•11: Reconciliación

El hedor se ha encerrado y el calor golpeando la ventana lo despiertan, empieza a ser un horno esa habitación. El peliazul se toma su tiempo pero termina por erguirse en su cama...cosa extraña porque no recuerda haber terminado ahí, ¿Cómo le hizo envuelto en tanto alcohol?.

—Carajo... ¿Silver? —masculla aclarando su garganta. En seguida se levanta con jaqueca y va a su sala. Ahí está, el albino se está desbarrancando de su sofá con un cochinero de líquido amarillo por debajo de la mesa—. Párate, ¿qué hora es?

Es estúpido creer para Sonic que le responderá, siendo que sus ronquidos le fruncen las orejas.

Lo zangolotea, intenta que mínimo se acomode y no caiga al charco ese, pero no sucede, ni una ni otra, está completamente tieso.

¡ring, ring!

Con un bostezo gira hacia su habitación y, con torpeza en sus movimientos, trastabilla hasta el cuarto nuevamente, buscando el celular entre las cobijas. Parpadea muchas veces para saber quién le está hablando y solo puede discernir las múltiples notificaciones que tiene en su pantalla de sitios y fandoms a los que está metido, hasta que presiona el botón de contestar y pone altavoz sin querer.

—¿Bueno? ¿Quien es...?

Sonic, soy Tails, ¿qué te pasa? Te he hablado durante toda la mañana y no me has respondido.

—¿Ah, sí? Bueno es que...¿qué hora es? —Esas ganas de saber la hora las sigue teniendo, pero él parece que no puede comprobarlo por su cuenta.

Es la 1:23 de la tarde, nos veríamos temprano para poder disfrutar de la última semana de clases antes de tu entrega de calificación de Estructuras, ¿lo olvidaste? —Claro que lo había olvidado. Su semblante se enfurece y patea unas latas del pasillo.

—Maldita sea, ¡Discúlpame, amigo! Bebí con Silver ayer en la noche y...y no sé qué pedo jaja —Se jacta, así es él, siempre riéndose de las circunstancias.

¿Bebieron? Crei que nos esperaríamos al cierre, en la fiesta...

—Ayer fue un completo caos, Tails, hay que platicar de ello pero... —Aguarda tras un eructo salir de sus labios—, disculpa...voy para allá, ¿Me puedes esperar en el salón que me toca? Espero llegar a tiempo de esa bendita clase...

De hecho ya estoy aquí. Tranquilo que abogaré por ti con el profesor si hace falta.

—¡GRACIAS! chao. —Cuelga con prisa. Debería bañarse, debería de arreglarse pero solo tiene 30 minutos para llegar, y...

—¡Silver, con un demonio, párate! —Está muerto, no hay duda. No quiere dejarlo, pero ya no puede preocuparse por los demás, ya no puede.

Es un erizo nuevo.

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Corre como gacela. Está mareado y con unas ganas excéntricas de potar. No puede contener las ganas de dejarse caer al suelo porque su cabeza está que explota ante la resaca pesada que se puso de manera inútil.

Llegando al salón, se topa con la desagradable situación de que no hay nadie, <¿Y Tails?> piensa mirando hacia todos lados, no encontrando ni a compañeros cercanos o al profesor. Su pecho sube y baja y se recarga en la pared contraria a la puerta, cierra los ojos y se traga la arcada para mirar su teléfono y ver la hora: 2:20pm, ¿cómo es posible que solo durara 20 minutos esa clase tan minuciosa?

¡Sonic! —mira instantáneamente hacia su izquierda, viendo caminar a su amigo amarillo con...

—Hola, Tails, Shadow... —El vetas rojas alza la mano, neutro—. ¿Qué pasó? ¿Terminó el profesor?

—Sí, fue rápido. Shadow hizo el favor de pedir tu calificación y quedarse con tus últimos trabajos.

—También tengo los de Silver, no me lo pidieron pero como no vi que ninguno de los dos llegó, pues... —complementa el azabache al zorro que, le pide ayuda para que abra su mochila y saque los mencionados trabajos.

—¡Uuff! Gracias al cielo, en serio, Shadow, te agradezco. —Genuinamente sincero, una mezcla de paz y alegría se figuran en su rostro. Shadow está un poco sorprendido, pues a como lo vio ayer, le resulta difícil creer que no se dirige hacia él con rencor o enojo...

