I. Veo el futuro, ¡lo juro!
νєσ єℓ ƒυтυяσ ¡ℓσ נυяσ!
.
Lily entró corriendo por las puertas de cristal, tenía las mejillas sonrosadas y jadeaba.
James y Albus la miraron con una ceja alzada, ambos recargados en la barra de la cocina.
―¿Corriste un maratón? ― inquirió Albus con sarcasmo.
Lily se dio la vuelta y abrió el refrigerador para sacar una botella de agua, negó con la cabeza.
―Algunas personas hacemos ejercicio, Al.― James bufo.
― Es verano.
― Mayor razón para estar en forma. ―dijo la pelirroja mientras dejaba un folleto sobre la mesa.
Su hermano mayor la miró con curiosidad.
― ¿Quién es... Rowena Ravenclaw? ― preguntó mientras se llevaba una cucharada de cereal a la boca, Albus miró de reojo sobre el hombro de su hermano.
Lily miró el folleto con desinterés.
― Una charlatana que estaba en el muelle... ― respondió.
― ¿Quién está en el muelle?― preguntó Hugo Granger mientras entraba a la enorme cocina, detrás de él, o mejor dicho, sobre su espalda, iba su melliza, Rose.
―Si... ¿quién? ― preguntó esta.
― Rowena Ravenclaw.
― ¿EH?―Corearon los pelirrojos.
― Una supuesta psíquica, esta mañana repartía sus raros folletos a todos los turistas... ― Lily agitó la mano en el aire restándole importancia.―- Nada de eso es real.
Rose frunció el ceño mientras tomaba el folleto.
― ¿Cómo lo sabes? … Aquí dice que es real.
―Rose, para ser tan inteligente eres algo crédula. Dirá lo que sea para que vayas a que te diga el futuro o el día que morirás ... ― Le puso la mano sobre el hombro y la miró seriamente. ―No seas tan credula prima, la magia, adivinación y esas cosas no existen... ¡Ahora! iré a darme un baño, apesto.
Y tal como había llegado, se marchó.
― Nosotros también nos vamos.―- dijo James, Albus asintió mientras dejaba su plato en el fregadero. Hugo le dio un mordisco a una manzana mientras asentía.
― ¿Qué? ¿A dónde?―- preguntó Rose, alarmada.
― Surf. ― dijeron los tres al mismo tiempo.
― ¿Vienes?― preguntó su hermano, ella negó con desánimo.
― Nop... Aún me duele el tobillo, desde la vez que esa ola me barrió. -―se despidió agitando la mano. ― Los veré luego... seguramente iré a visitar a Scorp.
Los chicos se encogieron de hombros y salieron por la puerta de atrás. Minutos después, escuchó el ruido de las tablas al ser cargadas, y luego el Jeep de Hugo arrancó.
Rose soltó un suspiro, aún con el folleto entre los dedos.
Lo pegó con un imán en forma de piña en la puerta del refrigerador.
De pronto la casa se sintió muy vacía, sus padres y los de James se habían ido a alguna clase de spa que duraba una semana.
Los adolescentes habían batallado horrores para que aceptaran dejarlos solos, hasta que finalmente aceptaron con la condición de llamar todos los días y no quemar la casa en su ausencia.
― Psíquica... ― murmuro ella viendo el folleto.
Casi sin darse cuenta, ya estaba marcando el número de su rubio favorito.
― ¿Rose?
― Hola, S... ¿Estás libre?
― Claro, hoy no hago nada... ¿Tienes un plan?― Rose sonrió.
―No lo sé ¿Peliculas? ―el Rubio bufo
―Sinceramente, después de la de anoche, no creo que sea buena idea...
Rose se rió, recordando lo mala que había sido la película que vieron.
Iba de un tipo extraño que descubría que era un hechicero y tenía que asistir a una Academia mágica.
―Tienes razón, creo que fue la peor pelicula del mundo... ¿Cómo no te das cuenta que tienes poderes magicos?
