•36: ¿Punto Final?
—Po-por favor, d-dime que tú-tú ya n-no tienes na-nada que v-ver en esto...
—Escucha, si sigues llorando así no entiendo lo que me estás diciendo...—El verduzco le mira de cuclillas, en busca de un consuelo nulo—. ¿No tengo que ver en qué? —Se señala no de forma recriminatoria, sino confusa.
—Mejor a-ayudame, qu-iero...y-yo —Entre respiraciones de ahogo, Sonic no puede terminar de decir todo lo que está cruzando por su pecho.
Ver a Cielo tan afectado de un momento para otro llevó a Silver a marcar del teléfono de Sonic a Scourge. Ninguno de los tres erizos se sintió inseguro o afectado por esto, ni por el llamado ni por el porqué tuvo que hacerlo, pero el menor corrió con suerte al estar cerca su hermano por allí "ocupado" con Amy en los pastizales.
—¿Qué quieres? Es que no estoy...—El codo de Rose se clava en su costilla con descontento. Vuelve a tomar aire para reformular sus palabras—. A ver, respira profundo y lentamente dime, ¿Cómo puedo ayudarte? —Su tono deja de ser agresivo, la chica rosada también le está mirando de una forma que él entiende tan bien, es un regaño sutil.
—¡Necesito verlo! Llév-vame a-al hospital...
—¿Pero cuál hospital, Sonic? ¿Sabes en dónde está? —Apoya aún mejor con su voz Amy, sujetando la mano del erizo claro en un intento por mostrarse con él.
—Nadie me dijo en qué hospital, sólo supe que seguía en uno por parte del profesor...—Las miradas de todos los erizos se concentran en el peliblanco que da una seña poco relevante, pero hasta su mirar es sorpresivo, sin saber cómo actuar debidamente ante el ataque de su amigo.
—Mm, tiene que ser el del seguro, no creo que sea otro...—Inquiere mirando hacia arriba, como si Scourge hiciese memoria—; vale, te llevaré pero tienes que esforzarte por sentirte tranquilo, ¿bien? Vamos bro...a este paso nuestros padres tendrán que saber esto...
El erizo azul no responde nada, solo se encoge un poco mientras recoge lentamente su mochila y no guarda la carta, más la toma con mayor delicadeza entre sus dedos.
—Pediré mejor un taxi —informa Silver tecleando su teléfono —. Estaré en la entrada, tómense su tiempo que también le hablaré a Tails para decirle dónde estamos...
El hermano verde toma la iniciativa brindándole una mano, aunque parecesiese que no puede levantarse o no quiere apoyarse en él lo toma y solo puede quedarse quieto para sentir el apretón de Sonic en todo su cuerpo.
Nunca antes había dejado que Sonic lo abrazara de esa manera.
—Se quiso suicidar, y todo por mi culpa...—masculla entre su prenda negra y el cuello de la chaqueta. El mayor no dice nada más que dejar escapar un monosílabo de asombro—, quizá si yo no...no me hubiera enojado con él ese día...
—Ey, no hay excusas. Ni para ti ni para él, ¿Ok? En estas cosas nadie tiene la culpa, y tú no pretendías nunca lastimarlo, así como él tampoco quería hacerlo con los engaños...esas cosas no deben de ser tu prioridad ahora. Si lo vez, es porque definitivamente vas a hacer lo correcto para ti, ¿De acuerdo? Porque tú quieres estar bien contigo...y con él, así que enfócate en eso. —Aparta ligeramente al cobalto, sonriéndole con su fachada ególatra característica y que, para el momento, a Sonic le viene bien, oírle y entenderle.
Solo necesita distraerse de esos pensamientos tan oscuros que le gobiernan en un momento tan cruel como ese.
◈ ━━━━━━━ ◆ ━━━━━━ ◈
•
●
Y sí, había terminado por conocer el amor antes de verano, mas nunca lo notó. Beciel fue lo que un chico desprotegido hubiera deseado en una casa hogar rodeado de extraños...Fue el joven incauto de mentiras y mala suerte que murió en las circunstancias más deplorables como cualquier querubín al serle despojadas sus alas.
Él mismo se había despojado de sus alas.
¿Y qué sería de Matti? Seguramente nada transcendental, lo único de lo que habría de arrepentirse el chico es de no haberle gritado los sentimientos que se atoraron en su pecho en el intento por no ser tan descortés, aunque no había algo más descortés que el no rematar a tu victima para dejarla sufrir en el frío lamento cruel de su arrepentimiento.
Porque Matti no se rindió hasta ver el engaño en el cual había estado envuelto y se justificó en ya no sentir más ese sentimiento tintado en carmín...
Porque Beciel fue un cobarde que, una vez más, no supo cómo afrontar sus días siguientes sin hablarse de ellos y una ruptura amorosa...
Porque ambos se merecían enteros y solo buscaron sus migajas.
●
•
Aunque era el final deseado por el escritor/a más perverso y el lector/a más masoquista no está conforme, no lo está...
No está conforme con ninguno de los resultados que obtuvo en sus últimos intentos, todos los intentos de la semana.
Ha estado su madre, un tanto preocupado por lo sucedido pero va y viene con la vida tan ocupada que tiene creyendo que todo mejorará con dejar que el tiempo haga lo suyo, ¿Y qué si no? ¿Y qué más da si en verdad el tiempo lo único que hace es intensificar las emociones que dolieron en el aquí y también en el ahora?
Shadow no hace algo más que seguir respirando, acoplandose con la monotonía de un joven todavía universitario que ahora debe intentar salir bien en el semestre con tal de sentirse enfocado en algo, ya qué más da.
—Joven, tiene visita, ¿Le digo que pase? —En tan solo una frase sus iris se contrajeron por el significado que tiene ello, ¿Visita?
—¿Quién es? No espero ninguna visita en particular...—expresa con la mirada confundida en su libreta, yendo y viniendo repetidas veces en cuanto a releer sus páginas, evasivos.
—Es un chico de su edad, viene acompañado con otras personas pero dijo que entraría solo... —No termina de prestarle atención a toda su explicación de la mamífero cuando nota el pelaje azul en la puerta, detrás se las persianas corredizas.
No se lo cree. No para la suerte que estaba teniendo, ¿Por qué Sonic debería estar allí? ¿De qué es lo que se ha enterado para saber su paradero tras varias semanas?
—V-vale, está bien...—Titubea, pero la enfermera lo toma positivo, después de todo en días anteriores ni quería hablar.
La mujer se aparta y dice un par de cosas al cobalto en el pasillo para dar paso a su entrada temerosa en esa habitación, una la cual, nadie estaría contento por verse en la dicha de pisar un piso así.
No hay algún cruce ni de miradas ni de palabras, solo el silencio intranquilo de una habitación de hospital. Se puede ver un Sonic más bonancible, tan calmoso que nadie creería que ese mismo chico estuvo entrando en crisis hace más de 2 horas y ahora está allí, afrontando el miedo de que su amado estuvo a punto de bailar con la muerte.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top