—¿Esa es...? Murmura el azulado limpiandose la nariz y los ojos por ver a Amy al borde de la piscina, remojando sus pies.

A su izquierda estaba Fiona y Manic, platicando y riéndose a carcajadas mientras bebían. Siente un dolor en el estómago que lo obliga a darse la vuelta, buscando a Silver. 

—¡Bruuu! Está empezando a hacer frío... —Sale debajo de él, golpeando sus púas en la cara del cobalto.

—Silver, ahí está Amy... —Le señala sin considerar la discreción, tanto como para que su amigo también la mire con el descaro más sucio y molesto que puede.

—Te-te d-dije que había al-alguien que seguramente n-no querías ver, te lo-lo advertí... —Cual gato mojado, el erizo oscuro sale con ayuda de sus dos manos, tiritando, recargando y sentando su trasero en la orilla; sacudiéndose y temblando por el frío que rápidamente golpea.

—Pero si esos idiotas están aquí, ¿crees que tu...?

—¡Eh, Silver! Mejor olvidemos esto, ¿sí? ¡Listo, olvidado! ¿Donde está Tails? —Sus nervios sobrepasan tanto su estado que también prefiere salir de la alberca. Shadow no le quita sus ojos molestos. 

—No lo sé amigo, huyó porque no quería echarse un chapuzón.

—Seguro está dentro.

—¡Tienes razón, Silv, se siente el frío aquí! —Chilla el azulado, abrazándose y frotando sus brazos, escurriendo un charco de agua alado de Shadow—...perdón por meterte al agua.

—No perdono imprudencias. —Ahora baja las orejas, sintiendo el enojo de Shadow en todo el ambiente.

"Que tan poco aguante y sobra de genio tiene" piensa el albino en un momento de juzgar.

Sonic encuentra otro vaso y decide tomarlo; ahora tiene otra bebida que es ligeramente púrpura...para él sigue siendo diversión. Se aleja sacudiéndose un poco, esperando empezar a secar pronto, aunque es poco probable.

—¿Y piensas quedarte ahí, mirando todo, sentado, cual sopa? —Silver alza una ceja al borde de la piscina, ni siquiera Shadow le dirige la vista.

—Me voy a largar de este sitio. No me quedaré más con ustedes...

—¡oh vamos, Shad! No seas aguafiestas...

—No vine a cometer tonterías. No soy como ustedes, descarados y poco concientes de las acciones que toman de forma apresurada. Ni siquiera conocen a alguien de aquí como para sentirse seguros de...

—Shadow, tranquilo. Estamos aquí, juntos, nosotros que somos tus compañeros. ¿Por qué te esmeras en encontrarle lo negativo a todo? —El albino ha interrumpido su letanía, con una reflexión que le golpea la frente.

Cierto, no lo puede negar, ante todo le encuentra un mínimo detalle o pero, ¿por qué o para qué? ¿Maña? ¿Inseguridad?

Bufa mostrándole indiferencia el oscuro, voltea su cara a otro lado y no deja de frotarse los antebrazos, quiere realmente irse pero a la vez siente una buena idea en su interior, como si algo bueno fuera a salir de todo ese ambiente despampanante y loco bajo alcohol.

—Será mejor que vayas con tu amigo azul sino quieres que cometa una imprudencia más. —expresa finalmente el azabache, poniéndose de pie y sacudiéndose de forma muy inusual, el plateado no entiende a qué vino su comentario pero parece que poco le importa.

Al igual que el cobalto hace un momento, Shadow toma un vaso de plástico rojizo y da un pequeño sorbo a su contenido, parece que no le inquieta lo que prueba ni poco, así que pega otro sorbo buscando con los ojos a alguno de sus compañeros mientras entra y pasea por los pasillos del sitio.

—¡Ey, Shadow, aquí! —Un zorro de pelaje amarillo resalta cerca de las escaleras y se acerca con lentitud y no queriendo pegarse tanto a la gente, ni los jóvenes quieren acercarse a él—. No te ves muy bien...

—No me digas, zorro —responde sarcástico pegando un suspiro, viendo de cerca ya al chico amarillo—, no tenia idea de que estaba empapado...

—Lo siento, Shadow, si se pasaron ellos. —En realidad, en Tails existe un tono poco llevado y más comprensivo, nunca ha sido tan descarado como los otros dos erizos.