La risa de Scorpius resono por la bocina.
― ¿Surf?
Rose hizo una mueca e instintivamente se miró el tobillo lastimado.
―Tobillo. ―respondió como quien no quiere la cosa.
―Cierto... ¿Algo que tengas en mente?
La mirada de Rose viajó rapidamente hasta el folleto pegado en la puerta del refrigerador.
― Iremos al muelle.
.
De no ser porque en el centro comercial había aire acondicionado las 24 horas del día, su helado se abría derretido en cuestión de minutos. Miró la bola de colores y sonrió, amaba el tutifruti.
― Creí que íbamos al muelle. ― le dijo su mejor amigo, que caminaba a su lado.
― Hay como 50 grados afuera, no sé tú, pero quiero vivir. -―Scorpius se rió.
― Cierto... ¿Que tal tu tobillo? ― ella gimio en respuesta. ―¿tan mal está?
― Yep.
― Empieza a preocuparme... ¿Cómo pasó? Ni siquiera a comenzado el verano.
―Sólo no vi la ola venir, cuando me di cuenta ya estaba hasta el fondo y mi tabla me arrastraba del pie.
― Por eso preferimos el Waterpolo.― Rose rodó los ojos.
― Jamás podría usar esos gorros, y sus trajes de baño son denigrantes...―se estremeció dramáticamente. Scorpius bufo y la empujó hacia él.
― Vamos, surfista, te encanta mi traje de baño, admítelo. -― Ella levantó la vista para poder mirarlo, ya que el rubio le sacaba como cabeza y media, sonrió con los labios apretados y negó.
― Noup...
― ¡Menuda mentirosa! ― comenzó a apretarla más hacía él mientras le hacía cosquillas. La pelirroja intentaba defenderse y al mismo tiempo balanceaba su helado para que no callera al suelo.
― ¡Pero mira quién está aquí! ― Rose y Scorpius se voltearon raídamente, encontrándose con la sonrisa resplandeciente de Serena Dumbar.
La rubia no tuvo tiempo ni de respirar cuando Rose ya estaba sobre ella abrazándola.
― ¡No puedo creer que estés aquí! ― chillo la Granger. Serena soltó una risita cantarina.
― ¡Yo tampoco! ¿Cuándo habéis llegado? os he extrañado, a todos. ― cuando Rose se separó, fue el turno de Malfoy para abrazarla.
― Hemos llegado apenas ayer... Todos, incluso los Scamander... ― Rose sonrió pícaramente. ―, Y sé de cierto pelinegro ciego, que está ansioso por verte.
Las mejillas de Serena se pusieron rojas, Scorpius sonrió junto con su amiga.
― James... ― respondió ella mientras caminaban por el lugar. Rose dio un saltito y chillo.
― ¿Cuándo dejarán de ocultarlo? Le gustas desde que tiene cinco, y a tí también te gusta.
― Yo no, le gusto...― rebatió, dudosa ―Es James Potter― Los miró a ambos alzando una ceja―Potter, es igual a problemas.
― Eso no es del todo cierto―dijo Scorpius, Serena negó mientras le quitaba el helado a Rose.
―No funcionaríamos.... ¡Aghhh!, tuti fruti, lo odio― Rose sonrío mostrando sus dientes blancos.
―Igual que James... ― canturreo.
― Oh por el ángel… ya va a empezar.― dramatizo Scorpius. Serena bufo.
― Me iré a casa antes de que comiences de nuevo...
― ¿Vendrás a casa mas tarde? Haremos una fiesta para comenzar el verano, sabes que estás invitada.
―Ya lo sé, Rosie, todo Malibu está invitado ― Rose ensancho la sonrisa, asimilando la del gato de Alicia en el país de las maravillas.
― ¡Perfecto! Te veré en casa de los Potter. ― Scorpius la tomó de la mano mientras la arrastraba de ahí.―¡Es a las ocho!
―Vamos, dejala tranquila ―rogó Scorpius. Rose lo miró asiendo un puchero.
