo!

—Silv, espera, te estás acelerando mucho. Lo voy a ver el viernes, bueno Shadow debe todavía un trabajo entonces si es que me lo da se lo daré antes del fin —Exalando de manera urgente, por fin el joven erizo le oye con tranquilidad—, así que no te preocupes, mejor mejora esos trabajos porque están muy culeros. —Finaliza Sonic con una carcajada, llevándose un golpe del autor molesto con el cartón donde están plasmadas sus obras.

—No me creerías si te dijera que los empecé a las 7:00am, los acabé a las 10:00am —Los dos se ríen como si fuese una completa locura, y en realidad lo es. ¿Cómo va a terminar 2 láminas de un grado de difucltad en 3 horas?

No por nada Sonic dijo que están culeras.

—Estás loco, se nota que solo quieres pasar —Pega una exhalación, culminando su tiempo de risa. Empieza a caminar otra vez por el sendero rumbo a la salida, cerca del área de comidas—. Si ya es lo último que te falta, puedo ayudarte con una si quieres pero sabes que te costará caro~

—Oh, no, no, no quiero tener que regalarte otro libro. Es lo último que me queda por deber así que sé que puedo armarla en estos 3 días.

—Ya lo veremos, perra ~ —Canturrea en forma de reto, como si el cobalto supiese que definitivamente terminará por buscarlo.

En su caminar, Silver detiene su risa para dirigirse al cobalto en un recordatorio espontaneo:

—¡Esperame! Dejame sellar un comprobante aquí en ventanillas —Lanza sus láminas al erizo azul, este las atrapa como puede por tener llenas ya sus manos—. Por cierto, ¿Sabes si Tails sigue viniendo?

—No hablas en serio, ¿Verdad? Él ya dejó de venir desde la semana pasada, ¿cuándo has visto que deba estar en recuperación? —Su gesto de burla le hace ver a su amigo que es un tonto, iluso y distraído.

—Ay perdón pinche Cielo, entonces no tenemos a que quedarnos más, aguantame y nos vamos en cuanto salga. —Luego de terminar su maniobra buscando un papel en la mochila. La cierra caminando con la vista baja para entrar a esa oficina dejando al azulado fuera, todavía complicandose con todas las cosas que trae encima.

—¿Necesitas ayuda? —Su cuerpo deja de moverse. La voz de ese Mobian le pone las púas erizadas y sin pensarlo se gira estrepitosamente para mirarle con una curva alegre totalmente tatuada en el rostro.

Un rostro que se vuelve aún más profundo en agrado y gratitud, con disposición de reiniciar su vida amorosa.