•35: Embellecer cicatrices

Esa mañana se pinta mejor, se pinta de unas cuantas pinceladas de tonos brillantes como si fuese un arcoíris.

Tuvo que sufrir un poco en el transporte público por llevar unas cuantas laminas y maquetas, su portafolio era un martirio, más cuando le tocaba molestar y chocar con todos por los bordes teniendo que pedir disculpa tras disculpa por ver los rostros mal encarados de los demás...

Es terrible tener que lidiar con la amargura de un prójimo que parece esparcirse prontamente a ti si no le pones un alto.

Pero en fin, así fue como una vez más el semestre se empieza a reír en las caras de los alumnos confiados, de los tontos que creían que podrían rescatarlo antes de que se culminarán los más de 80 días, pero que ahora sufren de rogar la mínima para no deber nada.

Sonic no está preocupado, ni él ni Silver que pareció ser el más presionado de todos, y de Tails no se puede hablar, puesto que él nunca ha conocido la palabra reprobado, pero aunque las cosas vayan mejor entre ellos en términos de comunicación, hay una falta de decisión y de compromiso en el cobalto que no ha germinado, no ha terminado de externar.

Lleva la carta roja a todos lados. La trae en su mochila, dentro de un cuaderno, en el sobre de sus papeles y hasta la ha ocupado de separador en alguno de los libros que lleva encima, pero no ha encontrado al autor de ella, y eso le comienza a angustiar otra vez.

Es extraño, podía jurarse que está asistiendo todavía a clases, ¿Cómo es posible que no fuera así? Parecía que se ponía al corriente ese vetas Rojas aunque...no, realmente él no lo estaba viendo ya en ningún salón de clases, lo llegó a ver en los pasillos de lejos o eso creen sus ojos, pero tiene un mes que no lo ve en el aula, en el asiento, como en los semestres anteriores que podía disfrutar de su compañía frenéticamente distanciada...

¿Qué le está pasando a Shadow?

Hay recuerdos que le duelen, hay asuntos que no puede dejar así, no ahora. Hay frases que le llevaron a sentirse mejor y hay otras que, cuando las piensa, le producen un miedo terrible de conocer con certeza su significado en la realidad. Las palabras de sus semejantes, la charla con su hermano y esa chica en la noche...hay elementos que le ayudan y otros que le perjudican y no sabe bien cómo afrontarlo todo.

-Flashback-

Pero creo que tú y Shadow son otra cosa: el principal culpable fue las amenazas y mentiras de tu hermano, si Shadow mintió fue por que se vio inclinado a hacerlo buscando su bien, y tú saliste perjudicado por ambos chicos al enterarte de todo esto y si, también en tu lugar estaría molesta; pero, ¿Vale más tu rencor momentáneo que el amor duradero? Basándonos en lo que él piense o haga de hoy en adelante...

-Fin del Flashback-

—Aquí está tu libreta, Sonic...—La chica le extiende el mencionado objeto sacando de sus recuerdos al joven peliazul—. ¿Te quedarás todavía? El profesor ya te dio calificación y...no sé si me podrías dejar tu última lámina para poder hacer recuperación...

—Sí, hazlo no tengo problema...

—O-oye... me quedé algo intrigada por verte tan mal ese día, y-y no me lo malinterpretes, es que... —Aclara como si supiese que él podria confundirse, siendo una leoparda con fuertes declaratos—. La preocupacion de ese asunto del que me dijiste...—Está siendo audaz en su observación, confiada de que sus palabras no deben ser molestas—, Eh, ¿has hecho algo para ayudarte?

—No como tal...hice eso, escribir, y charlé un poco, pero...ahora no sé qué debería hacer.

—...¿Por qué no buscas a esa persona y platican? Sé que puede sonar difícil pero, dicen que las charlas más duras son las más realistas.

—Quiero hacerlo pero no sé dónde encontrarlo ahora —Pega un suspiro retomando la idea de guardar sus cosas, dejando solamente las láminas en su restirador—. Toma, te las dejo, me iré a aclarar mejor mis ideas.

Y luego de sonreír con la semi calidez de esos días, se despide del profesor dando las gracias por el curso y camino sin ningún rumbo, más que el de los pastos traseros del edificio, ahí donde está el sitio de lectura para gran parte de jóvenes.

Una vez más, sin tan siquiera fastidiarse de la acción, se posa con las piernas cruzadas en el césped ligeramente amarillo por el otoño, siente el picor en sus piernas pero, es más el picor que tiene en la garganta por lograr esparcir sus cuestiones al aire, hacia alguien...

Abre su mochila, allí está la carta, entre los libros pesados de más de 300 hojas que carga para leerse alguno en un momento de aburrimiento, pero es ahora mucho más interesante la escritura carmín...

▪ ▪ ▪ ▪

Nuestra historia es una tragicomedia, una que releo en semblanza típica de mi alter ego, con suspiros intactos de tu imagen. Dentro de las estrofas está remarcado el mismo sentir lacerante que tanto nos gusta, que tanto batallamos por conseguir de manera elocuente, buscando no retroceder con el corazón desbordarse por la boca ya que...buscamos nuestras migajas cuando nos mereciamos enteros.