― Es que, James y ella tienen que estar juntos, sabes más que nadie cuánto me gusta su ship. Son mi otp.
Las puertas del centro comercial se abrieron y los muchachos salieron al terrible calor de Malibu.
Scorpius fruncio el ceño.
―Creí que Blake y Nique eran tu Otp...
― Eres mi mejor amigo, deberías conocerme mejor. Todos son mis Otp, Scorp― El rubio rió sin muchas ganas y siguió a su amiga mientras subían por el muelle.
―Rosie... ¿no crees que deberías buscar a alguien para salir?― Rose lo miró de soslayo. ― Digo... siempre estás haciéndola de cupido, pero... Jamás has tenido novio.
Rose torció la boca.
-―He tenido novios.
― Ah, ¿sí? Nombra dos...
―Bueno... Emmm.... Esta, ese chico ¿Cuál era su nombre? ¡Henrry MacLaggen! ― Scorpius la miró con cansancio.
― No cuenta si no recuerdas su nombre.
―Bien... ― soltó un suspiro―¿Qué me dices de Devon?
―Un idiota, no cuenta.― Rose se rió y le dio un golpecito en el hombro.
― Pero salimos algunas veces, asi que sí cuenta.
Scorpius estuvo a punto de protestar, pero ambos se giraron al escuchar los gritos de un tipo que estaba en la planta baja del muelle.
― ¡Entrad, entrad si sois valientes! ¡Conoced la verdadera magia, y su futuro, con la Reina de la Adivinación! ¡Vengan a conocer vuestro futuro, con la magnifica, la hermosa, e inteligente, Rowena Ravenclaw!
Los dos chicos se miraron con una ceja alzada, la cara de circunstancia de Rose hizo reír al rubio, que la tomó de la muñeca, y riendo, la arrastró hasta donde estaba el tipo que tenía una larga barba blanca, lentes de media luna y una túnica verde esmeralda.
Rose se preguntó como es que no se estaba cociendo en su sudor en ese momento.
― Oh, tenemos interesados en su futuro. ― exclamó el charlatán haciendo una reverencia. ―Soy Salazar Slytherin, entrad, por favor, entrad... ―antes de que Rose protestara, el hombre los empujó hasta la carpa de color azul.
Dentro, había un montón de humo, olía a inciencio y una mujer estaba sentada frente a una pequeña mesa, sobre esta había una bola de cristal transparente.
Rowena Ravenclaw tenía el cabello negro, llevaba una tiara con forma de águila y una piedra azul en medio. Al igual que Salazar, tenía puesta una túnica, sólo que esta era azul.
― Rose, querida... Me alegra que hayas hecho caso a los astros y te hayas decidido a venir ― Exclamó la mujer moviendo las manos sobre la esfera.
Scorpius abrió la boca en una O, completamente sorprendido.
―¿Qué... qué... qué a dicho? ― tartamudeo Malfoy.
Rowena sonrió.
― Scorpius, tú también has llegado... por favor, siéntense.
Rose ni siquiera supo cómo, porqué, o cuándo, pero de un rato a otro ya estaba sentada frente a la mujer, con Scorpius a su lado y viendo una taza de porcelana con algo en el fondo que parecía lodo.
― Déjame ver querida... ― la mujer tomó la taza de té entre sus manos y comenzó a murmurar cosas extrañas. ― ¡Por Merlín! ― exclamó de nuevo haciendo a los chicos saltar.
― Rosie... tú... Has sufrido un accidente, espero te estés recuperando―
De nuevo la boca de Scorpius se abrió, pero Rose ni se movió. ―Veo... muchas cosas, tu verano, te divertirás… pero, oh, no todo será bueno, tendrás que pasar algunas pruebas, el camino no será fácil...
― ¿Camino?― inquirió la Weasley.
― Así es, querida, al final del camino habrá una recompensa. Estarás a punto de ser golpeada por la paz. Sí, mira, aquí está, más claro que el lago negro.
