Capítulo Veintiocho
VEINTIOCHO
15 de junio, 2011
Dan corre hacia mí en el momento en el que me ve afuera de la guardería, se agarra de mi pierna y me sonríe mientras intenta columpiarse, una de las mujeres que trabaja en la guardería me entrega el bolso con una sonrisa, sé que mi hijo es de sus favoritos.
—Hasta mañana, señorita Stuart.
—Hasta mañana, muchas gracias.
Con Dan guindado de mi pierna, su bolso el mi hombro e intentando caminar me dirijo hacia mi auto, pero me detengo en seco al ver un personaje indeseado esperando junto a mi auto.
Inmediatamente tomo a Dan en mis brazos y esté se queja, apresuro el paso, maldiciendo el hecho de que él efectivamente ya ha visto a Dan, no puedo esconderlo.
Me detengo frente a Jake, dándole una mirada que espero sea helada mientras mi hijo lo ve de pie a cabeza como si intentara descifrarlo, para terminar, frunciendo el ceño.
—¿Qué haces aquí? —No pierdo el tiempo en preguntar.
—Necesitamos hablar —Mira a Dan—. él no se parece a mí, todo es tuyo.
—Él es mío —digo con fiereza, sosteniendo más fuerte a mi bebé.
—Necesitamos hablar, Kaethennis...
—No, no lo necesitamos, yo no lo necesito porque cuando lo hice, decidiste irte y decir cosas hirientes y humillantes.
—Kaethennis...
—Lo digo muy en serio, Jake, aléjate o acudiré a las autoridades —advierto, pero él estira una mano con deseos de tocar a mi hijo.
—No —sisea Dan como una advertencia que admito me sorprende—, – no quelo —niega con la cabeza antes de esconderla en mi cuello.
Él parece incrédulo, como si intentara entender la existencia de Harry Daniel.
—No me hagas tomar medidas drásticas, Kaethennis.
Si intenta ser una advertencia, en realidad termina sonando como una amenaza.
Ignorándolo y ocultando lo mucho que me asustan sus palabras, camino hacia mi auto, sonriéndole a Dan que nota mi angustia. Cuando cierro la puerta tras darle su juguete, me giro enfrentando nuevamente a jake.
—Escúchame bien, disfraz de hombre: puedes hacer lo que te plazca, toma todas las medidas que quieras, pero este niño es mío. Llévame a corte si quieres, usa tus cartas, ninguna está a tu favor. Soy su madre, la que lo llevo meses en su vientre, la que se esforzó estudiando para conseguir un excelente trabajo y lo mantiene. He pasado los últimos dos años con once meses cuidando de su vida. ¿Y quién eres tú? Solo el tipo que huyo como un cobarde.
Abro la puerta del conductor para subir.
—Saca todas las cartas que quieras, Jake, ambos sabemos quién pierde, aléjate.
Me mira y no me entretengo intentando descifrar su expresión. Subo al auto y no tardo en ponerlo en marcha. Hago ejercicios de respiración para controlar mis emociones mientras en el espejo retrovisor miro su figura volverse cada vez más pequeña.
—No me gustah —Me hace saber Dan y le sonrío.
—A mí tampoco me gusta, mi amor,
***
20 de junio, 2011
Harry Daniel y yo estamos en el aeropuerto para recibir a BG.5, Dan lleva el suéter que Katherine le regalo, el suéter con que conoció a BG.5, aquel que lo declara como el miembro número seis de la banda.
Dan come gustoso una galleta, sentado a mi lado mirando alrededor regalando sonrisas porque está de buen humor.
—¡Hola! —saluda a una mujer que va pasando y que se toma el tiempo de devolverle el saludo.
—¿Me das galleta? —pido abriendo la boca y riendo mete un pedazo a mi boca—. Te amo.
—Ti amu.
Sonrío como tonta, esa sonrisa es le pertenece a mis dos Harry, mis chicos.
Es una hora después cuando finalmente el vuelo desde Francia de BG.5 aterriza en Liverpool. Mi hijo y yo los esperamos de pie, no creo que Dan sea consciente más allá de que verá a azul, pero me toma de la mano dándome una sonrisa emocionada.
Entrecierro los ojos cuando me mira con grandes ojos y apretando los labios antes de hacer su típico bailecito impaciente.
—Pis, nani, pis —Me confirma y sin perder el tiempo nos apresuro hacia el baño de damas más cercano.
Apenas alcanzo a bajarle el pantalón cuando comienza a orinar, suspirando cuando parece aliviado. Se toma su tiempo y cuando termina, sonríe satisfecho queriendo tirar de la cadena, también debo esperar a que termine de jugar con su miembro porque está en una etapa de autodescubrimiento. Tras lavarle las manos, salimos.
—Quelo chocolate.
—Cuando los chicos lleguen te compraré tu chocolate.
—¿Shi?
—Sí, mi amor, te comprare tu chocolate.
Para cuando llegamos al lugar en donde esperábamos, BG.5 ya se encuentra ahí, recibiéndonos con sonrisas.
La mirada de mi hijo va de ellos a mí y parece emocionado, en poco tiempo estos chicos se han involucrado en su vida, Dan genuinamente los quiere.
—¡Mila nani! —grita señalando a los hermanos Jefferson— ¡Azul! ¡Rojo!
Mi hijo parece un fanático extasiado, él tira de mi mano para ir hacia ellos que se encuentran rodeado de seguridad que afortunadamente nos deja acercarnos a medida que ellos también caminan a nuestro encuentro.
