•2: La fiebre poética

—¿Cuantos días faltan para ese recital?

—No lo sé. Creo son nueve días. —responde el amarillento terminando unas cuantas ecuaciones en su libreta, logrando estar en ambos lados a la vez.

—Sigo sin comprender por qué mierda tenemos geometría y álgebra, ¿De cuándo acá debo saber cómo organizar un dibujo en cuadrantes? Me parece una reverenda ma...

—Silv, te vas a morir de coraje absurdo, podemos librarlas sin problema. —Guiña su ojo Sonic al albino que, deja escapar su furia en una exhalación.

—¿Vas a entrar al taller de redacción, Cielo? Parece una oportunidad agradable para ti.

—No lo sé, Tails, es que me gustará leer pero no creo que sirva para escribir... —Expulsa pensativo y con un siseo en su timbre.

—Es un taller, para eso sirven los talleres. —Agrega el zorro con obviedad.

—Ok, me daré una vuelta al rato y si me gusta me quedaré, sino, continuaré gozando de llegar temprano a mi departamento. —Sonríe hacia el cielo el erizo.

¡Hola, chicos! —Saluda una voz fémina ligeramente grave. Todos le responden en diferentes fracciones de segundos.

—¿Qué hay, ñoños? Vengo una vez más a evitar que mueras virgen y me acompañes a la fiesta, Sonic. —Bromea el hermano emparejándose con todos.

—No, Scourge, gracias. —Refunfuña, apretando la mandíbula el cobalto.

—¿Te gusta ir con este moco a las fiestas, Fiona? —No le importa a Silver ser blanco fácil para Scourge posterior a que se lleven así, él dice las cosas como le nacen.

—En realidad no, es divertido, jeje~ -Suelta risitas coquetas que Scourge premia con un par de besos.

—En fin, diviértete y no pienso abrirte la puerta si llegas en la madrugada, de una vez te amenazo.

—Sí, sí, Bro, no te preocupes. ¡Adiós! —Se despide el erizo verde junto a la zorra rojiza, siendo amigable al dar un abrazo y beso a cada uno.


Y esos nervios vuelven a llegar a su cuerpo, pues definitivamente está dudando si entrar o no a ese taller con el miedo de que no le guste o solo pase vergüenzas.

Los distintos chicos ya están dentro y definitivamente no ve a nadie conocido ni de vista; distintas carreras se logran unir en un salón pequeño por el gusto compartido de la narrativa...pero, ¿Qué pasa si él no es apto? Eso es lo que le aprieta el cerebro.

Termina por entrar al ver que el que parece ser el profesor ingresa, así que le sigue por detrás, agarrando una de las butacas más alejadas del resto.

—Bien, espero que estén cómodos y a gusto en este taller. Serán solo 10 sesiones, una a la semana. Estamos llegando a la mitad del curso escolar pero, espero que no se sientan presionados por esto... —Escucha atento toda la charla del joven tigre hasta que es interrumpida por la llegada de otro joven más. Uno que el profesor parece conocer bien—. Me alegra que hayas aceptado mi invitación, Shadow.

—No quería ser grosero contigo, Fer, espero poder venir a todas las horas si es que mis proyectos no me lo impiden. —Arriba un asiento trasero, también apartado del resto; se cruza de brazos el azabache y permite que el profesor siga con su charla.

Sonic no sabe cómo es que él está ahí. Más bien, claro que lo sabe, pero no entiende por qué ahora está...entusiasmado.

—El día de hoy quiero dejarles un verdadero reto, ¿Han realizado autorretratos? —El azulado asiente mentalmente, sabiendo perfectamente lo que es uno y como es que todos sus profesores de su área le hacen repetir el ejercicio una y otra vez con motivo de soltura de mano—. Pues, este autorretrato no es un dibujo. Es un escrito y no cualquiera, se trata de que pueda ver una narrativa auténtica en cada uno de nosotros; estilos, sentimientos, versos...de cualquier forma pueden redactarlo y no tengan pena de poner lo que no quisieran dar a conocer, el escritor más valiente es el que consigue ocultarse y mostrarse sin pudor entre renglones.

Los ojos de todos los presentes parecían deleitarse con la simple idea de cómo lograrían sacar ese escrito, incluso Sonic pero él, ahora tenía un verdadero reto, siendo que nunca había tomado con iniciativa un papel.