El silencio ambientado con bullas, gritos y charlas agenas aborda su encuentro, almenos por unos minutos incómodos en los que Shadow bebe, poco a poco, de su vaso.

Observa un pequeño ambiente en la entrada, uno que le empieza a llamar la atención por la efusividad de los chicos alrededor de otros que no distingue con claridad hasta ver a Amy y Fiona, dentro de ese aglomerado. Tails jadea, balbuceando y dirigiéndose a Shadow:

—¿Esos son... ? —Señala torpemente a las chicas. El veteado no se inmuta con su giro volviendo a toparse con ellas así estuvieran a una distancia considerable.

—Agh, sí, estaba en la piscina hace un momento...

—¡Él es es mi hermano preferido! ¡Un aplauso por su primera fiesta de no ñoño! —El zorro y el erizo giran hacia otro sitio oyendo esa típica voz faramallosa y burlesca, hacia la entrada del jardín, donde se haya el dj y la mesa de bebidas.

No lo dudan, no dudan en salir esos dos al saber de quién se trata y de la posible mala suerte que está lloviendo en un momento como este.

Quizá sea el más impresionado Shadow, el chico oscuro se siente indignado de pensar en lo poco eficaz que fue su represalia, en lo mal que el sistema puede actuar y lo poco empático y retroactivo es el chico verde con su hermano.

Su sangre hierve de una forma poco inusual de la cual él mismo teme.

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Sonic quiso despejarse luego de la escena vista en la piscina. Pensar en que su paz extraña que sintió por solo un día o poco más a causa del encierro de su hermano...

Los pensamientos negativos de que tendrá que volver a lidiar con él le aplastan la felicidad extraña que siente de estar en esa fiesta.

Camina lentamente por todos los rincones externos, rodeando la piscina, paseando detrás del dj, con el único objetivo de distraerse, de no encontrarlo, de no querer creer todavia que él está ahí, en alguna parte de esa casa/bodega...

—Pero a quien tenemos aquí... —Susurrada, la frase entra por su oído de forma mezclada con la música, pero muy bien audible por saber de quien viene aquello. Se para en seco, no pudiendo moverse por el abrazo de costado que le da, apretando su hombro con intensiones de que su "hermanito" no se vaya—, ¿Tú, en una fiesta con alcohol y mujeres y no en tu casa leyendo tonterías?

Su risa se propaga lo suficiente, Sonic no habla no responde nada, hay una incomodidad lo suficientemente marcada en su cara que, cree él, expresa suficiente.

—No deberías estar aquí, Scourge. —advierte el cobalto muy sobrio, sintiendo su pecho ser aplastado poco a poco por la aglomeración.

—¿Por qué no debería, eh? ¿Porque tú amiguito negro me encerró? —Se aparta de su lado para mirarle de frente, queriendo apretar sus mejillas pero, Sonic se resiste con violencia, dejando al verdusco con una sonrisa burlesca—. Estoy aquí porque celebro que gané otra vez, como casi siempre sucede.

—Veo que nunca aprendes nada...

—Si aprendí mucho, bro, ¿quieres saber? —Negando, Sonic no marcha de su lado por seguir trabajando con sus pensamientos dramáticos, está sorprendido—. Aprendí que a tus enemigos debes eliminarlos de una sentada y dejarte de jueguitos tontos...

El erizo azul se petrifica. Tiene un presentimiento de broma, uno de exageración pero, también tiene uno de miedo, de tontería...

—¡Oigan, chicos! —Sonic despavila al notar como Scourge llama tanto la atención, solo que, muchos ahí, en la fiesta, parecen conocerlo y seguir lo que hace—. ¡Él es es mi hermano preferido! ¡Un aplauso por su primera fiesta de no ñoño!

En otro momento podría avergonzarse del ridiculo que le hace pasar, de lo contrario y descabellada que se vuelve su personalidad, pero ahora, solo se avergüenza de algo que en ningún momento creyó podria sacar:

Se avergüenza de no haber destapado y reprendido con tiempo todos los comportamientos malos que tuvo. Se avergüenza de no haberlo detenido en vez de haber ocultado y fomentado  con ello los pésimos comportamientos que tiene.

Solo asi, quizás, esto que le sucede actualmente no se hubiera salido de control.