—Ve con calma, Dan.
Él no me escucha, solo termina de acortar la distancia y cuando estamos frente a ellos, camina hasta Harry abrazándole la pierna con una enorme sonrisa.
Es tan tierno e impactante
—¡Hola, Azul! Quelo chocholate, nani lo compiará.
—Hola, hombrecito —Harry se agacha para estar a su altura de Dan, revolviéndole el cabello y para sorpresa mi hijo no protesta por ello—. ¿Tu mami comprará chocolate para mí también? Porque creo que tú y yo somos compañeros de comida.
—No shé ¡Rojo!
—Hola, pequeña bestia —Saluda Dexter también agachándose—, espero y estés muy feliz de verme, y que Kaethennis también compre chocolates para mí. No todo puede ser siempre para los Harry.
Río por lo bajo saludando al resto de la banda.
Yo solo reí por lo bajo mientras saludaba a Andrew besando su mejilla, creo que Andrew era el miembro más cuerdo del grupo.
—Me encanta tu camisa – me dijo Doug cuando mientras lo saludo, es que llevo la camisa que Dexter me regaló "amo locamente a BG.5" — y nuevamente el pequeño Harry tiene ese suéter increíble.
—Me siento celoso de que el niño le de esa bienvenida a los Jefferson y a nosotros nos ignore. Hiere mis sentimientos —Me hace saber Ethan.
Tomo la mano de Dan para que los salude.
—¿Recuerdas a Doug? —Pregunto.
—¡Hola, Dou!
—Hola, amigo —Doug le ofrece el puño y dan lo choca con el suyo más pequeño.
—¿Y Andrew?
—And —Lo apoda de inmediato.
—¿Ethan? —tanteo señalándolo y Dan abre sus labios con sorpresa antes de caminar él y tirar de su pantalón para que lo mire.
—Súper E —murmura con asombro.
—Bueno, claramente el niño sabe lo súper que soy —presume Ethan dándole una cosquilla en el cuello que lo tiene riendo.
—Hottie, ven acá y saluda a tu atractivo cuñado. Lo sabemos todo —Me asegura Dexter sin darme tiempo reaccionar y asfixiándome entre sus brazos.
—Me dejas sin aire —protesto haciéndolo reír.
Cuando me libera, me peino para aplacarme el cabello mientras él carga a Dan y comienza a alejarse junto a parte de seguridad a la salida con los demás chicos BG.5, excepto Harry, él se queda de pie frente a mí con una intensa mirada que me tiene conteniendo la respiración.
—Muy bien, pequeña bestia, cuéntame todo lo que me perdí —escucho vagamente a Dexter mientras se alejan.
—Quelo chocholate.
—Ya te compraré tu chocholate —promete y dejo de escucharlos.
Muy lentamente Harry me sonríe y extiende sus brazos, no tengo que pensarlo demasiado. Acorto la distancia y me aprieto contra la calidez de su cuerpo mientras me estrecha en sus fuertes brazos haciéndome sentir a gusto, cómoda y en donde quiero estar.
Suspiro tras inhalar su olor y él me toma la barbilla, alzando mi rostro para que nuestras bocas se encuentren en un beso húmedo en donde sus labios son suaves sobre los míos. Le acaricio la barba de días, disfrutando de cada momento de este reencuentro y vagamente pienso que si así se siente tener un novio, entonces no entiendo de qué huia.
Demasiado pronto libera mis labios, dándome un beso corto y suave antes de sonreírme.
—Al fin contigo —dice en voz baja, pasándome el pulgar por el labio inferior—. Te echaba muchísimo de menos, no es lo mismo verte que a hablar por teléfono.
—Lo sé, te extrañé mucho —me acurruco más contra su cuerpo.
—Pero ya estoy aquí, tenemos mucho que disfrutar ¿eh?
—Puedo imaginarlo —respondo saliendo de malagana de sus brazos mientras caminamos hacia la salida— ¿fue un viaje agotador?
—Fueagotador contar los minutos para verte.
—Oh...
—Y adivina.
—¿Qué? —pregunto sonriendo.
—Mientras estaba en el aeropuerto de Francia pensé en traerle algo al pequeño hombrecito.
—No debiste molestarte.
—El no es una molestia, lo adoro.
Todo en mí se derrite ante sus palabras, soy muy consciente de que de hecho él quería más a Harry Daniel que a mí, puedo vivir con eso.
—La cosa es que al final compré una bolsa de chocolates al recordar la travesura con la Nutella, y resulta que él quiere su chocholate.
—Estás conectado con la mente del niño —bromeo.
Repentinamente se detienen y me toma de la cintura.
—Te quiero, Kaethennis.
Escucharlo por teléfono era impresionante, pero escucharlo en vivo y directo casi hace que el corazón se me salga del pecho y que mis piernas colapsen ¿la sonrisa idiota? Se encuentra plasmada en mi rostro.
—Te quiero, Harry.
—Y eso me hace muy feliz —Me da un beso rápido y continuamos caminando.
—¡Nani! —grita Dan desde un lugar del estacionamiento dando brinquitos con lo que parece un peluche en sus manos.
—Resulta que Dexter también consiguió un regalo para él —Me hace saber Harry.
—De manera de que ahora ustedes miman al niño.
—Todo sea para hacerlo feliz, siempre.
Podría acostumbrarme a este tipo de vida, con estos chicos.
Con mi Harry Jefferson.
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