Rose fruncio mas el ceño.
― Eso no tiene sentido...―escuchó que murmuró Scorpius, ella lo pateo debajo de la mesa.
― ¿Qué mas vez?
― Veo...Veo, un fantasma, aquí mismo, un fantasma en tu casa, este fantasma trae un oso, un oso con él. ― Las ganas de reírse fueron creciendo, pero rápidamente se las tragó, apretando fuertemente los labios.
― ¿De veras? y... ¿Qué mas?
―Aquí hay... fuego, Rose, fuego de colores, y... Hay serpientes verde esmeralda, leones rojo escarlata, tejones amarillos … y dos águilas, idénticas que inician el fuego de colores.
La mujer hasta el momento había tenido los ojos cerrados, pero cuando se detuvo, los abrió de golpe, asustada.
― ¡El rey caerá!―gritó, casi tan grueso como un hombre. ― ¡Caerá, por los encantos de una sirena! ― casi tan rápido como comenzó a gritar, bajó la voz y sonrió. ―Y tú... Oh, tú mi querida Rosa, al fin lo veras, tú serpiente favorita lo sabrá. Cuando el rey caiga, después de comenzar el verano... encontrarás a tu príncipe verde.
La risa de Rose resonó por toda la pequeña carpa. Rowena en lugar de molestarse, la vio con serenidad mientras se recostaba en su asiento.
― Creo, Rowena, que quisiste decir príncipe azul...―apuntó Scorpius, mientras Rose se sobaba la barriga de tanto reír.
― Las hojas de té no mienten, querido Scorpius.
Rose se puso de pie rápidamente, tomó la mano de su mejor amigo y arrojó un billete de 20 dólares sobre la mesa.
― Claro... Sirenas, paz, serpientes y príncipes no azules... Intentaré recordarlo, pero ahora debemos irnos... ¡Adiós!
Antes de que los detuviera, cosa que en realidad, la bruja no haría, salieron de la carpa, sintiendo el aire caliente de nuevo en la cara.
― Eso fue intenso...
― Y una perdida de tiempo, debí hacer caso a Lily, esa mujer está completamente loca.
Scorpius la miró, suspicaz.
― Si es una loca, ¿Cómo supo tu nombre?―- Rose resoplo y levantó su collar de oro, este decía su nombre en cursiva. Scorpius la miro de soslayo ― ¿Y cómo supo el mío?
― Eres Scorpius Malfoy, todo el mundo te conoce, tu padre es famoso―El rubio asintió lentamente, pensando.
― ¿Qué me dices de que adivinó lo del accidente?
― Tengo una enorme banda tensora en el tobillo― señaló su pie derecho, donde efectivamente, era visible la banda. ― Es solo observadora.
― ¿Y todo lo que predijo?―Ahora se volvió a reír.
― Por favor, S, no tenía ningún sentido... Perdí 20 dólares.
― Lo hiciste porqué quisiste, en la entrada decía que sólo eran 10 dólares... ― Rose comenzó a arrastrarlo por todo el muelle, refunfuñando.
― No tenía un billete de 10 ¿de acuerdo? ― Se detuvo fuera del auto del muchacho cruzada de brazos―Sólo, llévame a casa.
.
― ¿Porqué estás molesta?
La pregunta la tomó por sorpresa, llevaban 15 minutos en el auto y ninguno había dicho palabra.
Sí que era verdad que estaba molesta, pero no tenía idea de porqué.
― No lo estoy.
― No has dicho nada en un rato, tienes las mejillas infladas y haces ese puchero de nuevo―se rió mientras giraba a la derecha. ― ¡Oh, claro que estás molesta!
Maldito hurón albino, la conocía demasiado bien.
― No lo sé.
Él ni siquiera protestó, se limitó llevarla a casa.
Y cuando estuvo en la entrada, ella le dio las gracias y le recordó la fiesta de esa noche.
Scorpius dijo que volvería en una hora, ya que le ayudaría a James con quién sabe qué.