▪ ▪ ▪ ▪

La carta no deja de ser una asesina, cada párrafo y forma de redactar su historia era de admirarse, creció en Sonic el gusto por el vetas rojas, por su trayectoria narrativa, por saber que eso era para él y por el sentir tan lacerante que le encanta de tan solo imaginar...

Eso tenía que ser de los dos

Pero algo andaba mal, él estaba mal, podía sentirlo en todos los aspectos, y tal presentimiento le aterra el amor como el enemigo fantasma de su historia.

-Flashback-

—Por favor, déjame jugar una última carta y a su vez expresarme de la única manera que sé hacer.

-Fin del Flashback-

—Y si ya la has jugado, ¿no quieres conocer el resultado? —Suelta al aire en respuesta a su recuerdo, como si dicha persona fuese a oír eso.

No espera que alguien interrumpiera su momento, pero sí, Silver llega al verle desde lejos y su cara no es de un ánimo muy característico.

—Ey, tengo que contarte algo, me tiene súper intrigado ahora que me entere de cosas, espero que tú no lo sepas sino...bueno —El chisme hierve en sus ojos miel, el erizo azul no reacciona con palabras sino con gestos característicos que reclaman una charla rápida y sin pausas—. Creí que lo sabrías, tiene que ver con tu chico que ya no sé si apodarle innombrable.

¿Shadow? ¿Qué tiene ver él con el chisme que me vienes a contar? —Ahora si que su postura es interesante, llena de intriga.

—Un profesor me pidió que por favor fuera a dirección y llevara unos papeles, no me dijo de quién eran o qué, tampoco me atreví a leerlos aunque ahora teniendo más noción del tema me hubiera encantado echarles un vistazo... ¡ufff! Como sea, la cosa es que quería que los llevara con la coordinadora de la carrera, y ella fue la que solita me soltó todo —El Albino habla como si todo fuese clásico, como si no hubiera nada raro y estuviera por dar la exclusiva—; Vio el folder y me dijo "Ah, sí, el caso de tu compañero Shadow, ¿Tú no supiste si hubo algo que lo orillara a...eso?" Amigo, cuando dijo eso la señora se me hizo chiquito todo, porque pensé lo peor, y bueno si es algo peor pero, yo le dije "No, desconozco, la verdad no he tenido contacto con él en este último mes" y me dijo "bueno, ojalá puedan apoyarlo. Sus profesores le ayudarán a culminar el semestre pero si tú o alguno de sus amigos le puede hacer el favor de llevar y traer trabajos, pasarle notas, etc, háganlo" y me quedé igual de idiota que al principio sin saber de qué estábamos hablando, entonces...

—¿Entonces que, Silver? ¡Habla!

—Ok, espera, déjame procesarlo porque yo todavía no me lo creo...—Toma su espacio, mientras sentado en el pasto frente a Sonic siente el furor de sus esmeraldas en su frente—. Le dije al profesor cuando regresé que los entregué y tal y que, bueno, si no era muy inoportuno saber por qué la cordinadora me dijo todo eso que te acabo de decir, y él me dijo que quiso manejar el tema con mucha cautela y discreción pero que podíamos ir al hospital a verlo e igual manera echarle una mano.

—No estoy entendiendo nada, Silv...

—Solo me dijo eso, pero, Sonic, ¿no lo vez? ¿No sientes algo extraño uniendo lo que me dijo la coordinadora de "orillo a hacer eso" junto con la palabra "hospital"? —Su rostro sigue impoluto, notandose fastidiado por la insistencia de Silver en preguntar cuando Sonic solo quiere que él deje de decir tonterías—. Parece que... intentó suicidarse. Todo encaja, osea lo que me dijo la coordinadora y el modo en el que me lo dijo, el profe siendo "discreto"...¿No lo crees? —El terrible hueco que se empezó a formar en su estómago casi le hacen vomitar, pero se contiene oyendo a su amigo con los ojos perdidos...— . Además si nos ponemos a analizar el patrón que solía tener antes de que los tres lo tratáramos mejor: siempre solo, encerrado en su mundo...

El Albino baja su volumen, apagando lentamente su oración. Se concentra en el llanto repentino que ha generado su amigo y en ver cómo está frunciendo un sobre rojo entre sus dedos...

Al joven erizo azul le producían fobia tremenda sus pensamientos, un miedo terrible de conocer con certeza el significado oculto de palabras y frases qué, ahora puede confirmar con pánico, eran cicatrices embellecidas bajo la elocuencia de un joven roto, de su escritor favorito roto.






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"—porque yo pequé de existir, y porque he pecado de perder la cabeza por las personas;"

"—envidio la forma tan fácil con la que te gusta despertar cada mañana y sentir que todavía vives para algo, para alguien..."




"¿Todavía estás presente? No quiero desacir más la cuerda de mi cuello...¿recuerdas...?"

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