Aunque ya sabemos, lo que hizo con sus trabajos, de ambos, fue con motivo de no verse un ojete total.

—Sacaste 10, y el albino 9, creo que no entregó tres laminas o dos, no lo sé en realidad.

El azulado toma todo y lo echa con lentitud hacia su mochila—. Vaya, menos mal. Sí, Silver ya no entregó lo último, y, bueno, no le afectó tanto.

—Algo es algo. —completa Tails, está perdido en el teléfono, mandando mensajes. Eso explica por qué no ha hablado mucho—. Oye, Sonic, Shadow me comentó lo que sucedió ayer mejor, ¿Como te sientes hoy...?

Traga grueso y se coloca la mochila nuevamente. Ahora los tres se sumergieron en un silencio incómodo que, no deseó jamás el peliazul que se formara tan de pronto.

Le era extraño, ¿por qué le contó? ¿Para qué? Shadow nunca se llevó con Tails, es decir, el zorro es amigo del erizo azul, no es que charlen o se topen seguido, no era mínimamente necesario que Shadow lo pusiera al tanto de algo así, ¿por qué le engullia la cabeza ahora eso?

—Lo había olvidado, Tails jajaja —Se rasca la cabeza, fingiendo no sentirse incómodo por ello. Pero aun así, se siente inseguro de sentir los ojos carmesí de Shadow sobre él—, pero...¿qué te digo? Scourge está en la cárcel, yo estuve toda la noche con Silver bebiendo...

—Se nota, bastante.

—¿De verdad, Shadow?

—Dudo que lo hagas seguido. Tus movimientos, tu habla, y esas muecas de dolor y sufrimiento que pones de pronto son evidencia suficiente de resaca. —Increíble. No pensó que Shadow supiera aquello con genuina satisfacción. Es decir...¿Cómo sabe que lo hace seguido o no? ¿por qué ha de prestar atención fina en ello?

—Sí, tengo resaca, no suelo beber hasta perderme...¿Cómo puedes saberlo tú? —No ha sonado agresivo pero si incrédulo y muy interesado. La pregunta le llega de sorpresa y el azabache lo evade simplemente encogiendose por sus hombros, observando otro lado...

—Somos tan nerds que eso se huele a kilómetros. —Termina por bromear el peloamarillo y rien, incómodos por todo.

Hay un calor que sube por las mejillas de Sonic y es a causa de sus pensamientos muy turbios e imposibles.

El vetas rojas les empieza a dar la espalda y expulsa dando pasos cortos—. Bien, me voy, ya nos veremos.

—Aguarda un poco más, Shadow —Sonic logra detener la huida de su compañero, ¿con qué fin? Ahora está deseoso de decir cosas que...—. ¿Tienes algo muy importante que hacer? Sucede que al rato es...una fiesta de fin de semestre y, no sé, ¿no te gustaría acompañarnos?

Un helar recorre su columna. Tails mira a su amigo azul con entusiasmo porque, si bien sabe que han sucedido unas cosillas, le gusta que no muestra rencor en él sino que busca una reconciliación, quizá, a sus ojos celeste. El azabache se haya a un metro de distancia y, como si no hubiera nada de por medio, responde:

—No me agradan esos ambientes. Son muy desordenados y los tipos son de...

—Ey, nosotros tampoco hemos ido nunca y bueno, es pura curiosidad ver como es esa mierda, ¿no, amigo? —Palmea a su amigo zorro y este sonríe cálidamente de forma aprobatoria—. Vamos, Shadow, un rato, temprano.

—...Bien. Pero si lo que quieren es ponerme borracho de una vez les advierto que...

—¡Nos vemos en la parada a las 8:00pm! —Sonic le interrumpe, no solo diciendo aquello sino que sujeta su mano derecha con un apretón fuerte y que le hacen mirar hacia su mano por esa zangoloteada.

El zorro se despide de palabra y Sonic camina junto con él fuera del campus. Shadow se queda ahí por unos segundos, pensativo y llamativo por la invitación.

¿Por qué ha sido esa invitación? Por desgracia suele ser hostil, no le gusta socializar demasiado, pero, esta salida, le parecía ligeramente llamativa, solo por venir del joven azulado.

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