― ¡Volví!
― ¿Dónde estabas? ― corearon sus primos y hermano. Ella dejó su bolso en el sofá y se dejó caer.
― Fui con Scorp al centro comercial... ― se pasó una mano por el cabello y miró a James―Serena está aquí...
Las mejillas de James se pusieron rojas, pero también sonrío.
― Lo sé, la vimos esta mañana saliendo de su casa― respondió el moreno, dejó el control del Xbox sobre la alfombra y miró a su prima ―Por favor no vayas a intentar uno de tus planes cupido... ― El puchero de Rose se fruncio más, pero James no flaqueo― No, Rose.
― Pero...
―No―repitió, más duro. Ella bajó los hombros.
― ¡Bien!― se puso de pie
― ¡Pero que quede claro una cosa...― comenzó a subir las escaleras.― …Si no se terminan casando, no seré la culpable, si no ustedes!
Luego de dar un cerrón a su puerta; James, Albus y Hugo continuaron jugando.
― Está loca.― dijo después de un momento.
― Sí, pero tiene razón.
― ¿Tú también, Al? -―el menor de los Potter se encogió de hombros.
― Te gusta Serena, hermano. ―James suspiró.
― Pero yo no le gusto a ella.
―¿Cómo lo sabes?―preguntó esta vez Hugo. James regresó su vista a la pantalla.
―Me lo demuestra. Sólo quiere ser mi amiga.
― Tal vez miente... eres James Potter, después de todo― esa fue la voz de Lily, que iba bajando por las escaleras, los muchachos la vieron extrañados.
― ¿Qué dices? ¿Qué tiene que ver que sea James Potter?―
Ella rodó los ojos.
―James Potter, mujeriego, inmaduro... Rey de las bromas.
― ¿Auch?
―Hablo en serio, conoces a Serena, ella no es así, busca algo serio, ya tuvo suficiente de chicos inmaduros, necesita alguien que de verdad se preocupe por ella.
― Yo me preocupo por ella.
―Demuéstraselo.
― ¿Cómo?
Lily miró a su hermano, luego se dio media vuelta.
― ¡Averígualo Potter, no puedo hacer todo por ti!
James alzó los brazos exasperado.
―Lily también está loca...―mascullo el ojimiel.
En ese momento, Fred y Lucy entraron casi corriendo por la puerta, ambos con las mejillas rojas.
―¡Santo Merlín, yo gané!― gritó Lucy cuando estuvo en la sala. Fred rodó los ojos y se tiró al lado de Albus.
―Es porqué hiciste trampa, Luciernaga.
―Vuelve a llamarme asi, Federick y voy a ...
―¿Qué? ¿Me golpearas hasta que llore? ―La interrumpió su primo. Lucy le sacó la lengua y Hugo rodó los ojos, aún jugando en el xbox.
―¿Alguna vez dejan de pelear? ―inquirió Albus.
Lucy y Fred se miraron un segundo.
―Nah. ―corearon. James se carcajeo mientras se puso de pie.
―De acuerdo... ¿porqué mejor no preparan lo de la fiesta?
―¿Tú a dónde vas? ―preguntó Fred.
―Iré por los fuegos artificiales y por los gemelos...
Comenzó a caminar fuera de la sala, pero Lucy lo llamó antes.
― Por cierto, James, Serena está aquí...
El aludido rodó los ojos.
―Ya lo sé, Lu, ya lo sé. ¡Dejen de recordarmelo! ―gritó antes de salir por la puerta.
La pelirroja fruncio el ceño.
―¿Dije algo malo?
Okay, aquí de nuevo con otro mini fic...
Dejé de pensar que debía terminar mis historias para publicar otra, así que desde ahora publicaré mas de un fic a la vez.
Sé que les agrada esa idea haha...
Anyways, ¿Qué les pareció? Rowena sí que está loca, ¿o no?
Aún no sé cuando actualizare, but, será pronto.
Os amo.
―Liv
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top