Sonic estuvo fuera de aquel establecimiento legal por horas, en lo nombrado vulgarmente como el área de espera. Lo que parecía un sitio de trabajo ameno por ver cómo vastos oficiales charlaban y comían galletas, era un sitio donde la gente rebelde y que rompía las reglas sociales se quedaban a cumplir una condena.

Silver también estuvo ahí, no se alejó en ningún momento más que para hablar con sus padres de lo sucedido y con Tails, quien no podía ir porque tuvo cita con el dentista.

Casi por ser las 6:00pm, el silencio hasta en el par de mejores amigos era muy incómodo, ya habían platicado sobre lo sucedido, las especulaciones y la denuncia de Shadow. Inclusive, de que Scourge le dijo a Sonic que Amy era divertida en un tono juguetón.

—Si ya te tomaron declaraciones, deberías marcharte. —Sin moverse del banquillo, Sonic alza la mirada para ver a un azabache complaciente y con actitud más abierta de lo normal.

Pero Sonic ahora no tiene ánimos de hablar con él. Después de un tiempo, él era quien quería que se largara de su nariz.

—Voy a quedarme a ver si puedo pagar una fianza para mi hermano.

—¿De verdad estás dispuesto a hacer eso por él? —Si no era comprensible, era rencoroso. No lo sabe. No sabe Sonic por qué hay un ir y venir de enojo entre ellos dos, pero...ya había estallado con él fuera del campus, no quería volver a hacerlo en el mismísimo departamento de policía.

—Es mi hermano...no importa lo que haga y cómo lo haga y lo mucho que me moleste que sea...¡ah! —Se puso en pie, mirando al oscuro con molestia hasta que, razona su arranque violento y responde—. No creo que lo entiendas, ¿sabes? No importa, Shadow, por favor solo déjame solo...

El chico veteado no respondió. A pesar de todo, comenzaba a sentir una empatía y cariño por ese joven. Días atrás, en el taller, en las clases...sucesos aislados y poco concretos en los que se vieron confabulados...no sabe por qué, Shadow no sabe cómo es que tiene, ahora, el interés por ayudarle.

—Entonces lee, seguramente la espera no se te hará tan larga. —Sonic no lo mira, no se despide ni mucho menos responde otra vez, solo exhala cerrando los ojos creyendo que es estupida esa sugerencia.

¿Acaso posee tanto cinismo?

El albino se pone de pie y sigue a Shadow solo por neta curiosidad, ¿Qué más podría hacer en un sitio así, cuando está aburrido y con disposición de solo apoyar?

El chico azul parece que tomará en cuenta lo que ha dicho su compañeros oscuro al final, mientras pensamientos negativos no le dejan tranquilo. Saca el teléfono, empezando a navegar entre sus marcadores y páginas que suele visitar seguido.

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"Pero era él. Él proclama una oportunidad que nadie oye más que su corazón y, dolia pensar que el de su amado se hiciera el sordo y mudo.

Contempla su dolor, su llanto, su desolación. Admira sus agallas y su entrega que la vida le intenta quitar cada día soltandole bofetadas negras...
Y él solo las disfruta y deja que tanto su hermano como su vida misma destruyan la realidad que ha creado."

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Cada que interpretaba las líneas de Zhack, en lecturas anteriores y mayoría de días que leía, le parecían unas cucharadas de miel amarga, una probada de vida agridulce, pero ahora, sí, son eso, y no le entran, no como le encantaría engullirlas. Siente una relación asquerosa leyendo aquello y su fachada la muestra con una tristeza atorada en sus pulmones.

—Creo que Shadow tiene razón, debes irte a casa a descansar. —Alza sus ojos sobre los ambar del albino, quien se quedó frente a él con una igualitaria expresión de inconformismo. Parece que ya había regresado de su escapada, solo que, su presencia ha cambiado ligeramente.

—Silver...

—¿Por qué te adjudicas los problemas de los demás? ¿Acaso quieres seguir teniendo ese control sobre todo, porque crees que así tienes control sobre ti y está bien? —El cobalto se quedó anonadado.

Otra vez, sí, esos comportamientos obsesivos y compulsivos, esas ideas erróneas que le generaban ansiedad...podían llevarlo a un derrumbe emocional.

—Vamos a casa, ¿va? —dice Sonic poniéndose de pie junto a su amigo, quien no podía contener ya la aberración de ese sitio escandaloso. Se estira un poco y, tran una exhalación molesta, talla sus ojos y continua—, yo...quiero que me acompañes a mi departamento y te quedes ¿sí? porque...no sé si podré dormir solo hoy.

El chico claro asiente y, sonríe de manera forzada, porque no ve a su querido Cielo bien, y quisiera hacer más que brindarle palabras de regaño o motivación.

Sonic cae en un vacío igualitario, uno que sintió tener bajo control y que ahora, nota con mayor fuerza que está interponiéndose en su vida nuevamente.

No eran los errores de su hermano, eran los errores de él al creer que esos errores le conciernen.

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Caminan bajo el cielo naranja oscuro que aplasta sus nucas. Suspiran cada uno revueltos en sus ideas sin dirigirse la palabra hasta que llegan al departamento de Sonic. Suben y entran con flojera, casi arrastrando sus cuerpos a los sofás. Todo parece muerto, hasta ni ganas de encender el televisor está entre sus motivaciones. El aire melancólico es lo único que agobia sus cuerpos.

—¿Hablaras con Amy cuando tengas oportunidad? —Dispara el joven de ojos verdes mirando la pared de esa pequeña sala, sin ánimos de ofender.

—No, no creo que vuelva a hablar con ella. Es más...lo de hoy ya fue nuestra última charla. —escupe Silver; suena convencido, y ello le produce susto a Sonic.

Sucede que, parece tomar iniciativa de muchas cosas y sin tanta complicación. Sonic vio tan complicado tomar decisiones porque, suele pensar mucho en los pros y contras y en las posibles catástrofes que resultan de él decidir algo.

—¿Quieres una cerveza? —Poniéndose de pie, parece que Silver la acepta sin preocuparse. Es lo único que desean hacer ahora, beber y olvidar todo.

Sonic quiere evadir los problemas, quiere ignorar lo ocurrido, quiere dejar de sufrir por cosas agenas.

Saca un six a medias y, vuelve al sofá, dejando las latas en la mesilla. El peloblanco se apresura y abre una con ancia de sentir algo fresco en su garganta.

—¿Le dirás a tus padres lo que hizo Scourge? —Ahora es Silver el que dispara aquello, tragando con fuerza y raspando sus labios, esperando que Sonic tenga la iniciativa correcta, que siga su ejemplo.

—Sí, les llamaré y diré que la vida de mi hermano ya no me concierne. Que es mayor y que...estoy cansado de no hacer la mía por preocuparme de la suya. —Chocan sus latas, en una fantasía sonriente por tomar decisiones pensando en su bien, en sus vidas.

Son jóvenes, estudiantes promedio con vidas alocadas, ¿por qué maduran al punto de sentirse ahogados en un mar de críticas sociales? Lo único con lo que se ahogarán esa noche, sería con cervezas baratas y aguas locas para sentirse vivos y libres, sueltos en un complejo mundo de supervivencia ajena.