—Por qué esa cara? —pregunta el zorro, mientras camina por el pasillo con los otros dos erizos.

—Zhack no subió nada, ¡NADA! —expulsa Silver indignado, la cara del cobalto le complementa—. En teoría esta semana actualiza en su blog, y no lo hizo, ¡Esperaba ese capítulo con ansias!

—"Zhack"...recuérdenme quien de sus múltiples escritores es ese.

—Zhack es de los mejores que he leído en internet. Sus historias son poesía y acción pura en una fusión exitosa —Comienza a explicar Sonic mirando entusiasmado a su amiguito amarillo—. "Cardenales de Fugo" fue la primera historia corta que leí de él y no pude soportarlo...¡Me enamoré!

—"Tributo a la muerte" es una obra más intensa que esa, ¿Ya la terminaste de leer?

—¿Que si la terminé? ¡Ya la leí tres veces o más! —responde Sonic a Silver, ambos sonrientes de sus platicas. Sin embargo Tails queda aislado y confuso por sus cosas que no entiende.

—Considero que deberían de ser tolerantes con ese escritor, debe tener una vida como todos y si no le alcanzó el tiempo para actualizar pues...

—Sí, sí, Tails, lo sabemos. No lo vamos a crucificar por eso. ¡Pero la espera es tan eterna! —Chilla el azulado de forma exagerada llamando la atención por su timbre de voz.

—Y a todo esto, ¿Qué tal el taller, Cielo? Sé que fue la primera clase pero... —sisea deteniéndose Silver en la puerta de un salón, orillandose del medio.

—Nada mal aunque...tengo que hacer un autorretrato escrito, ¡No tengo idea de como iniciarlo! —Vuelve a quejarse de forma elevada, omitiendo el acontecimiento de que Shadow forma parte de ese taller—. ¿Alguna sugerencia, amigos?

—Ninguna.

—Estoy en blanco. —Sus contestaciones cortas no le motivan. Hace una mueca triste y se encorva.

—Bien, supongo que me inspiraré de algunas lecturas. —A Silver le agrada la idea y asiente.

Y como el día todavía no finaliza para los erizos ni para el zorro, estos amigos se despiden para entrar a las clases que les tocan en horario vespertino.

Son las 3:22pm y no hay razón de su profesor de prácticas gráficas, por lo que tanto Sonic como Silver se dedican a surfear en las redes mientras esperan en los restiradores. El cobalto no cruje de tanta emoción por el silencio que existe, pero cuando quita la vista de la pantalla y se encuentra con el color del pelaje de Shadow en el restirador delante suyo, se petrifica. Él no estaba allí. No supo en qué momento llegó porque sus ojos estaban ocupados leyendo "230 almas naufragias" de Zhack. Quiere hacer algo pero lo dudo demasiado...

—Ey...¡Ey, Shadow! —Termina por llamar su atención de forma incontrolada, extasiado. El giro de su cuerpo del azabache sobre el banquillo es brusco y hasta asustado—. ¿Puedo hacerte una consulta? —sisea mirando a todos lados por notar que hasta Silver lo observa con intriga.

—¿Sobre qué?

—Sobre la tarea de taller, eso del autorretrato... —Hace una pausa, toma aire y con resignación exagerada en su voz, agacha las orejas y pronuncia—. ¡No tengo idea de cómo puedo hacerla!

—Ah...veamos... —suspira Shadow girando y recargandose mejor en el filo del restirador, observando fríamente a Sonic—.  Te recomiendo que te observes al espejo y no hagas una descripción tipica con adjetivos calificativos. Busca encontrar...algo más.

—¿Como si estuviera observando mi Alma? —Sonando como un romántico absurdo, no se podía esperar más del erizo que lee bastante ficción. El veteado lo observa sin aceptación aparente—... ¿o cómo?

—Checa otros autorretratos de escritores famosos, quizá te ayude.

—Bueno, te agradezco, Shadow. —Sonríe entrecerrando los ojos. El oscuro le brinda un parpadeo lento y baja la cabeza con pereza, parece que le cuesta expulsar un "de nada" así salga sobrio.

Aún el erizo azul tiene bastantes dudas...muchas dudas de diferentes temas que se le mezclan entre sí en su cabeza.

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